[53001] MARX, EL ECONOMISTA [53002] Como teórico de la economía Marx fue ante todo un hombre muy instruido. [53003] Pudiera parecer extraño que yo haya creído necesario dar tanta importancia a este elemento tratándose de un autor a quien he calificado de genio y de profeta. [53004] Con todo es importante apreciarlo. [53005] Los genios y los profetas no destacan, por lo general, en la erudición profesional, y su originalidad, si la tienen, se debe con frecuencia al hecho de su falta de erudición. [53006] Pero en la teoría económica de Marx no hay nada que pueda ser explicado por falta de conocimientos o de formación en la técnica del análisis teórico. [53007] Era un lector voraz y un trabajador infatigable. [53008] A su atención escapaban muy pocas contribuciones de importancia. [53009] Y todo lo que leía lo digería, acometiendo el estudio de cada hecho o argumento con una pasión por el detalle de lo más insólito en un hombre habituado a abarcar con la mirada civilizaciones enteras y evoluciones seculares. [53011] La demostración más notable de esto está en su obra Teorías de la Plusvalía, que es un monumento de celo teórico. [53012] Este esfuerzo incesante por instruirse y por dominar todo lo que pudiese ser dominado no pudo menos de liberarle en un grado apreciable de prejuicios y objetivos extracientíficos, aunque él trabajaba ciertamente para verificar una concepción determinada. [53013] Para su poderosa inteligencia el interés por el problema en cuanto tal estaba por encima de todo, a pesar de sí mismo, y por mucho que haya podido exaltar la importancia de sus conclusiones finales, mientras estaba trabajando, se preocupaba primordialmente por afilar los instrumentos de análisis que le proporcionaban la ciencia de su época, por allanar las dificultades lógicas y por construir, sobre la base así adquirida, una teoría que por su naturaleza y objetivo era verdaderamente científica, cualesquiera que hayan podido ser sus deficiencias. [53014] Es fácil comprender por qué tanto los amigos como los enemigos de Marx han entendido equivocadamente la naturaleza de su contribución en el terreno puramente económico. [53015] Para sus amigos estaba tan por encima de ser un simple teórico profesional que les habría parecido casi una blasfemia dar demasiado realce a este aspecto de su obra. [53016] Sus enemigos, a quienes ofendían su actitud y la presentación de su argumentación teórica, encontraban casi imposible admitir que, en ciertas partes de su obra, Marx logró precisamente la especie de realización que tan altamente estimaban cuando les era presentada por otras manos. [53017] Además, el frío metal de la teoría económica está inmerso, en las páginas de Marx, en una riqueza tal de frases hirvientes, que adquiere una temperatura que sobrepasa la suya natural. [53018] Todos los que se encogen de hombros ante la pretensión de Marx de ser considerado como analítico en el sentido científico piensan, por supuesto, en estas frases y no en el pensamiento que encierran, en el lenguaje apasionado y en la ardiente acusación de "explotación" e "inmiseración" (ésta es probablemente la mejor manera de traducir la palabra Verelendung, que en alemán no es mejor engendro que lo es Inmiserization en inglés. [53019] Es immiserimento en italiano). [53021] son partes importantes de la representación, eran importantes para el mismo Marx y lo son tanto para los creyentes como para los no creyentes. [53022] En parte explican por qué muchos insisten en ver en los teoremas de Marx algo más que en las proposiciones análogas de su maestro e incluso algo fundamentalmente distinto. [53023] Pero estas cosas no afectan a la naturaleza de su análisis. [53024] ¿Es que Marx tuvo un maestro? Sí. [53025] La verdadera comprensión de su economía comienza con el reconocimiento de que, como teórico, fue discípulo de Ricardo. [53026] Fue discípulo suyo no sólo en el sentido de que su propia argumentación toma evidentemente como punto de partida las proposiciones de Ricardo, sino también en el sentido mucho más importante de que había aprendido el arte de la teorización de Ricardo. [53027] Utilizó constantemente los instrumentos de Ricardo y se planteaba todos los problemas teóricos partiendo de las dificultades con que había tropezado en su profundo estudio de la obra de Ricardo y de las investigaciones que le había sugerido. [53028] El mismo Marx admitía esto en gran parte, aunque no habría admitido, por supuesto, que su actitud hacia Ricardo fuese típicamente la de un discípulo que, después de asistir a la clase del profesor, de oírle hablar repetidamente, en sentencias casi sucesivas, de exceso de población y de población superabundante, y, a continuación, del mecanismo que produce el exceso de población, vuelve a casa y trata de desentrañar todo esto. [53029] Por lo demás es tal vez comprensible que los dos partidos de la controversia en torno a Marx hayan sido opuestos a admitir esto. [53031] El grupo de escritores ingleses que, entre 1800 y 1840, trataron de desarrollar la teoría del valor basada en el trabajo, puede haberle proporcionado muchas sugerencias y detalles; pero, para nuestro propósito, esto queda comprendido dentro de la referencia a la corriente del pensamiento ricardiano. [53032] Varios autores, hacia algunos de los cuales mostraba Marx su enemistad en proporción inversa a la distancia que le separaba de ellos y cuya obra corría en muchos puntos paralela a la suya (Sismondi, Rodbertus, John Stuart Mill), deben dejarse de tomar en consideración, como hay que hacer con todo lo que no concierna directamente a la argumentación principal de Marx, como, por ejemplo, su aportación decididamente mediocre en el campo del dinero, en el que no logró ponerse al nivel de Ricardo. [53033] Voy a hacer ahora un bosquejo desesperadamente abreviado de la argumentación de Marx, inevitablemente injusto en muchos puntos con la estructura de Das Kapital, en parte incompleto y en parte desmantelado por ataques afortunados. [53034] ¡Todavía levanta ante nosotros su imponente silueta! [53035] Marx siguió la corriente de pensamiento habitual en los teóricos de su época, e incluso de una época posterior, al hacer de una teoría del valor la piedra angular de su construcción teórica. [53036] Su teoría del valor es la de Ricardo. [53037] Creo que una autoridad tan destacada como el profesor Taussig, no estaba de acuerdo con esta identidad y siempre hacía hincapié en las diferencias entre ambas teorías. [53038] Pero si bien hay bastantes diferencias en la expresión, en el método de deducción y en las implicaciones sociológicas, no hay ninguna en cuanto al teorema en sí, que para los teóricos de hoy es lo único importante. [53039] Tanto Ricardo como Marx dicen que el valor de cada mercancía (en un equilibrio perfecto y una competencia perfecta) es proporcional a la cantidad de trabajo contenida en la mercancía, siempre que este trabajo esté en concordancia con el nivel de eficiencia de producción existente (la "cantidad de trabajo socialmente necesaria"). [53041] Ambos acometen de un modo semejante las dificultades iniciales relacionadas con esta aproximación (es decir, Marx las acomete como había aprendido a hacerlo de Ricardo). [53042] Ninguno de ellos dice nada de utilidad acerca del monopolio ni de lo que hoy llamamos competencia imperfecta. [53043] Ambos responden a las críticas con los mismos argumentos. [53044] Los argumentos de Marx son simplemente menos pulidos, más prolijos y más "filosóficos", en el peor sentido de esta palabra. [53045] Todo el mundo sabe que esta teoría del valor es insatisfactoria. [53046] En la voluminosa discusión que se ha desarrollado acerca de ella la razón no está, en realidad, toda de un lado, y los adversarios han usado muchos argumentos inadmisibles. [53047] El punto esencial no es si el trabajo es la verdadera "fuente" o "causa" del valor económico. [53048] Esta cuestión puede ser de interés primordial para los filósofos sociales que desean deducir de ella pretensiones éticas sobre el producto, y el mismo Marx no fue, por supuesto, indiferente a este aspecto del problema. [53049] Pero para la economía, como ciencia positiva que tiene por objeto describir o explicar procesos reales, es mucho más importante preguntar cómo funciona la teoría del valor basada en el trabajo, en cuanto instrumento de análisis, y lo realmente objetable que se encuentra en ella es que funciona muy mal. [53051] En segundo lugar, aun dentro de este caso, no encuadra nunca lisa y llanamente, excepto si el trabajo es el único factor de producción y si, además, el trabajo es todo de la misma especie. [53052] Si no se cumple una u otra condición hay que introducir supuestos adicionales y las dificultades analíticas aumentan en una extensión tal que pronto se hacen insuperables. [53053] Razonar en la dirección de la teoría del valor basada en el trabajo significa, por tanto, razonar sobre un caso muy especial y sin importancia práctica, aunque algo puede decirse en su favor si se interpreta en el sentido de una tosca aproximación a las tendencias históricas de los valores relativos. [53054] La teoría que la sustituyó -en su forma primitiva y ahora superada, conocida por la teoría de la utilidad marginal- puede pretender una superioridad en muchos aspectos; pero el verdadero argumento que puede invocarse en su favor es que es mucho más general y puede aplicarse por igual, de una parte, a los casos de monopolio y concurrencia imperfecta, y, de otra parte, a la intervención de otros factores de producción, así como a la de trabajo de muchas especies y calidades diferentes. [53055] Además, si introducimos en esta teoría los supuestos restrictivos mencionados tendremos, como consecuencia, la existencia de una proporcionalidad entre el valor y la cantidad de trabajo aplicado. [53056] Debe estar claro, por lo tanto, no sólo que era perfectamente absurdo, por parte de los marxistas, poner en duda, como trataron de hacer en un principio, la validez de la teoría del valor de la utilidad marginal (que era con la que se enfrentaban), sino también que es insuficiente llamar "falsa" a la teoría del valor del trabajo. [53057] En todo caso está muerta y enterrada. [53058] Aunque ni Ricardo ni Marx parecen haber tenido perfecta conciencia de toda la debilidad de la posición en que se habían colocado al adoptar este punto de partida, percibieron algo de ello con toda claridad. [53059] Uno y otro se enfrentaron, especialmente, con el problema de eliminar el elemento de los servicios de los agentes de la naturaleza que habían sido, por supuesto, desplazados de su lugar apropiado en el proceso de producción y distribución por una teoría del valor que se basa solamente en la cantidad de trabajo. [53061] Pero desde el momento que estamos en posesión de un aparato analítico que tiene en cuenta la renta con la misma facilidad que los salarios toda la dificultad se desvanece. [53062] Por consiguiente, no es preciso decir nada más acerca de los méritos o deméritos de la teoría de la renta absoluta de Marx en oposición a la renta diferencial ni acerca de sus relaciones con la teoría de Rodbertus. [53063] Pero aun cuando dejemos esto a un lado tenemos aún que superar la dificultad que surge de la presencia del capital, en el sentido de un caudal de medios de producción, que son ellos mismos producidos. [53064] Para Ricardo, el problema se plantea de un modo muy sencillo: en la famosa sección IV del primer capítulo de sus Principios introduce y acepta como un hecho, sin intentar ponerlo en duda, que allí donde se utilizan bienes de capital, tales como instalación, maquinaria y materias primas en la producción de una mercancía, esta mercancía se venderá a un precio que proporcione un rendimiento neto al propietario de esos bienes de capital. [53065] Ricardo se dio cuenta de que este hecho tiene algo que ver con el período de tiempo que transcurre entre la inversión y la aparición de los productos vendibles y de que esto motivará, por fuerza, divergencias entre los valores efectivos de estos productos y los valores calculados con arreglo a la proporción de horas de trabajo "contenidas" en ellos -incluyendo las horas de trabajo que entraron en la producción de los mismos bienes de capital- toda vez que estos períodos no son los mismos en todas las industrias. [53066] Aquí se muestra con la misma indiferencia que si estas divergencias confirmasen su teorema fundamental sobre el valor, en vez de contradecirle, y en realidad no va más allá de esto, limitándose a la discusión de algunos problemas secundarios que surgen a este respecto y creyendo firmemente que su teoría sigue explicando la determinante básica del valor. [53067] Marx también introdujo, aceptó y analizó el mismo hecho sin ponerlo nunca en duda como tal hecho. [53068] Tuvo también por cierto que esto parece dar el mentís a la teoría del valor del trabajo. [53069] Pero reconoció el modo insuficiente como trataba Ricardo el problema y, al propio tiempo que aceptaba el problema mismo en la forma en que lo presentaba Ricardo, comenzó a comentarlo severamente, dedicándole casi tantos centenares de páginas como párrafos le dedicaba Ricardo. [53071] Reemplazó, por ejemplo, con buen fundamento, la distinción de Ricardo entre capital fijo y capital circulante por la distinción entre capital constante y capital variable (salarios), y las nociones rudimentarias de Ricardo acerca de la duración del proceso de producción por el concepto mucho más riguroso de la "estructura orgánica del capital", que gira en torno a la relación entre el capital constante y el capital variable. [53072] Marx ha realizado también otras muchas aportaciones a la teoría del capital. [53073] Pero ahora nos limitaremos a su explicación del rendimiento neto del capital, esto es, a su teoría de la explotación. [53074] Las masas no siempre se han sentido burladas y explotadas. [53075] Pero los intelectuales que se constituyeron en intérpretes suyos les han dicho siempre que lo eran, sin querer decir, necesariamente, con ello algo preciso. [53076] Marx no podría haber dicho nada concreto con tal frase, aun cuando hubiera querido. [53077] Su mérito y su hallazgo fueron el haber percibido la debilidad de los distintos argumentos mediante los cuales habían tratado de demostrar, antes que él, los tutores de la conciencia de la masa, cómo sobrevino la explotación, cuyos argumentos constituyen todavía hoy el caudal de los agitadores corrientes. [53078] Ninguno de los tópicos usuales acerca del poder de defraudación y engaño de los patronos le satisfacían. [53079] Lo que él quería demostrar era que la explotación no surgió de un modo ocasional ni accidental de alguna situación singular, sino que era el resultado de la misma lógica del sistema capitalista, resultado inevitable y por completo independiente de toda intención individual. [53081] El cerebro, los músculos y los nervios de un obrero constituyen algo así como un fondo o caudal de trabajo potencial (Arbeitskraft, traducido usualmente, aunque no muy satisfactoriamente, por fuerza de trabajo). [53082] Este fondo o caudal lo considera Marx como una especie de sustancia que existe en una cantidad determinada y que en la sociedad capitalista es una mercancía como otra cualquiera. [53083] Podemos aclarar, por nuestra parte, esta idea, pensando en el caso de la esclavitud; la idea de Marx es que no hay diferencia esencial, aunque haya muchas diferencias secundarias, entre el contrato de salario y la adquisición de un esclavo; lo que el patrono de trabajo "libre" compra no es, en realidad, como en el caso de la esclavitud, los trabajadores mismos, sino una cuota determinada de la suma total de su trabajo potencial. [53084] Ahora bien: como el trabajo en este sentido (no el servicio del trabajo ni la hora de trabajo efectiva) es una mercancía, debe serle aplicable la ley del valor. [53085] Es decir, que, en una situación de equilibrio y de concurrencia perfecta, el trabajo debe obtener un salario proporcional al número de horas de trabajo que han entrado en su "producción". [53086] ¿Pero qué número de horas entra en la "producción" del caudal de trabajo potencial que hay almacenado dentro de la piel de un obrero? Desde luego, el número de horas de trabajo que se necesitaron y necesitan para levantarse, comer, vestirse y albergarse el obrero. [53087] Esto constituye el valor de ese caudal, y si él vende parte del mismo -expresado en días o semanas o años- recibirá salarios que corresponderán al valor del trabajo de estas partes, exactamente igual que un comerciante de esclavos recibirá, al vender un esclavo, en situación de equilibrio, un precio proporcional al número total de dichas horas de trabajo. [53088] Debe observarse, una vez más, que Marx se mantiene así cuidadosamente aparte de todos los tópicos populares que en una u otra forma sostenían que, en el mercado de trabajo capitalista, el obrero es robado o engañado o que, en su lamentable debilidad, está simplemente constreñido a aceptar cualesquiera condiciones que se le impongan. [53089] La cosa no es tan sencilla; el obrero obtiene el valor pleno de su potencial de trabajo. [53091] Pueden imponerle, en este sentido, más horas de trabajo efectivo de las que le han pagado. [53092] Como los productos obtenidos se venden también a un precio proporcional a las horas de trabajo que entran en su producción, hay una diferencia entre los dos valores -que surge sencillamente del modus operandi de la ley del valor de Marx- que, necesariamente y en virtud del mecanismo del mercado capitalista, va a parar al capitalista. [53093] Esto es la plus valía (Mehrwert). [53094] Al apropiársela el capitalista "explota" al obrero, aunque no pague a los obreros menos del valor íntegro de su potencial de trabajo y no reciba de los consumidores más del valor íntegro de los productos que vende. [53095] De nuevo hay que observar que no apela a argumentos tales como una injusta fijación de los precios, restricción de la producción o engaño en los mercados de los productos [53096] Marx no se proponía, por supuesto, negar la existencia de tales prácticas. [53097] Pero las veía en su justa perspectiva y, por consiguiente, nunca basó sobre ellas ninguna conclusión fundamental. [53098] Admiremos, de paso, el valor pedagógico de tal razonamiento; por especial y apartado de su sentido habitual que pueda estar el significado que hoy se atribuye a la palabra "explotación" y por dudoso que sea el apoyo derivado del derecho natural y de las filosofías de los escolásticos y de los escritores de la Ilustración, ha sido admitido, a pesar de todo, en la esfera de la argumentación científica y sirve así para el propósito de confortar a los discípulos que parten para reñir sus batallas. [53099] En cuanto a los méritos científicos de esta argumentación tenemos que distinguir con cuidado dos aspectos de la misma, uno de los cuales ha sido descuidado persistentemente por los críticos. [53101] La teoría del valor del trabajo, aun cuando pudiéramos concederle validez para todas las demás mercancías, nunca puede ser aplicada a la mercancía trabajo, pues esto implicaría que los obreros son producidos, lo mismo que las máquinas, conforme a cálculos racionales de costo. [53102] Y como no se producen así no hay justificación para afirmar que el valor del potencial de trabajo será proporcional a las horas de trabajo que entran en su "producción". [53103] Lógicamente, Marx habría mejorado su posición si hubiese aceptado la ley de hierro del salario de Lassalle o simplemente si hubiese razonado siguiendo los derroteros malthusianos, como hizo Ricardo. [53104] Pero como conscientemente rehusó hacerlo, su teoría de la explotación perdió desde el principio uno de sus puntales esenciales. [53105] Puede, además, demostrarse que un equilibrio de concurrencia perfecto no puede existir en una situación en la que todos los patronos capitalistas obtienen beneficios de explotación. [53106] Pues, en este caso, los patronos tratarían, cada uno, de extender su producción y el efecto masivo de esto tendería, inevitablemente, a aumentar los tipos de salarios y a reducir a cero los beneficios de esta clase. [53107] Sería, indudablemente, posible mejorar un poco la argumentación apelando a la teoría de la concurrencia imperfecta, haciendo intervenir las fricciones y los obstáculos institucionales que entorpecen el funcionamiento de la concurrencia, forzando todas las posibilidades de impedimentos en la esfera del dinero y el crédito, etc. [53108] Sin embargo, incluso de esta manera, sólo podría hacerse una defensa mediocre que el mismo Marx habría despreciado cordialmente. [53109] Pero hay otro aspecto de la cuestión. [53111] Esto es tan fácil únicamente en tanto que en la teoría de la plus valía no veamos más que una proposición acerca del proceso económico estacionario en perfecto equilibrio. [53112] Pero como lo que trataba de analizar no era una situación de equilibrio, que según él no puede alcanzar nunca la sociedad capitalista, sino, por el contrario, un proceso de cambio incesante en la estructura económica, las críticas que se le han dirigido en la dirección apuntada más arriba no son completamente decisivas. [53113] Las plus valías pueden ser imposibles en situación de equilibrio perfecto, pero pueden existir siempre, porque a ese equilibrio no se le permite nunca establecerse. [53114] Pueden tender siempre a desaparecer y, sin embargo, existir siempre, porque son continuamente recreadas. [53115] Esta defensa no salvará a la teoría del valor del trabajo, especialmente cuando se aplica a la mercancía trabajo misma, ni a la argumentación acerca de la explotación tal como ha sido formulada por Marx. [53116] Pero nos posibilitará hacer una interpretación más favorable de su conclusión, si bien una teoría satisfactoria de esas plus valías las despojarían del contenido conceptual específicamente marxista. [53117] Este aspecto del problema demuestra ser de considerable importancia. [53118] Arroja también una nueva luz sobre otras partes del aparato de análisis económico de Marx y explica, además, por qué no fue dañado más mortalmente ese aparato por la crítica afortunada dirigida contra sus mismos fundamentos. [53119] Si, no obstante, continuamos manteniéndonos en el nivel en que se mueve de ordinario la discusión de las teorías de Marx, calamos, cada vez más profundo, en las dificultades, o, más exactamente, percibimos los obstáculos con que tropiezan los creyentes cuando tratan de seguir al maestro por el camino trazado por él. [53121] Por el contrario, los agudiza, porque, según esta teoría, el capital constante -es decir, el capital que no es de salarios- no transmite al producto un valor superior al que pierde en su producción; únicamente transmite más valor el capital de salarios y los beneficios obtenidos habrán de variar, por consiguiente, de una empresa a otra, según la composición orgánica de sus capitales. [53122] Marx cuenta con la competencia entre los capitalistas para llevar a cabo una redistribución tal de la "masa" total de plus valía que cada empresa obtenga beneficios proporcionales a su capital total o que se equiparen los tipos singulares de los beneficios. [53123] Vemos, fácilmente, que la dificultad entra en la categoría de los falsos problemas que resultan siempre de los intentos de construcción de una teoría artificiosa [53124] y la solución pertenece a la categoría de las resoluciones desesperadas. [53125] Marx, sin embargo, creía no solamente que esta solución permitiría establecer la uniformidad necesaria de los tipos de beneficio y explicar cómo, a causa de ello, los precios relativos de las mercancías habían de desviarse de sus valores expresados en trabajo, [53126] sino también que su teoría ofrecía una explicación de otra "ley" que ocupó un lugar destacado en la teoría clásica, a saber: la afirmación de que el tipo de beneficio tiene una tendencia inherente a descender. [53127] En realidad, esta tendencia se deduce de un modo bastante plausible del aumento de la importancia relativa de la parte constante del capital total en las industrias que producen bienes que llevan incorporados salarios; si la importancia relativa de la instalación y equipo aumenta en estas industrias, como ocurre en el curso de la evolución capitalista, y si el tipo de plus valía o el grado de explotación permanece igual, entonces el tipo de rendimiento del capital total decrecerá en general. [53128] Este razonamiento ha atraído mucha admiración y, posiblemente, fue mirado por el mismo Marx con toda la satisfacción que acostumbramos sentir cuando una teoría nuestra explica una observación que no entraba en su construcción. [53129] Sería interesante discutirla por sí misma, independientemente de los errores cometidos por Marx al deducirla. [53131] Pero una proposición afín, aunque no idéntica, proporciona a la vez una de las "fuerzas" más importantes de la dinámica de Marx y el eslabón que une la teoría de la explotación y la planta superior del edificio analítico de Marx, denominada, usualmente, teoría de la acumulación. [53132] La parte principal del botín arrancado a la mano de obra explotada (según algunos de sus discípulos, prácticamente todo él) la convierten los capitalistas en capital, esto es, en medio de producción. [53133] En sí misma, y prescindiendo del modo de expresión con que la presenta la fraseología de Marx, ésta no es, por supuesto, más que la afirmación de un hecho bien conocido, descrito por lo general en términos de ahorro e inversión. [53134] A Marx, sin embargo, no le bastaba este simple hecho: si el proceso capitalista tenía que desplegarse conforme a una lógica inexorable, ese hecho tenía que ser parte de esta lógica, lo cual significa, prácticamente, que tenía que ser necesario. [53135] Tampoco habría sido satisfactorio admitir que esta necesidad surge de la psicología social de la clase capitalista de una manera similar; por ejemplo, a como Max Weber hizo de la actitud puritana -y la abstención de goce hedonista de los beneficios obtenidos encaja, magníficamente, dentro de su molde- una causa determinante del comportamiento capitalista. [53136] Marx no despreciaba ningún apoyo que creyese posible obtener por este método. [53137] Pero un sistema concebido como lo estaba el suyo tenía que basarse sobre algo más sustancial, que sobre aquello que compelía a los capitalistas a acumular, independientemente de lo que sintieran acerca de ello, y que tuviese fuerza suficiente para determinar esta misma pauta de conducta. [53138] Y, por fortuna, existe tal fuerza. [53139] Al exponer la naturaleza de esta compulsión al ahorro voy a aceptar en un punto, por motivos de conveniencia, la teoría de Marx, es decir, voy a admitir, como él, que el ahorro efectuado por la clase capitalista implica, ipso facto, un aumento correlativo en el capital real. [53141] Al discutir la teoría de la explotación de Marx he subrayado que, en una economía de competencia perfecta, los beneficios de explotación inducirían a los capitalistas a expandir la producción o a intentar expandirla, porque desde el punto de vista de cada uno de ellos esto significaría más beneficio. [53142] Ahora bien: para conseguirlo tendrían que acumular. [53143] Además, el efecto masivo de este comportamiento tendería a reducir las plus valías a causa de la elevación consiguiente de los tipos de salarios, así como también por una baja subsiguiente de los precios de los productos, lo cual constituye un buen ejemplo de las contradicciones inherentes al capitalismo, que eran tan queridas por el corazón de Marx. [53144] Y esta misma tendencia constituiría, también para el capitalista individual, otra razón por la que se sentiría compelido a acumular, [53145] aunque, en definitiva, este comportamiento haría, a su vez, empeorar las cosas para la clase capitalista en su conjunto. [53146] Habría, por tanto, una especie de coerción hacia la acumulación aun en un sistema estacionario en todo lo demás, el cual, como antes decía, no puede alcanzar un equilibrio estable hasta que la acumulación haya reducido a cero la plus valía y haya destruido así al capitalismo mismo. [53147] Hay, sin embargo, otra fuerza de acumulación mucho más importante y mucho más drásticamente coercitiva. [53148] En realidad, la economía capitalista no es ni puede ser estacionaria. [53149] Tampoco se expande conforme a un ritmo uniforme. [53151] Todas las estructuras existentes y todas las condiciones de la vida económica se hallan siempre en un proceso de transformación. [53152] Toda situación es derribada antes de que haya tenido tiempo de desarrollarse plenamente. [53153] En la sociedad capitalista el progreso económico significa derrumbamiento. [53154] Y, como veremos en la parte siguiente, en un proceso de derrumbamiento funciona la competencia de una manera completamente diferente a como funcionaría en un sistema estacionario, aunque fuese de competencia perfecta. [53155] Constantemente se dan posibilidades de obtener ganancias produciendo cosas nuevas o produciendo cosas antiguas más baratas y se atraen, para ello, nuevas inversiones. [53156] Estos nuevos productos y estos métodos nuevos compiten con los productos y con los métodos antiguos, no en términos de igualdad, sino de ventaja decisiva que puede significar la muerte para los últimos. [53157] Así es como penetra el "progreso" en la sociedad capitalista. [53158] A fin de evitar ser vendidas a bajo precio todas las empresas se ven constreñidas, en definitiva, a seguir el mismo camino, esto es, a invertir por su parte, y, a fin de poder hacerlo, a reservar parte de sus beneficios, es decir, a acumular. [53159] Así, pues, todo el mundo acumula. [53161] Esto no quiere decir que comprendiese debidamente su naturaleza ni que analizase correctamente su mecanismo. [53162] Para él este mecanismo se reduce a una simple mecánica de masas de capital. [53163] No tuvo una teoría adecuada de la empresa, y su impotencia para distinguir al empresario del capitalista, juntamente con una técnica teórica deficiente, explica muchos casos de non sequitur y muchos errores. [53164] Pero la simple visión de dicho proceso era suficiente por sí misma para muchos de los objetivos que Marx tenía en la mente. [53165] El non sequitur deja de ser una objeción fatal si lo que no se sigue del razonamiento de Marx puede inferirse de otro razonamiento, e incluso manifiestos errores y falsas interpretaciones resultan, con frecuencia, redimidos por la corrección sustancial de la línea general del razonamiento en el curso de la cual se cometen, y especialmente pueden dejar de inficionar los pasos ulteriores del análisis que, para el crítico que no es capaz de apreciar su situación paradójica, parece condenado sin apelación. [53166] Antes hemos tenido ya un ejemplo de esto. [53167] La teoría de la plus valía de Marx tomada en sí misma es insostenible. [53168] Pero como el proceso capitalista no deja de producir olas renovadas de beneficios periódicos que representan plus valía con relación a los costos, que pueden explicar perfectamente otras teorías, aunque en un sentido completamente no marxista, el paso siguiente de Marx, dedicado a la acumulación, no está viciado por completo por sus deslices anteriores. [53169] De un modo semejante el mismo Marx no fundamentó, de una manera satisfactoria, la coerción a acumular que es tan esencial para su argumentación. [53171] El tipo de beneficio conjunto de un capital industrial total no necesita disminuir a largo plazo, bien porque, según Marx, el capital constante aumenta con relación al capital variable [53172] bien por cualquier otra razón. [53173] Como hemos visto basta con que el beneficio de cada empresa singular esté incesantemente amenazado por la competencia efectiva o potencial de nuevas mercancías o nuevos métodos de producción, que, más tarde o más temprano, lo convertirían en una pérdida. [53174] Así obtenemos la fuerza impulsora necesaria e, incluso, un analogon a la afirmación de Marx de que el capital constante no produce plus valía -pues ninguna reunión singular de bienes de capital permanece para siempre como una fuente de sobreganancia- sin tener que apoyarnos en aquellas partes de su argumentación que son de validez dudosa. [53175] Otro ejemplo lo suministra el eslabón siguiente de la cadena de Marx, su teoría de la concentración, esto es, su tratamiento de la tendencia del proceso capitalista a incrementar tanto el volumen de las instalaciones industriales, como el de las unidades de intervención. [53176] La única explicación que ofrece, si se la despoja de su fantasía, se reduce a afirmaciones desapasionadas, tales como la de que "la batalla de la competencia se libra mediante el abaratamiento de las mercancías", el cual "depende, ceteris paribus, de la productividad del trabajo"; la de que ésta depende, a su vez, de la escala de producción, y la de que "los capitales mayores aniquilan a los menores". [53177] Esto es muy parecido a lo que dicen sobre el particular los libros de texto corrientes y no es en sí ni muy profundo ni muy admirable. [53178] Estas afirmaciones son particularmente defectuosas a causa de la importancia exclusiva que atribuyen al volumen de los "capitales" singulares, mientras que, en la descripción de los efectos de la concentración, se perjudica mucho por su técnica, que le imposibilita tratar de un modo eficaz el monopolio y el oligopolio. [53179] A pesar de todo no está injustificada la admiración que confiesan sentir, por esta teoría, tantos economistas ajenos a la grey. [53181] Pero hizo más que esto. [53182] Vinculó, hábilmente, la concentración al proceso de acumulación o, más bien, concibió la primera como un elemento del segundo, y no sólo desde su punto de vista fáctico, sino también desde su punto de vista lógico. [53183] Percibió correctamente algunas de sus consecuencias -por ejemplo, la de que "el volumen creciente de las masas singulares de capital se convierte en la base material de una revolución ininterrumpida en el modo mismo de producir- y otras, al menos, de una manera unilateral o desfigurada. [53184] Electrificó la atmósfera que rodeaba al fenómeno mediante todas las dínamos de la guerra de clases y la política de clases; sólo esto habría bastado para elevar su exposición por encima de los secos teoremas económicos que implicaba, especialmente para gentes sin ninguna imaginación propia. [53185] Y, lo más importante de todo, fue capaz de llegar, casi sin encontrar trabas a causa de la defectuosa presentación de los rasgos singulares de su cuadro ni por lo que al profesional le parece falta de rigor en su argumentación, a la predicción del desarrollo futuro de los gigantes industriales que estaban en período de gestación y la situación social que habían de crear. [53186] Otros dos puntos van a completar este bosquejo: la teoría de Marx de la Verelendung, o, para usar una terminología española, de la inmiseración o empobrecimiento, y su teoría (y de Engels) del ciclo económico. [53187] En la primera, tanto el análisis como la visión, fallan sin remedio; en la última, sin embargo, uno y otra se cuentan en su haber. [53188] Marx sostuvo indudablemente que, en el transcurso de la evolución capitalista, los tipos de salario real y el nivel de vida de las masas descenderían en los estratos mejor remunerados y dejarían de mejorar en los peor remunerados, y que esto tendría lugar no por circunstancias accidentales o externas, sino en virtud de la misma lógica del proceso capitalista. [53189] Como predicción era, desde luego, calamitosa, y los marxistas de todos los tiempos se han visto en un aprieto para salir con bien de las pruebas claramente adversas con que se enfrentaron. [53191] Después se esforzaron por darle otro sentido, esto es, por referirla no a los tipos de salario real ni a la participación absoluta en la renta de la clase trabajadora, sino a la parte relativa de las rentas del trabajo respecto de la renta nacional total. [53192] Aunque algunos pasajes de Marx permiten, en realidad, una interpretación en este sentido, dicha interpretación contradice claramente su pensamiento en la mayoría de los mismos. [53193] Además, se ganaría poco aceptando esta interpretación, porque las principales conclusiones de Marx implican que la participación absoluta del trabajo per capita descendería o, en el mejor de los casos, no subiría; si Marx hubiese pensado realmente en la participación relativa no habría hecho, con ello, más que aumentar las dificultades de los marxistas, y, en definitiva, la proposición misma seguiría siendo errónea. [53194] Pues la parte relativa de los sueldos y salarios respecto de la renta total no varía sino muy poco de año a año y es notablemente constante a través del tiempo, sin que revele, ciertamente, ninguna tendencia a la baja. [53195] Sin embargo, parece haber otro modo de salir de esta dificultad. [53196] Una tendencia puede no aparecer en nuestras series estadísticas temporales -puede, incluso, aparecer la tendencia opuesta como sucede en este caso- y a pesar de ello podría ser inherente al sistema que se investiga, pues podría estar inhibida por condiciones excepcionales. [53197] Esta es, en realidad, la línea que adoptan la mayoría de los marxistas modernos. [53198] Las condiciones excepcionales las han encontrado en la expansión colonial o, más generalmente, en la apertura de países nuevos durante el siglo XIX, que sostienen que ha dado lugar a una "tregua" para las víctimas de la explotación. [53199] En la parte siguiente tendremos ocasión de volver sobre esta cuestión. [53201] Pero la auténtica dificultad consiste en que la construcción teórica de Marx es poco sólida en este sector: del mismo modo que la visión, la base analítica es aquí defectuosa. [53202] La base de la teoría de la inmiseración la constituye la teoría del "ejército de reserva industrial", es decir, del paro creado por la mecanización del proceso de producción [53203] y la teoría del ejército de reserva está basada, a su vez, en la teoría expuesta por Ricardo en el capítulo sobre el maquinismo. [53204] En ninguna otra parte -exceptuando, por supuesto, la teoría del valor- depende la argumentación de Marx de un modo tan completo de la de Ricardo, a la que no añade nada esencial. [53205] Hablo tan sólo, naturalmente, de la teoría pura del fenómeno. [53206] Marx añadió, como siempre, muchos toques menores, tales como la feliz generalización mediante la cual se hace entrar en el concepto del paro la sustitución de obreros capacitados por obreros no capacitados; también añadió una riqueza infinita de ilustraciones y de fraseología, y, lo más importante de todo, puso el cuadro impresionante, el amplio fondo de su concepción del proceso social. [53207] Ricardo había estado inclinado, en un principio, a compartir la opinión, muy común en todos los tiempos, de que la introducción de las máquinas en el proceso de producción difícilmente podría dejar de beneficiar a las masas. [53208] Cuando entró en dudas acerca de esta opinión o, en todo caso, de su validez general, revisó su posición con su franqueza característica. [53209] De un modo no menos característico desanduvo el camino y, utilizando su método habitual de "imaginar casos forzados", presentó un ejemplo numérico, conocido por todos los economistas, para demostrar que las cosas podrían haber sucedido también de otro modo. [53211] El ejemplo de Ricardo es correcto dentro de su esfera. [53212] Los métodos en cierto modo más refinados de hoy confirman sus resultados en la medida en que admitan tanto la posibilidad que pretendía demostrar, como también la contraria; van más allá aún al definir las condiciones formales que determinan que sea una u otra consecuencia la que se produzca. [53213] Esto es, por supuesto, lo único que puede hacer la teoría pura. [53214] Para predecir el resultado efectivo son necesarios más datos. [53215] Pero para nuestro propósito el ejemplo de Ricardo presenta otro rasgo interesante. [53216] El considera una empresa que posee un capital de una cuantía dada y que emplea a un número dado de obreros, la cual decide adelantar un paso en la mecanización. [53217] En consecuencia, dedica un grupo de estos obreros a la labor de construir una máquina que, cuando esté instalada, permitirá a la empresa prescindir de parte de ese grupo. [53218] Los beneficios pueden ser a la larga los mismos (después de los ajustes de la competencia, que eliminarán todo superbeneficio temporal), pero la renta bruta se habrá destruido exactamente en la cuantía de los salarios que se pagaban antes a los obreros que ahora se han "liberado". [53219] La idea de Marx de la sustitución del capital variable (de salarios) por el capital constante es casi la réplica exacta a esta forma de plantearlo. [53221] La teoría de Ricardo la ha tragado, en realidad, Marx con anzuelo, cuerda y plomada. [53222] Pero lo que puede resistir la prueba, mientras nos movemos dentro del objetivo limitado que Ricardo tenía a la vista, se hace totalmente inadecuado -de hecho la fuente de otro non sequitur, no salvado esta vez por una visión acertada de los resultados últimos- en cuanto consideramos la superestructura que Marx construyó sobre ese endeble cimiento, pues se aferró, con una energía que tiene en sí algo de desesperada, a la conclusión condicionalmente pesimista de su maestro, como si el "caso forzado" de este último fuese el único posible, y combatió, con energía aún más desesperada, a los autores que habían desarrollado las consecuencias de la insinuación de Ricardo sobre las compensaciones que la edad de la máquina podía ofrecer a los obreros, incluso donde el efecto inmediato de la introducción de la maquinaria significó un perjuicio (la teoría de la compensación, la aversión favorita de todos los marxistas). [53223] Marx tenía toda la razón para adoptar esta posición, ya que le era muy necesaria una base firme para su teoría del ejército de reserva, la cual tenía que servir para dos finalidades de importancia fundamental, aparte de otras menos importantes. [53224] En primer lugar, hemos visto que Marx, con su aversión a hacer uso de la teoría de la población de Malthus, despojó a su teoría de la explotación de lo que antes he calificado de un puntal esencial. [53225] Este puntal fue sustituido por el ejército de reserva, siempre existente, porque siempre está renovándose. [53226] En segundo lugar, la concepción particularmente estrecha del proceso de mecanización que Marx adoptó era esencial para motivar las frases resonantes del capítulo XXXII del tomo I de Das Kapital, que en cierto sentido son la coronación final no sólo de ese tomo, sino de toda la obra de Marx. [53227] Voy a citarlas completas -más completas de lo que requiere el punto que se discute-, a fin de presentar a mis lectores una visión de Marx en una actitud que explica igualmente bien el entusiasmo de unos y el desdén de otros. [53228] Y ya sea o no esta mescolanza de cosas el corazón mismo de la verdad profética, hélas aquí: [53229] "Mano a mano con esta centralización o esta expropiación de muchos capitalistas por pocos se desarrolla ...el enredo de todas las naciones en la red del mercado mundial y con esto el carácter internacional del régimen capitalista. [53231] El monopolio del capital se convierte en el grillete que aprisiona el modo de producción que ha nacido y florecido con él y bajo él. [53232] La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo alcanzan al fin un punto en que se hacen incompatibles con su envoltura capitalista. [53233] Esta envoltura estalla. [53234] Suena el doblar a muerto por la propiedad privada capitalista. [53235] Los expropiadores son expropiados." [53236] La aportación de Marx en el campo de los ciclos económicos es sumamente difícil de apreciar. [53237] La parte realmente valiosa de la misma consiste en unas docenas de observaciones y comentarios, la mayoría ocasionales, que están esparcidos por casi todos sus escritos, incluyendo muchas de sus cartas. [53238] Los intentos de reconstruir, partiendo de estos membra disjecta, un cuerpo que no aparece en ninguna parte hecho carne y que tal vez no existió siquiera en la mente de Marx, a no ser en una forma embrionaria, pueden fácilmente producir resultados diferentes en las distintas manos y ser viciados por una tendencia comprensible en los admiradores de Marx de imputarle, por medio de una interpretación adecuada, prácticamente todos los resultados de ulteriores investigaciones que los mismos admiradores aceptan. [53239] La masa común de amigos y enemigos de Marx no ha vislumbrado nunca ni vislumbra ahora la clase de cometido con que se enfrenta el comentador a causa de la naturaleza de la contribución caleidoscópica de Marx en esta materia. [53241] En consecuencia, se pusieron a buscar tal teoría y es fácil adivinar qué fue lo que les sucedió. [53242] Por una parte, Marx exalta indudablemente -aunque con una motivación no del todo adecuada- el enorme poder del capitalismo para desarrollar la capacidad de producción de la sociedad. [53243] Por otra parte, destaca incesantemente la creciente miseria de las masas. [53244] ¿No es la cosa más natural del mundo concluir que las crisis o depresiones se deben al hecho de que las masas explotadas no pueden comprar todo lo que este aparato de producción constantemente en aumento crea o está en situación de crear y que, por esta y otras razones, que no necesitamos repetir, el tipo de beneficio baja hasta un nivel de bancarrota? Así, pues, parecemos efectivamente arribar, según el elemento que queramos realizar, a las costas de una teoría del infraconsumo o a las de una teoría de la superproducción del tipo más vulgar. [53245] La explicación de Marx ha sido clasificada, en efecto, entre las teorías de las crisis fundadas en el infraconsumo. [53246] Hay dos circunstancias que pueden invocarse en apoyo de esta clasificación. [53247] En primer lugar, por lo que se refiere a la teoría de la plus valía y también a otras cuestiones es obvia la afinidad de las teorías de Marx con las de Sismondi y Rodbertus. [53248] Y estos hombres defendieron el punto de vista del infraconsumo. [53249] No era, pues, descaminado inferir que Marx podía haberlo defendido igualmente. [53251] Pero esto no tiene ninguna importancia, puesto que Marx, mostrando un sentido excelente, las repudió de un modo expreso. [53252] La realidad es que no tenía ninguna teoría sencilla del ciclo económico. [53253] Y no puede deducirse lógicamente ninguna siguiendo sus "leyes" de la evolución capitalista. [53254] Aun cuando aceptemos su explicación del origen de la plus valía y convengamos en admitir que la acumulación, la mecanización (aumento relativo del capital constante) y la superpoblación profundizan inexorablemente la miseria de las masas y se enlazan en una cadena lógica que termina en la catástrofe del sistema capitalista, incluso entonces nos falta un factor que confiera al proceso las fluctuaciones cíclicas, con carácter de necesidad, y explique la alternación inmanente de las prosperidades y las depresiones. [53255] Indudablemente, tenemos siempre a la mano bastantes accidentes e incidentes a los que asirnos para compensar los defectos de la explicación fundamental. [53256] Hay errores de cálculo, previsiones equivocadas y otros errores, olas de optimismo y de pesimismo, excesos especulativos y reacciones a los excesos especulativos, y hay una fuente inagotable de "factores externos". [53257] Del mismo modo que el proceso mecánico de acumulación de Marx marcha a un ritmo uniforme -y no hay nada que muestre por qué no deba ser así en principio-, el proceso que él describe también podría marchar a ritmos uniformes; allí hasta donde entra en consideración su lógica esta evolución es esencialmente independiente de las prosperidades y de las depresiones. [53258] Por supuesto esto no es necesariamente un desacierto. [53259] Muchos otros teóricos han sostenido y sostienen simplemente que las crisis tienen lugar siempre que se produce un desarreglo de suficiente importancia. [53261] Marx tiene, en efecto, en cuenta una gran variedad de elementos más o menos relevantes. [53262] Por ejemplo, utiliza, en cierto modo superficialmente, la intervención del dinero en las transacciones de mercancías -y nada más-, a fin de refutar la afirmación de Say acerca de la imposibilidad de un atasco general; o bien la soltura de los mercados de dinero para explicar los desproporcionados desarrollos en las ramas caracterizadas por la gran inversión en bienes duraderos de capital; o bien los estímulos especiales, como la apertura de mercados o el surgimiento de nuevas necesidades sociales para motivar repentinas aceleraciones en la "acumulación". [53263] Trata, de un modo no muy afortunado, de convertir el crecimiento de la población en un factor que facilita las fluctuaciones. [53264] Observa, aunque en realidad no explica, que la escala de la producción se expande "a saltos y brincos", que son "el preludio de su contracción igualmente súbita". [53265] Dice con habilidad que "la superficialidad de la economía política se muestra en el hecho de que considera la expansión y la contracción del crédito, que es un simple síntoma de los cambios periódicos en el ciclo industrial, como causa de los mismos". [53266] Y el capítulo de incidentes y accidentes lo somete, por supuesto, a una pesada contribución. [53267] Todo esto está conforme con el sentido común y es esencialmente correcto. [53268] Prácticamente encontramos aquí todos los elementos que se encuentran siempre en todo análisis serio de los ciclos económicos y en conjunto hay muy pocos errores. [53269] Además, no hay que olvidar que la mera percepción de la existencia de los movimientos cíclicos fue una gran aportación para aquella época. [53271] Sin embargo, en lo fundamental enfocaron su atención sobre los derrumbamientos espectaculares que habían de denominarse "crisis". [53272] Y estas crisis no las vieron a su verdadera luz, es decir, a la luz del proceso cíclico del que son simples incidentes. [53273] Las consideraron, sin mirar detrás o debajo de ellas, como desgracias aisladas que sucedían a consecuencia de errores, excesos, conductas equivocadas o bien a consecuencia del funcionamiento defectuoso del mecanismo del crédito. [53274] Marx fue, en mi opinión, el primer economista que se elevó por encima de esta tradición y que se anticipó -prescindiendo del complemento estadístico- a la obra de Clément Juglar. [53275] Aunque no ofreció, como hemos visto, una explicación adecuada del ciclo económico, el fenómeno apareció con claridad ante sus ojos y comprendió mucho de su mecanismo. [53276] También, como Juglar, habló sin titubeos de un ciclo decenal "interrumpido por fluctuaciones menores". [53277] Estaba intrigado por la cuestión de cuál podría ser la causa de esa periodicidad y consideró la idea de que podía tener algo que ver con la vida de la maquinaria de la industria del algodón. [53278] Y hay otros muchos indicios de su preocupación por el problema de los ciclos económicos como problema distinto de las crisis. [53279] Esto es suficiente para asignarle un rango elevado entre los padres de la moderna investigación del ciclo. [53281] Marx utilizó casi siempre la expresión crisis en su sentido habitual, hablando como los demás de la crisis de 1825 o de la de 1847. [53282] Pero la usó también en un sentido diferente. [53283] Creyendo que la evolución capitalista rompería algún día el armazón institucional de la sociedad capitalista pensó que antes de que ocurriese el derrumbamiento efectivo el capitalismo comenzaría a funcionar con crecientes fricciones y a mostrar los síntomas de enfermedad mortal. [53284] A esta etapa, que la vislumbraba, por supuesto, como un período histórico más o menos prolongado, le aplicó la misma expresión. [53285] Y mostró una tendencia a relacionar aquellas crisis recurrentes con esta crisis única del orden capitalista. [53286] Incluso sugiere que las primeras pueden considerarse en cierto sentido como preludios del derrumbamiento final. [53287] Como a muchos lectores podría parecer esto una clave para la teoría de las crisis de Marx en el sentido ordinario, es necesario indicar que los factores que, según Marx, habrán de causar el derrumbamiento final no pueden causar las depresiones recurrentes sin una buena dosis de hipótesis adicionales [53288] y que esta clave no nos lleva más allá de la trivial afirmación de que la "expropiación de los expropiadores" puede ser más fácil en un período de depresión que en un período de prosperidad. [53289] Finalmente, la idea de que la evolución capitalista hará saltar las instituciones de la sociedad capitalista o dejar paso a otras (Zusammenbruchstheorie o teoría del derrumbamiento inevitable) suministra un último ejemplo de la combinación de un non sequitur con una visión profunda que ayuda a Marx a salvar su conclusión. [53291] Además, hace ya tiempo que marxistas, que en lo demás son ortodoxos, han comenzado a poner en duda la validez de la afirmación de que la concentración del dominio industrial es necesariamente incompatible con el sistema funcional del capitalismo. [53292] El primero de ellos en proclamar esta duda mediante un razonamiento bien fundamentado fue Rudolf Hilferding, [53293] uno de los dirigentes del importante grupo de los neo-marxistas, quien, efectivamente, se inclinó hacia la tesis opuesta a saber: que el capitalismo podría ganar en estabilidad por medio de la concentración. [53294] Dejo para la parte siguiente lo que tengo que decir sobre esta cuestión, pero quiero decir aquí que me parece que Hilferding ha ido demasiado lejos, aunque, como veremos, la creencia, actualmente generalizada en los Estados Unidos de que la gran empresa "se convierte en un grillete que aprisiona el modo de producción", carece de fundamentos, y aunque la conclusión de Marx no se deriva de sus premisas. [53295] Sin embargo, aun cuando los datos de hecho y los razonamientos de Marx fuesen todavía más defectuosos de lo que son, sus conclusiones podrían, no obstante, ser verdaderas, por cuanto que él afirma, simplemente, que la evolución capitalista destruirá las bases de la sociedad capitalista. [53296] Yo creo que es así. [53297] No creo exagerar si llamo profunda a una visión en la que ya en 1847 se reveló esta verdad fuera de toda duda. [53298] Ahora es un lugar común. [53299] El primero en convertirla en lugar común fue Gustav Schomoller. [53301] Pero él afirmó, tranquilamente, la misma verdad. [53302] El por qué y el cómo de ello los dejó, igualmente, sin decir. [53303] No es apenas necesario resumir de un modo detallado. [53304] Nuestro bosquejo, aunque imperfecto, debe bastar para establecer: primero, que nadie que se interese algo por el análisis puramente económico puede hablar de éxito absoluto de Marx en el dominio económico; seguro de que nadie que se interese algo por las construcciones atrevidas puede hablar de fracaso absoluto. [53305] En el tribunal que juzga la técnica teórica el veredicto tiene que ser adverso a Marx. [53306] La adhesión a un aparato analítico que ha sido siempre inadecuado y que en los propios días de Marx se anticuaba rápidamente; una larga lista de conclusiones que no están bien deducidas o son manifiestamente erróneas; errores que si se corrigieran cambiarían las conclusiones esenciales, a veces, en sus contrarias; todos estos cargos pueden hacerse, con razón, contra Marx en cuanto técnico teórico. [53307] Sin embargo, incluso en ese tribunal será necesaria la atenuación del veredicto por dos razones: [53308] En primer lugar, aunque Marx se equivocaba a menudo -a veces de una manera inverosímil- sus críticos estaban lejos de tener siempre razón. [53309] Como entre ellos había excelentes economistas este hecho debe registrarse en su haber, especialmente porque Marx no podía enfrentarse con la mayoría de ellos. [53311] En un bosquejo como éste no es posible enumerarlos y menos aun hacerles justicia. [53312] No obstante, hemos echado una ojeada a algunas de ellas al exponer su modo de tratar el ciclo económico. [53313] También he mencionado algunas que han mejorado nuestra teoría de la estructura del capital físico. [53314] Los esquemas que él desarrolla en este campo, aunque no son irreprochables, han vuelto a demostrar su utilidad en obras recientes, que en algunas partes parecen completamente marxistas. [53315] Pero un tribunal de apelación -aun cuando estuviera también limitado a las cuestiones teóricas -podría sentirse inclinado a revocar por completo este veredicto. [53316] Pues hay una aportación de verdadera importancia que registrar frente a las faltas teóricas de Marx. [53317] A través de todo lo que hay de defectuoso, incluso de anticientífico en su análisis, fluye una idea fundamental que no es ni una cosa ni otra: la concepción de una teoría, no simplemente de un número indefinido de situaciones singulares dispersas ni de la lógica de las cantidades económicas en general, sino de la concatenación efectiva de estas situaciones o de la evolución económica tal como se desarrolla por su propio impulso, a través del tiempo histórico, produciendo a cada instante aquella situación que por sí misma ha de determinar la siguiente. [53318] Así, el autor de tantas concepciones falsas fue también el primero en vislumbrar lo que aún en la actualidad sigue siendo la teoría económica del futuro, para la cual estamos acumulando, lenta y laboriosamente, piedra y mortero, hechos estadísticos y ecuaciones funcionales. [53319] Y no solamente concibió esta idea, sino que trató de llevarla a la práctica. [53321] Pero Marx ha logrado efectivamente una cosa de importancia fundamental para la metodología de la economía. [53322] Los economistas siempre han utilizado o bien el trabajo histórico económico realizado por ellos mismos o bien el trabajo histórico de los demás. [53323] Pero los hechos de la historia económica se relegaban a un compartimento separado. [53324] Si entraban en la teoría era, simplemente, desempeñando el papel de ilustraciones o posiblemente el de verificación de las conclusiones. [53325] Se mezclaban con ella sólo mecánicamente. [53326] Ahora bien: la mezcla de Marx es una mezcla química, es decir, que él introdujo los datos históricos en el mismo razonamiento del que deriva sus conclusiones. [53327] Fue el primer economista de rango superior que vio y enseñó, sistemáticamente, cómo la teoría económica puede convertirse en análisis histórico y cómo la narración histórica puede convertirse en histoire raisonnée. [53328] El problema análogo con relación a la estadística no intentó resolverlo. [53329] Pero, en cierto sentido, está implícito en el otro. [53331] En esto no tuvo éxito; pero al fracasar no sólo señaló una meta, sino que fundó, también, un método. [53332] Nos parece que el término "inmiseración" expresa la mejor y más fiel manera de traducir al español la expresión "inmiserization" en inglés. [53333] N. del T. [53334] La amiga de Guillermo III, el rey tan impopular en su época, y que por entonces se había convertido en un ídolo de la burguesía inglesa. [53335] No obstante, puede ponerse en duda que este teorema fuese lo único que importaba al mismo Marx. [53336] El estaba bajo la misma ilusión engañosa que Aristóteles, o sea, la de que el valor, a pesar de ser un factor que desempeña un papel en la determinación de los precios relativos, es, con todo, algo diferente de los precios relativos y de las relaciones de cambio y existe independientemente de ellos. [53337] La afirmación de que el valor de una mercancía es la cantidad de trabajo incorporada en ella difícilmente puede significar otra cosa. [53338] Si esto es así, entonces hay una diferencia entre Ricardo y Marx, puesto que los valores para Ricardo son simplemente valores de cambio o precios relativos. [53339] Merece la pena mencionar esto, porque, si aceptásemos este concepto de valor, gran parte de la teoría de Marx, que nos parece insostenible e incluso falta de sentido, dejaría de serlo. [53341] Tampoco mejoraría la situación si, siguiendo a algunos marxólogos, aceptáramos el criterio de que los valores de la cantidad de trabajo de Marx, sean o no una "sustancia" independiente, están destinados simplemente a servir de instrumentos con los cuales desplegar la división de la renta social total en renta de trabajo y renta de capital (la teoría de los precios relativos específicos tendría entonces una importancia secundaria). [53342] Pues, como pronto vamos a ver, la teoría del valor de Marx falla también en este cometido (suponiendo que podamos separar este cometido del problema de los precios específicos). [53343] La necesidad del segundo supuesto es especialmente destructora. [53344] La teoría del valor del trabajo puede explicar tal vez las diferencias de calidad del trabajo debidas a la capacitación (habilidad adquirida) del modo siguiente: a cada hora de trabajo calificado habría que añadir una cuota apropiada del trabajo que entra en el proceso de capacitación, con lo que, sin salirnos de la esfera del principio general, podríamos igualar la hora de trabajo realizado por un obrero capacitado a un múltiplo determinado de una hora de trabajo no calificado. [53345] Pero este método falla en el caso de diferencias "naturales" de la calidad del trabajo, debidas a diferencias de inteligencia, fuerza de voluntad, vigor físico o agilidad. [53346] Entonces hay que recurrir a diferencias de valor de las horas trabajadas, respectivamente, por el obrero naturalmente inferior y el naturalmente superior, valor que no es explicable por el principio de la cantidad de trabajo. [53347] Esto fue lo que hizo, en realidad, Ricardo; él dice simplemente que esas calidades diferentes se pondrán de algún modo en su debida relación en virtud del juego del mecanismo del mercado, por lo que, en definitiva, podemos decir que una hora de trabajo realizado por el obrero A es equivalente a un múltiplo determinado de la hora de trabajo realizado por el obrero B. [53348] Pero Ricardo pasa completamente por alto que, al razonar de este modo, apela a otro principio de evaluación y abandona, en realidad, el principio de la cantidad de trabajo, que fracasa así desde su punto de partida, dentro de su propio recinto, e incluso antes de que tenga ocasión de fracasar a causa de la intervención de factores distintos del trabajo. [53349] En realidad, de la teoría del valor de la utilidad marginal se deduce que, para que exista equilibrio, hay que distribuir cada factor entre los usos productivos abiertos a él, de manera que la última unidad destinada a cualquier uso produzca el mismo valor que la última unidad destinada a cada uno de los demás usos. [53351] Esta es la solución que, con la excepción de la distinción entre "fuerza de trabajo" y trabajo, había ya declarado absurda S. [53352] Bailey (A Critical Discourse on the Nature, Measure and Causes of Value, 1825), como el mismo Marx no dejó de observar (Das Kapital, tomo I, cap XIX). [53353] El tipo de plus valía (grado de explotación) se define como la relación entre la plus valía y el capital variable (de salarios). [53354] Más adelante veremos cómo trató Marx de reemplazar este puntal. [53355] Hay, sin embargo, un elemento que no es artificioso y cuya percepción, por confusa que sea, debe registrarse en el haber de Marx. [53356] No es un hecho incuestionable, como casi todos los economistas creen, incluso en nuestros días, que los medios de producción "producidos" hayan de dar un rendimiento neto en una economía perfectamente estacionaria. [53357] Si en la práctica parecen dar normalmente rendimientos netos esto puede ser muy bien debido al hecho de que la economía no es nunca estacionaria. [53358] El argumento de Marx acerca del rendimiento neto del capital podría ser interpretado como un camino indirecto para reconocer este hecho. [53359] La solución de este problema la incluyó Marx en los manuscritos con los que su amigo Engels compiló el tercer tomo, póstumo, de Das Kapital. [53361] A pesar de ello, la mayoría de los críticos no han vacilado en declararlo culpable de haber contradicho rotundamente, en el tercer tomo la teoría del primero. [53362] Este veredicto no está justificado aparentemente. [53363] Si nos colocamos en el punto de vista de Marx, como es nuestro deber en una cuestión de esta índole, no es absurdo concebir la plus valía como una "masa" creada por el proceso social de producción considerado como una unidad y entrar después en el problema de la distribución de esta masa. [53364] Y si esto no es absurdo sigue siendo posible mantener que los precios relativos de las mercancías, tal como están deducidos en el tercer tomo, se ajustan a la teoría de la cantidad de trabajo del primer tomo. [53365] Por eso no es correcto afirmar, como lo han hecho algunos escritores, desde Lexis hasta Cole, que la teoría del valor de Marx está completamente divorciada de su teoría de los precios y no contribuye en nada a la misma. [53366] Pero Marx es poco lo que puede ganar con ser absuelto de esta culpa de contradicción, ya que todo el resto de la acusación es bastante fuerte. [53367] La mejor contribución al conjunto de la cuestión de cómo se relacionan recíprocamente los valores y los precios en el sistema de Marx, y que hace también referencia a algunas de las mejores aportaciones en una controversia que no fue precisamente fascinadora, es el trabajo de L. [53368] von Bortkiewicz. [53369] "Wertrechnung und Preisrechnung im Marxischen System", publicado en Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, 1907. [53371] La acumulación puede ser o no "Moisés y todos los profetas" para la clase capitalista y estos arrebatos pueden o no parecernos ridículos; pero en Marx los argumentos de este tipo y este estilo sugieren siempre que debe haber alguna debilidad oculta. [53372] Para Marx ahorro o acumulación es idéntico a conversión de "plus valía en capital". [53373] Con esto no me propongo contradecirle, aunque los intentos individuales de ahorro no aumentan el capital real de una manera necesaria y automática. [53374] El punto de vista de Marx me parece que está mucho más cerca de la verdad que el opuesto, apadrinado por muchos de mis contemporáneos, y que no creo que merezca la pena refutar aquí. [53375] En términos generales, se ahorrará, por supuesto, menos de una renta más pequeña que de una renta mayor. [53376] Pero de una renta dada cualquiera se ahorrará más, si no se espera que ésta perdure o si se espera que ha de disminuir, que si se sabe que va a ser, por lo menos, estable en su nivel actual. [53377] Marx reconoce esto hasta cierto punto. [53378] Pero cree que, si los salarios aumentan y por ello interfieren la acumulación, el tipo de esta última disminuirá, "porque el estímulo de ganancia queda embotado", de manera que "el mecanismo del proceso de producción capitalista hace desaparecer los mismos obstáculos que crea transitoriamente". [53379] (Das Kapital, tomo I, cap. XXV, sección 1b.). [53381] Pero el punto más interesante es que esta afirmación tendríamos que considerarla de lo más antimarxista de darse el caso de encontrarla en la obra de otro economista, y que, en cuanto tiene de sostenible, debilita grandemente la consistencia de la argumentación de Marx. [53382] En este punto, como en otros muchos, pone Marx de manifiesto en un grado asombroso su impotencia para librarse de las cadenas de la economía burguesa de su época, que él mismo creía haber roto. [53383] Este no es, por supuesto, el único método para la financiación de las mejores técnicas. [53384] Pero es prácticamente el único método que Marx toma en consideración. [53385] Como es, efectivamente, un método muy importante, podemos seguirlo aquí en este punto, si bien estas mismas consecuencias las producen también otros métodos, especialmente el de tomar dinero a préstamo de los bancos, o sea, la creación de depósitos, que sería realmente necesario tenerlos en cuenta para trazar un cuadro exacto del proceso capitalista. [53386] Según Marx, los beneficios pueden disminuir desde luego por otra razón; por ejemplo, a causa de la baja del tipo de plus valía. [53387] Esta puede deberse bien a aumentos en los tipos de salario bien a reducciones (legales, por ejemplo) de las horas de la jornada de trabajo. [53388] Es posible argüir, aun desde el punto de vista de la teoría de Marx, que esto induciría a los "capitalistas" a sustituir la mano de obra por bienes de capital que ahorren mano de obra, y de esta forma aumentar también temporalmente la inversión, independientemente del impacto de las mercancías nuevas y de los progresos técnicos. [53389] Sin embargo, no podemos entrar en estas cuestiones. [53391] En 1837 publicó Nassau W Senior un folleto titulado Letters on the Factory Act, en el que trataba de demostrar que la reducción propuesta de la duración de la jornada de trabajo daría como resultado la anulación de los beneficios en la industria del algodón. [53392] En Das Kapital, tomo I, capítulo VII, sección 3 4, se supera Marx a sí mismo en sus feroces dicterios contra la argumentación de Senior, que, en realidad, es poco menos que un disparate. [53393] Pero Marx debería haber sido la última persona en proclamarlo, pues está en absoluta consonancia con su propia teoría de la explotación. [53394] Esta conclusión, que se designa con frecuencia como la teoría de la expropiación, es en Marx la única base puramente económica de la lucha por la cual los capitalistas se destruyen unos a otros. [53395] Hay una primera línea de defensa que los marxistas, lo mismo que la mayoría de los apologistas, acostumbran oponer a la crítica que desencadena toda afirmación tan tajante. [53396] Consiste en sostener que Marx no dejó de ver por completo el otro lado de la medalla y que muy a menudo "reconoció" casos de elevación de salarios, etc. - como, en realidad, no podía nadie dejar de hacer -, sugiriendo con ello que Marx se había anticipado por completo a lo que cualquier crítico pudiera tener que decir. [53397] Un escritor tan prolijo que intercala en su argumentación tan ricas capas de análisis histórico se presta, naturalmente, mejor a tal defensa que ninguno de los padres de la iglesia. [53398] ¿Pero de qué sirve "reconocer" un hecho recalcitrante si no se le permite influir sobre las conclusiones? [53399] Esta idea fue sugerida por el mismo Marx, aunque ha sido desarrollada por los neomarxistas. [53401] Marx estudia, en particular, la especie que debe su existencia a las variaciones cíclicas en la actividad económica. [53402] Como las dos especies son independientes y como Marx, en su argumentación, se apoya con frecuencia en la segunda especie más bien que en la primera, surgen dificultades de interpretación que no todos los críticos parecen haber comprobado bien. [53403] Esto debe ser obvio para cualquier crítico no sólo por un estudio de las sedes materiae, en Das Kapital, tomo I, cap. XV, secciones 3b, 4b, 5b y especialmente 6b (donde Marx trata de la teoría de la compensación, que se cita más adelante), sino también de los capítulos XXIV y XXV, en los que se repiten y elaboran los mismos puntos en un cuadro, en parte, diferente. [53404] O puede hacerse correcto sin hacerle perder su significado. [53405] Hay unos pocos puntos dudosos en la argumentación de Ricardo, que se deben, probablemente, a una lamentable técnica que a tantos economistas les gustaría perpetuar. [53406] Es, por supuesto, necesario subrayar la noción de la creación incesante. [53407] Sería totalmente injusto para las palabras de Marx, así como también para el sentido de las mismas, imaginar, como han hecho algunos críticos, que él afirmó que la introducción del maquinismo lanzó del trabajo a personas que quedaron paradas para siempre. [53408] El no negó la posibilidad de la absorción de los parados y yerra el blanco la crítica que se basa en la demostración de que todo paro que se crea es siempre absorbido por completo. [53409] Aunque esta interpretación se ha puesto de moda mencionaré solamente dos autores, uno de los cuales es responsable de una versión modificada de la misma, mientras que el otro puede dar fe de su persistencia: Tugan-Baranowsky, Teoretische Grundlagen des Marxismus, 1905, que condenó por esta razón la teoría de las crisis de Marx, y M. Dobb, Political Economy and Capitalism, 1937, que muestra más simpatía por ella. [53411] En él hace Engels una exposición muy gráfica de la morfología de las crisis, que, sin duda, es bastante buena para las conferencias populares; pero también opina, en el lugar en que había de buscarse una explicación, que "la expansión del mercado no puede marchar al mismo paso que la expansión de la producción". [53412] También se refiere, en sentido aprobatorio, a la opinión de Fourier, transmitida por la frase autoexplicatoria crises pléthoriques. [53413] No puede negarse, sin embargo, que Marx escribió una parte del capítulo X de ese libro y comparte la responsabilidad de todo él. [53414] Observo que los pocos comentarios sobre Engels que están contenidos en este bosquejo son de índole detractora. [53415] Esto es lamentable y no se debe a ninguna intención de empequeñecer los méritos de este hombre eminente. [53416] Creo, sin embargo, que debe admitirse con franqueza que, intelectualmente y en especial como teórico estuvo muy por debajo de Marx. [53417] Ni siquiera podemos estar seguros de que comprendiera siempre el pensamiento de aquél. [53418] Sus interpretaciones tienen que ser utilizadas, por consiguiente, con cuidado. [53419] Al profano le parece tan obvio lo contrario que nos sería fácil justificar esta afirmación, aun cuando dispusiéramos de todo el espacio del mundo. [53421] El proceso que describe podría ocasionar cualquier volumen de paro y, a pesar de ello, continuar indefinidamente sin causar otro derrumbamiento que el derrumbamiento final del sistema mismo. [53422] Marx habría estado de acuerdo con esto. [53423] En esto tampoco está solo. [53424] Sin embargo, es justo esperar de él que hubiera terminado por reconocer la debilidad de su hipótesis, y es conveniente observar que sus observaciones sobre esta materia figuran en el tomo III y no se puede tener seguridad de que expresasen su opinión definitiva. [53425] Inmediatamente después de este pasaje da un paso en una dirección que es también muy familiar al estudioso de las teorías modernas de los ciclos económicos: "Los efectos, a su vez, se convierten en causas, y los accidentes cambiantes de todo el proceso, que reproducen siempre sus propias condiciones (las itálicas son mías), adoptan la forma de periodicidad." [53426] Engels fue más allá de esto. [53427] Algunas de sus notas al tomo tercero de Marx revelan que él sospechaba también la existencia de una oscilación de duración más larga. [53428] Aunque se inclinaba a interpretar la debilidad relativa de las prosperidades y la intensidad relativa de las depresiones del séptimo y octavo decenio del siglo pasado más bien como un cambio estructural que como el efecto de la fase de depresión de una onda de más larga duración (exactamente igual que muchos economistas modernos respecto de las evoluciones de la posguerra y especialmente del último decenio), en esto puede verse en cierto modo una anticipación a la obra de Kondratieff sobre los movimientos de larga duración. [53429] Para convencerse de esto sólo necesita el lector echar otra ojeada a la cita de la pág. 66. [53431] Das Finanzkapital, 1910. [53432] Por supuesto ya habían surgido antes con frecuencia dudas, basadas en una serie de circunstancias secundarias, que se mantenían para demostrar que Marx atribuyó demasiada importancia a las tendencias que él creyó haber comprobado y que la evolución social era un progreso mucho más complejo y mucho menos consistente de lo que Marx imaginaba. [53433] Basta con mencionar a E. Bernstein (véase cap. XXVI). [53434] Pero el análisis de Hilferding no alega circunstancias atenuantes, sino que combate esta conclusión por principio y colocándose en el propio terreno de Marx. [53435] Esta afirmación ha sido frecuentemente confundida (incluso por su autor) con la de que las fluctuaciones económicas tienden a hacerse más débiles a medida que el tiempo transcurre. [53436] Esto puede ser o no así (1929-32 no lo refuta); pero una mayor estabilidad del sistema capitalista, es decir, un comportamiento en cierto modo menos temperamental de las series de precios y cantidades de nuestro tiempo no significa necesariamente una mayor estabilidad, en el sentido de una mayor capacidad del orden capitalista, para resistir ataques, ni es tampoco necesariamente implicada por ella. [53437] Ambos criterios están relacionados entre sí, pero no son la misma cosa. [53438] Si sus discípulos devotos hubiesen pretendido por ello que él había señalado el objetivo de la escuela histórica de la economía esta pretensión no habría podido ser fácilmente rechazada, aunque la obra de la escuela de Schmoller fue, ciertamente, independiente por completo de la sugerencia de Marx. [53439] Pero si seguían pretendiendo que Marx y sólo él sabía cómo se racionaliza la Historia, mientras que los hombres de la escuela histórica sólo sabían cómo se describen los hechos sin penetrar en su significado, entonces echarían a perder las cosas. [53441] EL TIPO DE AUMENTO DE LA PRODUCCIÓN TOTAL [53442] La atmósfera de hostilidad frente al capitalismo, que hemos de explicar dentro de poco, hace mucho más difícil de lo que sería en otro caso formar una opinión racional acerca de sus realizaciones económicas y culturales. [53443] La opinión pública ha llegado, poco a poco, a malhumorarse tanto con él, que ha decidido, de antemano, la condena del capitalismo y de todas sus obras, habiéndose convertido este modo de enjuiciar casi en un requisito de etiqueta de discusión. [53444] Cualesquiera que sean sus preferencias políticas, todo escritor u orador se apresura a acomodarse a este código de etiqueta y a subrayar su actitud crítica, su apartamiento de toda "complacencia", su creencia en las insuficiencias de las realizaciones capitalistas, su aversión por los capitalistas y su simpatía por los intereses anticapitalistas. [53445] Cualquiera otra actitud se considera, de común acuerdo, no sólo como necia, sino como antisocial y se tiene como indicio de inmoral servidumbre. [53446] Esto es, desde luego, perfectamente natural. [53447] Las nuevas religiones sociales siempre tendrán tal efecto. [53448] Ahora bien, esto no hace más fácil la labor del analista; en el año 300 d.C. no habría sido fácil exponer las aportaciones de la civilización antigua a un fervoroso cristiano. [53449] Por una parte, las verdades más obvias son, simplemente, rechazadas a limine; [53451] Una primera prueba, para juzgar las realizaciones económicas, la constituye la producción total, esto es, la suma de todas las mercancías y servicios producidos en una unidad de tiempo: un año, un trimestre o un mes. [53452] Los economistas se esfuerzan por medir las variaciones de esta cantidad por medio de índices derivados de un cierto número de series representativas de la producción de mercancías singulares. [53453] La lógica rigurosa es un maestro severo y si se respetara no se construiría ni se utilizaría nunca ningún índice de producción. [53454] Para los Estados Unidos hay series específicas suficientemente buenas y numerosas para garantizar la construcción de tal índice a partir de la Guerra de Secesión. [53455] Si optamos por el índice de producción total conocido por índice Day-Persons, encontramos que, desde 1870 hasta 1930, el tipo de crecimiento anual medio fue de 3,7 por 100, y solamente en la sección de artículos fabricados, del 4,3 por 100. [53456] Vamos a limitarnos a la última cifra y a tratar de poner en claro lo que significa. [53457] Para esto necesitamos, en primer lugar, introducir una corrección: puesto que la instalación permanente de la industria ha ido siempre aumentando en importancia relativa, la producción disponible para el consumo no puede haber aumentado al mismo ritmo que la producción total. [53458] Tenemos que aceptar una reducción de esta última. [53459] Pero yo creo que una reducción del 1,7 por 100 es amplia; así llegamos a un tipo de aumento de la "producción disponible" del 2 por 100 anual, a interés compuesto. [53461] En contra de este supuesto hay varias objeciones que tendrán que ser examinadas más adelante; pero no puede objetarse el que en la década de 1929 a 1939 el capitalismo haya dejado ya de mantener esta norma de producción. [53462] Pues la depresión que transcurre desde el último trimestre de 1929 hasta el tercer trimestre de 1932 no prueba que haya tenido lugar una ruptura secular en el mecanismo de propulsión de la producción capitalista, porque depresiones de tanta severidad han tenido lugar repetidamente -una vez cada cincuenta y cinco años grosso modo- y porque en el promedio anual de 2 por 100, han sido ya tenidos en cuenta los efectos de una de ellas (la de 1873 a 1877). [53463] La recuperación infranormal de 1932 a 1935, la prosperidad infranormal de 1935 a 1937 y el hundimiento que siguió a ésta se explican fácilmente por las dificultades que llevaba consigo la adaptación a una nueva política fiscal, a una nueva legislación del trabajo y a un cambio general en la actitud del gobierno frente a las empresas privadas, todo lo cual puede ser distinguido del funcionamiento del aparato de producción como tal en un sentido que se definirá más adelante. [53464] Como las malas interpretaciones serían especialmente poco deseables en este punto, quiero subrayar que la última proposición no implica, por sí, ni una crítica adversa de la política del New Deal ni la afirmación (que yo tengo por exacta, pero que no necesito mantener en este preciso momento) de que las medidas de este tipo son, a la larga, incompatibles con el funcionamiento efectivo del sistema de empresa privada. [53465] Lo único que yo quiero decir ahora es que un cambio de esencia vital tan extenso y rápido afectaría, naturalmente, durante cierto tiempo, a los resultados de la producción, y esto deben y pueden también admitirlo los más ardientes partidarios del New Deal. [53466] Por mi parte, no veo cómo sería posible explicar de otro modo el hecho de que los Estados Unidos, que tuvieron la mejor oportunidad para recuperarse rápidamente, fueron precisamente el país que experimentó la recuperación más insatisfactoria. [53467] El único caso en cierto modo similar, el de Francia, consiente esta misma explicación. [53468] De aquí se deduce que el curso de los acontecimientos durante la década de 1929 a 1939 no constituye per se una razón válida para negarse a escuchar este argumento, que, además, puede servir, en todo caso, para ilustrar el significado de la realización del capitalismo en el pasado. [53469] Ahora bien: si desde 1928 continuó desenvolviéndose la producción disponible en las mismas condiciones en que se desenvolvió anteriormente, esto es, a un ritmo medio de aumento a largo plazo del 2 por 100 anual, al cabo de cincuenta años, en 1978, alcanzaría un volumen 2,7 veces aproximadamente (6,6916) mayor que el de 1928. [53471] corregido en consideración a los cambios del poder adquisitivo de los dólares de los consumidores. [53472] En segundo lugar, tenemos que formarnos una idea acerca del crecimiento de la población que es de esperar; optaremos por la estimación de Mr. [53473] Sloane, que da 160 millones para 1978. [53474] La renta media por cabeza durante esos cincuenta años aumentaría, por lo tanto, a un poco más del doble de su cifra de 1928, que era, aproximadamente, de 650 dólares, o sea, a unos 1.300 dólares del poder adquisitivo de 1928. [53475] Algunos lectores tendrán, tal vez, la sensación de que debería formularse una reserva en cuanto a la distribución de la renta monetaria total. [53476] Hasta hace unos cuarenta años muchos economistas creían, como Marx, que el proceso capitalista tendía a modificar las participaciones relativas en la renta nacional total, por lo que las consecuencias obvias de nuestro promedio podrían ser invalidadas, ya que los ricos se harían más ricos y los pobres se harían más pobres, al menos relativamente. [53477] Pero no existe tal tendencia. [53478] Sea lo que fuere lo que se piense acerca de los procedimiento estadísticos ideados para este objeto, es muy cierto lo siguiente: que la estructura de las rentas, expresada en términos de dinero, no ha cambiado grandemente durante el período abarcado por nuestro material estadístico -que para Inglaterra comprende la totalidad del siglo XIX [53479] -, y que la parte relativa de los salarios y los sueldos ha sido también esencialmente constante durante este tiempo. [53481] Podemos expresar nuestro resultado diciendo que, si el capitalismo repitiese su realización pasada durante otro medio siglo a partir de 1928, acabaría con todo lo que, con arreglo a los patrones actuales, podría llamarse pobreza, aun en los estratos inferiores de la población, exceptuando, únicamente, los casos patológicos. [53482] Esto no es todo. [53483] Cualesquiera que sean los méritos de lagunas de nuestro índice, éste no exagera, ciertamente, el tipo efectivo de aumento. [53484] No toma en consideración la mercancía llamada "ocio voluntario". [53485] Las nuevas mercancías no están representadas o lo están de un modo incompleto por un índice que tiene que descansar, en gran medida, sobre las mercancías básicas y los productos intermedios. [53486] Por la misma razón dejan, casi por completo, de registrarse las mejoras de calidad, aunque en muchas ramas constituyen la médula del progreso alcanzado; no hay, por ejemplo, manera de expresar, adecuadamente, la diferencia entre un automóvil de 1940 y un automóvil de 1900, ni la medida en que ha bajado el precio de los automóviles por unidad de utilidad. [53487] Estaría más cerca de lo posible estimar la proporción en que se hace rendir más de lo que antes solían rendir a cantidades dadas de materias primas o de productos semiterminados, pues aunque las propiedades físicas de una barra de acero o de una tonelada de carbón, por ejemplo, hayan permanecido invariables, su rendimiento económico representa un múltiplo del que tenían hace sesenta años. [53488] Pero se ha investigado poco en esta dirección. [53489] No tengo idea de lo que sucedería a nuestro índice si hubiese un método para corregirlo a base de estos y parecidos factores. [53491] Además, aun cuando tuviéramos los medios de medir las variaciones de la eficiencia técnica de los productos industriales, su medida dejaría aún de suministrarnos una idea adecuada de lo que significan estas mejoras para la dignidad o la intensidad o la comodidad de la vida humana; en suma: para todo lo que los economistas de la generación anterior resumían bajo el título de "Satisfacción de las necesidades". [53492] Y para nosotros ésta es, después de todo, la consideración decisiva, esto es, el verdadero "fruto" de la producción capitalista, en razón del cual estamos interesados por el índice de producción y las libras y galones que figuran en él, que, por sí mismos, difícilmente merecerían tal interés. [53493] Pero atengámonos a nuestro 2 por 100. [53494] Hay, todavía, otro punto que es importante para la apreciación correcta de aquella cifra. [53495] He dicho anteriormente que, hablando grosso modo, las participaciones relativas en la renta nacional han permanecido, esencialmente, constantes durante los últimos cien años. [53496] Sin embargo, esto solamente es cierto si las medimos en dinero. [53497] Si las medimos en términos reales, han cambiado sustancialmente en favor de los grupos de renta más baja. [53498] Esto se deduce del hecho de que la máquina capitalista es siempre una máquina de producción masiva, lo cual significa también, inevitablemente, que es una máquina de producción para las masas; mientras que, si remontamos la escala de las rentas individuales, encontramos que se gasta una proporción creciente en servicios personales y en mercancías manufacturadas, cuyos precios son, en gran medida, una función de los tipos de salarios. [53499] La verificación de estas afirmaciones es fácil. [53501] En conjunto, sin embargo, un presupuesto del nivel del de Luis XIV poco tenía, en realidad, que ganar de las conquistas del capitalismo. [53502] Incluso la velocidad en los viajes puede suponerse que habría sido un factor de poca importancia para un señor de tan elevado rango. [53503] El alumbrado eléctrico no es ninguna gran mejora en el confort para quien tiene bastante dinero para comprar un número suficiente de bujías y para pagar servidores que se cuiden de ellas. [53504] Las aportaciones típicas de la producción capitalista son el tejido barato, los artículos baratos de algodón y de seda artificial, el calzado, los automóviles, etc.; pero no lo son, por lo general, las mejoras que pudieran tener gran importancia para el hombre rico. [53505] La reina Isabel tenía medias de seda. [53506] La aportación capitalista no consiste, normalmente, en producir más medias de seda para reinas, sino en ponerlas al alcance de las muchachas de la fábrica como recompensa por su esfuerzo de trabajo continuamente decreciente. [53507] Los mismos hechos se destacan, aún mejor, si echamos una ojeada a aquellas ondas de larga duración que afectan a la actividad económica, cuyo análisis revela mejor que ninguna otra cosa la naturaleza y el mecanismo de la evolución capitalista. [53508] Cada una de estas ondas comprende una "revolución industrial" y la asimilación de sus efectos. [53509] Por ejemplo, podemos observar estadística e históricamente -el fenómeno es tan claro que, incluso, nuestra escasa información basta para comprobarlo- la elevación de una de estas ondas de larga duración hacia el final del decenio de 1780, su cumbre alrededor de 1800, su descenso y, después, una especie de recuperación para terminar a principios del decenio de 1840. [53511] Pisándole los talones, sin embargo, vino otra revolución industrial que produjo otra onda de larga duración que comenzó a elevarse en el cuarto decenio del siglo pasado, culminó inmediatamente antes de 1857 y estuvo en descenso hasta 1897, para ser seguida, a su vez, por la onda que alcanzó su punto culminante en 1911 y ahora se encuentra en la fase de su desvanecimiento. [53512] Estas revoluciones modifican, periódicamente, la estructura existente en la industria mediante la introducción de nuevos métodos de producción, a saber: la fábrica mecanizada, la fábrica electrificada, la síntesis química, etc.; o bien de nuevas mercancías, como los ferrocarriles, los automóviles, instrumentos eléctricos; o nuevas formas de organización, como el movimiento de fusión de sociedades; o nuevas fuentes de suministro, como la lana de La Plata, el algodón americano, el cobre de Katanga; o nuevas rutas comerciales y nuevos mercados para vender, etc. [53513] Este proceso de cambio industrial proporciona el impulso fundamental que da la tónica general a la economía; mientras estas cosas se están iniciando, tenemos una rápida expansión y una "prosperidad" predominante -interrumpida, indudablemente, por las fases negativas de los ciclos más cortos que se sobreponen a esta tendencia fundamental al alza-; pero, al mismo tiempo que estas cosas se completan y fluyen sus resultados, presenciamos una eliminación de los elementos anticuados de la estructura industrial y una "depresión" predominante. [53514] Hay, así, sucesivos períodos prolongados de elevación y de baja de precios, de tipos de interés, de empleo, etcétera, cuyos fenómenos constituyen otras tantas piezas del mecanismo de este proceso de rejuvenecimiento recurrente del aparato de producción. [53515] Ahora bien: estos resultados consisten, cada vez, en una avalancha de bienes de consumo que profundiza y ensancha, permanentemente, la corriente de renta real, aunque, en un principio, provocan disturbios, pérdidas y paro. [53516] Y, si observamos estas avalanchas de bienes de consumo, volvemos a encontrar que, cada uno de ellos, consiste en artículos para el consumo de la masa y que el poder adquisitivo del dólar de salario aumenta más que el de cualquier otro dólar, o sea, en otras palabras, que comprobamos que el proceso capitalista eleva, progresivamente, el nivel de vida de las masas y no por mera casualidad, sino en virtud de su propio mecanismo. [53517] Y esto tiene lugar a través de una serie de vicisitudes, cuyo rigor es proporcional a la celeridad de su progreso. [53518] Pero este resultado se alcanza efectivamente. [53519] Los problemas del suministro de mercancías a las masas han sido resueltos con éxito, uno tras otro, [53521] El más importante de los problemas que aún queda por resolver, el del alojamiento, se aproxima a su solución, gracias a las casas prefabricadas. [53522] Y aun no es esto todo. [53523] La apreciación de una ordenación económica sería incompleta -e incidentalmente no marxista- si se detuviese en la producción que se hace llegar a los distintos grupos de la sociedad, por medio del correspondiente sistema de distribución económica, y dejase a un lado todos aquellos fines a los que este sistema no sirve directamente, pero para los que proporciona los medios de su cumplimiento al preparar la voluntad política que ha de servir para su realización, así como todas aquellas realizaciones culturales a que da lugar la mentalidad que crea. [53524] Aplazamos la consideración de estas realizaciones (capítulo XI) y volvemos sobre algunos aspectos del progreso social a que ha dado lugar el proceso capitalista. [53525] La técnica y la atmósfera de la lucha por la legislación social oscurecen dos hechos que, de otra forma, resultarían obvios: de un lado, parte de esta legislación presupone un previo éxito capitalista (en otras palabras, presupone una riqueza que ha tenido que ser previamente creada por la empresa capitalista), y, de otro lado, gran parte de las medidas desarrolladas y generalizadas por la legislación social había sido previamente iniciada por la acción del mismo stratus capitalista. [53526] Ambos hechos hay que añadirlos, por supuesto, a la suma total de las realizaciones capitalistas. [53527] Si ahora siguiese el sistema su curso lo mismo que durante los sesenta años anteriores a 1928 y alcanzase, realmente, los 1.300 dólares de renta por cabeza de población, es fácil de ver que todos los deseos que han sido ahora expuestos por todos los reformadores sociales -prácticamente sin excepción, incluyendo, incluso, la mayor parte de los lunáticos-, o bien se cumplirían automáticamente o podrían cumplirse sin interferencia apreciable en el funcionamiento del régimen capitalista. [53528] Especialmente unas asignaciones en gran escala en favor de los parados serían, entonces, no sólo una carga tolerable, sino hasta ligera. [53529] La irresponsabilidad en la creación del paro y en la financiación de socorros para los parados podría, por supuesto, originar, en algún caso, problemas insolubles. [53531] Me permito llamar la atención del lector sobre la razón por la que el paro, que todo el mundo conviene en que constituye uno de los temas más importantes de toda discusión acerca del capitalismo -algunos críticos llegan a basar su acusación, exclusivamente, en este elemento del caso-, juega un papel relativamente pequeño en mi argumentación. [53532] Yo no creo que el paro sea uno de aquellos males que, como la pobreza, pueda eliminar, por sí mismo, la evolución capitalista. [53533] Tampoco creo que el porcentaje del paro tienda a aumentar a largo plazo. [53534] La única serie que abarca un período digno de mención -alrededor de los sesenta años anteriores a la primera Guerra Mundial- es la que da el porcentaje de miembros parados de las trade-unions inglesas. [53535] Es una serie típicamente cíclica y no muestra ningún trend (sino horizontal). [53536] Como esto es teóricamente comprensible -no hay ninguna razón teórica para poner en duda esto-, esas dos afirmaciones parecen probadas para la época de la anteguerra hasta 1913 inclusive. [53537] En la época de la posguerra y en la mayoría de los países el paro se mantuvo casi siempre en un nivel anormalmente elevado, incluso antes de 1930. [53538] Pero este paro y, aún más, el que tuvo lugar durante el tercer decenio, pueden ser explicados por razones que no tienen nada que ver con una tendencia a largo plazo de los porcentajes del paro a aumentar por causas inherentes al mismo mecanismo del sistema capitalista. [53539] He mencionado, más arriba, estas revoluciones industriales, que son tan características del proceso capitalista. [53541] Lo observamos en las que tuvieron lugar en los decenios de 1820 y 1870, y la posterior a 1920 constituye, simplemente, otro de esos períodos. [53542] El fenómeno es, por tanto, esencialmente temporal, en el sentido de que nada puede inferirse de él para el futuro. [53543] Pero había una serie de factores distintos que han tendido a intensificarlo, a saber: consecuencias de la guerra, dislocaciones del comercio exterior, política de salarios, ciertas modificaciones institucionales que han hecho subir las cifras de las estadísticas, la política fiscal en Inglaterra y Alemania (también ha tenido importancia en los Estados Unidos desde 1935), etc. [53544] Algunos de estos factores son, sin duda, síntomas de una "atmósfera" en la cual el capitalismo no funcionará, sino con decreciente eficiencia. [53545] Sin embargo, ésta es otra cuestión que exigirá nuestra atención más adelante. [53546] Pero ya sea permanente o temporal, ya empeore o no, el paro es, y ha sido siempre, indudablemente, un azote. [53547] En la parte siguiente de este libro tendremos que registrar su posible eliminación entre los puntos sobre los cuales basa el orden socialista sus pretensiones de superioridad. [53548] No obstante, yo sostengo que la auténtica tragedia no es el paro per se, sino el paro agravado con la imposibilidad de subvenir, de un modo adecuado, a las necesidades de los parados sin empeorar las condiciones del desenvolvimiento económico ulterior; es obvio que el sufrimiento y la degradación -la destrucción de los valores humanos- que asociamos al paro (pero no el derroche de las fuerzas productivas) serían ampliamente eliminados y el paro perdería, prácticamente, todo su terror si la vida privada de los parados no estuviese seriamente afectada por su falta de empleo. [53549] Subsiste el hecho innegable de que en el pasado -digamos, aproximadamente, hasta el final del siglo XIX- el orden capitalista no solamente no quería, sino que tampoco veía posibilidad de atender a los parados. [53551] Nuestra propia época está situada, en cierto modo, entre las insuficiencias de las primeras etapas de la evolución capitalista y las posibilidades que podrá realizar el sistema cuando llegue a plena madurez. [53552] En los Estados Unidos, al menos, la mejor parte de esta labor podría ser realizada, incluso ahora, sin excesiva carga para el sistema. [53553] Las dificultades que hay que vencer no parecen consistir tanto en la falta de un excedente de recursos suficientes para borrar los tonos más oscuros del cuadro; consisten, de una parte, en el hecho de que la cifra del paro ha sido aumentada por la política anticapitalista llevada más allá de lo necesario en el tercer decenio, y, por otra parte, en el hecho de que la opinión pública, en cuanto adquiere plena conciencia del deber que tiene para con los parados, insiste, inmediatamente, en métodos de ayuda financiera económicamente irracionales y en métodos relajados y ruinosos de administrar dicha ayuda. [53554] Esta misma argumentación sirve también, en gran parte, para las posibilidades futuras -y en una gran extensión también para las actuales- que ofrece la evolución capitalista en cuanto a la protección de los ancianos y enfermos, a la educación y la higiene, etc. [53555] También podría, razonablemente esperarse, desde el punto de vista de las economías familiares singulares, que un número creciente de mercancías saliesen de la categoría de los bienes económicos y se dispusiese de ellos, prácticamente, hasta el punto de saciedad. [53556] Esto podría conseguirse o mediante conciertos entre los organismos públicos y los consorcios de producción o mediante la nacionalización o municipalización, siendo, por supuesto, su progreso gradual un rasgo característico de la evolución futura del capitalismo, aun cuando éste quede libre de trabas. [53557] Hay, sin embargo, otro método para enfrentarse con las verdades obvias, pero molestas, a saber: el método de burlarse de su trivialidad. [53558] Tal burla hace tan buen servicio como una refutación, pues el público medio es totalmente incapaz de comprender, por lo general, el hecho de que esta burla encubre, a menudo, la imposibilidad de una refutación; he aquí un fenómeno interesante de psicología social. [53559] No podemos entrar aquí en este problema. [53561] Para un estudio más completo véase mi libro Business Cycles, cap. [53562] IX. [53563] El "consumo" comprende la adquisición de bienes de consumo duraderos, tales como automóviles, refrigeradores y viviendas. [53564] No hacemos distinción entre bienes de consumo fugaz y lo que se ha llamado a veces "capital de consumo". [53565] Es decir, la renta real media por cabeza aumentaría con arreglo a un tipo de interés compuesto del 1 3/8 %. [53566] Da la casualidad de que en Inglaterra, durante el siglo que precedió a la primera guerra mundial, la renta real por cabeza de población aumentó casi exactamente según este tipo (véase Lord Stamp, Wealth and Taxable Capacity). [53567] No hay que conceder gran importancia a esta coincidencia. [53568] Pero creo que sirve para mostrar que nuestro pequeño cálculo no es desatinadamente absurdo. [53569] En el número 241 de National Industrial Conference Board Studies, tabla I, págs. [53571] El mismo fenómeno puede observarse en todos los países de los que hay información estadística suficiente, si libramos a esta última del efecto perturbador de los ciclos de distinta envergadura comprendidos en los períodos de los que disponemos de estadística. [53572] La medida de la distribución de la renta (o de la desigualdad de las rentas) ideada por Wilfredo Pareto es susceptible de objeción. [53573] Pero el hecho mismo es independiente de los defectos de este procedimiento de medida. [53574] Estas son las "ondas de larga duración" que en la literatura del ciclo económico están asociadas al nombre de N. [53575] D. Kondratieff. [53576] Esto es, por supuesto, aplicable a los productos agrícolas, cuya producción masiva barata ha sido enteramente obra de la empresa capitalista en gran escala (ferrocarriles, transportes marítimos, maquinaria agrícola, fertilizantes). [53577] Esta serie ha sido trazada gráficamente y analizada con frecuencia. [53578] Véase, por ejemplo, A. [53579] C. [53581] Parece que existe en cada país un mínimum irreductible de paro y, superpuesto a éste, un movimiento cíclico, cuyo componente más fuerte tiene un período de unos nueve a diez años. [53582] LAS PRÁCTICAS MONOPOLISTAS [53583] Lo que se ha dicho hasta aquí es, en realidad, suficiente para poner al lector en condiciones de interpretar la gran mayoría de los casos que ha de encontrar, probablemente, en la práctica, y de comprobar lo defectuoso de la mayoría de las objeciones dirigidas a la economía de lucro, que se basan, directa o indirectamente, en la ausencia de una competencia perfecta. [53584] Pero como la validez de nuestra argumentación sobre algunas de estas objeciones puede no resultar clara al primer golpe de vista, merece la pena elaborarla un poco, a fin de hacer más explícitos algunos puntos. [53585] Acabamos de ver que el impacto de las innovaciones -de una nueva técnica, por ejemplo- sobre la estructura existente de una industria, tanto como hecho cuanto como amenaza, reduce considerablemente el efecto a largo plazo y la importancia de las prácticas que tienen por objeto conservar las posiciones adquiridas y elevar al máximo los beneficios procedentes de ellas mediante la restricción de la producción. [53586] Tenemos que reconocer ahora el hecho ulterior de que las prácticas de esta especie, en tanto que son efectivas, adquieren una nueva significación en el seno del ininterrumpido vendaval de la destrucción creadora, significación que no tendría en una situación estacionaria o en una situación de crecimiento lento y equilibrado. [53587] En uno y otro caso la estrategia restrictiva actúa a expensas de los compradores, a no ser que, en el caso de un progreso equilibrado, dicha estrategia pudiese demostrar que es la manera más fácil y eficaz de reunir los medios para la financiación de las inversiones adicionales. [53588] Pero en el proceso de la destrucción creadora las prácticas restrictivas pueden hacer mucho para enderezar la nave y atenuar las dificultades temporales. [53589] Este es, en realidad, un argumento muy familiar que hace siempre aparición en las épocas de depresión y que, como todo el mundo sabe, se ha hecho muy popular entre los gobiernos y sus asesores económicos, como atestigua la N. [53591] A. [53592] Pero aunque se ha abusado también de él y se ha aplicado tan desacertadamente que la mayoría de los economistas lo desprecian de todo corazón, esos mismos expertos responsables de estos abusos y desaciertos [53593] dejan de ver, invariablemente, su justificación mucho más general. [53594] Prácticamente, toda inversión entraña, como complemento necesario de la actividad del empresario, ciertas medidas de protección, como el seguro o el arbitraje. [53595] Invertir a largo plazo, en condiciones que cambian de una manera rápida (especialmente en condiciones que cambian o que pueden cambiar a cada momento bajo la presión de técnicas nuevas y de productos nuevos), es como una tirada a un blanco que no solamente es confuso, sino que está en movimiento y que se mueve, además, a sacudidas. [53596] Por eso se hace necesario acudir a medios de protección tales como las patentes o el secreto temporal del procedimiento o, en algunos casos, contratos a largo plazo asegurados de antemano. [53597] Pero estos medios de protección, que la mayoría de los economistas aceptan como elementos normales de una gestión racional, [53598] constituyen tan sólo casos especiales de una categoría más amplia, que comprende otros muchos, condenados por casi todos los economistas, aunque no difieren fundamentalmente de los admitidos por ellos. [53599] Si, por ejemplo, un riesgo de guerra es asegurable, nadie pone objeciones a que una empresa cargue el costo de este seguro a los compradores de sus productos. [53601] De un modo semejante, si no puede conseguirse una patente o si, en caso de conseguirla, no ofreciese una protección efectiva, podrán tener que emplearse otros medios para defender la inversión, entre los que se encuentran una política de precios que haga posible analizarla más rápidamente de lo que en otro caso sería racional, o bien inversiones adicionales destinadas a conseguir un exceso de capacidad de producción que se utilizaría solamente para el ataque o la defensa. [53602] Del mismo modo, si no pueden concertarse de antemano contratos a largo plazo, la empresa inversora podría idear otros medios para asegurarse los clientes en perspectiva. [53603] Al analizar esta estrategia económica, ex visu, de un momento dado, el economista o el comisionado del gobierno para la investigación ve medidas de política de precios que le parecen abusivas y restricciones de la producción que le parecen sinónimas de pérdida de oportunidades para producir. [53604] Pero no ve que, en las condiciones de este vendaval ininterrumpido, las restricciones de este tipo constituyen simples incidentes, a menudo inevitables, que estimulan más bien que frenan el proceso de expansión a largo plazo. [53605] No hay en esto más paradoja que en decir que los automóviles marchan con mayor rapidez por tener frenos que si no los tuvieran. [53606] Cuando esta tesis aparece con mayor claridad es en el caso de aquellos sectores de la economía que, en un momento dado, son los que reciben el impacto de los productos y los métodos nuevos sobre la estructura industrial existente. [53607] La mejor manera de obtener una idea vívida y realista de la estrategia industrial consiste, sin duda, en observar el comportamiento de las nuevas empresas o industrias que introducen mercancías o procedimientos nuevos (como la industria del aluminio), o bien reorganizan una parte o la totalidad de una industria (como, por ejemplo, la antigua Standard Oil Company). [53608] Como hemos visto, estas empresas son agresivas por naturaleza y manejan el arma de la competencia con verdadera eficacia. [53609] Su intromisión solamente en los casos más raros puede dejar de mejorar la producción total en cantidad o calidad, bien directamente por el nuevo método mismo -aun cuando no se utilice en ningún momento a pleno rendimiento-, bien por la presión que ejerce sobre las empresas preexistentes. [53611] De una parte, los planes en muy gran escala no podrían realizarse en muchos casos si no se supiese desde el principio que la competencia ha de desalentarse por las exigencias de un gran capital o la falta de experiencia o que existen medios para desalentar o derrotar a los rivales a fin de ganar tiempo y espacio para ulteriores desenvolvimientos. [53612] Incluso la conquista del dominio financiero sobre los concerns en competencia que ocupan posiciones inexpugnables por cualquier medio o el aseguramiento de privilegios que van en contra del sentimiento público del juego limpio -tarifas ferroviarias de favor- aparece bajo una luz diferente en tanto que se considere exclusivamente su influencia a largo plazo sobre la producción total; [53613] la aplicación de estos métodos puede ser necesaria para superar los obstáculos que pone la institución de la propiedad privada en la senda del progreso. [53614] En una sociedad socialista no serían menos necesarios ese tiempo y ese espacio, que tendrían que ser asegurados por orden de la autoridad central. [53615] Por otra parte, una empresa sería imposible en la mayoría de los casos si no supiese desde el principio que probablemente surgirían situaciones excepcionalmente favorables que, si se explotan mediante el manejo de los precios, la calidad y la cantidad proporcionarán beneficios suficientes para superar las situaciones excepcionalmente desfavorables, con tal que éstas sean tratadas de un modo semejante. [53616] Nuevamente requiere esto una estrategia que, considerada a corto plazo, es a menudo restrictiva. [53617] En la mayoría de los casos en que tiene éxito esta estrategia basta justamente para alcanzar sus fines. [53618] En algunos casos, sin embargo, tiene tanto éxito como para proporcionar beneficios muy superiores a los que serían necesarios para inducir a la correspondiente inversión. [53619] Estos casos constituyen el cebo que atrae al capital por caminos inexplorados. [53621] Nuestra argumentación se extiende, sin embargo, más allá de los casos de las empresas nuevas, de los métodos nuevos y de las industrias nuevas. [53622] Las empresas antiguas y las industrias establecidas desde antiguo, ya sean o no atacadas directamente, viven siempre inmersas en un vendaval perenne. [53623] En el proceso de la destrucción surgen situaciones en las que han de perecer muchas empresas que, sin embargo, habrían podido resistir una tormenta particular. [53624] Aparte de tales crisis o depresiones generales, surgen situaciones locales en las que el rápido cambio de datos, que es característico de dicho proceso, desorganiza tanto de momento una industria que le ocasiona pérdidas absurdas y le crea un paro evitable. [53625] En conclusión: no tiene, ciertamente, sentido tratar de conservar indefinidamente industrias que van quedando anticuadas; pero sí tiene sentido evitar su derrumbamiento estrepitoso e intentar convertir una huida, que puede llegar a ser un centro de efectos depresivos acumulativos, en una retirada ordenada. [53626] En concordancia con esto, en el caso de industrias que han cometido ligerezas, pero que siguen ganando terreno en lugar de perderlo, hay razón para hablar de un avance ordenado. [53627] Todo esto no es, por supuesto, más que el más vulgar sentido común. [53628] No obstante, se pasa por alto con una persistencia tan obstinada que a veces surgen dudas acerca de su sinceridad. [53629] Y de ello se sigue que, dentro del proceso de destrucción creadora, todos cuyos fenómenos acostumbran los teóricos relegar a los libros y conferencias sobre los ciclos económicos, hay otro lado de la autoorganización industrial, además del que contemplan estos teóricos. [53631] En tanto que lo son, pueden terminar por dar lugar a una expansión de la producción total no sólo más constante, sino también mayor que la que podrían conseguir competidores lanzados en una carrera desenfrenada que no puede dejar de ser cortada por catástrofes. [53632] Tampoco puede argumentarse que estas catástrofes suceden de todas formas. [53633] Sabemos lo que ha sucedido en cada caso histórico, pero tenemos una idea muy imperfecta de lo que podría haber sucedido, teniendo en cuanta la marcha vertiginosa del proceso, si hubiesen faltado por completo tales clavijas de detención. [53634] Sin embargo, ni aun después de estos nuevos desarrollos abarca nuestra argumentación todos los casos de estrategia restrictiva o reguladora, muchos de los cuales ejercen, sin duda, aquel efecto perjudicial sobre el desarrollo a largo plazo de la producción que se atribuye, sin discriminación, a todos ellos. [53635] Y, aun en los casos que nuestro argumento abarca, el efecto neto depende de las circunstancias y de la manera y grado en que la industria regula en cada caso singular. [53636] Tan concebible es, ciertamente, que un sistema de cartels omnipresentes pueda sabotear todo progreso como que pueda realizar con menores costos sociales y privados todos los resultados que se atribuyen a la competencia perfecta. [53637] He aquí por qué nuestro argumento puede alegarse contra la regulación estatal. [53638] Lo que demuestra es que no hay ninguna razón general que justifique la "desmembración de los trusts" sin discriminación o la persecución de todas las prácticas que pueden calificarse de restricción comercial. [53639] Una regulación racional de los beneficios de la empresa a diferencia de una regulación vindicativa, realizada por la autoridad pública, constituye un problema sumamente delicado, cuya solución no puede confiarse a ningún organismo estatal, especialmente cuando se eleva un clamor general contra las grandes empresas. [53641] Para nuestro propósito basta con esto. [53642] Por lo demás, los hechos mismos tienen la palabra. [53643] Ahora unas cuantas palabras sobre el tema de los precios rígidos, que ha recibido recientemente tanta atención. [53644] En realidad, no es sino un aspecto particular del problema que hemos discutido. [53645] Definiremos la rigidez como sigue: un precio es rígido si es menos sensible a las modificaciones de las condiciones de oferta y demanda que si prevaleciese la competencia perfecta. [53646] Cuantitativamente, el grado de rigidez de los precios, en este sentido, depende del material y del método de medida que elijamos y constituye, por lo tanto, una cuestión equívoca. [53647] Pero cualquiera que sea este material o este método lo cierto es que los precios no son ni con mucho tan rígidos como parecen. [53648] Hay muchas razones por las que ciertas evoluciones, que de hecho no son sino variaciones de precios, no deben reflejarse en el cuadro estadístico, o, en otras palabras, por las que muchas rigideces aparentes son falsas. [53649] Únicamente voy a mencionar una clase de ellas que está íntimamente relacionada con los hechos destacados por nuestro análisis. [53651] Hay otros casos, de otro tipo, en los que la reducción de precio constituye el único motivo para presentar al público una nueva marca, mientras la antigua se deja con la etiqueta de su precio anterior, reducción de precio que tampoco debe reflejarse en las estadísticas. [53652] Además, la gran mayoría de los bienes de consumo nuevos -especialmente todos los accesorios de la vida moderna- se introducen primeramente de una forma experimental e insatisfactoria, sin la cual nunca podrían conquistar sus mercados potenciales. [53653] La mejora de la calidad de los productos constituye, pues, un rasgo prácticamente universal de la evolución de las empresas y las industrias singulares. [53654] E implique o no esta mejora costos adicionales un precio constante por unidad de una mercancía en vía de perfeccionamiento no debe llamarse rígido sin llevar más lejos la investigación. [53655] Por supuesto, quedan bastantes casos de auténtica rigidez de precios, a saber: los que se mantienen constantes por motivos de política comercial o los que permanecen inalterados porque es difícil variarlos, como, por ejemplo, un precio fijado por un cártel después de laboriosas negociaciones. [53656] Para apreciar la influencia de este hecho sobre el desarrollo a largo plazo de la producción es, ante todo, necesario comprobar que esta rigidez constituye esencialmente un fenómeno de corto plazo. [53657] No hay ningún ejemplo importante de rigidez de precios a largo plazo. [53658] Cualesquiera que sean la rama industrial o el grupo de artículos fabricados de alguna importancia que elijamos para investigar en un período de tiempo encontramos prácticamente siempre que, a largo plazo, los precios dejan de adaptarse al progreso técnico -frecuentemente reaccionan bajando de un modo espectacular [53659] -, a no ser que les impidan adaptarse los acontecimientos monetarios y la política monetaria o, en algunos casos, las variaciones autónomas de los tipos de salarios que, por supuesto, deben ser tenidos en cuenta mediante las correcciones apropiadas, exactamente igual que tienen que serlo las variaciones de calidad de los productos. [53661] A lo que, en realidad, aspira la estrategia de empresa en cuestión -y lo único que, en todo caso, puede conseguir- es evitar las fluctuaciones estacionales, fortuitas y cíclicas de los precios y que éstos se muevan únicamente como reacción a las transformaciones más profundas de las condiciones que yacen bajo esas fluctuaciones. [53662] Como las transformaciones más fundamentales tardan tiempo en manifestarse, esta estrategia se traduce en un movimiento lento, a pasos discretos, manteniendo un precio hasta que han surgido a la vista nuevos contornos relativamente duraderos. [53663] En lenguaje técnico esta estrategia aspira a moverse a lo largo de una línea quebrada funcional que se aproxima a las líneas de tendencia a largo plazo. [53664] Y este resultado se consigue, en la mayoría de los casos, por una rigidez de precios auténtica y voluntaria. [53665] En realidad, la mayoría de los economistas admiten esto, al menos tácitamente. [53666] Pues aunque algunos de sus argumentos acerca de la rigidez sólo resultarían verdaderos si el fenómeno fuese a largo plazo (por ejemplo, la mayoría de los argumentos que afirman que la rigidez de los precios priva a los consumidores de los frutos del progreso técnico), en la práctica miden y discuten primordialmente la rigidez cíclica y especialmente el hecho de que muchos precios no bajan o, al menos, no bajan rápidamente en los retrocesos y depresiones. [53667] El verdadero problema consiste, pues, en determinar cómo puede afectar esta rigidez a corto plazo [53668] al desarrollo de la producción total a largo plazo. [53669] Dentro de esta cuestión el único problema realmente importante es éste: los precios que permanecen altos en el retroceso o la depresión influyen, indudablemente, sobre la situación económica en estas fases de los ciclos; si esa influencia es muy perjudicial, es decir, si empeora las cosas mucho más de lo que las empeoraría una flexibilidad perfecta universal, las consecuencias ruinosas de la rigidez pueden también afectar a la producción en el curso de los períodos ulteriores de recuperación y prosperidad y reducir así, de un modo permanente, el tipo de aumento de la producción total por debajo del nivel que había alcanzado en ausencia de estas rigideces. [53671] Para iluminar en todo lo posible el primero supongamos que una industria que se niega a reducir los precios en el transcurso de un retroceso continúa vendiendo exactamente la misma cantidad del producto que hubiese vendido si hubiese reducido los precios. [53672] Los compradores tienen, por consiguiente, menos dinero en el bolsillo en la cuantía en que la industria se ha beneficiado de la rigidez. [53673] Si estos compradores pertenecen a la categoría de personas que gastan todo lo que pueden y si la industria o aquellos a quienes va a parar su beneficio líquido no gastan el ingreso adicional que obtienen, sino que lo guardan sin invertir o pagan con él los empréstitos de los bancos, entonces el gasto total en la economía puede ser, de este modo, reducido. [53674] Si esto sucede, otras industrias o empresas pueden resultar perjudicadas, y si, entre tanto, adoptan éstas, a su vez, restricciones, podemos llegar a una acumulación de efectos depresivos. [53675] En otras palabras: la rigidez puede influir así en la cantidad y distribución de la renta nacional de forma que puede aminorar los saldos o bien aumentar los saldos ociosos o los ahorros, si es que empleamos esta falsa denominación popular. [53676] Tal caso es concebible. [53677] Pero al lector no le será difícil convencerse [53678] de que su importancia práctica, si es que la tiene, es muy pequeña. [53679] El segundo argumento hace referencia a los efectos perturbadores que puede ejercer la rigidez de los precios si, en la misma industria singular en otro sector, conduce a una restricción adicional de la producción, es decir, a una restricción mayor que la que tendría que sobrevenir en todo caso en el curso de una depresión. [53681] Su importancia práctica se reduce considerablemente, aunque los economistas difieren grandemente en cuanto a la extensión de esta reducción en consideración a que, en los casos más destacados, la rigidez de los precios está motivada precisamente por la escasa sensibilidad de la demanda a las variaciones de los precios a corto plazo dentro de una zona a la que alcanzan las posibilidades. [53682] La gente que se inquieta por su futuro, en tiempos de depresión, no se siente inclinada a comprar un coche nuevo, aun cuando su precio se redujese en un 25 por 100, especialmente si su adquisición puede aplazarse fácilmente y si la reducción induce a esperar otras reducciones. [53683] Sin embargo, independientemente por completo de esto, el argumento no es concluyente, porque está también viciado por una cláusula ceteris paribus que es inadmisible al tratar de nuestro proceso de destrucción creadora. [53684] Del hecho (en tanto que tal hecho existe) de que a precios más flexibles podrían venderse ceteris paribus mayores cantidades, no se sigue que haya de aumentar efectivamente o bien la producción de las mercancías en cuestión o bien la producción total, y, por tanto, el empleo, pues la medida en que podemos suponer que la resistencia a bajar los precios vigoriza la posición de las industrias que adoptan esta política bien por aumentar su renta o simplemente por evitar el caos en sus mercados -es decir, en la medida en que esta política sea algo más que un error por su parte-, dicha política puede convertir en centros de resistencia sectores que de otro modo podrían haber sido centros de dislocación. [53685] Como hemos observado anteriormente, desde un punto de vista más general, la producción total y el empleo total pueden mantenerse, no obstante las restricciones que lleva consigo esta política, en un nivel más elevado del que tendrían si se hubiese permitido a la depresión causar estragos en la estructura de los precios. [53686] En otras palabras: en las condiciones creadas por la evolución capitalista la flexibilidad perfecta y universal de los precios en tiempos de depresión podrían inestabilizar más el sistema en lugar de estabilizarlo, como, sin duda, se estabilizaría en las condiciones consideradas por la teoría general. [53687] Nuevamente se reconoce este riesgo en una gran extensión en aquellos casos en que el economista tiene simpatía por los intereses inmediatamente afectados, como, por ejemplo, cuando razona acerca de la mano de obra y la agricultura; en estos casos admite de muy buen grado que lo que parece rigidez puede no ser más que una adaptación regularizada. [53688] Tal vez el lector se sienta algo sorprendido al ver lo poco que queda de una teoría por la que tanto se hizo en los últimos años. [53689] La rigidez de los precios ha llegado a ser, para algunas personas, el defecto más destacado de la ordenación capitalista y casi el factor fundamental explicativo de las depresiones. [53691] Los individuos y los grupos tratan de asirse a cualquier cosa que pueda calificarse de descubrimiento que preste su apoyo al mantenimiento de las tendencias políticas reinantes. [53692] La teoría de la rigidez de los precios, con tan pequeña parte de verdad en su haber, está lejos de constituir el caso peor de este abuso. [53693] Existe otra teoría que ha cristalizado en un tópico, a saber: que en la era de la gran empresa el mantenimiento del valor de la inversión existente -conservación del capital- se convierte en el principal objetivo de la actividad del empresario y parece poner punto final a toda mejora susceptible de reducir los costos. [53694] De ahí que el orden capitalista resulte incompatible con el progreso. [53695] El progreso implica, como hemos visto, la destrucción de valores de capital en los estratos donde penetra la competencia de la nueva mercancía o el nuevo método de producción. [53696] En la competencia perfecta las antiguas inversiones tienen que adaptarse a un sacrificio o abandonarse; pero cuando no hay competencia perfecta y cuando cada rama industrial está dominada por unos pocos grandes concerns éstos pueden luchar de varias maneras contra el ataque que amenaza la estructura de su capital y tratar de evitar pérdidas en sus cuentas de capital, es decir, que pueden y quieren combatir al progreso mismo. [53697] En la medida en que esta teoría formula simplemente un aspecto particular de la estrategia restrictiva de los negocios no hay necesidad de añadir nada al argumento ya bosquejado en este capítulo. [53698] Tanto en lo relativo a los límites de esta estrategia como en lo referente a sus funciones en el proceso de la destrucción creadora no podríamos hacer más que repetir lo dicho anteriormente. [53699] Esto se hace aún más obvio si observamos que conservar los valores de capital es lo mismo que conservar los beneficios. [53701] Claro está que los capitalistas se esfuerzan no sólo por conservar los valores del activo y los beneficios, sino por aumentarlos al máximo. [53702] Pero el punto acerca del sabotaje contra las mejoras susceptibles de reducir los costos requiere también un comentario de pasada. [53703] Por poco que se reflexione es suficiente para considerar el caso de un concern que explota en exclusiva un invento técnico -por ejemplo, una patente-, cuya utilización implicaría la sustitución parcial o total de su instalación y equipo. [53704] ¿Renunciará a utilizar este invento, a fin de conservar sus valores de capital, siendo así que una gerencia no encadenada por los intereses capitalistas, como una gerencia socialista, podría utilizarlo y lo utilizaría en provecho de todos? [53705] De nuevo se intenta aquí plantear la cuestión en el terreno de los hechos. [53706] Lo primero que un concern moderno hace, tan pronto como se siente con medios para ello, es establecer un departamento de investigación en el que cada uno de sus miembros sabe que su pan depende del éxito que alcance en descubrir mejoras. [53707] Esta práctica es evidente que no sugiere ninguna aversión al progreso técnico. [53708] Tampoco podemos oponer, como réplica, los casos en que las patentes adquiridas por grandes concerns no han sido utilizadas de una manera inmediata o no han llegado a ser utilizadas. [53709] Para ello puede haber muy buenas razones; por ejemplo, el procedimiento patentado puede no resultar bueno o, al menos, no susceptible de ser aplicado sobre una base comercial. [53711] Pero estamos ocupándonos de una cuestión teórica. [53712] Todo el mundo está de acuerdo en que, tanto una gerencia privada como una gerencia socialista, introducirán mejoras si esperan que, con el nuevo método de producción, el costo total por unidad de producto será menor que con el método empleado hasta entonces. [53713] Si no se cumple esta condición se sostiene que la gerencia privada no adoptará un método reductor de costos hasta que la instalación y equipo existentes estén completamente amortizados, mientras que una gerencia socialista reemplazaría, en beneficio de la sociedad, el método antiguo por el nuevo método reductor de costos tan pronto como dicho método estuviese a su alcance, es decir, sin preocuparse de los valores de capital. [53714] Sin embargo, no sucede así. [53715] Una gerencia privada, si está impulsada por el móvil del lucro, no puede estar más interesada que una gerencia socialista en mantener los valores de un edificio o de una maquinaria dados. [53716] Todo el esfuerzo de una gerencia privada tiende exclusivamente a elevar al máximo el valor líquido actual del activo total, que es igual al valor descontado del rendimiento líquido previsto. [53717] Esto quiere decir que adoptará siempre un nuevo método de producción que ha de proporcionar una corriente de renta futura por unidad de la corriente de desembolso futuro correspondiente (descontadas ambas en valores actuales) mayor que la que proporciona el método empleado entonces. [53718] El valor de la inversión anterior, tenga o no por contrapartida una deuda emitida en obligaciones que tiene que ser amortizada, no juega ningún papel a no ser en el sentido y en la medida en que entrase en los cálculos que sirven de fundamento a las decisiones de una gerencia socialista. [53719] En tanto que el uso de las máquinas antiguas ahorre costos futuros en comparación con la introducción inmediata de los métodos nuevos, lo que queda de su valor de servicio es, por supuesto, un elemento importante para la decisión, tanto de una gerencia capitalista como de una gerencia socialista; en otro caso, ambas gerencias prescindirían del pasado, y cualquier intento de conservar el valor de la inversión anterior pugnaría tanto con la regla que se sigue del móvil del lucro como con las reglas a que ha de ajustarse el comportamiento de un gerente socialista. [53721] Pues si espera que las nuevas máquinas, una vez instaladas, han de vivir más que el período anteriormente previsto para el uso de las máquinas antiguas, su valor adicional, descontado con relación a esa fecha, constituye otro activo que ha de ser tenido en cuenta. [53722] Tampoco es cierto, por razones análogas, que una gerencia socialista, si se comporta racionalmente, adoptaría siempre, y de un modo inmediato, cualquier método nuevo que prometa producir a menores costos totales por unidad de producción o que reportase algún beneficio a la sociedad. [53723] Hay, sin embargo, otro elemento [53724] que afecta profundamente al comportamiento en esta materia y que invariablemente se pasa por alto. [53725] Este es lo que podría llamarse conservación ex ante del capital en espera de una mejora futura. [53726] Con frecuencia, si no en la mayoría de los casos, un concern en marcha no se enfrenta simplemente con la cuestión de adoptar o no un nuevo método de producción determinado que pueda ser tenido por el mejor y que, en la forma inmediatamente utilizable, puede esperarse que conserve esta superioridad durante algún tiempo. [53727] Un tipo nuevo de máquina no constituye, por lo general, sino un eslabón de una cadena de perfeccionamientos y puede anticuarse rápidamente. [53728] En un caso como éste no sería evidentemente racional seguir la cadena, eslabón por eslabón, sin tener en cuenta la pérdida de capital que hay que sufrir cada vez. [53729] De ahí que la auténtica cuestión es la de saber en qué eslabón debe actuar la empresa. [53731] Pero, por lo general, la empresa deberá esperar cierto tiempo, a fin de ver cómo se comporta esta cadena. [53732] Y, para el observador que está situado en el exterior, tal comportamiento podía muy bien parecerle un intento de asfixiar la mejora, a fin de conservar los valores de capital existentes. [53733] No obstante, el más paciente de los camaradas se sublevaría si una gerencia socialista fuese tan necia que siguiese el consejo del teórico y renovase todos los años la instalación y el equipo. [53734] He titulado este capítulo como lo he hecho porque casi todo él trata de hechos y problemas que el lenguaje corriente asocia a las ideas de monopolio y de práctica monopolista. [53735] Hasta ahora me he abstenido todo lo posible de usar esas expresiones, a fin de reservar para una sección separada algunos comentarios sobre ciertos temas relacionados especialmente con ellas. [53736] No se dirá nada, sin embargo, que no hayamos abordado ya en una forma u otra. [53737] Empecemos por la expresión misma. [53738] Monopolista significa vendedor único. [53739] Por consiguiente, en sentido literal, es monopolista todo aquel que vende algo que no es en todos los aspectos (incluyendo el embalaje, lugar de venta y servicios accesorios) exactamente igual a lo que venden los demás, tal es el caso de todo comerciante de ultramarinos o mercería o de todo vendedor callejero que no se alinea simplemente junto a los vendedores de la misma marca de ice-cream. [53741] Con esta expresión queremos designar solamente a aquellos vendedores únicos cuyos mercados no están abiertos a la intromisión de productores potenciales de la misma mercancía ni de los productos efectivos de mercancías similares, y, hablando aún más técnicamente, solamente aquellos vendedores únicos colocados en presencia de un juego dado de curvas de demanda completamente independiente de su propia acción, así como de cualesquiera reacciones a su acción por parte de las demás empresas. [53742] La teoría tradicional del monopolio de Cournot-Marshall, tan aumentada y corregida por autores posteriores, solamente se mantiene si lo definimos de este modo, y, en mi opinión, carece de sentido calificar de monopolio a ningún tipo de mercado al que no sea aplicable esta teoría. [53743] Pero si definimos el monopolio de esta manera entonces se hace evidente inmediatamente que los casos puros de monopolio a largo plazo solamente pueden tener lugar rarísima vez y que incluso las aproximaciones tolerables a los requisitos del concepto tienen que ser aún más raras que los casos de competencia perfecta. [53744] La facultad de explotar a voluntad un sistema dado de demanda -o un sistema de demanda que cambie independientemente de la acción del monopolista y de las reacciones que esta acción provoca- apenas puede persistir, en condiciones de un capitalismo íntegro, durante un período lo suficientemente largo para que se le deba tener en cuenta en el análisis de la producción total, a no ser que esta facultad esté apoyada por el poder público, como, por ejemplo, en el caso de los monopolios fiscales. [53745] No es fácil descubrir, ni aun imaginar, una gran empresa moderna que no esté protegida de esta forma -prescindiendo incluso de si está protegida por aranceles aduaneros o prohibiciones de importación-, y que, a pesar de ello, ejerza ese poder (excepto temporalmente). [53746] Incluso los concerns de ferrocarriles y de energía eléctrica han tenido que crear primeramente una demanda para sus servicios, y, cuando la han creado, tienen que defender su mercado contra la competencia. [53747] Fuera del campo de los servicios públicos la posición de un vendedor único solamente puede ser conquistada, por lo general -y retenida durante décadas-, a condición de que no se comporte como un monopolista. [53748] A continuación vamos a ocuparnos también del monopolio a corto plazo. [53749] ¿Por qué esta disquisición acerca del monopolio? La contestación no carece de interés para el estudioso de la psicología de la discusión política. [53751] La gente habla de un país que tiene un monopolio de una cosa u otra, [53752] aun cuando la industria en cuestión está sometida a una fuerte competencia, etc. [53753] Pero esto no es todo. [53754] Los economistas, los funcionarios, los periodistas y los políticos de los Estados Unidos tienen, evidentemente, una predilección por la palabra, ya que se ha convertido en una expresión de oprobio que, con toda seguridad, provoca la hostilidad del público contra cualquier interés al que se le ponga esta etiqueta. [53755] En el mundo angloamericano el monopolio ha sido siempre execrado y asimilado a la explotación parasitaria desde que, en los siglos XVI y XVII, era práctica administrativa inglesa crear situaciones de monopolio en grandes cantidades que, por una parte, respondían bastante bien al modelo teórico del comportamiento monopolista, y, por otra parte, justificaban plenamente la ola de indignación que impresionó hasta a la gran Isabel. [53756] No hay nada tan retentivo como la memoria de una nación. [53757] Nuestra época nos ofrece otros ejemplos más importantes de la reacción de una nación a lo acontecido siglos atrás. [53758] La práctica mencionada ha sensibilizado de tal manera al público anglosajón al monopolio que ha adquirido el hábito de atribuir a ese siniestro poder prácticamente todo lo que le desagradaba del comportamiento de las empresas. [53759] Para el burgués liberal típico, en particular, el monopolio se convirtió en el origen de casi todos los abusos, en realidad en el coco preferido. [53761] que pensaba principalmente en los monopolios del modelo de los Tudor y los Stuart, los contemplaba sombríamente con una furiosa dignidad. [53762] Sir Robert Peel -quien, como casi todos los conservadores, sabía aprovecharse en ocasiones del arsenal del demagogo- habló en el famoso episodio que puso fin a su carrera gubernamental, y que tanto escándalo causó a sus correligionarios, de un monopolio del pan y del trigo, a pesar de que la producción inglesa de grano se encontraba en situación de perfecta competencia, a despecho de lo protección aduanera. [53763] Y en los Estados Unidos la expresión monopolio se ha hecho prácticamente sinónima de empresa que opera en gran escala. [53764] La teoría del monopolio simple y discriminador enseña que, prescindiendo de los casos-límite, el precio de monopolio es más elevado y la producción de monopolio es más reducida que el precio y la producción de competencia. [53765] Esto es cierto siempre que el método y organización de la producción -así como todas las demás condiciones- sean los mismos en ambos casos. [53766] En la realidad, sin embargo, hay a la disposición del monopolista métodos superiores que o bien no están en absoluto al alcance de una multitud de competidores o no lo están tan fácilmente como para el monopolista; en efecto, hay ventajas que, aunque no son rigurosamente inalcanzables para las empresas que operan en un nivel de competencia de hecho, tan sólo están aseguradas para las empresas que se desenvuelven en el nivel de monopolio, bien porque, por ejemplo, la monopolización puede ampliar la esfera de influencia de los cerebros mejor dotados y reducir la de los peor dotados. [53767] o bien porque el monopolio goza de un prestigio financiero desproporcionadamente mayor. [53768] Ahora bien: siempre que sea esto así aquella tesis deja de ser cierta. [53769] En otras palabras: este argumento en defensa de la competencia puede fallar por completo en el sentido de que los precios de monopolio no son necesariamente más altos ni la producción de monopolio es necesariamente menor que los precios y la producción de competencia en los niveles de eficiencia de producción y de organización que están dentro del alcance del tipo de empresa compatible con la hipótesis de la competencia. [53771] Estas unidades no solamente surgen en el proceso de la destrucción creadora y funcionan de una manera completamente diferente que en el esquema estático, sino que, en muchos casos de importancia decisiva, proporcionan el cuadro necesario para alcanzar los objetivos propuestos. [53772] Crean en gran parte aquello mismo que explotan. [53773] De ahí que la conclusión habitual acerca de su influencia sobre la producción a largo plazo habitual de valor, aun cuando estas unidades constituyesen auténticos monopolios en el sentido técnico de la palabra. [53774] Los móviles que impulsan a los dirigentes de estas unidades carecen de consecuencias prácticas. [53775] Aun cuando su única finalidad consistiese en tratar de imponer precios de monopolio, la presión de los métodos de producción perfeccionados, o de un equipo gigantesco, tendería generalmente a desviar el punto del optimismo del monopolista hacia el precio de venta basado en el costo de competencia en el sentido anteriormente expuesto o incluso por encima del mismo, realizando -parcialmente, totalmente o más que totalmente- la función del mecanismo de la competencia, [53776] aun cuando se practicasen restricciones y quedase siempre una capacidad de producción excedente. [53777] Indudablemente, si los métodos de producción, organización, etc., no se perfeccionan por la monopolización o en conexión con ella, como sucede en los cartels ordinarios, el teorema clásico relativo al precio y la producción de monopolio vuelve a entrar en su propio cauce. [53778] Esto mismo sucede con otra idea popular, a saber: la de que la monopolización tiene un efecto soporífero. [53779] Para esto, además, no es difícil encontrar ejemplos. [53781] Las influencias soporíferas que se manifiestan en las empresas modernas se deben a otras causas que se mencionarán más adelante. [53782] A corto plazo las posiciones de monopolio auténtico o próximas al monopolio son mucho más frecuentes. [53783] El comerciante de ultramarinos de un pueblo de Ohio puede ser un verdadero monopolista, por espacio de horas o incluso de días, durante una inundación. [53784] Todo acaparador afortunado puede detentar momentáneamente un monopolio. [53785] Una empresa especializada en etiquetas de papel para botellas de cerveza puede encontrarse en tales circunstancias -si todo competidor potencial comprende que, de entrar en la lid, los beneficios que parecen buenos se desvanecerían inmediatamente- que pueda moverse a voluntad dentro de un espacio moderado, pero claramente determinado de la curva de demanda, al menos hasta que la etiqueta de metal rompa en pedazos esa curva de demanda. [53786] Los nuevos métodos de producción o las nuevas mercancías, especialmente estas últimas, no confieren monopolio per se, aun cuando se utilicen o se produzcan por una sola empresa. [53787] El producto del método nuevo tiene que competir con los productos de los métodos antiguos y la mercancía nueva tiene que ser introducida, es decir, tiene que establecerse su curva de demanda. [53788] Por lo general, ni las patentes ni las prácticas monopolistas pueden prevalecer contra esto, salvo casos de superioridad espectacular del nuevo descubrimiento, especialmente si puede ser arrendado, como la maquinaria para hacer calzado, o, en el caso de mercancías nuevas, para las que ha sido establecida una curva de demanda permanente antes de haber expirado la patente. [53789] Así, pues, es cierto que hay, o puede haber, un elemento de auténtica ganancia monopolista en aquellos beneficios de empresa que constituyen los premios ofrecidos por la sociedad capitalista al innovador afortunado. [53791] El valor principal que tiene para un concern la situación de vendedor único, que le asegura la patente o la estrategia monopolista, no consiste tanto en la oportunidad de comportarse temporalmente conforme al esquema monopolista como en la protección que le proporciona contra la desorganización temporal del mercado y el espacio libre que obtiene para la realización de un programa a largo plazo. [53792] Aquí, sin embargo, este argumento queda incorporado en el análisis presentado anteriormente. [53793] Mirando hacia atrás, comprobamos que la mayoría de los hechos y argumentos considerados en este capítulo tienden a empañar la aureola que en otro tiempo rodeó a la competencia perfecta, así como a presentar bajo una perspectiva más favorable sus alternativas. [53794] Volveremos ahora a formular brevemente nuestra tesis desde este doble punto de vista. [53795] La teoría tradicional misma, incluso dentro de su recinto preferido de una economía estacionaria o en crecimiento constante, ha descubierto, desde la época de Marshall y Edgeworth, un creciente número de excepciones a las antiguas proposiciones acerca de la competencia perfecta e, incidentalmente, del librecambio, las cuales han conmovido aquella fe ilimitada que en sus virtudes ponía la generación que floreció entre Ricardo y Marshall, o sea, grosso modo, la generación de J. [53796] S. [53797] Mill en Inglaterra y la de Francesco Ferrara en el continente. [53798] Especialmente las tesis según las cuales un sistema de competencia perfecta constituye un ideal de ahorro de los recursos disponibles y de asignación de los mismos con relación a una distribución dada de la renta (tesis que tiene gran tolerancia para el problema de la eficiencia de la producción) no pueden ser mantenidas ahora con la antigua confianza. [53799] Mucho más grave es la brecha abierta por las obras más recientes en el campo de la teoría dinámica (Frisch, Tinbergen, Ross, Hicks y otros). [53801] Al explicar por qué una cierta magnitud económica -por ejemplo, un precio- es tal como la encontramos en un momento dado toma en consideración no sólo la situación simultánea de otras magnitudes económicas, como hace la teoría estática, sino también su situación en fechas anteriores y las previsiones relativas a sus valores futuros. [53802] Ahora bien: lo primero que descubrimos al elaborar las proposiciones que ponen así en conexión magnitudes pertenecientes a momentos diferentes [53803] es el hecho de que, una vez que ha sido destruido el equilibrio por alguna perturbación, el proceso de establecer un equilibrio nuevo no es tan seguro, ni tan rápido, ni tan económico como pretendía la antigua teoría de competencia perfecta, y existe la posibilidad de que la misma lucha por el ajuste, en vez de aproximar el sistema a un equilibrio nuevo, lo distancie aún más del mismo. [53804] Esto sucederá en la mayoría de los casos, excepto si la perturbación es pequeña. [53805] En muchos casos un retraso en el ajuste es suficiente para producir este resultado. [53806] Me limitaré aquí a ilustrar esto mediante el ejemplo más antiguo, más sencillo y más conocido. [53807] Supongamos que la demanda y la oferta proyectada están en equilibrio en un mercado de trigo en situación de competencia perfecta, pero que el mal tiempo reduce la cosecha por debajo del volumen que los agricultores contaban ofrecer. [53808] Si el precio del trigo sube como consecuencia de esto y los agricultores producen por ello la cantidad de trigo que les remuneraría producir si este nuevo precio fuese el precio de equilibrio entonces se producirá al año siguiente un derrumbamiento de los precios en el mercado de trigo. [53809] Si, a causa de esto, los agricultores restringen la producción a un precio aún más elevado que el del primer año, puede dar por resultado inducirles a una expansión de la producción todavía mayor que la operada en el segundo año. [53811] El lector comprenderá fácilmente, con sólo una ojeada a las hipótesis implicadas, que no hay que abrigar gran temor de que hayan de continuar alternando las subidas de precios con los aumentos de producción hasta el día del juicio final. [53812] Pero aun reduciendo este fenómeno a sus justas proporciones, basta para poner de manifiesto ciertas debilidades evidentes del mecanismo de la competencia perfecta. [53813] Tan pronto como se perciban estas debilidades gran parte del optimismo que solían originar las implicaciones prácticas que de este mecanismo extraía la teoría se va por la puerta de marfil. [53814] Pero desde nuestro punto de vista tenemos que ir más allá de eso. [53815] Si tratamos de poner en claro cómo funciona la competencia perfecta o cómo funcionaría dentro del proceso de la destrucción creadora, llegamos a un resultado aún más desalentador. [53816] Esto no debe sorprendernos si consideramos que todos los datos de hecho, esenciales de ese proceso, faltan en el esquema general de la vida económica que ha dado lugar a las proposiciones tradicionales acerca de la competencia perfecta. [53817] A riesgo de incurrir en repetición insistiré una vez más sobre este punto. [53818] La competencia perfecta implica el libre acceso a todas las industrias. [53819] Es completamente cierto, dentro del cuadro de esta teoría general, que el libre acceso a todas las industrias es una condición para la óptima distribución de las fuerzas de producción y, por tanto, para la obtención de una producción máxima. [53821] Pero la plena libertad de acceso a una esfera nueva de actividad puede hacer completamente imposible entrar en ella a nadie. [53822] La introducción de nuevos métodos de producción y de nuevas mercancías es difícilmente concebible si existe desde un principio una competencia perfecta y perfectamente rápida. [53823] Y esto significa que casi todo lo que llamamos progreso económico es incompatible con ella. [53824] De hecho la competencia perfecta se suspende y se ha suspendido siempre que se ha introducido alguna novedad -bien automáticamente o en virtud de medidas adoptadas para este fin-, aun cuando en todo lo demás las condiciones siguiesen siendo de competencia perfecta. [53825] De un modo similar la objeción habitual contra la rigidez de los precios encuadra perfectamente dentro del sistema tradicional. [53826] La rigidez constituye un tipo de resistencia a la adaptación que excluye la competencia perfecta y rápida. [53827] Y, dada la índole de las adaptaciones y de las condiciones que han sido consideradas por la teoría tradicional, es también completamente cierto que tal resistencia se traduce en pérdidas y en reducción de la producción. [53828] Pero ya hemos visto que en los estallidos y vicisitudes del proceso de la destrucción creadora puede ser verdad lo contrario: una flexibilidad perfecta e instantánea puede originar incluso catástrofes sin fundamento. [53829] Esto, por supuesto, puede también ponerlo de manifiesto la teoría dinámica general, que, como se ha mencionado anteriormente, muestra que hay ciertas tentativas de adaptación que intensifican el desequilibrio. [53831] La competencia perfecta evitaría o eliminaría inmediatamente tal exceso de beneficios y no permitiría que se desplegase esa estrategia. [53832] Pero como, en el proceso de la evolución capitalista estos beneficios desempeñan nuevas funciones orgánicas -no hace falta repetir aquí cuáles son-, ese hecho no puede seguir siendo cargado incondicionalmente en el haber del modelo de la competencia perfecta, al menos en tanto se tenga en cuenta el tipo secular de aumento de la producción total. [53833] Finalmente, puede demostrarse, partiendo de estos mismos supuestos que equivalen a la exclusión de los rasgos más característicos de la realidad capitalista, que una economía de competencia perfecta está relativamente inmune contra el despilfarro y especialmente contra aquellas clases de despilfarro que tan fácilmente asociamos a su contrapartida. [53834] Pero esto no nos dice nada acerca del aspecto que toma el problema de los despilfarros en las condiciones determinadas por el proceso de la destrucción creadora. [53835] Por una parte muchos fenómenos que, si no se refieren a esas condiciones, aparecerían como simples despilfarros, no pueden calificarse de tales desde el momento en que se ponen en la debida relación con ellas. [53836] Por ejemplo, la especie de exceso de capacidad que debe su existencia ya a la práctica de "construir adelantándose a la demanda" ya a la práctica de adaptar la capacidad a las cumbres cíclicas de la demanda, se reducirá grandemente en un régimen de competencia perfecta. [53837] Pero cuando se toman en consideración todos los factores del caso ya no es correcto decir que la competencia perfecta sale airosa en este cuadro, pues aunque un concern, que tenga que aceptar los precios y no pueda imponerlos, utilizaría, en realidad, toda su capacidad susceptible de producir a los costos marginales cubiertos por los precios vigentes, no se sigue de ahí que habría de tener la capacidad cuantitativa y cualitativa que ha creado la gran empresa y que fue capaz de crear precisamente porque estaba en situación de emplearla "estratégicamente". [53838] Un exceso de capacidad de esta especie puede constituir -constituye, efectivamente, en algunos casos y en otros no- una razón para fundamentar la pretensión de superioridad de una economía socialista. [53839] Pero no puede invocarse sin más cualificación para afirmar la superioridad de la economía capitalista de la especie de competencia perfecta respecto a la de especie "monopoloide". [53841] La empresa de la especie que es compatible con la competencia perfecta tiene, en muchos casos, una eficiencia interna mediocre, especialmente en el campo de la técnica, y, siendo esto así, desaprovechará oportunidades económicas. [53842] Puede también, en sus esfuerzos por perfeccionar sus métodos de producción, despilfarrar capital, porque está en una situación menos favorable para desplegar y para apreciar nuevas posibilidades. [53843] Y, como ya hemos visto antes, una industria en situación de competencia perfecta es mucho más susceptible de ser que la empresa gigante desbaratada -y es de esparcir los bacilos de la depresión- bajo el impacto del progreso o de las perturbaciones externas. [53844] En última instancia la agricultura americana, las minas de carbón inglesas y la industria textil inglesa son mucho más costosas para los consumidores y afectan la producción total de una manera mucho más perjudicial que si estuviera dirigida cada una de ellas por una docena de cerebros preclaros. [53845] Así, pues, no es suficiente sostener que, porque la competencia perfecta sea imposible en las condiciones industriales modernas -o porque haya sido siempre imposible-, la empresa en gran escala o gran unidad de dominio económico tiene que ser aceptada como un mal necesario, inseparable del progreso económico, al que libran del sabotaje las fuerzas inherentes a su aparato de producción. [53846] Lo que hemos tenido que reconocer es que la gran empresa ha llegado a ser el motor más potente de este progreso y especialmente de la expansión a largo plazo de la producción total, y ello no sólo a pesar de esta estrategia, sino en una considerable medida, precisamente como consecuencia de la misma, que presenta un aspecto tan restrictivo cuando se la observa en un caso específico y en un momento dado. [53847] En este respecto la competencia perfecta no sólo es imposible, sino inferior, y carece de todo título para ser presentada como modelo de eficiencia ideal. [53848] Es, por tanto, un error basar la teoría de la regulación estatal de la industria sobre el principio de que se debería forzar a las grandes empresas a funcionar como funcionaría la industria respectiva en una situación de competencia perfecta. [53849] Y los socialistas deberían basar sus críticas en las virtudes de una economía socialista más bien que en las del modelo de la competencia. [53851] Para ciertos sistemas de comportamiento económico tienen toda la razón; en otros casos están en completo error. [53852] Yo creo que tanto el capitalismo como el comunismo del tipo del ruso pertenecen a la última categoría. [53853] Pero el punto saliente es que las consideraciones teóricas, especialmente las consideraciones teóricas a corto plazo, no pueden resolver este problema (que volveremos a encontrarlo en la parte siguiente), si bien contribuyen a su solución. [53854] En especial es fácil demostrar que no tiene sentido y acarrea grandes males la política encaminada al mantenimiento de las "paridades de precios". [53855] Algunos economistas, sin embargo, consideran que incluso esos medios constituyen obstáculos al progreso, que, aunque tal vez sean inevitables en la sociedad capitalista, desaparecerían en una sociedad socialista. [53856] En esto hay algo de verdad. [53857] Pero no afecta a la afirmación de que la protección concedida mediante patentes constituye, en último análisis, en las condiciones de una economía de lucro, un factor de impulso y no de inhibiciones. [53858] Yo creo que la limitación añadida descarta toda causa justa de escándalo que pudiera causar la proposición anterior. [53859] En el caso de que esta limitación no sea bastante explícita, ruego tengan por repetido que el aspecto moral permanece en este caso, como debe permanecer en todos, completamente inafectado por el argumento económico. [53861] Otra objeción estaría más acertada. [53862] Si una empresa tan sólo puede prosperar recurriendo a tales medios, ¿no prueba por sí misma esta circunstancia que la comunidad no puede obtener de ella ninguna ganancia social? Para apoyar este criterio puede idearse un argumento muy sencillo. [53863] Pero está sujeto a una severa reserva caeteris paribus, es decir, que no vale más que para un conjunto de condiciones que equivalen, aproximadamente, a excluir el proceso de la destrucción creadora, que es tanto como excluir la realidad capitalista. [53864] Reflexionando sobre esto se reconocerá que, para probar esta incompatibilidad, basta con la analogía de las prácticas que se discuten arriba con el caso de las patentes. [53865] Un buen ejemplo ilustrativo de este punto -en realidad, de muchos puntos de nuestro argumento general- lo constituye la historia de la posguerra de las industrias del automóvil y de la seda artificial. [53866] La primera ilustra muy bien la naturaleza y el valor de lo que pudiéramos llamar competencia "depurada". [53867] La época de bonanza terminó con 1916. [53868] Sin embargo, se agolparon después en la industria una multitud de empresas, la mayoría de las cuales habían sido ya eliminadas para 1925. [53869] De esta lucha feroz a vida o muerte surgieron tres concerns que ahora abarcan más del 80 por 100 de la venta total. [53871] Entre sí, los tres concerns se comportan de una manera que debería llamarse de respeto recíproco más bien que de competencia: se abstienen de ciertos medios de agresión (que, por lo demás, tampoco se emplearían en una competencia perfecta); se mantienen al mismo ritmo, tratando así de obtener ciertas ganancias marginales. [53872] Esto lleva ya una duración de más de quince años y no es obvio que, si durante este período hubiesen prevalecido las condiciones de una competencia teóricamente perfecta, se ofrecerían ahora al público coches mejores o más baratos, ni que a los obreros se pagaran salarios más elevados, ni que se les diera un empleo más abundante y más estable. [53873] La industria de la seda artificial tuvo su buena época en el segundo decenio del siglo actual. [53874] Presenta los rasgos que acompañan a la introducción de una mercancía en un campo plenamente ocupado de antemano, así como las medidas que se imponen en tales condiciones con una claridad aún mayor que la industria del automóvil. [53875] Hay también una serie de diferencias; pero, en lo fundamental, el caso es similar. [53876] La expansión de la producción de la seda artificial, en cantidad y calidad, es conocida por todos. [53877] No obstante, esta expansión ha estado presidida en cada momento singular por una política restrictiva. [53878] Desgraciadamente, esta afirmación es un obstáculo para todo acuerdo sobre las medidas a adoptar, casi tan efectivo como pudiera serlo la negativa más terminante a admitir la legitimidad de una regulación estatal de dichas prácticas. [53879] En realidad, puede hacer aún más agria la discusión. [53881] Para ellos es mucho más difícil disipar las dudas acerca de su propia competencia, que no se puede impedir que se acumulen sobre nosotros, especialmente cuando sabemos cómo funciona un espíritu legalista. [53882] Esta definición basta para nuestro propósito, pero no sería satisfactoria para otros casos. [53883] Véase el artículo de D. [53884] D. [53885] Humphrey en el Journal of Political Economy, octubre 1937, y el de E. [53886] S. [53887] Mason en la Review of Economic Statistics, mayo 1938. [53888] El profesor Mason ha demostrado, entre otras cosas, que, contrariamente a una creencia generalizada, la rigidez de los precios no va en aumento o, en todo caso, no es mayor que hace cuarenta años, resultado que basta por sí mismo para invalidar algunas de las inferencias de la doctrina corriente de la rigidez. [53889] Por regla general, los precios no bajan tanto como bajarían en condiciones de competencia perfecta. [53891] Ya he llamado la atención sobre este asunto y volveré a él más adelante (sec.). [53892] Desde el punto de vista del bienestar conviene adoptar una definición diferente de la nuestra y medir las variaciones de precios en términos del número de horas de trabajo que son corrientemente necesarias para ganar los dólares con los que comprar cantidades dadas de bienes de consumo fabricados, teniendo en cuenta los cambios de calidad. [53893] Ya hemos procedido así en el transcurso de un razonamiento anterior. [53894] En este caso se pone de manifiesto a largo plazo una flexibilidad hacia la baja que es verdaderamente impresionante. [53895] Las variaciones del nivel de precios plantean otro problema.[54001] En tanto que reflejen influencias monetarias deben ser eliminados para alcanzar la mayoría de los objetivos de una investigación sobre la rigidez. [54002] Pero no deben climinarse en cuanto que reflejen el efecto combinado de los rendimientos crecientes en todas las ramas de la producción. [54003] Debe observarse, sin embargo, que este corto plazo puede durar más de lo que implica usualmente la expresión "corto plazo", a veces diez años y aún más. [54004] No es un ciclo único lo que hay, sino muchos ciclos simultáneos de diferente duración, y uno de los más importantes dura, por término medio, alrededor de nueve años y medio. [54005] Las transformaciones estructurales que requieren los ajustes de precios tienen lugar en los casos importantes en períodos que tienen aproximadamente esa duración. [54006] El pleno desarrollo de estas transformaciones espectaculares se revela solamente en períodos mucho más largos que éste. [54007] Para razonar de una manera justa acerca de los precios del aluminio, de la seda artificial o de los automóviles, es preciso investigar un período de unos cuarenta y cinco años. [54008] El mejor método para hacer esto consiste en elaborar cuidadosamente todas las hipótesis implicadas no solamente en el caso forzado imaginado, sino también en los casos más corrientes que es más probable que sucedan en la práctica. [54009] Además, no hay que olvidar que el beneficio debido al mantenimiento de los precios en alza puede servir para evitar la bancarrota o, por lo menos, la necesidad de interrumpir las operaciones, cosas ambas que serían mucho más efectivas para iniciar una "espiral viciosa" hacia la baja que una posible reducción del gasto total. [54011] La manera de expresar esto los teóricos es diciendo que, en tiempo de depresión, las curvas de la demanda podrían desviarse hacia abajo mucho más violentamente si se quitasen todos los soportes que sostienen los precios. [54012] Incidentalmente, debe observarse que las prácticas restrictivas de la especie que se discute, suponiendo que existan en una medida apreciable, no carecerían de efectos compensatorios en el bienestar social. [54013] En realidad, los mismos críticos que hablan de sabotaje del progreso subrayan al mismo tiempo las pérdidas sociales que el ritmo del progreso capitalista lleva consigo, especialmente el paro que ese ritmo acarrea y que una evolución más lenta podría mitigar en cierta medida. [54014] Así, pues, ¿es el progreso técnico demasiado rápido o demasiado lento para ellos? [54015] Sería preferible que estuviesen más acordes. [54016] Debe observarse que, aun cuando el argumento fuese correcto, sería, no obstante, insuficiente para servir de apoyo a la tesis de que el capitalismo, en las condiciones consideradas, es "incompatible con el progreso técnico". [54017] Lo único que demostraría es la existencia, en algunos casos, de un retraso de duración moderada, por lo general, en la introducción de los métodos nuevos. [54018] Hay, por supuesto, otros muchos elementos. [54019] El lector tendrá a bien comprender que, al tratar de unas pocas cuestiones de principio, es imposible discutir a fondo todos los temas que se tocan. [54021] Las lecciones de esta discusión tienen cierta relación para nuestro problema por vía de analogía. [54022] En un principio se habían fundado muchas esperanzas en las posibilidades de esta arma. [54023] Después, al examinarla más de cerca, el público ha comprobado que las listas de tales materias se iban reduciendo por ser muy pocas las cosas que no puedan ser producidas o reemplazadas por las naciones en cuestión. [54024] Y, finalmente, ha comenzado también a abrirse camino la sospecha de que, aunque pueda ejercer alguna presión a corto plazo sobre los opresores, la evolución a largo plazo puede terminar por reducir prácticamente a nada todo lo que quedaba en las listas. [54025] Había más excusa para esta falta de espíritu crítico en el caso de Adam Smith y los clásicos en general de la que hay en el caso de sus sucesores, ya que aún así fueron demasiado lejos. [54026] Esto se debió en parte al hecho de que no tenían una teoría satisfactoria del monopolio, lo cual les inducía no solamente a emplear la expresión de una manera más bien imprecisa (Adam Smith e incluso Senior explicaban, por ejemplo, la renta de la tierra como una ganancia de monopolio), sino también a considerar el poder de explotación del monopolista como prácticamente ilimitado, lo que es falso, por supuesto, aun en los casos más extremos. [54027] Este ejemplo ilustra la manera cómo la expresión monopolio sigue derivando furtivamente hacia usos ilegítimos. [54028] Protección de la agricultura y monopolio de los productos agrícolas son cosas totalmente distintas. [54029] Peel luchaba contra el proteccionismo y no contra el cártel inexistente de terratenientes o agricultores. [54031] Y, evidentemente, no había medio más sencillo de conseguirlo que llamar monopolistas a los proteccionistas. [54032] El lector debe observar que, por indiscutible que sea, por regla general esta especie de superioridad no es probable que la admitan los cerebros inferiores, especialmente si sus poseedores son totalmente eliminados, y que la simpatía del público y del economista vulgar está siempre de parte de los débiles y no de los fuertes. [54033] Esto puede tener algo que ver con la tendencia a desestimar las ventajas de costo o de calidad de las combinaciones cuasi monopolistas, que está en la actualidad tan pronunciada como antes lo estuvo la de exagerarlas en los prospectos o anuncios típicos de los patrocinadores de tales combinaciones. [54034] La Aluminium Company of America no constituye un monopolio en el sentido técnico definido más arriba, entre otras razones, porque tuvo que hacerse su propia curva de demanda, cuyo hecho basta para excluir todo comportamiento adecuado al esquema de Cournot-Marshall. [54035] Pero la mayoría de los economistas la califican de monopolio y nosotros la llamaremos así para los efectos de esta nota, en vista de la escasez de casos auténticos. [54036] Desde 1890 hasta 1929 el precio del producto básico de este vendedor único bajó hasta quedar reducido, aproximadamente, al 12 por 100, o bien, corrigiéndolo en atención a la variación del nivel de precios (índice de precios al por mayor del Board of Labor), a un 8,8 por 100. [54037] La producción aumentó de 30 toneladas métricas a 103.400. [54038] La protección de la patente cesó en 1909. [54039] El argumento extraído de los costos y beneficios para la crítica de este "monopolio" tiene que admitir como cierto que una multitud de empresas en competencia habrían obtenido, aproximadamente, el mismo éxito en la investigación encaminada a la reducción de costos, al desarrollo económico del equipo de producción, a la difusión de nuevos usos para el producto y a evitar derrumbamientos ruinosos. [54041] Véase, sin embargo, supra,sec. [54042] 1. [54043] El término dinámica se usa de una manera imprecisa y tiene muy distintos significados. [54044] La definición del texto fue formulada por Ragnar Frisch. [54045] Debe observarse que el rasgo definidor de la teoría dinámica no tiene nada que ver con la naturaleza de la realidad económica a que se aplica. [54046] Es un método general de análisis más bien que un estudio de un proceso particular. [54047] Podemos emplearlo para analizar una economía estacionaria, exactamente igual que una economía en evolución puede ser analizada por medio de métodos estáticos ("estática comparada".). [54048] De ahí que la teoría dinámica no necesite consagrar, como de hecho no ha consagrado, ninguna atención especial al proceso de la destrucción creadora, que para nosotros constituye la esencia del capitalismo. [54049] Está, indudablemente, mejor equiparada que la teoría estática para tratar los numerosos problemas de mecanismo que plantea el análisis de este proceso. [54051] Apreciar el funcionamiento de la competencia perfecta desde el punto de vista de la evolución capitalista no es, por lo tanto, lo mismo que apreciarlo desde el punto de vista de la teoría dinámica. [54052] LA CIVILIZACION DEL CAPITALISMO [54053] Dejando el círculo de las consideraciones puramente económicas nos dirigimos ahora al aspecto cultural de la economía capitalista -a su superestructura sociopsicológica, si queremos hablar en el lenguaje marxista- y a la mentalidad que es característica de la sociedad capitalista y, en particular, de la clase burguesa. [54054] Resumiendo con una brevedad desesperada los hechos más salientes pueden exponerse del modo siguiente: [54055] Hace cincuenta mil años el hombre se enfrentaba con los peligros y oportunidades de su medio de una manera que algunos "prehistoriadores", sociólogos y etnólogos convienen en considerar equivalente, grosso modo, a la actitud de los salvajes actuales. [54056] Para nosotros hay dos elementos en esta actitud que son especialmente importantes: la naturaleza "colectiva" y "afectiva" del proceso espiritual del salvaje y el papel, superpuesto a ella parcialmente, de lo que, no con mucha corrección, llamaré aquí la magia. [54057] Con el primero, o sea la naturaleza colectiva y afectiva, aludo al hecho de que, en los grupos sociales pequeños e indiferenciados o no muy diferenciados, las ideas colectivas se imponen con mucho más rigor en la mentalidad individual que en los grupos grandes y complejos y que a las conclusiones y decisiones se llega mediante métodos que desde nuestro punto de vista pueden caracterizarse por un criterio negativo, a saber: el menosprecio de lo que nosotros llamamos lógica y, en particular, de la regla que excluye la contradicción. [54058] Con el segundo, o sea la magia, señalo el uso de una serie de creencias que, en realidad, no están desligadas por completo de la experiencia -ningún artificio de magia puede sobrevivir a una serie ininterrumpida de fracasos-, pero que insertan en la sucesión de los fenómenos observados entidades o influencias derivadas de fuentes no empíricas. [54059] La semejanza de este tipo de proceso mental con el de los neuróticos ha sido puesta de manifiesto por G. [54061] Pero esto no quiere decir que sea extraño a la mente del hombre normal de nuestra propia época. [54062] Por el contrario, cualquier discusión de temas políticos puede convencer al lector de que una gran parte de nuestro propio proceso mental de la mayor importancia, desde el punto de vista de la acción, es exactamente de la misma naturaleza. [54063] El pensamiento o el comportamiento racionales y la civilización racionalista no suponen, por consiguiente, la ausencia de los criterios mencionados, sino solamente una ampliación lenta, pero incesante, del sector de la vida social dentro del cual los individuos o los grupos se enfrentan con una situación dada, primeramente, tratando de sacar de ella el mejor partido posible confiando más o menos -pero nunca por completo- en sus propias facultades; en segundo lugar, obrando de acuerdo con las reglas de la coherencia que nosotros llamamos lógica, y en tercer lugar, fundándose en hipótesis que cumplan estas dos condiciones: que su número sea mínimo y que cada una de ellas sea susceptible de ser expresada en términos de experiencia potencial. [54064] Todo esto es, por supuesto, muy insuficiente, pero basta para nuestro propósito. [54065] Hay, sin embargo, otro punto acerca del concepto de las civilizaciones racionalistas que voy a mencionar aquí para referirme a él ulteriormente. [54066] Cuando el hábito del análisis racional de los problemas diarios de la vida y del comportamiento racional con relación a los mismos está suficientemente desarrollado, reacciona sobre la masa de las ideas colectivas y las somete a crítica y, en cierto grado, las "racionaliza", planteándose preguntas tales como por qué tiene que haber reyes y pontífices o subordinación o diezmos o propiedad. [54067] Incidentalmente, es importante observar que, aunque la mayoría de nosotros consideraríamos tal actitud crítica como síntoma de un estadio superior de desarrollo espiritual, este juicio de valor no está confirmado necesariamente y en todos los sentidos por la experiencia. [54068] La actitud racionalista puede actuar con una información y una técnica tan inadecuadas que las acciones a que da lugar, especialmente una tendencia general a la admiración de las prácticas médicas, pueden parecer, a un observador de un período posterior, de valor inferior, incluso desde un punto de vista puramente intelectual, a las acciones y tendencias antimedicinales asociadas a actitudes que la mayoría de los contemporáneos se siente inclinada a atribuir únicamente a los superdotados. [54069] Una gran parte del pensamiento político de los siglos XVII y XVIII ilustra esta verdad siempre olvidada. [54071] Ahora bien: la actitud racional penetra, probablemente, en el espíritu humano ante todo a causa de la necesidad económica; a la tarea económica de cada día es a la que nosotros, como raza, debemos nuestra capacitación elemental en el pensamiento y en la conducta racionales, y yo no vacilo en decir que toda la lógica se deriva del modelo de la decisión económica, para usar una frase favorita mía, que el modelo económico es la matriz de la lógica. [54072] Esto parece plausible por la siguiente razón. [54073] Supongamos que un "salvaje" usa la máquina más elemental de todas, ya apreciada por nuestros primos los gorilas, un bastón, y que este bastón se rompe en sus manos. [54074] Si él trata de remediar el daño recitando una fórmula mágica (podría, por ejemplo, murmurar "oferta y demanda" o "planificación y dirección", en la esperanza de que, si repetía esto exactamente nueve veces, volverían a unirse los dos fragmentos), entonces está dentro del recinto del pensamiento pre-racional. [54075] Si él procura descubrir el mejor procedimiento para unir los dos fragmentos o de conseguir otro bastón entonces actúa racionalmente en nuestro sentido. [54076] Ambas actitudes son posibles, naturalmente. [54077] Pero es evidente que en ésta, como en casi todas las demás acciones económicas, el fracaso operativo de una fórmula mágica será mucho más manifiesto que cualquier fracaso de una fórmula que había de hacer a nuestro hombre victorioso en el combate o afortunado en el amor o descargue su conciencia del peso de un remordimiento. [54078] Esto es debido a la precisión inexorable y, en la mayoría de los casos, al carácter cuantitativo que distingue lo económico de los demás sectores de la actividad humana y tal vez también a la monotonía y falta de emoción de la interminable repetición de las necesidades económicas y su satisfacción. [54079] Una vez forjado el hábito, se extiende a las demás esferas de actividad, bajo la influencia pedagógica de las experiencias favorables, y en ellas abre también los ojos a los hombres para esta cosa prodigiosa que es el Hecho. [54081] Otro tanto ocurre con el móvil del lucro y del interés personal. [54082] El hombre pre-capitalista no es, en realidad, menos "rapaz" que el hombre capitalista. [54083] Los campesinos siervos, por ejemplo, o los señores feudales, afirman su autointerés con una energía brutal completamente peculiar. [54084] Pero el capitalismo desarrolla la racionalidad del comportamiento y le añade un nuevo filo de dos maneras ligadas entre sí. [54085] Primeramente exalta la unidad monetaria, que no es creación del capitalismo, a la dignidad de una unidad contable. [54086] Es decir, la práctica capitalista convierte la unidad de dinero en un instrumento de cálculo racional del costo-beneficio, con el que construye el grandioso monumento de la contabilidad por partido doble. [54087] Sin entrar en esta cuestión tenemos que observar que el cálculo del costobeneficio, originariamente un producto de la evolución hacia la racionalidad económica, reacciona, a su vez, sobre esta racionalidad; al cristalizar y definir de una manera numérica, da un impulso poderoso a la lógica de la empresa. [54088] Y así definido y cuantificado en el sector económico este tipo de lógica o método de comportamiento comienza entonces su carrera de conquistas, subyugando -racionalizando- las herramientas y las filosofías del hombre, sus prácticas médicas, su imagen del cosmos, su visión de la vida; en realidad, todo, incluso su concepto de belleza y de justicia y sus ambiciones espirituales. [54089] En este respecto, es altamente significativo que la ciencia matemático-experimental moderna se ha desarrollado, en los siglos XV, XVI y XVII, no sólo paralelamente al proceso social que usualmente se denomina nacimiento del capitalismo, sino también fuera de la fortaleza del pensamiento escolástico y haciendo frente a su desdeñosa hostilidad. [54091] Los inventos mecánicos utilitarios, descubiertos por el hombre de tipo artesano, surgieron en los orígenes de la física moderna. [54092] El rudo individualismo de Galileo era el individualismo de la naciente clase capitalista. [54093] El cirujano comenzó a elevarse por encima de la comadrona y del barbero. [54094] El artista, que era a la vez ingeniero y empresario -el tipo inmortalizado por hombres como Vinci, Alberti, Cellini; incluso Durero se dedicó a planos para fortificaciones- ilustra mejor que nada lo que quiero expresar. [54095] Al maldecir de todo esto los profesores escolásticos de las universidades italianas mostraban más sentido del que nosotros les atribuimos. [54096] La inquietud no era por las afirmaciones heterodoxas singulares. [54097] A cualquier escolástico capacitado podía creérsele capaz de enrollar sus textos de manera que se adaptasen al sistema de Copérnico. [54098] Pero aquellos profesores percibían, con muy buen sentido, el espíritu que había detrás de tales hechos: el espíritu del individualismo racionalista, el espíritu engendrado por el capitalismo naciente. [54099] En segundo lugar, el capitalismo naciente ha producido no sólo la actitud mental de la ciencia moderna, actitud que consiste en plantearse ciertas interrogantes y procurar contestarlas de una manera determinada, sino que ha creado también los hombres y los medios. [54101] La vida económica pre-capitalista no dejaba espacio para realizaciones que permitiesen franquear las barreras de clase o, para expresarlo de una manera diferente, que fuesen susceptibles de crear posiciones sociales comparables a las de los miembros de las clases entonces dominantes. [54102] No es que se impidiese el ascenso social en general. [54103] Pero la actividad económica, hablando en términos amplios, era de índole esencialmente subalterna, incluso en el caso de los artesanos que alcanzaban la cumbre de las corporaciones, por encima de las cuales apenas les era posible elevarse. [54104] Las avenidas principales para el ascenso social y las grandes ganancias las constituían la Iglesia -casi tan accesible como ahora durante todo la Edad Media-, a la que podemos añadir las cancillerías de los grandes magnates territoriales y la jerarquía de los señores feudales, completamente accesible hasta mediados del siglo XII, aproximadamente, para todo hombre calificado física y psíquicamente y no totalmente inaccesible después. [54105] Sólo cuando la empresa capitalista -en un principio comercial y financiera; después, minera, y, finalmente, industrial- desplegó sus posibilidades, es cuando la capacidad y la ambición supernormales comenzaron a convertir los negocios en una tercera avenida. [54106] El éxito fue rápido y manifiesto, pero se ha exagerado mucho el prestigio social que llevaba consigo al principio. [54107] Si examinamos de cerca la carrera de Jacob Fugger, por ejemplo, o la de Agostino Chigi, comprobamos fácilmente que tuvieron muy poco que ver con el rumbo de la política de Carlos V o del Papa León X y que tuvieron que pagar un precio muy elevado por los privilegios de que disfrutaron. [54108] No obstante, el éxito del empresario era lo suficientemente fascinador para todos, excepto para los estratos más elevados de la sociedad feudal, para arrastrar a la mayoría de los mejores cerebros y engendrar así un nuevo éxito, consistente en un nuevo impulso para la máquina racionalista. [54109] En este sentido, el capitalismo -y no meramente la actividad económica en general- ha constituido, en definitiva, la fuerza propulsora de la racionalización del comportamiento humano. [54111] a que tenía que conducir este argumento complejo, pero insuficiente, a pesar de todo. [54112] No sólo la fábrica mecanizada moderna y el volumen de producción que fluye de ella, no sólo la técnica y la organización económica modernas, sino todos los rasgos y conquistas de la civilización moderna, son, directa o indirectamente, producto del proceso capitalista, y hay que incluirlos en todo balance del mismo y tenerlos en cuenta en todo veredicto acerca de sus hazañas o fechorías. [54113] Ahí están el desarrollo de la ciencia racional y la larga lista de sus aplicaciones. [54114] Aeroplanos, refrigeradores, televisión, etcétera; todo esto hay que reconocerlo como fruto de la economía de lucro. [54115] Y aunque el hospital moderno no funciona, por lo general, por el lucro, es, no obstante, producto del capitalismo no sólo -repito- porque el proceso capitalista aporta los medios materiales y la voluntad creadora, sino mucho más fundamentalmente porque la racionalidad capitalista ha creado los hábitos mentales gracias a los cuales se han desarrollado los métodos aplicados en los hospitales. [54116] Y las victorias -aún no ganadas plenamente, pero que se aproximan a ello- sobre el cáncer, la sífilis y la tuberculosis serán conquistas tan capitalistas como lo han sido los automóviles o los oleoductos o el acero Bessmer. [54117] En el caso de la medicina, detrás de los métodos hay una profesión capitalista, tanto porque la medicina actúa, en una gran medida, con un espíritu mercantil, como porque constituye una emulsión de burguesía industrial y comercial. [54118] Pero aun cuando no fuera así, la medicina y la higiene modernas serían, con todo, subproductos del proceso capitalista, exactamente igual que la educación moderna. [54119] Ahí está el arte capitalista y el estilo de vida capitalista. [54121] Y ahí están las experiencias de Vinci para los que dudan y quieren, por así decirlo, tocar con las yemas de sus dedos la racionalidad capitalista. [54122] Estoy seguro de que si esta línea se prolongara nos llevaría (aunque tal vez forzados) al contraste entre Delacroix e Ingres. [54123] Henos allí ya: Cézanne, Van Gogh, Picasso o Matisse harán el resto. [54124] La liquidación expresionista de las formas objetivas nos ofrece una conclusión maravillosamente lógica. [54125] La historia de la novela capitalista (que culmina en la novela de Goncourt: "Documents stylisés") sería un ejemplo aún mejor. [54126] Pero esto es obvio. [54127] La evolución del estilo de vida capitalista podría describirse fácilmente -y tal vez de la manera más exacta- trazando la génesis del traje de calle moderno. [54128] Ahí está, finalmente, todo lo que puede agruparse en torno al núcleo simbólico del liberalismo gladstoniano. [54129] La expresión "democracia individualista" sería igualmente apropiada mejor, en realidad, puesto que queremos abarcar con ella ciertos elementos que Gladstone no habría aprobado y una actitud moral y espiritual que, atrincherado en la ciudadela de su fe, incluso odiaba. [54131] Los radicales pueden insistir en que las masas claman por la salvación de sufrimientos intolerables y hacen crujir sus cadenas en las tinieblas de la desesperación; pero nunca hubo, por supuesto, tanta libertad personal -espiritual y corporal- para todos; nunca hubo tan buen ánimo para tolerar e incluso para financiar a los enemigos mortales de la clase dominante; nunca hubo una simpatía tan efectiva por los sufrimientos reales y fingidos; nunca tan buena disposición para aceptar cargas sociales como en la moderna sociedad capitalista, y todo lo que haya de democracia, fuera de las comunidades rurales, se ha desarrollado históricamente en la estela del capitalismo, tanto antiguo como moderno. [54132] Nuevamente pueden ser alegados multitud de hechos del pasado para elaborar un contraargumento que había de ser eficaz, pero esto es irrelevante en una discusión sobre las condiciones actuales y las alternativas que se ofrecen para el futuro. [54133] Si, no obstante, decidimos entregarnos a una disquisición histórica, muchos de aquellos hechos que a los críticos radicales pueden parecer los más favorables para su tesis pueden tener, a menudo, un aspecto diferente, si se ven a la luz de una comparación con los hechos correspondientes de la experiencia pre-capitalista. [54134] Y no puede replicarse que "aquellos eran otros tiempos", ya que ha sido precisamente la evolución capitalista la que los ha hecho diferentes. [54135] Dos puntos hay que mencionar especialmente. [54136] He indicado antes que la legislación social o, de una manera más general, las reformas institucionales en favor de las masas, no ha sido simplemente una carga impuesta por la fuerza a la sociedad capitalista por la necesidad ineludible de aligerar la miseria siempre creciente de los pobres, sino que, además de elevar el nivel de las masas en virtud de sus efectos automáticos, el proceso capitalista ha proporcionado también los medios materiales "y la voluntad" para dicha legislación. [54137] Las palabras entre comillas requieren una explicación complementaria que hay que buscarla en el principio de la racionalidad generalizadora. [54138] El proceso capitalista racionaliza el comportamiento y las ideas, y, al racionalizarlos, ahuyenta de nuestra mente, al mismo tiempo que las creencias metafísicas, las ideas místicas y románticas de toda índole. [54139] Así, pues, da una nueva configuración no sólo a los métodos propios para alcanzar nuestros objetivos, sino también estos mismos objetivos finales. [54141] Por una parte, nuestro sentido heredado del deber, privado de su base tradicional, se concentra sobre ideas utilitarias relativas al mejoramiento de la Humanidad, las cuales, de un modo completamente ilógico, por supuesto, parecen resistir a la crítica racionalista mejor que el temor a Dios, por ejemplo. [54142] Por otra parte, la misma racionalización del alma quita a los derechos de clase toda la aureola de su prestigio supraempírico. [54143] Tales son los factores que, juntamente con el entusiasmo típicamente capitalista por la "eficacia" y el "servicio" (en un sentido completamente diferente del mundo de ideas que el antiguo caballero típico habría asociado con estos términos), nutren esa "voluntad" dentro de la burguesía misma. [54144] El feminismo, fenómeno esencialmente capitalista, ilustra esta tesis con mayor claridad todavía. [54145] El lector se dará cuenta de que estas tendencias tienen que ser entendidas "objetivamente" y que, por consiguiente, por múltiples que sean las declamaciones antifeministas o antirreformistas o por mucha oposición temporal que se haga a alguna medida particular, no podrían probar nada contra este análisis. [54146] Estas cosas son precisamente síntomas de las tendencias que pretenden combatir. [54147] Sobre esto volveremos en los capítulos siguientes. [54148] Además, la civilización capitalista es racionalista y "antiheroica"; las dos cosas a la vez, por supuesto. [54149] El éxito en la industria y en el comercio requiere bastante perseverancia; no obstante, la actividad industrial y comercial es esencialmente inheroica en el sentido caballeresco -nada de blandir espadas en torno a ella ni de proezas físicas ni oportunidades de galopar sobre un caballo armado contra el enemigo, con preferencia hereje o pagano-, y la ideología que glorifica la idea del combate por el combate y de la victoria por la victoria se marchita, como puede comprenderse, en las oficinas, entre todas las columnas de cifras de los hombres de negocios. [54151] Es cierto que el pacifismo y la moralidad internacional (en oposición a la mayoría de los rasgos de la civilización capitalista, pero en concordancia con algunos otros) han sido también defendidos en medios no capitalistas y por organismos precapitalistas: la Iglesia Católica, por ejemplo, en la Edad Media. [54152] El pacifismo y la moralidad internacional modernos son, no obstante, productos del capitalismo. [54153] En vista del hecho de que la teoría marxista -especialmente la teoría neo-marxista e incluso una parte considerable de la opinión no socialista- se opone con todo vigor a esta afirmación, como hemos visto en la primera parte de este libro, es necesario indicar que con dicha afirmación no queremos negar que muchas burguesías han realizado una espléndida lucha en defensa de sus hogares y sus patrias ni que ciertas comunidades, casi puramente burguesas, han sido frecuentemente agresoras cuando creían que la guerra les resultaría lucrativa -como es el caso de Atenas y Venecia-, ni que a ninguna burguesía le hayan disgustado alguna vez los botines de guerra y las ventajas para el comercio derivadas de la conquista, ni que las burguesías hayan rehusado adoctrinarse en nacionalismos guerreros por sus maestros o caudillos feudales o por la propaganda de algún grupo especialmente interesado. [54154] Lo que yo afirmo es, en primer lugar, que tales ejemplos de combatividad capitalista no deben ser explicados, exclusiva o primordialmente, en términos de intereses de clase o de situaciones de clase que engendran sistemáticamente guerras capitalistas de conquista, como explica el marxismo; en segundo lugar, que hay una diferencia profunda entre hacer lo que se considera una tarea normal de la vida, para la que uno se prepara desde la juventud y se continúa capacitando en la edad madura, y con referencia a la cual definen el éxito o el fracaso de una vida, y cumplir una tarea ajena a uno mismo, para lo cual no resultan adecuadas las actitudes normales ni la mentalidad propias y cuyo éxito aumentaría el prestigio de la menos burguesa de las profesiones, es decir, la de las armas, y, en tercer lugar, que esta diferencia habla constantemente -tanto en las cuestiones internacionales como en las nacionales- contra el uso de la fuerza militar y en pro de los arreglos pacíficos, incluso cuando el saldo de interés pecuniario está claramente del lado de la guerra, lo cual no es muy probable que ocurra en las circunstancias actuales. [54155] De hecho, cuanto más plenamente capitalista son la estructura y la actitud de una nación, más pacifista observamos que es y más inclinada a calcular los costos de una guerra. [54156] Dada la complejidad de todo modelo singular esta tesis solamente podría ser explicada plenamente mediante un análisis histórico detallado. [54157] Pero la actitud burguesa en cuanto a lo militar (ejércitos permanentes), el espíritu y los métodos con que las sociedades burguesas hacen la guerra y la facilidad con que se someten a una ordenación no burguesa, en cualquier caso serio de guerra prolongada, son hechos concluyentes por sí mismos. [54158] La teoría marxista según la cual el imperialismo es la última etapa de la evolución capitalista falla, por consiguiente, independientemente por completo de las objeciones puramente económicas. [54159] Pero no voy a hacer un resumen como, probablemente, espera de mí el lector. [54161] No voy a argumentar que esta prestación y esta promesa bastan por sí para servir de apoyo a una tesis según la cual se debía permitir al sistema capitalista que continuase funcionando, y, al mismo tiempo, como podría fácilmente demostrarse, descargar a la Humanidad del pesado fardo de la pobreza. [54162] Esto no tendría sentido. [54163] Aun cuando la Humanidad tuviese tanta libertad de elección como la que tiene un empresario para elegir entre dos piezas de una maquinaria, ningún juicio de valor determinado se sigue necesariamente de los hechos y de las relaciones entre los hechos que yo he tratado de poner en claro. [54164] Por lo que se refiere a la prestación económica no se sigue que los hombres sean "más felices" o "se encuentren más a gusto" en la sociedad industrial de hoy que en un feudo o en una aldea medieval. [54165] En cuanto a la prestación cultural, puede aceptarse cada una de las palabras que yo he escrito y, no obstante, odiarse desde el fondo del propio corazón su utilitarismo y la completa destrucción de valores espirituales que lleva consigo. [54166] Además, como tendré que subrayar de nuevo en la discusión de la alternativa socialista, uno puede interesarse menos por la eficiencia del sistema capitalista para producir valores económicos y culturales que por la especie de seres humanos configurados por el capitalismo y dejados después abandonados a sus propios recursos, es decir, en libertad para estropear sus vidas. [54167] Hay un tipo de radicales cuyo veredicto adverso acerca de la civilización capitalista no descansa sino en la estupidez, la ignorancia o la irresponsabilidad, que no puede o no quiere reconocer los hechos más obvios y mucho menos sus consecuencias ulteriores. [54168] Pero también colocándose sobre un plano más elevado puede llegarse a un veredicto completamente adverso. [54169] Sin embargo, ya sean favorables o desfavorables los juicios valorativos acerca de la prestación capitalista su interés es escaso, pues la Humanidad no tiene libertad de elección. [54171] Los fenómenos económicos resultantes impelen a los individuos y a los grupos a comportarse, quieran a no, de ciertas maneras, en realidad, no destruyendo su libertad de elección, sino configurando las mentalidades que realizan la elección y reduciendo el número de posibilidades entre las cuales elegir. [54172] Si esto es la quintaesencia del marxismo todos tenemos que ser marxistas. [54173] En consecuencia, la prestación capitalista no sirve siquiera para una prognosis. [54174] La mayoría de las civilizaciones han desaparecido antes de que hayan tenido tiempo de cumplir totalmente sus promesas. [54175] Por ello no voy a argumentar, basándome en el vigor de esta prestación, que el intermezzo capitalista tenga probabilidades de prolongarse. [54176] En realidad, voy ahora a llegar a la conclusión exactamente opuesta. [54177] Este tipo de investigación se remonta a muy atrás. [54178] Pero creo que debería computarse una nueva etapa de la misma a partir de las obras de Lucien Lévy-Bruhl. [54179] Véase especialmente sus Fonctions mentales dans les sociétés inférieures (1909) y Le surnaturel et la nature dans le mentalité primitive (1931). [54181] Para nosotros Lévy-Bruhl es una autoridad especialmente utilizable porque comparte plenamente nuestra tesis -de hecho su obra parte de ella- de que las funciones "ejecutivas" del pensamiento y la estructura mental del hombre están determinadas, en parte al menos, por la estructura de la sociedad dentro de la cual se desenvuelven. [54182] Carece de importancia que, en el caso de Lévy-Bruhl, este principio proceda no de Marx, sino de Comte. [54183] Un amable crítico, refiriéndose al párrafo anterior, me hace el reproche de que no es posible que yo crea lo que en él se dice, pues en tal caso debería considerar la "fuerza" del físico como una fórmula mágica. [54184] Ahora bien: esto es precisamente lo que pienso, a menos que se convenga en atribuir al término "fuerza" un significado meramente formal, un nombre para designar la constante que multiplica a la segunda derivada, respecto al tiempo, del desplazamiento. [54185] Esta frase kantiana ha sido elegida para prevenirnos contra una objeción manifiesta. [54186] La importancia de este elemento ha sido subrayada por Sombart y more suo supersubrayada. [54187] La contabilidad por partida doble ha sido la última etapa de un camino largo y tortuoso. [54188] Su predecesor inmediato era la costumbre de hacer, de cuando en cuando, un inventario y calcular el beneficio o la pérdida; véase A. [54189] Sapori, en Biblioteca Storica Toscana, VII, 1932. [54191] Para la historia y la sociología del Estado es un hecho vital observar que la contabilidad racional no se introdujo en la administración de los fondos públicos hasta el siglo XVIII y que aun entonces se introdujo de una manera imperfecta, bajo la forma rudimentaria de la contabilidad "cameralista". [54192] Estamos demasiado inclinados a considerar la estructura social medieval como estática o rígida. [54193] En realidad, hubo una incesante circulation des aristocraties, para usar la expresión de Pareto. [54194] Los elementos que componían el estrato superior alrededor del 900 habían desaparecido prácticamente en 1500. [54195] Los Médicis no constituyen realmente una excepción. [54196] Pues aunque su riqueza les ayudó a adquirir el dominio de la república de Florencia, fue ese dominio y no la riqueza per se lo que explica el papel desempeñado por la familia. [54197] En todo caso fueron los únicos comerciantes que llegaron a elevarse hasta colocarse en un pie de igualdad con el estrato superior del mundo feudal. [54198] Excepciones auténticas solamente las encontramos allí donde la evolución capitalista creó un medio propicio o rompió por completo el estrato feudal, como, por ejemplo, en Venecia y en los Países Bajos. [54199] Inmediata, porque el análisis contenido en las últimas páginas ha de sernos de utilidad para otros propósitos. [54201] Incluso Marx, en cuya época las acusaciones de esta clase no eran ni con mucho tan absurdas como hoy, consideró conveniente reforzar su defensa insistiendo hasta la pesadez sobre condiciones que ya entonces estaban superadas o francamente en trance de desaparecer. [54202] EL PLAN BÁSICO SOCIALISTA [54203] En primer término, tenemos que ver si hay o no algo incoherente en la pura lógica de una economía socialista. [54204] Pues aunque ninguna prueba de la solidez de esta lógica convertirá nunca a nadie al socialismo ni de hecho permitirá afirmar con seguridad que el socialismo es una proposición practicable, una prueba de una incoherencia lógica o incluso un fracaso de una tentativa de probar su incoherencia lógica, bastaría por sí para convencernos del absurdo que supone. [54205] Nuestra pregunta puede formularse, de un modo más preciso, como sigue: dado un sistema socialista de la especie considerada, ¿es posible deducir únicamente de sus datos y de los principios de su comportamiento racional decisiones determinadas relativas a qué producir y cómo producir? O, para expresar esto mismo en el lenguaje de los economistas matemáticos, ¿conducen estos datos y principios, en las condiciones de una economía socialista, a ecuaciones que sean independientes, compatibles -esto es, libres de contradicción- y suficientes en número para determinar unívocamente las incógnitas del problema ante la oficina central o ministerio de producción? [54206] La respuesta es afirmativa. [54207] No hay nada incoherente en la pura lógica del socialismo. [54208] Y esto es tan evidente que no se me habría ocurrido insistir en ello si no fuese por el hecho de que ha sido negado y por el hecho aún más curioso de que los socialistas ortodoxos no han sido capaces de dar una respuesta afirmativa, con exigencias científicas suficientes, hasta que han sido aleccionados por economistas de opiniones y simpatías marcadamente burguesas. [54209] La única autoridad digna de mención que sostiene una negativa es el profesor L. von Mises. [54211] A esta y a otras críticas semejantes, o tal vez a algunas dudas propias, los exponentes acreditados de la ortodoxia socialista no tenían en un principio mucho que oponer, a no ser el argumento de que la gerencia socialista podría partir del sistema de valores desarrollado por su predecesora capitalista (lo cual es, sin duda, importante para una discusión de las dificultades prácticas, pero no para la de la cuestión de principio) o entonar un himno de alabanza a las glorias milagrosas de su paraíso, en el que sería fácil prescindir de todas las supercherías capitalistas, tales como la racionalidad del costo, y en el que todos los problemas los resolverían los camaradas ayudándose con los dones que fluyen inagotablemente de los almacenes sociales. [54212] Pero esto significa aceptar la crítica de Von Mises, y algunos socialistas parecen aceptarla, efectivamente, incluso hoy. [54213] El economista que resolvió la cuestión de una manera que dejó poco por hacer, aparte de la elaboración y aclaración de puntos de importancia secundaria, fue Enrico Barone, a cuya argumentación remito a los lectores que deseen una demostración rigurosa. [54214] Aquí bastará con un breve bosquejo de su tesis. [54215] Desde el punto de vista de los economistas la producción -incluyendo el transporte y todas las operaciones que tienden a poner las mercancías en condiciones de venta- no es más que la combinación racional de los "factores" existentes dentro de los límites impuestos por las condiciones técnicas. [54216] En una sociedad mercantil la tarea de combinar estos factores supone comprarlos o alquilarlos y las rentas individuales que caracterizan tal sociedad se originan precisamente en este proceso de compra o alquiler. [54217] Es decir, la producción y la "distribución" del producto social no son sino aspectos diferentes de un mismo proceso que afecta simultáneamente a estos dos fenómenos. [54218] Ahora bien: la diferencia lógica -o puramente teórica- más importante entre una economía mercantil y una economía socialista es que en la última esto ya no es así. [54219] Como prima facie, los medios de producción no son evaluados por un mercado, y, lo que es aún más importante, como los principios de una sociedad socialista no permitirán convertir estos valores en criterio de distribución, aun cuando existiesen, en una sociedad socialista falta el automatismo distributivo de la sociedad mercantil. [54221] La distribución se convierte así en una operación peculiar, y, lógicamente al menos, totalmente separada de la producción. [54222] Esta decisión o acto político tendría que ser el resultado del carácter económico y cultural de la sociedad, de su comportamiento, de sus fines y de sus realizaciones, y, a su vez, determinaría todo esto en gran medida; pero, desde el punto de vista económico, tendría un carácter completamente arbitrario. [54223] Como se ha señalado antes, la comunidad puede adoptar una norma igualitaria -y esto en cualquiera de los muchos significados que se pueden atribuir a los ideales igualitarios- o admitir desigualdades hasta el grado que se desee. [54224] Incluso podría aceptarse organizar la distribución con vistas a producir una prestación máxima en cualquier dirección deseada, caso especialmente interesante. [54225] Puede estudiar los deseos de los camaradas individuales o resolver darles lo que una u otra autoridad crea lo mejor para ellos; el tópico "a cada uno según sus necesidades", puede tener uno de estos dos significados. [54226] Pero alguna norma tiene que ser establecida. [54227] Para nuestro propósito será suficiente considerar un caso muy especial. [54228] Supongamos que la convicción ética de nuestra comunidad socialista es plenamente igualitaria, pero que al mismo tiempo prescribe que los camaradas deben tener libertad para elegir lo que les plazca entre todos los bienes de consumo que el ministerio puede y quiere producir, ya que la comunidad puede rehusar, por supuesto, producir ciertas mercancías, como, por ejemplo, las bebidas alcohólicas. [54229] Supongamos, además, que el ideal igualitario particular adoptado se satisface entregando a cada persona -los niños y posiblemente otros individuos pueden computarse como fracciones de persona por decidirlo así la autoridad competente- un resguardo que represente su derecho a una cierta cantidad de bienes de consumo equivalente al cociente de dividir el producto social disponible en el período de cómputo en curso entre el número de pretensores, siendo anulados todos estos resguardos al final de tal período. [54231] La finalidad de estos resguardos es tan sólo evitar una masa compleja e innecesaria de actos de cambio que en otro caso habría de tener lugar entre los camaradas; por ello expresamos las pretensiones no en bienes, sino en cantidades de unidades convenientemente elegidas, pero sin un significado concreto -podemos llamarlas simplemente unidades, o lunas, o soles, o incluso dólares-, y regulamos las unidades de cada mercancía que hay que entregar al recibo de un número determinado de resguardos. [54232] En nuestras hipótesis los "precios" marcados por los almacenes sociales tendrían siempre que cumplir la condición de que cada uno de ellos, multiplicado por la cantidad existente de la mercancías a que se refiere, daría por resultado, sumando todos estos productos parciales, el total (de otra forma arbitrario) de los derechos de los camaradas. [54233] Pero el ministerio no necesita fijar los "precios" singulares, excepto mediante sugerencias iniciales. [54234] Dados gustos y "rentas en dólares" iguales los camaradas revelarán por su reacción ante estas sugerencias iniciales a qué precios estarían dispuestos a adquirir la totalidad del producto social, aparte de aquellos artículos que no interesan a nadie, y el ministerio debería entonces aceptar esos precios si deseaba vender las existencias de sus almacenes. [54235] Esto se hará de un modo conveniente y el principio de iguales participaciones se llevará a cabo en un sentido muy plausible y de una manera determinada con toda claridad. [54236] Pero esto presupone, naturalmente, que se ha producido ya una cantidad determinada de cada artículo. [54237] El problema auténtico, cuya resolubilidad ha sido negada, consiste precisamente en descubrir cómo puede realizarse racionalmente esta producción prevista, esto es, de una manera que dé por resultado una máxima satisfacción de los consumidores, [54238] dentro de los límites impuestos por los recursos disponibles, las posibilidades técnicas y demás condiciones del medio exterior. [54239] Pero es evidente que una decisión sobre el plan de producción tomada por un voto de mayoría de los camaradas, por ejemplo, dejaría en absoluto de cumplir este requisito, [54241] Sin embargo, es igualmente claro que la racionalidad económica en este sentido puede lograrse de otra manera. [54242] Para los teóricos esta posibilidad resulta de la afirmación elemental de que los consumidores, al evaluar ("demandar") los artículos de consumo, evalúan también, ipso facto, los medios de producción que entran en la producción de estos bienes. [54243] Para el profano la prueba de la posibilidad de un plan racional de producción en nuestra sociedad socialista puede presentarse de la manera siguiente: [54244] Para facilitar las cosas supondremos que los medios de producción existen en cantidades dadas y, por el momento, inalterables. [54245] Supongamos ahora que la oficina central se convierte en una comisión para una industria particular; mejor aún, que establezca para cada industria una autoridad encargada de regir y cooperar con la oficina central, la cual dirige y coordina todos estos gerentes de industria o juntas de gestión. [54246] La oficina central desempeña esta función, asignando las fuerzas de producción -todas las cuales están colocadas bajo su dirección- a estas gerencias de industria, con arreglo a ciertas reglas. [54247] Supongamos que la oficina prescribe que las gerencias de industria pueden tener cualesquiera cantidades de bienes y servicios de producción que decidan solicitar, con sujeción a tres condiciones: 1a., tienen que producir lo más económicamente posible; 2a., se les exige transferir a la oficina central, por cada unidad de bienes de producción o servicios de producción solicitados, un número determinado de los dólares de consumo que han adquirido mediante entregas anteriores de bienes de consumo, o, como también podríamos decir, la oficina central se declara dispuesta a "vender" a cualquier gerencia de industria cantidades ilimitadas de bienes de producción y de servicios de producción a los "precios" establecidos; 3a., se exige a las gerencias solicitar y utilizar las cantidades que puedan utilizar (y no menos), siempre que produzcan de la manera más económica, sin tener que "vender" ninguna parte de sus productos por menos "dólares" de los que tienen que transferir a la oficina central por las cantidades correspondientes a medios de producción. [54248] En un lenguaje más técnico, esta condición significa que la producción de todas las ramas debe alcanzar un volumen tal que los "precios" resulten iguales (no simplemente proporcionales) a los costos marginales. [54249] La tarea de cada junta de industria queda así determinada con toda claridad. [54251] En cierto sentido estos "precios" de los factores de producción, a diferencia de los "precios" de los bienes de consumo, serían fijados unilateralmente por la oficina central. [54252] Sin embargo, también puede decirse que los gerentes de industria despliegan una demanda claramente determinada de bienes de producción muy semejante a la que formulan los consumidores respecto de los bienes de consumo. [54253] Para completar nuestra prueba lo único que nos falta descubrir es una regla para esta actividad fijadora de precios de la oficina central que esté de conformidad con el criterio del máximo. [54254] Pero esta regla está a la vista. [54255] La junta no tiene más que establecer un solo precio para cada especie y calidad de bienes de producción (si la junta discrimina, esto es, carga diferentes precios para artículos de la misma especie y calidad a las diferentes gerencias tal discriminación tendría que ser justificada, por lo general, [54256] por razones no económicas) y que procurar que ese precio "deje vacío el mercado", esto es, que no queden en sus manos cantidades de bienes de producción sin utilizar ni sean demandadas cantidades adicionales a esos "precios". [54257] Esta regla bastará normalmente para asegurar un cálculo racional del costo y, por tanto, una asignación económicamente racional de las fuerzas de producción -pues lo primero no es más que un método para asegurar y comprobar la segunda y, por tanto, la racionalidad del plan de producción en las sociedades socialistas-. [54258] La demostración de este aserto resulta de la consideración del hecho de que, en tanto que se observe esta regla, ningún elemento de la producción puede desviarse hacia otra rama de la producción sin causar la destrucción de tantos (o más) valores de consumo (expresados en términos de dólares de consumo) que los que dicho elemento crearía en su nuevo empleo. [54259] Esto equivale a decir que la producción se lleva, en todas las direcciones que permiten las condiciones generales del medio exterior a la sociedad, hasta donde pueda llevarse racionalmente y no más allá, y esto completa también nuestra defensa de la racionalidad de la planificación socialista en un proceso estacionario de vida económica en el que todo está correctamente previsto y se repite periódicamente y en el que no sucede nada que eche abajo el plan. [54261] En la medida en que entra en consideración la lógica económica no puede afirmarse que el socialismo de la especie considerada, aunque teóricamente capaz de desempeñar los cometidos de la administración que se repiten en una economía estacionaria, fracasaría necesariamente en la solución de los problemas planteados por el "progreso". [54262] Ya veremos más adelante por qué es importante, a pesar de todo, para el éxito de una sociedad socialista, que ésta inicie su carrera no sólo dotada lo más ricamente posible, por su predecesora capitalista, en experiencia y procedimientos técnicos, así como en recursos materiales, sino también que la inicie después que la sociedad capitalista haya salido de su infancia, haya realizado el grueso de su labor y se haya aproximado a una situación estacionaria. [54263] Pero la razón para ello no está en que seamos incapaces de concebir un método racional y claramente determinado, cuya aplicación permitiese a la sociedad socialista aprovechar todas las oportunidades de perfeccionamiento de su aparato industrial que se le ofrecieran. [54264] Supongamos que para el proceso de producción de la industria X se ha descubierto una máquina nueva y más eficiente. [54265] A fin de excluir los problemas que trae consigo la financiación de la inversión -que han de ser considerados dentro de poco- y de aislar una serie claramente determinada de fenómenos, supondremos que la nueva máquina puede ser producida por las mismas fábricas que hasta ahora han producido la máquina menos eficiente y al mismo costo exactamente, expresado en términos de fuerza de producción. [54266] La gerencia de la industria X, en cumplimiento de la primera cláusula de sus instrucciones (es decir, la de producir lo más económicamente posible), adoptará la nueva máquina y producirá así la misma cantidad de mercancías con una cantidad menor de medios de producción. [54267] En consecuencia, estará en lo sucesivo en situación de transferir al ministerio u oficina central una cantidad de dólares de consumo menor que la cantidad recibida de los consumidores. [54268] Llamemos como gusten a la diferencia, por ejemplo, D, o "paletada", o "beneficio". [54269] La gerencia violaría, en realidad, la condición impuesta por la tercera cláusula de sus instrucciones si realizase ese "beneficio", y si cumple esta cláusula y produce inmediatamente la cantidad mayor adicional que implica esta condición, no surgirán nunca dichos beneficios. [54271] Si en un momento en que las fuerzas de producción disponibles de la sociedad están plenamente empleadas en la tarea de mantener un nivel dado de consumo se sugiere una mejora -tal como un puente nuevo o un ferrocarril nuevo- que requiera el empleo de factores adicionales, o, como también podremos decir, una inversión adicional, los camaradas deberían o bien trabajar más horas de las que hemos supuesto que se han fijado por la ley o bien restringir su consumo o ambas cosas a la vez. [54272] En este caso, nuestras hipótesis, ideadas para el objeto de resolver el problema fundamental de la manera más simple posible, impiden una solución "automática", esto es, una decisión a la que podrían llegar la oficina central y las gerencias de industria simplemente dejándose guiar de una manera pasiva, por indicaciones objetivas, sin dejar de cumplir las tres reglas. [54273] Pero esta imperfección es, por supuesto, una imperfección de nuestro esquema especial y no de la economía socialista. [54274] Si deseamos obtener tal solución automática no tenemos que hacer más que revocar la ley que invalida todas las pretensiones sobre los artículos de consumo que no se han utilizado durante el período para el que se expidieron, renunciar al principio de la igualdad absoluta de las ventas y conceder facultad a la junta central para ofrecer premios por horas extraordinarias de trabajo y -¿cómo llamarlo?- bien, digamos por el ahorro. [54275] La condición de que las mejoras o inversiones posibles sean emprendidas en tal extensión que la menos tentadora de ellas proporcione un "beneficio" igual a los premios que tienen que ofrecerse para atraer las cantidades de horas de trabajo extraordinarias o de ahorro (o de ambas cosas) necesarias para efectuar esta inversión marginal determina entonces, claramente, todas las nuevas variables que introduce nuestro problema, siempre que las horas extraordinarias de trabajo y el ahorro sean, en los intervalos que hay que tomar en consideración, funciones univalentes de los premios respectivos. [54276] Los "dólares" que se entregan como contravalor de estos premios es conveniente considerarlos como adicionales a los dólares de renta emitidos antes. [54277] No necesitamos detenernos aquí en los reajustes que esto impondría en diversas direcciones. [54278] Pero este argumento acerca de la inversión hace aún más claro que el esquema que hemos considerado como el mejor adaptado a las necesidades de nuestro análisis no es ni el único plan básico posible de una economía socialista ni, necesariamente, el que se recomendaría para una sociedad socialista. [54279] El socialismo no necesita ser igualitario; pero tampoco puede esperarse que una sociedad socialista haya de tolerar un grado de desigualdad de ventas suficientemente acentuado para obtener el tipo de inversión que alcanza la sociedad capitalista en el promedio de las fases cíclicas. [54281] Por consiguiente, si una sociedad socialista desea lograr un tipo de inversión real similar o, incluso, mayor -no lo necesita, por supuesto-, tendrá que recurrir a métodos distintos del ahorro. [54282] Entonces sería plenamente factible una acumulación de beneficios que podrían dejarse materializar en lugar de mantenerlos tan sólo en estado potencial, o como se sugiere más arriba, algo análogo a la creación de crédito. [54283] Sin embargo, sería mucho más conveniente dejar la cuestión a la oficina central y al congreso o parlamento, quienes podrían liquidarla de común acuerdo como parte del presupuesto social; mientras que el voto que recae sobre la parte "automática" de las operaciones económicas de la sociedad sería puramente de carácter formal, o, tal vez, de supervisión, el voto que recae sobre las partidas de inversión -al menos sobre su cuantía- supondría una decisión efectiva y estaría en pie de igualdad con el voto sobre gastos militares, etc. [54284] La coordinación de esta decisión con las decisiones "automáticas" acerca de las cantidades y calidades de bienes de consumo singulares no presentaría dificultades insuperables. [54285] Pero al aceptar esta solución nos apartaríamos del principio básico de nuestro esquema en un punto muy importante. [54286] Otros rasgos de nuestro plan básico pueden ser alterados, incluso, dentro de su cuadro general. [54287] Por ejemplo, yo no he dejado a los camaradas individuales la facultad de decidir cuánto van a trabajar, con una excepción condicional por lo que se refiere a las horas extraordinarias, aunque como votantes y en otros conceptos puedan ejercer tanta influencia sobre esta decisión como la que ejercen sobre la distribución de las rentas, etc. [54288] Tampoco les he dejado más libertad de elección de ocupación que la que la oficina central pueda y quiera concederles, dentro de las exigencias de su plan general. [54289] Esta ordenación puede uno representársela haciendo uso de una analogía con el servicio militar obligatorio. [54291] Pero, en lugar de esto, también podemos dejar a los camaradas individuales la facultad de decidir la cantidad y calidad de trabajo que han de prestar. [54292] La distribución racional de las fuerzas de trabajo tendría, entonces, que ser intentada por medio de un sistema de estímulos, ofreciéndose nuevamente premios, en este caso, no sólo por las horas extraordinarias, sino por todo trabajo, a fin de asegurar, en todas partes, una "oferta" de trabajo de todos los tipos y grados de capacitación apropiados a la estructura de la demanda de los consumidores y al programa de inversión. [54293] Estos premios tendrían que guardar una relación manifiesta con el atractivo o engorro de cada empleo y con la pericia que se necesita tener para desempeñarlo, y, por tanto, también con la escala de salarios de una sociedad capitalista. [54294] Aunque la analogía entre esta escala de salarios y el sistema socialista de premios no debe llevarse demasiado lejos, podríamos hablar, dentro de este sistema, de un "mercado de trabajo". [54295] La inserción de esta pieza del mecanismo modificaría, por supuesto, considerablemente nuestro plan básico. [54296] Pero no afectaría a la determinabilidad del sistema socialista. [54297] Su racionalidad formal se acentuaría, en realidad, todavía con mayor vigor. [54298] Lo mismo ocurriría con el parecido de familia entre la economía mercantil y la economía socialista, que el lector no puede haber dejado de observar a lo largo de nuestro análisis. [54299] Como esta semejanza parece haber complacido a los no socialistas y a algunos socialistas, y haber enojado a otros socialistas, tal vez sea conveniente dejar sentado con toda claridad en qué consiste y a qué es debida. [54301] Al tratar de construir un esquema racional de una economía socialista hemos hecho uso del mecanismo y de los conceptos especificados tradicionalmente por expresiones que nos son familiares por las exposiciones de los procesos y de los problemas de la economía capitalista. [54302] Hemos descrito un mecanismo cuyos resortes se comprenden inmediatamente en cuanto pronunciamos las palabras "mercado", "compra y venta", "competencia", etc. [54303] Al parecer, hemos empleado, o rara vez hemos tratado de no emplear, expresiones de sabor capitalista tales como "precios", "costos", "rentas" e, incluso, "beneficios", mientras que las de "renta de la tierra", "interés", "salarios" y otras, entre ellas la de "dinero", por así decirlo, nos han rondado a cada vuelta de nuestro camino. [54304] Consideremos lo que a la mayoría de los socialistas les parecería, seguramente, uno de los casos peores: el de la "renta" en sentido ricardiano, esto es, en el sentido de rendimiento obtenido por el empleo productivo de las fuerzas de la Naturaleza; por ejemplo, de la "tierra". [54305] Nuestro esquema no puede implicar, evidentemente, que haya que pagar una "renta de la tierra" a ningún terrateniente. [54306] ¿Qué quiere decir entonces? [54307] Simplemente, que toda especie de tierra de riqueza suficiente para satisfacer todas las exigencias de un futuro previsible tiene que ser utilizada económicamente, o destruida racionalmente, exactamente igual que la mano de obra o cualquier otro tipo de fuerzas de producción, y que para este fin tiene que establecerse un índice de rendimiento económico, con el cual tiene que ser comparado todo nuevo uso de la tierra que pueda sugerirse y por medio del cual entra ésta en el proceso de contabilidad social. [54308] De no hacerse tales comparaciones la comunidad se comportaría irracionalmente. [54309] Pero hacerlas no implica ninguna concesión al capitalismo ni al espíritu del capitalismo. [54311] Las "rentas" que hemos asignado inicialmente a los camaradas no son salarios. [54312] En un análisis se vería, efectivamente, que son compuestas de elementos económicos dispares, de los que solamente uno puede ser puesto en conexión con la productividad marginal del trabajo. [54313] Los premios que hemos introducido más adelante presentan más analogía con los salarios de la sociedad capitalista. [54314] Pero el equivalente de estos últimos no existe, en realidad, más que en los libros de la oficina central y consiste de nuevo en un mero índice de referencia, asociado, para los fines de una distribución racional, a cada tipo y grado de capacitación de trabajo; índice del que ha desaparecido todo un haz de significaciones que pertenecen al mundo capitalista. [54315] De pasada podemos observar que, puesto que podemos denominar como nos plazca a las unidades en que dividimos los resguardos representativos de las pretensiones de los camaradas sobre los bienes de consumo, podríamos también llamarlas horas de trabajo. [54316] Y como el número total de estas unidades, dentro de los límites establecidos por la conveniencia no es menos arbitrario, podríamos hacerlo igual al de horas de trabajo efectivamente prestado, ajustando igual las especies y grados de capacitación de trabajo a una calidad tipo, a la manera de Ricardo y de Marx. [54317] Finalmente, nuestra comunidad puede adoptar, lo mismo que otra cualquiera, el principio de que las "rentas" deben ser proporcionales a las horas de trabajo tipo con que contribuye cada camarada. [54318] Entonces tendríamos un sistema de billetes trabajo. [54319] Y lo interesante de ello, prescindiendo de las dificultades técnicas que ahora no nos conciernen, es que tal sistema resultaría completamente practicable. [54321] No es menos evidente que la practicabilidad de tal ordenación no prueba nada en favor de la teoría del valor le trabajo. [54322] Apenas es necesario realizar la misma operación con las nociones de beneficio, interés, precios y costos. [54323] La causa de aquel parecido de familia es ahora claramente visible sin necesidad de realizarla; nuestro socialismo no toma nada del capitalismo, sino que es el capitalismo quien toma mucho de la lógica de la opción, de alcance perfectamente general. [54324] Todo comportamiento racional tiene que mostrar, por supuesto, ciertas semejanzas formales con cualquier otro comportamiento racional, y así sucede que, en la esfera del comportamiento económico, la influencia configuradora de la mera racionalidad va mucho más allá, al menos en lo que se refiere a la teoría pura. [54325] Los conceptos que expresan el sistema de comportamiento racional están, pues, impregnados de todas las significaciones especiales que les da una época histórica y, en la mente del profano, tienden a retener los matices así adquiridos. [54326] Si nuestro conocimiento histórico de los fenómenos económicos hubiese sido adquirido en un mundo socialista nos parecería que, al analizar un proceso capitalista, tomamos concepto del socialismo. [54327] Hasta aquí no hay nada de que puedan congratularse los economistas de mentalidad capitalista por el descubrimiento de que el socialismo no podría utilizar, después de todo, más que los mecanismos y las categorías capitalistas. [54328] Para los socialistas debe haber también muy pocos motivos para poner reparos. [54329] Pues solamente el espíritu más ingenuo puede sentirse desilusionado por el hecho de que el milagro socialista no cree una lógica propia y solamente las más toscas y estúpidas variantes del credo socialista pueden peligrar por una demostración a este efecto, es decir, solamente aquellas variantes con arreglo a las cuales el proceso capitalista no es más que un embrollo feroz sin ninguna lógica ni orden. [54331] Una objeción podría, sin embargo, oponerse a la terminología: puede argumentarse que no es conveniente emplear términos que están cargados de significado que, por ser accidental, no deja de ser muy importante y que no puede esperarse que todo el mundo sepa eliminar. [54332] Además, no debemos olvidar que uno puede aceptar las conclusiones a que hemos llegado acerca de la igualdad esencial de la lógica económica de la producción socialista y la de la producción mercantil y, no obstante, poner objeciones al esquema o modelo particular por medio del cual hemos llegado a las mismas (véase más adelante). [54333] Esto no es todo, sin embargo. [54334] Algunos economistas, tanto socialistas como no socialistas, no sólo han querido, sino que han ansiado reconocer un parecido de familia particularmente fuerte entre una economía mercantil del tipo de competencia perfecta. [54335] Casi podríamos hablar de una escuela del pensamiento socialista que tiende a glorificar la competencia perfecta y a propugnar el socialismo sobre la base que ofrece el único método por el que pueden alcanzarse en el mundo moderno los resultados de la competencia perfecta. [54336] Las ventajas tácticas que pueden conseguirse colocándose en este punto de vista son, en realidad, lo bastante evidentes para explicar una actitud que, a primera vista, parece implicar una amplitud de espíritu sorprendente. [54337] Un socialista capacitado que vea tan claramente como cualquier otro economista toda la debilidad de los argumentos marxistas y populares puede así admitir todo lo que crea que debe admitirse, sin sacrificar en nada sus convicciones, porque lo que admite se refiere a una etapa histórica que (por mucho que haya existido) está seguramente muerta y sepultada; limitando juiciosamente su veredicto condenatorio al caso de las empresas que no están en competencia, puede prestar un apoyo restringido a algunas acusaciones -tales como la de que en el capitalismo moderno la producción está al servicio del lucro y no al del consumo del pueblo- que, de otra forma, serían meramente idiotas, y puede desconcertar y confundir al buen burgués diciéndole que el socialismo no hará más que lo que ellos han deseado siempre en realidad y lo que siempre les han enseñado sus propios ulemas de la economía. [54338] Pero las ventajas de subrayar este parecido de familia no son ya tan grandes para el analista. [54339] Como ya hemos visto, el concepto exangüe de la competencia perfecta, que la teoría económica ha configurado para sus propios fines, gira en torno a la cuestión de si las empresas singulares pueden o no ejercer una influencia, mediante su acción aislada, sobre los precios de sus productos y de sus factores de costo. [54341] Y puede demostrarse que en este caso el efecto masivo de las reacciones pasivas de todas las empresas singulares conducirá a precios de mercado y a volúmenes de producción que mostrarán ciertas propiedades formales similares a las de los índices de significación económica y a los volúmenes de producción de nuestro plan básico para una economía socialista. [54342] Sin embargo, en todo lo que realmente interesa -en los principios que rigen la formación de las rentas, la selección de los dirigentes industriales, la distribución de la iniciativa y la responsabilidad, la definición de éxito y fracaso-, en todo lo que constituye la fisonomía del capitalismo de competencia, el plan básico socialista es lo contrario precisamente de la competencia perfecta y está mucho más alejado de ella que del tipo del capitalismo de gran empresa. [54343] Por consiguiente, aunque yo no creo que a nuestro plan básico puedan ponerse objeciones basadas en que está tomado de la sociedad mercantil o en que desperdicia el santo óleo socialista en ungir ese sistema profano, simpatizo mucho, no obstante, con los socialistas que le ponen objeciones por otras causas. [54344] Es cierto que he indicado que el método para construir un "mercado" de bienes de consumo y para orientar la producción según las indicaciones suministradas por el mismo se aproximará más que ningún otro (más, por ejemplo, que el método de decisión por mayoría de votos) a dar a cada camarada singular lo que necesita -no existe ninguna institución más democrática que un mercado-, y que, en este sentido, dará por resultado un "máximo de satisfacción". [54345] Pero este máximo es, tan sólo, un máximo a corto plazo [54346] y se refiere, además, a los deseos efectivos de los camaradas, tal como los sienten en el momento. [54347] Sólo el socialismo abiertamente de bistec puede contentarse con una meta como ésta. [54348] Yo no puedo condenar a ningún socialista por despreciarla y soñar con nuevas formas culturales para el barro humano, tal vez con un barro nuevo también; si hay alguna promesa auténtica del socialismo, está en esa dirección. [54349] Los socialistas que son de este modo de pensar pueden permitir aún a su comunidad ser conducida por los gustos efectivos de los camaradas en las cuestiones que sólo presentan un aspecto hedonista. [54351] También pueden dejar a los camaradas elegir, como gusten, entre guisantes y judías. [54352] Pueden titubear también respecto a la leche o el whisky y a las drogas y las mejoras domésticas. [54353] Pero no permitirán a los camaradas elegir entre amasar pan y levantar templos, si a esto es a lo que los alemanes llaman de un modo inelegante, pero expresivo, "Kulturmanifestationen", esto es, manifestaciones objetivas de la cultura. [54354] Es necesario, por tanto, preguntarse si, en caso de que lancemos por la borda nuestros "mercados", no lanzaremos también por la borda la racionalidad y la determinabilidad económicas. [54355] La respuesta es obvia. [54356] En ausencia de mercados tendría que haber una autoridad para hacer la evaluación, esto es, para determinar los índices de significación para todos los bienes de consumo. [54357] Siéndole dado un sistema de valores dicha autoridad podría hacer esto de una manera perfectamente determinada, exactamente igual que puede hacerlo un Robinson Crusoe. [54358] Y el resto del proceso de planificación podría, entonces, seguir su curso en condiciones muy semejantes a las de nuestro plan básico originario. [54359] Los resguardos, los precios y las unidades abstractas seguirían sirviendo para los fines de dirección y cálculo de costos, pero dejarían de guardar relación con las rentas disponibles y sus unidades. [54361] Toda especie de socialismo centralista puede, por tanto, salvar con éxito el primer obstáculo -la determinabilidad y la coherencia lógicas de la planificación socialista- y nosotros podemos también salvar el siguiente. [54362] Este consiste en la "imposibilidad práctica" a que parecen ahora inclinados a retirarse la mayoría de los economistas antisocialistas después de haber sufrido una derrota en el terreno puramente lógico. [54363] Afirman que nuestra oficina central habría de enfrentarse con un cometido de una complicación insuperable, [54364] y algunos de ellos añaden que el funcionamiento del orden socialista presupondría una reforma total de las almas o del comportamiento -como prefiramos denominarlo- en la que la experiencia histórica y el sentido común demuestran que no hay ni que pensar. [54365] Aplazando la consideración del último punto podemos fácilmente resolver el primero. [54366] En primer lugar, una ojeada a nuestra solución del problema teórico bastará para convencer al lector de que es eminentemente practicable, es decir, que no sólo establece una posibilidad lógica, sino que, al hacerlo así, muestra los pasos por los que esta posibilidad puede ser realizada en la práctica. [54367] Esto tiene aplicación, aun cuando, para enfrentarnos convenientemente con el problema, exijamos que el plan de producción sea elaborado ab ovo, esto es, sin ninguna experiencia previa en cuanto a las cantidades y valores y sin más base de partida que una inspección de los recursos y procedimientos técnicos disponibles y un conocimiento general de la mentalidad de los camaradas. [54368] Además, hay que tener presente que, en las condiciones modernas, una economía socialista requiere la existencia de una enorme burocracia o, al menos, de unas condiciones sociales favorables para su desarrollo y su funcionamiento. [54369] Este requisito constituye una de las razones por las que los problemas económicos del socialismo no deben ser nunca discutidos sin referencia a situaciones dadas del medio social o a situaciones históricas. [54371] En toda situación normal la burocracia socialista dispondría de información suficiente para permitir evaluar al primer golpe con bastante aproximación las cantidades correctas de producción en las principales ramas de la misma y el resto sería una cuestión de ajustes a fuerza de tanteos metódicos. [54372] De modo que, en este respecto, no hay ninguna diferencia fundamental [54373] entre las economías socialista y mercantil ni en cuanto al problema con que tropiezan los teóricos al demostrar cómo un sistema económico progresa hacia una situación que podría calificarse de "racional" u "óptima" en el sentido de que cumple ciertas condiciones máximas ni en cuanto a los problemas con que los directores de empresa se encuentran en la práctica efectiva. [54374] Si admitimos una experiencia previa de la que partir, como admiten la mayoría de los socialistas y particularmente admitió Karl Kautsky en todo momento, la labor del socialismo se simplifica grandemente, por supuesto, especialmente si se trata de una experiencia del tipo de la gran empresa. [54375] Pero, en segundo lugar, de un nuevo examen de nuestro plan básico se deriva algo más, a saber: la solución de los problemas con que se enfrenta la generación socialista sería no sólo tan posible como la solución práctica de los problemas con que se enfrentan las gerencias mercantiles, sino que sería aún más fácil. [54376] De esto podemos convencernos fácilmente observando que una de las dificultades de la dirección de una gran empresa -la dificultad que absorbe la mayor parte de la energía de un director afortunado- consiste en las incertidumbres que rodean a toda decisión. [54377] Una clase muy importante de éstas consiste, de una parte, en las incertidumbres acerca de la reacción de los competidores efectivos y potenciales, y de otra parte, acerca de cómo va a evolucionar la situación económica general. [54378] Aunque en una comunidad socialista persistirían, indudablemente, incertidumbres de otras clases, estos dos grupos puede esperarse, razonablemente, que desaparezcan casi por completo. [54379] Las gerencias de las industrias y obras socializadas estarían en situación de saber exactamente lo que las demás se proponen hacer y nada les impediría unirse para una acción concertada. [54381] Esto reduciría enormemente la cantidad de trabajo que los cerebros dirigentes tienen que realizar en los talleres, de forma que, para dirigir tal sistema, sería necesaria mucha menos inteligencia de la que se necesita para pilotear un concern de alguna importancia a través de las olas y rompientes del mar capitalista. [54382] Esto basta para confirmar nuestra afirmación. [54383] Más de una docena de economistas habían insinuado la solución antes que Barone. [54384] Entre ellos había autoridades tales como F. von Wieser (Der Natürliche Wert, 1889) y Pareto (Cours d'Economie politique,vol. [54385] II, 1897). [54386] Ambos percibieron el hecho de que la lógica fundamental del comportamiento económico es la misma en la sociedad mercantil que en la sociedad socialista, de cuya similitud se deduce la solución del problema. [54387] Pero Barone, un seguidor de Pareto, fue el primero que la elaboró. [54388] Véase su artículo titulado "II Ministro della Produzione nello Stato Collettivista", en Giornale degli Economisti, 1908. [54389] No es posible ni necesario hacer justicia a la rica cosecha producida por el último trabajo. [54391] Taylor: "The Guidance of Production in a Socialist State", en American Economic Review, marzo, 1929; K. [54392] Tisch: Wirtschaftsrechnung und Verteilung im sozialistischen Gemeinwesen, 1932; H. [54393] Zassenhaus: "Theorie der Planwirtschaft", en Zeitschrift für Nationalokonomie, 1934; especialmente Oskar Lange: "On the Economic Theory of Socialism", en Review of Economic Studies, 1936-7, reeditado como libro por Lange y Taylor, bajo el mismo título, en 1938, y A. [54394] P., Lerner, cuyos artículos citaré en una nota posterior. [54395] Si los teóricos modernos pusiesen objeciones a este giro de la frase permítaseme suplicarles que consideren la cantidad de circunlocuciones completamente innecesarias que supondría emplear un modo de expresión más correcto sin ofrecer en compensación ninguna ventaja para los fines de este argumento. [54396] Esto no quiere decir que este procedimiento no cumpliría los requisitos desde el punto de vista de otra definición de la racionalidad. [54397] No se hace aquí ninguna afirmación derivada de la comparación del sistema discutido con otros sistemas. [54398] Pronto se dirá algo acerca de esto. [54399] Este principio, que se deriva de la lógica general de la elección, no fue universalmente aceptado hasta que lo subrayó Mr. A. P. Lerner y lo defendió en una serie de notas y artículos publicados principalmente en la Review of Economic Studies (también en el Economic Journal, septiembre 1937), que constituyen una contribución importante a la teoría de la economía socialista sobre la que aprovecho esta oportunidad para dirigir la atención del lector. [54401] Pero la relación entre ambas ha sido oscurecida en cierto modo por una confusión de cosas diferentes y requiere una aclaración. [54402] El concepto de costo marginal, que significa el incremento del costo total que hay que soportar si ha de ser aumentada la producción en una pequeña cantidad, permanece indeterminado en tanto que no lo pongamos en relación con un período de tiempo determinado. [54403] Por ejemplo, si la cuestión es de si se ha de transportar o no un viajero adicional en un tren, que ha de realizar su recorrido de todos modos, el costo marginal a considerar podría ser igual a cero, y, en todo caso, es muy pequeño. [54404] Esto puede expresarse diciendo que, desde el punto de vista de un período muy corto -una hora o un día o incluso una semana-, todo elemento de costo, incluso los lubricantes y el carbón, entra prácticamente en los "gastos generales", y que esos gastos generales no entran en el costo marginal. [54405] Pero cuanto más largo sea el período considerado más elementos de costo entran en el costo marginal; en primer lugar, todo lo que se comprende usualmente en la noción de costo "primario" y después, en proporción cada vez mayor, lo que los hombres de negocios llaman gastos generales, hasta que, para un plazo muy largo o desde el punto de vista de la planificación de una unidad industrial aún inexistente, no queda nada (o prácticamente nada) en la categoría de gasto general, y todo elemento de gasto, incluyendo la depreciación, hay que tenerlo en cuenta en el cálculo del costo marginal, siempre que este principio no sea modificado en el caso de algunos factores, tales como el trazado de un ferrocarril, por el hecho técnico de que estos factores solamente puede disponerse de ellos o sólo pueden emplearse en unidades muy grandes ("indivisibilidad"). [54406] Los costos marginales deben ser, por tanto, distinguidos siempre de los costos primarios (marginales). [54407] Ahora bien: nosotros vinculamos a menudo la condición que se discute con el principio de que las gerencias socialistas -exactamente igual que las capitalistas- deberían en todo momento olvidar el pasado si han de obrar racionalmente, es decir, que en sus decisiones no han de tener en cuenta los valores reflejados en los libros de las inversiones existentes. [54408] Pero ésta es solamente una regla de comportamiento a corto plazo en una situación dada. [54409] No quiere decir que estas gerencias deban hacer caso omiso ex ante de aquellos elementos que han de cristalizar en costos fijos o en gastos generales. [54411] Pero tomarlos en consideración implicará, por lo general, igualar los precios al costo total por unidad del producto en tanto que las cosas se desarrollen de conformidad con los planes, y como las excepciones se deben principalmente al obstáculo técnico que se opone a la racionalidad que representa la indivisibilidad o a desviaciones del curso efectivo de las cosas respecto de los planes, la lógica de estos planes no está expresada mal del todo, en definitiva, por el principio de hacer abstracción del pasado. [54412] Aunque en una situación a corto plazo puede ser lo más racional, esta lógica no impone, sin embargo, el funcionamiento de una industria con déficit. [54413] Esta reserva es importante observarla por dos razones. [54414] En primer lugar, porque esto ha sido negado. [54415] Incluso se ha sugerido que aumentaría el bienestar (a la larga) si los precios se igualasen siempre a los costos marginales a corto plazo, excluyendo la depreciación, y que los gastos generales (por ejemplo, el costo de un puente) deberían ser financiados mediante impuestos. [54416] Nuestra regla, tal como se expone en el texto, no quiere decir esto y tal comportamiento no sería racional. [54417] En segundo lugar, porque, en un decreto de marzo de 1936, la autoridad central rusa, al abolir para una serie de industrias el sistema de subvenciones hasta entonces en vigor, prescribía que los precios deberían ser regulados de forma que resultasen iguales al costo total medio por unidad, más un recargo por acumulación. [54418] Respecto de la primera parte de esta regla puede decirse que, aunque no es estrictamente correcta, se aparta menos de la corrección de lo que pudieran hacer suponer las formulaciones incorrectas de este principio; en cuanto a la segunda parte, hay que decir que la objeción a la misma se debilita mucho tan pronto como tenemos en cuenta las condiciones o exigencias de un desarrollo económico rápido -el lector recordará el argumento expuesto en la parte II en favor de la causa capitalista-, y que es perfectamente concebible que el gobierno soviético tuviese razón tanto al embarcarse en su política de subvenciones, que llegaba a la financiación de inversiones con pérdida, como al abolir parcialmente esta práctica en 1936. [54419] Hay excepciones a esta regla que son importantes, pero que no afectan al rumbo de nuestra argumentación. [54421] Las inversiones corrientes que se necesitan para mantener en marcha una economía estacionaria podrían y deberían ser cubiertas exactamente igual que todos los demás elementos del costo. [54422] Especialmente no devengarían interés. [54423] Podría aprovechar esta oportunidad para observar que la actitud de los socialistas hacia el fenómeno del interés no es uniforme. [54424] St. Simón lo admitía casi como una cosa incontrovertible. [54425] Marx lo excluía de la sociedad socialista. [54426] Algunos socialistas modernos lo admiten de nuevo. [54427] La práctica rusa lo admite. [54428] Es, sin embargo, un máximo demostrable, y como tal confirma la racionalidad económica de este tipo de socialismo, exactamente igual que el máximo de competencia confirma la racionalidad de la economía de competencia. [54429] Pero ni en uno ni en otro caso significa mucho esto. [54431] Esta es la línea de repliegue adoptada por la mayoría de los autores que, sin tener una convicción socialista, aceptan, sin embargo, las credenciales lógicas del socialismo. [54432] Como principales autoridades que mantienen este criterio pueden citarse los profesores Robbins y Von Hayek. [54433] Algunos autores parecen opinar que el proceso mediante el cual se alcanza el equilibrio sería el mismo que en una situación de competencia perfecta. [54434] Sin embargo, esto no es así. [54435] Un ajuste efectuado paso a paso como reacción tan sólo a las variaciones de los precios podría fácilmente errar la meta por completo. [54436] He aquí por qué en el texto hablaba de tanteos metódicos. [54437] En tanto que estos procedimientos son aplicados en las economías capitalistas su puesta en práctica es un paso muy importante hacia el socialismo. [54438] De hecho reduce progresivamente las dificultades de transición y constituye por sí un síntoma de la proximidad de la etapa de transición. [54439] Combatir esta tendencia incondicionalmente es tanto como combatir al socialismo. [54441] El bien común y la voluntad del pueblo [54442] La filosofía de la democracia del siglo XVIII puede ser compendiada en la siguiente definición: el método democrático es aquel sistema institucional de gestación de las decisiones políticas que realiza el bien común, dejando al pueblo decidir por sí mismo las cuestiones en litigio mediante la elección de los individuos que han de congregarse para llevar a cabo su voluntad. [54443] Vamos a desarrollar lo que esto implica. [54444] Se sostiene, pues, que existe un bien común, faro orientador de la política, que siempre es fácil de definir y que puede hacerse percibir a toda persona normal por medio de la argumentación racional. [54445] No hay, por tanto, excusa para no verlo ni hay, en realidad, ninguna explicación para la existencia de gente que no lo vea, a no ser por ignorancia -que puede ser eliminada-, estupidez o interés antisocial. [54446] Además, este bien común implica respuestas definidas a todas las cuestiones, de forma que todo hecho social y toda medida adoptada o por adoptar puede clasificarse inequívocamente como "bueno" (o "buena") o "malo" (o "mala"). [54447] Como todo el mundo tiene, por tanto, que estar de acuerdo, al menos en principio, hay también una voluntad común del pueblo (voluntad de todos los individuos con uso de razón) que se corresponde exactamente con el bien común o el interés común o el bienestar común. [54448] Lo único que puede ocasionar un desacuerdo, aparte de la estupidez y de los intereses siniestros, y explicar la existencia de una oposición es una diferencia de opinión en cuanto a la rapidez con que hay que llegar a la meta, la cual es común a casi todos. [54449] Así, cada miembro de la comunidad, consciente de esa meta, sabiendo lo que quiere y discerniendo lo que es bueno y lo que es malo, toma parte, activa y responsablemente, en el fomento del bien y en la lucha contra el mal, y todos los miembros juntos fiscalizan los negocios públicos. [54451] Sin embargo, esto no afecta al principio, porque estos especialistas actúan simplemente para llevar a efecto la voluntad del pueblo, exactamente igual que un médico actúa para llevar a efecto la voluntad del paciente, que es curarse. [54452] También es cierto que en una comunidad de cualquier magnitud, especialmente si acusa el fenómeno de la división del trabajo, sería sumamente inconveniente para todo ciudadano individual tener que ponerse en contacto con todos los demás ciudadanos con ocasión de cada cuestión pendiente, a fin de contribuir con su parte en el mando o gobierno. [54453] Será más conveniente reservar tan sólo las decisiones más importantes para que se pronuncien sobre ellas los ciudadanos individuales -mediante el referéndum, por ejemplo- y dejar las demás a cargo de una comisión nombrada por ellos, esto es, a una asamblea o parlamento y cuyos miembros se elegirían por sufragio popular. [54454] Esta comisión o cuerpo de delegados no representará, como hemos visto, al pueblo en un sentido jurídico, sino que lo representará en un sentido menos técnico: interpretará, reflejará o representará la voluntad del electorado. [54455] Siendo numerosa esta comisión puede desmembrarse, también por razones de conveniencia, en comisiones menores para las distintas secciones de los negocios públicos. [54456] Finalmente, entre estas comisiones menores habrá una para asuntos generales, principalmente para tratar de los asuntos corrientes de administración, llamada gabinete o gobierno y dirigida posiblemente por un secretario general o cabeza de turco, esto es, por un primer ministro, como así se llama. [54457] Tan pronto como aceptemos todas las hipótesis formuladas por esta teoría de la política -o que estén implícitas en la misma-, la democracia adquiere, en realidad, una significación inequívoca y no plantea ningún problema, a excepción del de cómo implantarla. [54458] Además, tenemos que sobreponernos a unos cuantos escrúpulos lógicos para poder añadir que, en este caso, el sistema democrático no sólo sería el mejor de todos los concebidos, sino que poca gente se preocuparía de tomar en consideración ningún otro. [54459] No es menos cierto, sin embargo, que estas hipótesis son otras tantas afirmaciones de hecho, cada una de las cuales tendría que ser probada, si hemos de llegar a esa conclusión. [54461] En primer lugar, no hay tal bien común, unívocamente determinado, en el que todo el mundo pueda estar de acuerdo o pueda hacérsele estar de acuerdo en virtud de una argumentación racional. [54462] Esto no se debe primordialmente al hecho de que algunos puedan querer cosas distintas del bien común, sino al hecho mucho más fundamental de que, para los distintos individuos y grupos, el bien común ha de significar necesariamente cosas diferentes. [54463] Este hecho, oculto a los utilitaristas, a causa de la estrechez de su visión del mundo de las valoraciones humanas, introducirá hendiduras en cuestiones de principio que no podrán reconciliarse mediante una argumentación racional, porque los valores últimos -nuestras concepciones de lo que deben ser la vida y la sociedad- están más allá de la categoría de la mera lógica. [54464] En algunos casos puede tenderse un puente sobre ellos, pero en otros casos no. [54465] Los americanos que dicen "queremos que nuestro país se arme hasta los dientes para luchar en todo el globo por lo que consideramos justo" y los americanos que dicen "queremos que nuestro país resuelva sus propios problemas, que es la única manera como puede servir a la Humanidad", están enfrentados por diferencias irreductibles de valores últimos que un compromiso sólo podría mutilar y degradar. [54466] En segundo lugar, aun cuando resultase aceptable para todos un bien común suficientemente definido -como, por ejemplo, el máximo de satisfacción económica de los utilitaristas-, [54467] esto no implicaría respuestas igualmente definidas para los problemas singulares. [54468] Las opiniones acerca de estos problemas podrían diferir hasta una extensión de importancia suficiente para producir la mayoría de los efectos de una discrepancia "fundamental" acerca de los mismos fines. [54469] Los problemas que se plantean a propósito de la evaluación de la satisfacción de las necesidades presentes frente a las futuras, incluso en el caso de la elección del socialismo frente al capitalismo, quedarían sin resolver después de la conversión de cada ciudadano singular, por ejemplo, al utilitarismo. [54471] Y así sucesivamente. [54472] Los padres utilitaristas de la teoría democrática no vieron toda la importancia de esto simplemente porque ninguno de ellos consideró seriamente una modificación sustancial del cuadro económico ni de los hábitos de una sociedad burguesa. [54473] Veían poco más allá del mundo de un herrero del siglo XVIII. [54474] En tercer lugar, sin embargo, como consecuencia de las dos proposiciones anteriores, el concepto particular de la voluntad del pueblo, o de la volonté générale, adoptado por los utilitaristas, se desvanece en aire. [54475] Pues ese concepto presupone la existencia de un bien común claramente determinado y discernible por todos. [54476] En contraposición a los románticos, los utilitaristas no tenían noción de esa entidad semimística dotada de una voluntad propia, esto es, de ese "espíritu del pueblo" que tanto apreciaba la escuela histórica de la jurisprudencia. [54477] Derivaban ingenuamente su voluntad del pueblo de las voluntades de los individuos. [54478] Y a menos que haya un centro, el bien común, hacia el cual graviten todas las voluntades individuales, a largo plazo al menos, no obtendremos ese tipo especial de volonté générale "natural". [54479] El centro de gravedad utilitarista unifica, de una parte, las voluntades individuales, tiende a fundirlas, por medio de la discusión racional, en la voluntad del pueblo, y, de otra parte, confiere a la última la dignidad ética exclusiva pretendida por el credo democrático clásico. [54481] Tanto la existencia como la dignidad de esta especie de volonté générale desaparecen tan pronto como nos falta la idea del bien común. [54482] Y ambos pilares de la teoría clásica se desmoronan en polvo inevitablemente. [54483] La voluntad del pueblo y la volición individual [54484] Por muy concluyentes que sean los argumentos anteriores contra esta concepción particular de la voluntad del pueblo no deben impedirnos tratar de construir otra concepción más realista. [54485] No es mi intención poner en tela de juicio ni la realidad ni la importancia de los hechos sociopsicológicos en los que pensamos cuando hablamos de la voluntad de una nación. [54486] Su análisis es, ciertamente, el requisito previo para abrirse paso en el estudio de los problemas de la democracia. [54487] Sería preferible, sin embargo, no conservar esta expresión, porque tiende a oscurecer el hecho de que, tan pronto como hayamos separado la voluntad del pueblo de su connotación utilitarista, construimos no meramente una teoría diferente de la misma entidad, sino una teoría de algo completamente distinto. [54488] Tenemos toda la razón para estar en guardia contra los peligros que se ocultan en la senda de esos defensores de la democracia que, al mismo tiempo que reconocen en medida creciente los hechos del proceso democrático, bajo la presión de las pruebas que se van acumulando, tratan de ungir los resultados a que da lugar ese proceso con aceite sacado de las tinajas del siglo XVIII. [54489] Pero aunque todavía pueda decirse que surge una especie de voluntad común o de opinión pública de la maraña infinitamente compleja de las situaciones, voliciones, influencias, acciones y reacciones individuales y colectivas que entran en el "proceso democrático", el resultado carecería no sólo de unidad racional, sino también de sanción racional. [54491] La falta de sanción racional significa que, puesto que esta voluntad no se acomoda ya a ningún "bien", será ahora necesario, a fin de reclamar una dignidad ética para el resultado, replegarse en una confianza ilimitada en las formas democráticas de gobierno en cuanto tales, confianza que, en principio, tendría que ser independiente de la deseabilidad de los resultados. [54492] Como ya hemos visto no es fácil colocarse en este punto de vista. [54493] Pero aun cuando nos pongamos en él el abandono del bien común utilitarista nos deja entre las manos una buena cantidad de dificultades. [54494] En particular, subsiste todavía la necesidad práctica de atribuir a la voluntad del individuo una independencia y calidad racional que son completamente irreales. [54495] Si pretendemos sostener que la voluntad de los ciudadanos constituye per se un factor político que estamos obligados a respetar, primero es preciso que exista esta voluntad. [54496] Es decir, tiene que ser algo más que un haz indeterminado de vagos impulsos que se mueven en torno a tópicos dados y a impresiones erróneas. [54497] Todo el mundo tendría que saber de un modo preciso lo que quiere defender. [54498] Esta precisión de las voliciones tendría que estar fundada en la capacidad para observar e interpretar correctamente los hechos que son directamente accesibles a cada uno para pasar por el tamiz de la crítica la información sobre los hechos que no lo son. [54499] Finalmente, de estas voliciones definidas y de estos hechos indagados tendría que derivarse una conclusión clara y rápida respecto a los problemas especiales, conforme a las reglas de la deducción lógica, y esto con un grado tan alto de eficiencia general que pudiera sostenerse sin notorio absurdo que la opinión de un ciudadano sería aproximadamente tan buena como la de cualquier otro. [54501] pues las voliciones y las conclusiones que se imponen al electorado no pueden tenerse como datos últimos del proceso democrático. [54502] La cuestión de si estas condiciones se cumplen o no en la medida necesaria para hacer funcionar a la democracia no debe ser contestada por una afirmación precipitada ni por una negativa igualmente precipitada. [54503] Solamente puede ser contestada mediante una apreciación laboriosa de todo un laberinto de pruebas contradictorias. [54504] Sin embargo, antes de ponernos a ello quiero asegurarme de que el lector aprecia plenamente otro punto que ya he señalado. [54505] Repetiré, por tanto, que aun cuando las opiniones y deseos de los ciudadanos individuales fuesen datos perfectamente definidos e independientes a elaborar por el proceso democrático, y aun cuando todo el mundo actuase respecto de ellos con racionalidad y rapidez ideales, no se seguiría necesariamente que las decisiones políticas producidas por ese proceso, partiendo de la materia prima de esas voliciones individuales, representase algo que, en un sentido convincente, pudiera ser denominado voluntad del pueblo. [54506] Es, pues, no sólo concebible, sino muy probable que las decisiones políticas a que se llegue mediante ese proceso no concuerden con "lo que el pueblo quiere realmente", sobre todo cuando las voluntades están muy divididas. [54507] Tampoco puede negarse que se obtendrá, si no exactamente lo que el pueblo quiere, sí, al menos, un "compromiso honrado". [54508] Esto puede ser así. [54509] Las probabilidades de que esto suceda son mucho mayores cuando los problemas planteados son de índole cuantitativa o permiten una gradación, como cuando se plantea la cuestión de cuánto debe gastarse en ayuda a los parados, ya que todo el mundo propugna algún gasto para este fin. [54511] Esto se ilustrará mediante un ejemplo. [54512] Yo admito que el gobierno de Napoleón, cuando era Primer Cónsul, puede clasificarse de dictadura militar. [54513] Una de las necesidades políticas que más presionaban por el momento era un concierto religioso que aclarase el caos dejado por la revolución y el directorio y llevase la paz a millones de corazones. [54514] Esto lo consiguió Napoleón mediante una serie de golpes maestros que culminaron en el concordato con el Papa (1801) y los "Artículos orgánicos" (1802), que, reconciliando lo irreconciliable, dieron justamente la debida cantidad de libertad al culto religioso al mismo tiempo que mantenían con vigor la autoridad del Estado. [54515] También reorganizó y refinanció la Iglesia Católica francesa, resolvió la delicada cuestión del clero "constitucional" y puso en marcha la nueva ordenación de la manera más favorable con un mínimo de fricción. [54516] Si ha habido alguna vez una medida política que responda eficazmente a un deseo específico de un pueblo esta ordenación proporciona uno de los mejores ejemplos de la Historia. [54517] Esto tiene que resultar notorio para todo el que contemple la estructura clasista de la Francia de aquella época, y se confirmará plenamente por el hecho de que esta política eclesiástica contribuyó grandemente a la popularidad casi universal de que gozó el régimen consular, pero es difícil ver cómo podría haber sido obtenido este resultado de una manera democrática. [54518] El sentimiento antieclesiástico no había muerto y no estaba en modo alguno confinado a los jacobinos vencidos. [54519] Las personas de esta convicción, o sus dirigentes, no podían de ningún modo haber concertado un compromiso de esa extensión. [54521] Los que compartían este sentimiento, o los dirigentes que dependían de su buena voluntad, no podrían haberse detenido en el límite napoleónico; en especial, no podrían haber tratado tan firmemente con la Santa Sede, para la cual no habría habido, además, ninguna razón para ceder en vista del sesgo que tomaban las cosas. [54522] Y la voluntad de los campesinos, que ante todo querían sus sacerdotes, sus iglesias y sus procesiones, habría sido inhibida por el miedo muy natural de que la solución revolucionaria del problema de la tierra podría peligrar una vez que el clero -especialmente los obispos- estuviesen de nuevo -en su silla. [54523] El resultado más probable de cualquier intento de resolver la cuestión democráticamente habría sido una situación de estancamiento o de lucha interminable que engendraría una creciente irritación. [54524] Pero Napoleón pudo resolverla razonablemente, precisamente porque todos estos grupos, que no habrían podido abandonar sus puntos de vista por su propio acuerdo, podían y querían al mismo tiempo aceptar la ordenación, si esta ordenación les era impuesta. [54525] Este no es, por supuesto, un ejemplo aislado. [54526] Si los resultados, que se muestran a largo plazo satisfactorios para el pueblo, en general, constituyen una prueba de gobierno para el pueblo, el gobierno por el pueblo, tal como lo concebía la teoría clásica de la democracia, dejaría a menudo de satisfacerla. [54527] La naturaleza humana en la política [54528] Falta por contestar nuestra cuestión acerca de la certidumbre e independencia de las voliciones de los votantes, de su capacidad de observación e interpretación de los hechos y de su aptitud para deducir de una manera clara y rápida las consecuencias racionales de ambas cosas. [54529] Este tema pertenece a un capítulo de psicología social que podría titularse "La naturaleza humana en la política". [54531] En particular, estas ideas han ido desestimándose progresivamente en el campo de las ciencias sociales, donde cada vez recibe más atención la importancia de los elementos extrarracionales o irracionales de nuestra conducta, como atestigua el Traité de Sociologie, de Pareto. [54532] De las muchas pruebas que se han acumulado contra la hipótesis de la racionalidad únicamente voy a mencionar dos de ellas. [54533] Una, a pesar del trabajo posterior, mucho más cuidadoso, puede seguirse asociando al nombre de Gustave Le Bon, el fundador o al menos el primer exponente efectivo de la psicología de las multitudes (Psychologie des foules). [54534] Al poner de manifiesto, si bien exagerándolas, las realidades del comportamiento humano bajo la influencia de la aglomeración -especialmente, la súbita desaparición, en un estado de excitación, de los frenos morales y de los modos civilizados de pensar y de sentir; la súbita erupción de impulsos primitivos, de infantilismos y tendencias criminales-, nos enfrentó con hechos siniestros que todo el mundo conocía, pero que nadie quería ver, y con ello dio un serio golpe a la concepción de la naturaleza humana, en la que se basaba la teoría clásica de la democracia y la creencia popular democrática acerca de las revoluciones. [54535] Sin duda hay mucho que decir sobre la estrechez de la base fáctica de las conclusiones de Le Bon, que, por ejemplo, no se acomoda nada bien al comportamiento normal de una multitud inglesa o angloamericana. [54536] Los críticos, especialmente aquellos que no simpatizaban con esta rama de la psicología social, no dejaron de sacar partido de sus puntos vulnerables. [54537] Pero, de otra parte, no hay que olvidar que los fenómenos de psicología de las multitudes no están confinados en modo alguno a las turbas que bullen en las calles estrechas de una ciudad latina. [54538] Todo parlamento, toda comisión, todo consejo de guerra compuesto de una docena de generales sexagenarios, muestra, aunque sea en una forma atenuada, alguno de los rasgos que aparecen tan claramente en el caso de la chusma, especialmente un sentido de responsabilidad reducido, un nivel inferior de energía intelectual y una sensibilidad mayor para las influencias extralógicas. [54539] Además, esos fenómenos no quedan limitados a una multitud, en el sentido de una aglomeración física de mucha gente. [54541] La otra fuente de prueba desilusionadora que voy a mencionar es mucho más humilde: de ella no mana sangre; tan sólo mana dislate. [54542] Los economistas, al aprender a observar los hechos de un modo más preciso, han comenzado a descubrir que los consumidores, aun en los actos más corrientes de la vida diaria, no viven plenamente de acuerdo con la idea que solían mantener acerca de ellos los libros de texto de economía. [54543] De una parte, sus necesidades no son apenas definidas y sus acciones a propósito de estas necesidades no son apenas racionales ni apresuradas. [54544] De otra parte, son tan sensibles a la influencia de la propaganda y de otros métodos de persuasión que a menudo parece que son los productores los que les dictan su voluntad en vez de ser mandados por ellos. [54545] La técnica de la propaganda de éxito es particularmente instructiva. [54546] Es cierto que casi siempre hay alguna apelación a la razón. [54547] Pero una simple afirmación, repetida con frecuencia, tiene más peso que un argumento racional, y otro tanto ocurre con el ataque directo a lo subconsciente, que toma la forma de intentos de evocar y cristalizar asociaciones agradables de una naturaleza plenamente extrarracional y, con mucha frecuencia, sexual. [54548] La conclusión, aunque obvia, debe ser deducida con cuidado. [54549] En el curso ordinario de las decisiones que se repiten a menudo el individuo está sometido a la influencia saludable y racionalizadora de sus experimentos favorables y desfavorables. [54551] Históricamente el deseo de los consumidores en cuanto al calzado puede haber sido configurado, al menos en parte, por la acción de un productor que les ofrecía zapatos atractivos y hacía propaganda de ellos; sin embargo, es en todo tiempo una necesidad auténtica, cuya precisión se extiende más allá de "los zapatos en general", y cuya experimentación prolongada ha eliminado muchas de las irracionalidades que pueden haberla rodeado originariamente. [54552] Además, bajo el estímulo de esos móviles simples, los consumidores aprenden a obrar en ciertas cosas (casas, automóviles) conforme al consejo de expertos imparciales, y ellos mismos se hacen expertos en otras. [54553] Es, sencillamente, incierto que las amas de casa sean engañadas fácilmente en cuestiones de artículos alimenticios, artículos domésticos conocidos y de vestido. [54554] Y, como todo vendedor sabe por propio escarmiento, la mayoría de ellas insisten en el artículo exacto que quieren, sin apartarse de su idea. [54555] Esto aparece de un modo aun más manifiesto si se observa del lado de los productores. [54556] Es indudable que un fabricante puede ser indolente, un mal juzgador de las oportunidades comerciales o incompetente por otra causa; pero hay un mecanismo eficaz que le hará reformarse o le eliminará. [54557] El taylorismo se basa, en realidad, en el hecho de que el hombre puede ejecutar operaciones manuales durante miles de años y, no obstante, seguirlas realizando de un modo ineficiente. [54558] Pero ni la intención de obrar lo más racionalmente posible ni una presión constante hacia una mayor racionalidad pueden ponerse en duda, cualquiera que sea el nivel de actividad industrial o mercantil que contemplemos. [54559] Y así acontece con la mayoría de las decisiones de la vida diaria que caen dentro del pequeño campo que abarca la mente del ciudadano individual con un pleno sentido de su realidad. [54561] Repetimos una vez más: la precisión y la racionalidad en el pensamiento y la acción [54562] no están garantizados por su familiaridad con los hombres y las cosas ni por ese sentido de la realidad y de la responsabilidad. [54563] Para esto serían necesarias otras condiciones que a menudo dejan de cumplirse. [54564] Por ejemplo, generación tras generación puede padecer por un comportamiento irracional en materia de higiene y, no obstante, dejar de relacionar sus sufrimientos con sus hábitos nocivos. [54565] En tanto que esta relación no se establezca, las consecuencias objetivas, por muy regulares que sean, no producirán, por supuesto, una experiencia subjetiva. [54566] Así ha resultado increíblemente difícil para la Humanidad llegar al conocimiento de la relación existente entre el contagio y las epidemias: los hechos la señalaban con una claridad que a nosotros nos parece inequívoca; sin embargo, al final del siglo XVIII los médicos no hacían casi nada para evitar que las personas atacadas de enfermedades infecciosas, tales como sarampión o viruelas, estuviesen en contacto con las demás. [54567] Y es de suponer que las cosas tienen que ser todavía peores cuando no sólo haya incapacidad, sino también repugnancia a reconocer las relaciones causales, o haya intereses que luchen en contra de que se reconozcan. [54568] No obstante, y a pesar de todas las limitaciones que se imponen, hay para todos, dentro de un horizonte mucho más amplio, un campo más reducido -que difiere ampliamente en extensión, según los distintos grupos o individuos, y está limitado por una zona ancha más bien que por una línea sutil-, que se distingue por su sentido de la realidad o familiaridad o responsabilidad. [54569] Y este campo alberga voliciones individuales relativamente definidas. [54571] Si, no obstante, decidimos rendir culto a la voluntad del pueblo, no encontraremos, al menos, el altar vacío. [54572] Ahora bien: esta relativa precisión de las voliciones y esta racionalidad del comportamiento no desaparecen súbitamente al apartarnos, en la casa y los negocios, de las inquietudes de la vida diaria que nos educan y nos disciplinan. [54573] En el reino de los negocios públicos hay sectores que están más al alcance que otros de la mente del ciudadano. [54574] Esto es aplicable, en primer lugar, a los asuntos locales. [54575] Pero incluso ahí encontramos una capacidad limitada para discernir los hechos, una disposición limitada para actuar de acuerdo con ellos, un sentido limitado de responsabilidad. [54576] Todos nosotros conocemos al hombre -a menudo muy buen modelo- que dice que la administración local no es cosa suya y se encoge de hombros indiferente ante prácticas que antes de padecerlas en su propia oficina preferiría morir. [54577] Los ciudadanos de espíritu elevado y disposiciones exhortatorias que predican la responsabilidad de los electores o contribuyentes individuales descubren invariablemente el hecho de que este elector o contribuyente no se siente responsable por lo que hacen los políticos locales. [54578] Con todo, el patriotismo local puede ser un factor muy importante para el "funcionamiento de la democracia", especialmente en las comunidades no demasiado grandes para impedir el contacto personal. [54579] En muchos aspectos los problemas de una ciudad son también afines a los de un concern industrial. [54581] El fabricante, el tendero o el obrero no necesitan salir de su mundo para tener una opinión defendible racionalmente (que puede ser, por supuesto, acertada o errónea) sobre la limpieza de las calles o el emplazamiento de los mercados. [54582] En segundo lugar, hay muchas controversias nacionales que atañen a los individuos y los grupos tan directa e inequívocamente como para dar origen en ellos a voliciones perfectamente auténticas y definidas. [54583] El ejemplo más importante lo constituyen aquellas medidas que llevan consigo una ventaja pecuniaria y personal para los electores individuales y para los grupos de electores, tales como los pagos directos, los aranceles aduaneros de protección, la política de protección de la plata, etc. [54584] Una experiencia que se remonta a la antigüedad muestra que los electores reaccionan casi siempre de una manera rápida y racional ante toda oportunidad de esta naturaleza. [54585] Pero la teoría clásica de la democracia tiene, evidentemente, poco que ganar de muestras de racionalidad de esta índole. [54586] Los electores demuestran con ellas ser jueces malos e incluso corrompidos de tales cuestiones [54587] y a menudo demuestran ser malos jueces de sus propios intereses a largo plazo, pues es tan sólo la promesa a corto plazo lo que toman en consideración políticamente y la racionalidad a corto plazo la única que prevalece efectivamente. [54588] Sin embargo, cuando nos alejamos de las preocupaciones de la familia y de la oficina y nos internamos en las regiones de los negocios nacionales e internacionales, que carecen de un nexo directo e inequívoco con aquellas preocupaciones privadas, la volición individual, el conocimiento de los hechos y el método de inferencia dejan pronto de desempeñar el papel que les atribuye la teoría clásica. [54589] Lo que más me sorprende de todo, y lo que me parece que es la medula de todas las dificultades, es el hecho de que se haya perdido tan por completo el sentido de la realidad. [54591] Estas cosas parecen aquí fuera de lugar; no son nada parecido a una propuesta de negocios; los peligros pueden no materializarse en absoluto y, si se materializasen, no se mostrarían demasiado graves; el ciudadano tiene, en el fondo, la impresión de moverse en un mundo ficticio. [54592] Este sentido limitado de la realidad explica no sólo un sentido limitado de la responsabilidad, sino también la falta de voliciones efectivas. [54593] Cada uno tiene, por supuesto, frases propias y deseos e ilusiones y quejas propias; especialmente tiene cada uno sus preferencias y sus aversiones. [54594] Pero ordinariamente esto no corresponde a lo que llamamos una voluntad, esto es, la contrapartida psíquica de una acción responsable y consciente de su finalidad. [54595] En efecto: para el ciudadano particular que medita sobre los asuntos nacionales no hay lugar para una voluntad tal ni para ninguna labor que pueda desarrollar. [54596] Es miembro de una comisión incapaz de funcionar, de la comisión constituida por toda la nación, y por ello es por lo que invierte menos esfuerzo disciplinado en dominar un problema político que en una partida de bridge. [54597] El debilitamiento del sentido de la responsabilidad y la falta de voliciones efectivas explican a su vez esta ignorancia del ciudadano corriente y la falta de juicio en cuestiones de política nacional y extranjera, que son más sorprendentes, si esto puede sorprender, en el caso de personas instruidas y de personas que actúan con éxito en situaciones de la vida ajenas a la política que en el caso de personas poco instruidas y de condición humilde. [54598] Estos privilegiados disponen de una información abundante y fácilmente accesible. [54599] Pero esta ventaja no parece servirles de nada y tampoco debemos maravillarnos por ello. [54601] En el primer caso, el abogado está capacitado para apreciar la relevancia jurídica de los hechos por los años de trabajo consciente de su finalidad que ha realizado bajo el estímulo definido del interés por su competencia profesional; bajo un estímulo no menos poderoso concentra sus conocimientos, su intelecto y su voluntad en el contenido del informe. [54602] En el segundo caso, no se ha tomado la molestia de capacitarse; no se preocupa de digerir la información ni de aplicarle los cánones de la crítica que tan bien sabe manejar, y se impacienta ante una argumentación larga o complicada. [54603] Todo esto viene a poner de manifiesto que, sin la iniciativa que desarrolla la responsabilidad directa, persistirá la ignorancia política, aun cuando el público disponga de la información más abundante y completa. [54604] Persiste, a pesar de los meritorios esfuerzos que se hacen para ir más allá de la presentación de conferencias, clases y grupos de discusión. [54605] Los resultados no son nulos, pero son escasos. [54606] No puede hacerse remontar la escala al público. [54607] Así, pues, el ciudadano normal desciende a un nivel inferior de prestación mental tan pronto como penetra en el campo de la política. [54608] Argumenta y analiza de una manera que él mismo calificaría de infantil si estuviese dentro de la esfera de sus intereses efectivos. [54609] Se hace de nuevo primitivo. [54611] Y esto lleva consigo dos consecuencias ulteriores deplorables. [54612] En primer lugar, aun cuando no hubiese grupos políticos que tratasen de influir sobre el ciudadano corriente, éste tendería, en la cuestión política, a someterse a prejuicios e impulsos extrarracionales o irracionales. [54613] La debilidad del proceso racional que él aplica a la política y la falta de dominio lógico efectivo de los resultados a que llega bastarían por sí para explicar esto. [54614] Además, por la simple consideración de que "no es nadie en esto" relajará sus exigencias morales habituales y cederá a impulsos oscuros que las condiciones de la vida privada le ayudarán a reprimir. [54615] Pero en cuanto al buen criterio o racionalidad de sus inferencias y conclusiones éste puede ser tan malo como abandonarse a una explosión de generosa indignación. [54616] Ello le haría aún más difícil ver las cosas en sus debidas proporciones e incluso ver más de un aspecto de una cosa al mismo tiempo. [54617] De ahí el que, si sale una vez de su vaguedad habitual y muestra la voluntad definida que postula la teoría clásica de la democracia, es muy probable que resulte más ininteligente e irresponsable de lo que es habitualmente. [54618] En ciertas coyunturas puede esto resultar fatal a su país. [54619] En segundo lugar, sin embargo, cuanto más débil sea el elemento lógico en la formación de la opinión pública, y más completa la falta de crítica racional de la influencia racionalizadora de la experiencia y la responsabilidad personales, mayores son las oportunidades para los grupos que persigan fines interesados. [54621] La sociología de tales grupos es irrelevante para el presente argumento. [54622] El único punto que interesa aquí es que, siendo como es la naturaleza humana en la política, son capaces de configurar la voluntad del pueblo e incluso de crearla dentro de unos límites muy amplios. [54623] La voluntad que observamos al analizar los procesos políticos no es ni con mucho una voluntad auténtica, sino una voluntad fabricada. [54624] Y con frecuencia este artefacto es lo único que corresponde a la volonté générale de la teoría clásica. [54625] En tanto que esto es así la voluntad del pueblo es el producto y no la fuerza propulsora del proceso político. [54626] Los procedimientos para fabricar los problemas que apasionan a la opinión y a la voluntad popular acerca de estos problemas son similares exactamente a los que se emplean en la propaganda comercial. [54627] En ellos encontramos los mismos esfuerzos por llegar a un contacto con lo subconsciente. [54628] Encontramos la misma técnica de crear asociaciones favorables y desfavorables, que son más eficaces cuanto menos racionales sean. [54629] Encontramos las mismas evasivas y reticencias y el mismo ardid para crear un convencimiento a fuerza de afirmaciones reiteradas, que tienen éxito precisamente en la medida en que evitan la argumentación racional, que amenazarían despertar las facultades críticas del pueblo. [54631] Sólo que todas estas trabas tienen infinitamente más alcance en la esfera de los negocios públicos que en la esfera de la vida privada y profesional. [54632] El retrato de la muchacha más bella que haya existido jamás resultará a la larga ineficaz para mantener las ventas de un cigarrillo malo. [54633] En el caso de las decisiones políticas no hay ninguna salvaguardia tan eficaz. [54634] Muchas decisiones de importancia funesta son de tal índole que hace imposible al público hacer experimentos con ellas en sus ratos de ocio y a un costo moderado. [54635] Aun cuando esto fuese posible no es fácil, sin embargo, llegar por regla general a un juicio, como en el caso del cigarrillo, porque los efectos son menos fáciles de interpretar. [54636] Pero tales artificios vician también, en una extensión completamente desconocida en el campo de la propaganda comercial, aquellas formas de la propaganda política que declaran dirigirse a la razón. [54637] Para el observador la apelación antirracional o, en todo caso, extrarracional al subconsciente, y la indefensión de la víctima frente a la misma, destacan con más claridad cuando dicha apelación está encubierta tras los hechos y argumentos. [54638] Ya hemos visto más arriba por qué es tan difícil difundir entre el público una información imparcial acerca de los problemas políticos y las inferencias lógicamente correctas de la misma y por qué esa información y argumentos sobre cuestiones políticas tan sólo "se toman en consideración" cuando concuerdan con las ideas preconcebidas del ciudadano. [54639] Por regla general, sin embargo, estas ideas no son bastante definidas para determinar conclusiones especiales. [54641] Así, pues, lo más probable es que la información y los argumentos que se presentan como pruebas irrefutables estén al servicio de una intención política. [54642] Como lo primero que el hombre hace por su ideal o por su interés es mentir, es de esperar, y de hecho así lo encontramos, que en materia política la información eficaz esté casi siempre adulterada o seleccionada, [54643] y que el razonamiento eficaz consista principalmente en tratar de exaltar ciertas afirmaciones a la dignidad de axiomas y borrar otras de la lista, con lo que se viene a parar a la psicotecnia mencionada más arriba. [54644] El lector que me crea indebidamente pesimista no tiene más que preguntarse si ha oído o no alguna vez -o ha dicho él mismo- que este o aquel hecho embarazoso no debe ser referido en público o que una cierta línea de razonamiento, aunque válida, es indeseable. [54645] Si los hombres que, con arreglo a la pauta habitual son perfectamente honorables o incluso de espíritu elevado, se avienen con las implicaciones de estos subterfugios, ¿no muestran con ello lo que piensan acerca de los méritos e incluso de la existencia de la voluntad del pueblo? [54646] Hay, por supuesto, límites para todo esto. [54647] Y hay mucho de verdad en el dicho de Jefferson de que el pueblo es en definitiva más inteligente de lo que puede serlo un individuo singular, o en el de Lincoln acerca de la imposibilidad de "tener engañado siempre a todo el pueblo". [54648] Pero ambos dichos subrayan el aspecto a largo plazo del problema de una manera muy significativa. [54649] No hay duda que puede argumentarse que, dando tiempo a la psiche colectiva, desarrollará opiniones que nos sorprenderán a menudo por su carácter sumamente razonable e incluso por su perspicacia. [54651] Si a corto plazo puede "engañarse" a todo el mundo y conducirlo paulatinamente a algo que realmente no quiere, y si éste no es un caso excepcional que podamos permitirnos pasar por alto, entonces ninguna cantidad de sentido común retrospectivo alterará el hecho de que, en realidad, el pueblo no plantea ni decide las controversias, sino que estas cuestiones, que determinan su destino, se plantean y deciden normalmente para el pueblo. [54652] El amante de la democracia, más que nadie, tiene toda la razón al aceptar este hecho y defender así a su credo contra los calumniadores que lo acusan de estar basado en una engañifa. [54653] Razones de la supervivencia de la teoría clásica [54654] ¿Pero cómo es posible que una teoría tan patentemente contraria a los hechos haya sobrevivido hasta nuestros días y continúe ocupando su lugar en el corazón del pueblo y en el lenguaje oficial de los gobiernos? Los hechos que la contradicen son conocidos de todos; todo el mundo los reconoce con una franqueza completa y a menudo cínica. [54655] Su base teórica, el racionalismo utilitarista, está muerta; nadie la acepta como teoría correcta del cuerpo político. [54656] Sin embargo, esta pregunta no es difícil de responder. [54657] En primer lugar, aunque la teoría clásica de la acción colectiva no puede ser apoyada por los resultados de un análisis empírico, está apoyada fuertemente por aquella asociación con la fe religiosa, sobre la cual he llamado ya la atención. [54658] Esto puede no ser obvio a primera vista. [54659] Los maestros del utilitarismo eran todo, menos religiosos, en el sentido habitual de la expresión. [54661] Estaban orgullosos de su actitud, que ellos creían que era precisamente no metafísica, y no tenían ninguna simpatía por las instituciones religiosas y los movimientos religiosos de su tiempo. [54662] Pero no tenemos más que dirigir otra mirada al cuadro que trazaron del proceso social para descubrir que contenía rasgos esenciales de la fe de la cristiandad protestante, y que, en realidad, su doctrina derivaba de esa fe. [54663] A los intelectuales que habían abandonado su religión el credo utilitarista les proporcionaba un sustitutivo de aquélla. [54664] Para muchos de los que habían conservado su fe religiosa la teoría clásica se convirtió en el complemento de la misma. [54665] Transpuesta así en las categorías de la religión, esta teoría -y, por consiguiente, la especie de convicción democrática que se basa en ella- cambia su misma naturaleza. [54666] Ya no hay necesidad de detenerse ante escrúpulos lógicos acerca del "bien común" y de los "valores últimos". [54667] Todo esto nos es dado por el plan del Creador, cuyo propósito define y sanciona todo. [54668] Lo que antes parecía indefinido o inmotivado es de repente perfectamente definido y convincente. [54669] La voz del pueblo, por ejemplo, es ahora la voz de Dios. [54671] Su significado preciso permanece dudoso y apenas hay justificación racional para exaltarla como postulado en tanto que nos movemos en la esfera del análisis empírico. [54672] Pero la Cristiandad alberga un fuerte elemento igualitario. [54673] El Redentor murió por todos; El no hizo diferencias entre los individuos de los distintos status sociales. [54674] Al obrar así atestiguó el valor intrínseco del alma individual, un valor que no admite gradaciones. [54675] ¿No es esto una sanción -y, a mi parecer, la única sanción posible [54676] - de la fórmula "cada uno cuenta como uno; nadie cuenta como más de uno", una sanción que vierte un significado supraterreno en los artículos del credo democrático para los que no es fácil encontrar ninguna otra? [54677] Esta interpretación no abarca, por supuesto, todo el terreno. [54678] Sin embargo, hasta donde llega parece explicar muchas cosas que de otro modo quedarían sin explicar y, en realidad, sin sentido. [54679] Especialmente, explica la actitud del creyente frente a la crítica; nuevamente, lo mismo que en el caso del socialismo, la disidencia fundamental es considerada no sólo meramente como un error, sino como un pecado; es causa no meramente de un contraargumento lógico, sino también de la indignación moral. [54681] En realidad, se convierte en algo que, desde otro punto de vista, he afirmado que era incapaz de convertirse, a saber: en un ideal y más bien en parte de un orden ideal de cosas. [54682] La misma palabra puede convertirse en una bandera, en un símbolo de todo lo que es más querido para un hombre, de todo lo que ama de su nación, exista o no un nexo racional entre ambas cosas. [54683] De una parte, la cuestión de saber hasta qué punto los hechos de la política están concordes con las distintas proposiciones contenidas en el credo democrático, deviene entonces para el demócrata tan irrelevante como es para el creyente católico la cuestión de cómo se concilia la conducta de Alejandro VI con la aureola sobrenatural que rodea al papado. [54684] De otra suerte, el demócrata de este tipo, no obstante aceptar postulados que entrañan importantes implicaciones acerca de la igualdad y la fraternidad, estará también en situaciones de aceptar con toda sinceridad casi todas las desviaciones de dichos principios a que puede dar lugar su propio comportamiento o su propia posición. [54685] Esto no es tampoco lógico. [54686] La mera distancia que los separa de la realidad no constituye ningún argumento contra un precepto ético o una esperanza mística. [54687] En segundo lugar, debe tenerse en cuenta el hecho de que las formas y frases de la democracia clásica están asociadas para muchas naciones a acontecimientos y evoluciones de su historia que son entusiásticamente aprobados por grandes mayorías. [54688] Una oposición a un régimen establecido es probable que utilice estas formas y frases, cualesquiera que sean su significado y sus raíces sociales. [54689] Si esta oposición triunfa y si sus desenvolvimientos subsiguientes se muestran satisfactorios estas formas enraizarán en la ideología nacional. [54691] Su propia existencia como Estado soberano está asociada a una lucha contra una Inglaterra monárquica y aristocrática. [54692] A excepción de una minoría de realistas, en la época de la administración de Grenville, los americanos habían dejado, probablemente, de considerar al monarca inglés como su Rey y a la aristocracia inglesa como su aristocracia. [54693] En la Guerra de Independencia combatieron contra los que de hecho y según su sentimiento se habían convertido en un monarca extranjero y una aristocracia extranjera, que intervenían en su política y en sus intereses económicos. [54694] A partir ya de un estadio anterior de las turbulencias presentaron su contienda, que era realmente nacional, como una contienda del "pueblo" contra sus "dominadores", fundándose en los "derechos inalienables" del hombre" y a la luz de los principios generales de la democracia clásica. [54695] El texto de la Declaración de Independencia y el de la Constitución adoptaron estos principios. [54696] Siguió un desarrollo prodigioso que absorbió y satisfizo a la mayoría del pueblo, que creyó comprobar con ello el buen fundamento de la teoría embalsamada en los documentos sagrados de la nación. [54697] Las oposiciones rara vez consiguen la victoria cuando los grupos dominantes están en la cumbre de su poder y de su éxito. [54698] En la primera mitad del siglo XIX se levantaron oposiciones que profesaban el credo clásico de la democracia y terminaron por prevalecer contra gobiernos, algunos de los cuales -especialmente en Italia- estaban notoriamente en un estado de decadencia y estaban en boca de la gente por su proverbial incompetencia, brutalidad y corrupción. [54699] Esto redundó naturalmente, aunque no lógicamente del todo, en beneficio del credo democrático, que se mostraba, además, superior cuando se le comparaba con las supersticiones oscurantistas propugnadas por aquellos gobiernos. [54701] Naturalmente, esta ventaja estaba destinada a perderse y el abismo entre la teoría y la práctica de la democracia estaba destinado a ser descubierto. [54702] Pero el encanto de la aurora tarda en palidecer. [54703] En tercer lugar, no hay que olvidar que hay síntomas sociales en los que la teoría clásica se adapta efectivamente a los hechos con un grado suficiente de aproximación. [54704] Como ya se ha señalado, éste es el caso de muchas sociedades pequeñas y primitivas que, en realidad, han servido como prototipo para los autores de esa teoría. [54705] Puede ser también el caso de sociedades que no son primitivas, siempre que no estén demasiado diferenciadas y no alberguen problemas graves. [54706] Suiza es el mejor ejemplo. [54707] Hay tan poco por qué disputar en un mundo de campesinos que, a excepción de los hoteles y los bancos, no contiene ninguna gran industria capitalista, y cuyos problemas políticos son tan simples y tan estables que es de esperar que los comprenda y esté de acuerdo en cuanto a ellos una abrumadora mayoría. [54708] Pero si podemos concluir que en tales casos la teoría clásica se aproxima a la realidad, tenemos que añadir inmediatamente que esto es así no porque describa un mecanismo eficaz de decisión política, sino tan sólo porque no hay grandes decisiones que tomar. [54709] Finalmente, puede invocarse nuevamente el caso de los Estados Unidos a fin de mostrar que la teoría clásica parece a veces concordar con los hechos, incluso en una sociedad grande y altamente diferenciada y en la que hay grandes problemas que resolver, siempre que circunstancias favorables neutralicen la ponzoña de estos problemas. [54711] Mientras estos negocios no fueron seriamente interferidos por la política nada de ella importaba seriamente al ciudadano medio, que contemplaba con bondadoso desprecio las piruetas de los políticos. [54712] Podían irritarse algunos sectores por las tarifas aduaneras, por la política de la plata, por el mal gobierno local o por una disputa ocasional con Inglaterra. [54713] La gran mayoría del pueblo no se interesaba por la política, a excepción de un caso de desacuerdo grave que condujo a un desastre nacional: la Guerra de Secesión. [54714] Y en cuarto lugar, aprecian los políticos, por supuesto, una fraseología que les permite adular a las masas y les ofrece una excelente oportunidad no sólo para evadir la responsabilidad, sino también para confundir a sus adversarios en nombre del pueblo. [54715] La teoría oficial de las funciones de un ministro de gabinete sostiene, en efecto, que es nombrado para cuidar de que en su departamento se cumpla la voluntad del pueblo. [54716] El propio significado de "la mayor felicidad" es susceptible de una seria duda. [54717] Pero, aun cuando esta duda pudiera desvanecerse y pudiera asignarse un significado definido a la suma total de satisfacción de necesidades económicas de un grupo de personas, este máximo sería todavía relativo respecto de situaciones y valoraciones dadas que tal vez sea imposible alterar o hacerles objeto de un compromiso por medios democráticos. [54718] Esto explica el carácter fuertemente igualitario tanto de la teoría clásica de la democracia como de las creencias democráticas populares. [54719] Más adelante se indicará cómo puede adquirir la igualdad el status de un postulado ético. [54721] En reconocimiento de esta imposibilidad se ha reformulado con frecuencia el postulado mismo dándole el sentido de "igualdad de oportunidad". [54722] Pero, prescindiendo incluso de las dificultades inherentes a la palabra "oportunidad", esta reformulación no nos sirve de mucho, porque es una igualdad efectiva ("y no potencial") de racionalidad del comportamiento político la que se requiere si cada voto de un hombre ha de tener el mismo peso en la decisión de las controversias. [54723] Debe observarse de pasada que la fraseología democrática ha servido para nutrir la asociación entre las desigualdades de toda especie y la "injusticia", que es un elemento tan importante en el complejo psíquico del fracasado y en el arsenal del político que la utiliza. [54724] Uno de los síntomas más curiosos de este fenómeno se ha manifestado en la institución ateniense del ostracismo o más bien el uso que a veces se hacía de ella. [54725] El ostracismo consistía en la proscripción de un individuo por voto popular, pero no necesariamente por alguna razón especial; a veces servía como método de eliminación de un ciudadano prominente molesto que daba la impresión de "contar por más de uno". [54726] Esta expresión se usa aquí en su sentido originario y no en el sentido que en la actualidad está adquiriendo rápidamente y que sugiere la siguiente definición: Propaganda es toda manifestación que emana de una fuente que no nos gusta. [54727] Supongo que la palabra se deriva del título de la comisión de cardenales que tiene a su cargo las cuestiones relativas a la difusión de la fe católica, esto es, la congregatio de propaganda fide. [54728] Por tanto, no lleva consigo ningún significado depredatorio y, en especial, no implica una distorsión de los hechos. [54729] Puede hacerse propaganda, por ejemplo, de un modo científico. [54731] Los cuerpos legislativos, aunque estaban acobardados, dejaron, en efecto, de apoyar a Napoleón en esta política. [54732] Y algunos de sus paladines más fieles se opusieron a ella. [54733] De la actuación de Napoleón podrían citarse, en efecto, otros ejemplos. [54734] Fue un autócrata que, siempre que no resultaban afectados sus intereses dinásticos ni su política exterior, procuraba hacer simplemente lo que él creía que el pueblo quería o necesitaba. [54735] Esto es lo que quería decir el consejo que dio a Eugène de Beauharnais relativo a su administración de Italia del Norte. [54736] Este es el título de un libro sincero y encantador de uno de los radicales ingleses más amables que jamás han existido: Graham Wallas. [54737] A pesar de todo lo que se ha escrito desde entonces sobre la materia, y especialmente a pesar de todos los estudios detallados del caso que hacen ahora posible verla mucho más claramente, este libro puede aún recomendarse como la mejor introducción a la psicología política. [54738] No obstante, después de haber llevado con admirable honestidad su ataque contra la aceptación sin crítica de la teoría clásica, el autor no saca de ello la conclusión obvia. [54739] Esto es tanto más notable cuanto que Wallas insiste con razón en la necesidad de una actitud mental científica y no deja de censurar a Lord Bryce por haberse declarado, en su libro sobre la commonwealth americana, "rabiosamente" decidido a ver algo de cielo azul en medio de las nubes de los hechos desilusionadores "¿Y tendríamos que decir, exclama Graham Wallas, de un metereólogo que antes de haber abierto su ventana insistiera en que ha visto un poco de cielo azul?" No obstante, en la parte constructiva de este libro adopta aproximadamente el mismo punto de vista. [54741] La primera no contiene necesariamente ninguna connotación clasista y no tiene de por sí nada que ver con un estudio de los modos de pensar y de sentir de la clase obrera, por ejemplo. [54742] En el pasaje de más arriba irracionalidad significa incapacidad para obrar racionalmente con relación a un deseo dado. [54743] No se refiere a la racionalidad que tenga el deseo mismo, en opinión del observador. [54744] Es importante tener esto en cuenta, porque los consumidores la exageran a veces, confundiendo las dos cosas. [54745] Así, el atuendo de una obrera de fábrica puede parecer a un profesor un indicio de comportamiento irracional, para el que no hay otra explicación que los artificios publicitarios. [54746] En realidad, tal vez sea lo único a que se aspira. [54747] Si esto es así, el gasto que realiza para ello puede ser de una racionalidad ideal en el sentido expresado más arriba. [54748] Este nivel varía, por supuesto, no sólo con relación a las épocas y lugares, sino también dentro de una época y de un lugar dados, según los distintos sectores industriales y las clases. [54749] No hay nada parecido a una pauta universal de racionalidad. [54751] La racionalidad del pensamiento no garantiza siempre la racionalidad de la acción. [54752] Y la última puede existir sin ninguna deliberación consciente e independientemente de toda capacidad para formular correctamente las razones que justifican los propios actos. [54753] El observador, especialmente el observador que emplea los métodos de encuestas y cuestionarios, pierde de vista a menudo esta distinción y por ello adquiere una idea exagerada de la importancia de la irracionalidad en el comportamiento. [54754] Esta es otra causa de las exageraciones que tan a menudo encontramos. [54755] Hay que observar que, al hablar de voliciones definidas y auténticas, no quiero significar que las exalta a últimos datos para todas las especies de análisis sociales. [54756] Son, por supuesto, producto del proceso social y del medio social. [54757] Lo único que quiero decir es que pueden servir como datos para la especie de análisis de fines especiales que el economista tiene en la imaginación cuando hace derivar los precios de los gustos o necesidades considerados como "datos" en un instante concreto y que no necesitan seguir siendo analizados cada vez. [54758] De un modo semejante podemos hablar para nuestros fines de voliciones auténticas y definidas que, en todo momento, se dan con independencia de los intentos de fabricarlas, si bien reconocemos que estas mismas voliciones auténticas son resultado de las influencias ambientales del pasado, incluyendo las influencias propagandísticas. [54759] Esta distinción entre voliciones auténticas y fabricadas (véase más abajo) es una distinción difícil y no puede aplicarse a todos los casos y para todos los fines. [54761] La razón por la que los partidarios de Bentham pasaron por alto esto tan por completo es que no consideraron las posibilidades de la corrupción de la masa en el capitalismo moderno. [54762] Al cometer en su teoría política el mismo error que cometieron en su teoría económica no han encontrado ningún inconveniente en postular que "las gentes" eran el mejor juez de sus propios intereses individuales y que éstos tenían que coincidir necesariamente con los intereses de todo el pueblo tomado en su conjunto. [54763] Por supuesto, esto se hacía más fácil para ellos, porque filosofaban efectivamente, aunque no intencionadamente, en términos de intereses burgueses que tenían más que ganar de un Estado sobrio que de cualesquiera sobornos directos. [54764] El "sentido punzante de la realidad" de William James. [54765] La importancia de este punto ha sido especialmente subrayada por Graham Wallas. [54766] Nos ayudará a aclararnos este punto preguntarnos por qué nos mostramos con una inteligencia y claridad de pensamiento tan superiores en una mesa de bridge, a, por ejemplo, en una discusión política entre no políticos. [54767] En la mesa de bridge tenemos una tarea definida; tenemos reglas que nos disciplinan; el éxito y el fracaso están claramente definidos y nos impide un comportamiento irresponsable el hecho de que cada error que cometamos no sólo se nos manifestará inmediatamente, sino que también nos será inmediatamente imputado. [54768] Estas condiciones, al dejar de cumplirse en el comportamiento político del ciudadano corriente, muestran por qué en la política le falta toda circunspección y el juicio que puede desarrollar en su profesión. [54769] La importancia de tales explosiones de cólera no puede ponerse en duda. [54771] El análisis mostrará en muchos ejemplos que están excitados por la acción de algún grupo y no surgen espontáneamente del pueblo. [54772] En este caso entran en una clase de fenómenos de la que vamos a tratar seguidamente. [54773] Personalmente, creo que existen ejemplos auténticos. [54774] Pero no puedo estar seguro de que un analista más a fondo no revelase algún esfuerzo psicotécnico en el fondo de ellos. [54775] Una información seleccionada, aunque sea exacta de por sí, equivale a un intento de mentir diciendo la verdad. [54776] Es posible que estos límites se mostrasen con más claridad si las controversias se decidiesen más a menudo por referéndum. [54777] Es de presumir que los políticos sepan por qué son casi invariablemente hostiles a esta institución. [54778] Obsérvese la analogía con la fe socialista, que es también un sustitutivo de la fe cristiana para unos y un complemento de ella para otros. [54779] Podría objetarse que, por difícil que sea asignar un significado general a la palabra Igualdad, tal significado puede derivarse del contexto en la mayoría de los casos, si no en todos ellos. [54781] Este significado sería bastante definido. [54782] Pero si preguntamos por qué esa afirmación debe obligarnos moral y políticamente y si rehusamos contestar "porque todo hombre es por naturaleza exactamente igual que todo otro hombre", entonces sólo podemos recurrir a la sanción divina que proporciona la fe cristiana. [54783] Esta solución va implicada posiblemente en la palabra "creados". [54784] Podría parecer que debería hacerse una excepción con las oposiciones que surgen dentro de los regímenes francamente autocráticos. [54785] Pero incluso la mayoría de éstos han surgido históricamente de una manera democrática y han basado su dominación en la aprobación del pueblo. [54786] César no fue matado por los plebeyos. [54787] Pero los oligarcas aristócratas que lo mataron empleaban también frases democráticas. [54788] LA SITUACIÓN CON QUE MARX SE ENFRENTÓ [54789] Según Engels, Marx adoptó en 1847 la expresión "comunista" con preferencia a la expresión "socialista" porque el socialismo había adquirido por entonces un sabor de respetabilidad burguesa. [54791] Eran exilados, de origen y tradiciones burguesas, fórmula que explica mucho tanto el pensamiento de Marx como de las medidas y tácticas políticas que recomendaba. [54792] Lo asombroso es la medida en que prevalecieron sus ideas. [54793] En primer lugar, el intelectual desarraigado que era Marx, con la experiencia formativa de 1848 impresa para siempre en toda su alma, abandonó su propia clase y fue abandonado por ella. [54794] Del mismo modo los intelectuales desarraigados y, en cierto grado, las masas proletarias serían en lo sucesivo lo único accesible para él y lo único que tenía en que poner su confianza. [54795] Esto explica la teoría que, como hemos visto en el capítulo anterior, tiene necesidad de explicación, esto es, la de que los obreros "habrán de emanciparse por sí mismos". [54796] En segundo lugar, el mismo intelectual desarraigado se hace naturalmente internacionalista de sentimiento. [54797] Esto significaba algo más que el no sentirse afectado por los problemas y vicisitudes de cualquier país particular -incluso de proletariados nacionales singulares-, los cuales no traspasaban nunca la periferia de sus intereses. [54798] Significaba que de esta forma le era mucho más fácil crear la religión socialista hipernacional y concebir un proletariado internacional cuyos componentes, al menos en principio, estaban vinculados unos con otros mucho más estrechamente de lo que estaba cada uno de ellos con sus propios connacionales de una clase diferente. [54799] En el terreno de la pura lógica cualquiera podría haber ideado esta concepción manifiestamente irrealista y todo lo que dicha concepción implica para la interpretación de la historia pasada y de los criterios de los partidos marxistas sobre política exterior. [54801] Ahora bien: para Marx no existían tales lazos y, al no tener él mismo ningún país, se convencía fácilmente de que el proletariado no tenía tampoco ninguno. [54802] Pronto veremos por qué -y hasta dónde- esta teoría sobrevivió y lo que llegó a significar en las distintas circunstancias. [54803] El mismo Marx aceptó, sin duda, sus implicaciones no intervencionistas y pacifistas. [54804] Ciertamente, creía no sólo que las "guerras capitalistas" no interesaban al proletariado, sino también que eran los medios de subyugarlo aún más por completo. [54805] La concesión que tal vez se hubiese decidido a hacer, a saber: que la participación en la defensa del propio país contra una agresión no es incompatible con los deberes de la fe, no era, evidentemente, más que un recurso táctico muy necesario. [54806] En tercer lugar, cualquiera que pueda haber sido su teoría, el burgués desarraigado llevaba la democracia en su sangre. [54807] Es decir, la fe en aquella parte del esquema burgués de valores que se centra en la democracia no era para él únicamente cuestión de la percepción racional de las condiciones peculiares del sistema social de su tiempo o de otra época cualquiera. [54808] Tampoco era simplemente cuestión de táctica. [54809] Es verdad que las actividades socialistas (y su obra personal) no podrían haber sido desarrolladas, con alguna comodidad, en todo caso, en ningún ambiente que profesase principios distintos de los democráticos, tal como entonces se entendían. [54811] Por supuesto, este elemento era, y en algunos países lo es incluso hoy, muy importante. [54812] He ahí precisamente, como ya he señalado, por qué las confesiones democráticas de los partidos socialistas no significan mucho hasta que su poder político se hace lo bastante grande para darles la oportunidad de una alternativa y por qué no los beneficiaba particularmente establecer ninguna relación fundamental entre la lógica del socialismo y la lógica de la democracia. [54813] Sin embargo, puede decirse con seguridad que para Marx la democracia estaba por encima de toda discusión y que todos los demás sistemas políticos estaban por debajo de ella. [54814] Esto hay que reconocérselo al revolucionario del tipo de 1848. [54815] Por supuesto, él no se planteó el problema de aceptar un artículo de fe burguesa tan importante como éste. [54816] Ello habría dejado al descubierto una extensión de terreno común demasiado grande. [54817] Pero ya hemos visto en la parte anterior que él sabía cómo obviar esta dificultad, pretendiendo temerariamente que únicamente la democracia socialista era verdadera democracia y que la democracia burguesa no era democracia en absoluto. [54818] Tal era, pues, el a priori político de Marx. [54819] No es preciso subrayar que era totalmente diferente de los a prioris del socialismo inglés medio no sólo de su tiempo, sino de todas las épocas, tan diferentes como para hacer casi imposible la simpatía mutua e incluso una comprensión mutua completa, independientemente en absoluto del hegelianismo y demás barreras doctrinales. [54821] Vástago de la misma raza, producto del mismo estrato, moldeado por una tradición cultural muy semejante, condicionado de una manera similar por la experiencia de 1848 y por la ideología de la democracia burguesa, Lassalle difiere, no obstante, de Marx de una manera que no puede ser explicada totalmente por la comparación personal. [54822] Mucho más vital que esto era el hecho de que Marx era un exilado y Lassalle no lo era. [54823] Lassalle no se desvinculó nunca de su país ni de las clases distintas al proletariado. [54824] Nunca fue internacionalista, como Marx. [54825] Por proletariado entendía ante todo el proletariado alemán. [54826] No objetaba la cooperación con el Estado existente. [54827] No ponía objeción al contacto personal con Bismarck ni con el rey de Baviera. [54828] Tales cosas son importantes, más importantes tal vez que las diferencias doctrinales más profundas; tenían importancia suficiente para producir especies de socialismo diferentes y antagonismos irreconciliables. [54829] Adoptemos ahora nuestra posición respecto al a priori de Marx y pasemos revista a los datos políticos con que se enfrentó. [54831] Incluso allí, como en la época en que él había establecido relaciones, se había desvanecido el movimiento cartista, la clase obrera se estaba haciendo cada vez más realista y conservadora. [54832] Desilusionados por el fracaso de las actividades radicales anteriores, los hombres se apartaban de los programas deslumbrantes y de sus cantos sobre su derecho al producto total. [54833] Se embarcaron prudentemente en un intento de aumentar su participación en el mismo. [54834] Los dirigentes trataban prudentemente de establecer, afianzar y aumentar el status legal y el poder económico de los sindicatos dentro del marco político de la sociedad burguesa. [54835] Por principio, así como también por consideraciones tácticas notorias, tenían que mirar las ideas o actividades revolucionarias como un estorbo y como un sabotaje estúpido o frívolo a la labor seria de los obreros. [54836] También estaban interesados por el estrato superior de la clase obrera; respecto del inferior, albergaban sentimientos que eran afines al desprecio. [54837] En todo caso, sin embargo, Marx y Engels, en las circunstancias en que se encontraban y siendo quienes eran, no podrían nunca haber pensado en ir más allá para organizar el proletariado industrial o algún grupo particular del mismo, de acuerdo con sus propias ideas. [54838] Lo único que podrían esperar era ponerse en contacto con los dirigentes y con la burocracia sindical. [54839] Al contemplar, de una parte, la actitud del obrero "respetable", y, de otra parte, la actitud de la chusma inorganizable (entonces) de las grandes ciudades, con la que apenas querían actuar, [54841] No podían dejar de reconocer la importancia del movimiento tradeunionista, que estaba realizando paulatinamente la tarea gigantesca de organizar las masas en algo semejante a un clase articulada, es decir, a resolver el problema que ellos mismos consideraban como el más importante de todos. [54842] Pero por estar completamente apartados de ella y darse cuenta del peligro de que esta clase podía adquirir una base burguesa y adoptar una actitud burguesa, tenían que disgustarles las "trade-unions" y que desconfiar de ellas tanto como a las "trade-unions" les disgustaban ellos y desconfiaban de ellos, en la medida en que tenían noticias de su existencia. [54843] De esta manera quedaban relegados a la posición que ha llegado a ser característica del socialismo clásico, y que, aunque muy reducida en su importancia, expresa hasta hoy el antagonismo fundamental entre los intelectuales socialistas y los obreros (que en casos de importancia puede equipararse, grosso modo, al antagonismo entre los partidos socialistas y los sindicatos). [54844] Para los intelectuales el movimiento tradeunionista era algo que había que convertir a la doctrina de la guerra de clases; como medio para tal conversión resultaba apropiada para el creyente una cooperación ocasional con dicho movimiento, ya que las inquietudes obreras radicalizaban a las masas y abrumaban o excitaban suficientemente a los funcionarios de las "trade-unions" para inducirlos a escuchar el evangelio. [54845] Pero en tanto que la conversión no fuese completa, y especialmente en tanto que la opinión de las "trade-unions" permaneciese adversa por principio a la acción revolucionaria o simplemente política, el movimiento no estaba en estado de gracia, sino, por el contrario, en estado de error, teniendo un falso concepto de sus fines verdaderos y dejándose engañar con trivialidades que eran peores que inútiles; de ahí que, a no ser para el fin de perturbar desde dentro, el creyente tenía que mantenerse apartado. [54846] Esta situación cambió ya durante la vida de Marx y más aún durante la de Engels. [54847] El crecimiento del proletariado industrial, que llegó a hacer de él también una potencia en el Continente, y el paro inherente a las depresiones de aquel período hicieron que aumentase su influencia con los dirigentes obreros, si bien no adquirieron nunca una influencia directa sobre las masas. [54848] Al final, sin embargo, eran los intelectuales los que les solicitaban materia de trabajo. [54849] Pero aunque su éxito en este terreno fue considerable, los intelectuales les ocasionaban más perturbaciones que la indiferencia (que a veces llegaba a la hostilidad) de los obreros. [54851] Y éstos difundían, por supuesto, un socialismo muy diferente que, al ofrecer la promesa de un beneficio inmediato, era un competidor peligroso. [54852] Había, además, intelectuales, entre los que se encontraba en primer lugar Lassalle, que habían conquistado posiciones entre las masas, los cuales eran competidores aún más directos. [54853] Y, finalmente, había intelectuales que iban bastante lejos en cuanto a ardor revolucionario, pero a los que Marx y Engels consideraban, con toda razón, como los peores enemigos del socialismo serio; éstos eran los "putschistas", como Blanqui, los soñadores, los anarquistas, etc. [54854] Consideraciones doctrinales y tácticas imponían combatir a todos estos grupos con un no inflexible. [54855] Esta base doctrinal y esta situación táctica hicieron sumamente difícil para Marx encontrar respuesta para dos cuestiones vitales que con toda seguridad se plantearía todo seguidor o posible seguidor: la cuestión de la actitud hacia las medidas políticas de los partidos burgueses y la del programa inmediato. [54856] En cuanto a la primera, no podría aconsejarse a los partidos socialistas vigilar en silencio las medidas políticas burguesas. [54857] Su labor evidente era criticar la sociedad capitalista, exponer la mascarada de los intereses de clase, señalar cuánto mejor sería todo en el paraíso socialista y batir el tambor para el reclutamiento, esto es, criticar y organizar. [54858] Sin embargo, una actitud completamente negativa, por muy satisfactoria que fuese en principio, le habría sido imposible mantenerla a todo partido que contase con cierta influencia política. [54859] Habría chocado inevitablemente con la mayoría de los deseos auténticos de los obreros organizados y, si persistía durante algún tiempo, habría reducido los seguidores a un pequeño grupo de ascetas políticos. [54861] Hasta donde creyó posible hacerlo adoptó la única posición que era lógicamente irrecusable. [54862] Los socialistas tienen que rehusar el participar en las mejoras ficticias con las que la burguesía trataba de engañar al proletariado. [54863] Tal participación -que más tarde recibió la denominación de Reformismo- significaba un error de fe, una traición a los verdaderos fines, un atentado insidioso para apuntalar lo que debe ser destruido. [54864] Los discípulos como Bebel, que hacían peregrinación a la cripta después de haberse desviado de esta manera de la senda verdadera, eran profundamente apreciados. [54865] Es verdad que los mismos Marx y Engels habían meditado la cooperación con el ala izquierda de los grupos burgueses en la época de su partido comunista de 1847. [54866] El Manifiesto Comunista reconoce también la necesidad de compromisos y alianzas ocasionales, del mismo modo que concedía que las tácticas tenían que ser diferentes, según las circunstancias de tiempo y lugar. [54867] Todo esto iba implicado en la máxima prescrita al creyente de utilizar todos los antagonismos entre los grupos burgueses dentro de cada país, ya que esto apenas puede hacerse sin una medida de cooperación con algunos de ellos. [54868] Pero todo eso no era más que limitar un principio a fin de mantenerlo de una manera más efectiva. [54869] En cada caso la excepción tenía que ser severamente escrutada, habiendo siempre una presunción en su contra. [54871] La manera cómo habrían de comportarse los marxistas cuando se enfrentasen con una política particular del enemigo burgués que beneficiase claramente al proletariado, podemos inferirla del ejemplo puesto por el maestro mismo en un caso muy importante. [54872] El libre cambio era uno de los principales puntos del programa del liberalismo inglés; Marx era demasiado buen economista para no ver el beneficio que, en las circunstancias de aquella época, confería a la clase obrera. [54873] Podría quitarse importancia al beneficio, podrían vilipendiarse los móviles de los librecambistas burgueses. [54874] Pero eso no resolvería el problema, pues seguramente los socialistas tendrían que apoyar el libre cambio, especialmente de los artículos alimenticios. [54875] Pues bien: así lo harían, pero desde luego no porque considerasen una dádiva el pan más barato -¡eso no!-, sino porque el libre cambio aceleraría el ritmo de la evolución social, y, por tanto, el advenimiento de la revolución social. [54876] El ardid táctico es admirable. [54877] El argumento es, además, completamente verdadero y permite su aplicación a muchos casos. [54878] El oráculo no dice, sin embargo, lo que los socialistas tienen que hacer con las medidas políticas que, aunque beneficien también al proletariado, no fomentan la evolución capitalista -como ocurre con la mayoría de las medidas de mejoramiento social, seguros sociales y similares- o que, aunque fomenten la evolución capitalista, no benefician directamente al proletariado. [54879] Pero si el campo burgués había de hendirse por tales cuestiones se despejaba el camino de la evolución en virtud del precepto de utilizar las disensiones capitalistas. [54881] La segunda cuestión no era menos espinosa. [54882] Ningún partido puede vivir sin un programa que mantenga la promesa de beneficios inmediatos. [54883] Pero, en lógica estricta, el marxismo no tenía tal programa que ofrecer. [54884] Toda realización positiva hecha o por hacer en la atmósfera viciada del capitalismo era inficionada ipso facto. [54885] Marx y Engels estaban, efectivamente, abrumados con esto y siempre desalentaban los programas que llevaban inherente una política constructiva dentro del orden capitalista y sabían inevitablemente a radicalismo burgués. [54886] Sin embargo, cuando ellos mismos se enfrentaron con el problema en 1847 decidieron cortar el nudo gordiano. [54887] El Manifiesto Comunista, de una manera completamente ilógica, recoge una serie de objetivos inmediatos de la política socialista, dejando simplemente la gabarra socialista al costado del vapor liberal. [54888] La educación libre, el sufragio universal, la supresión del trabajo infantil, un impuesto progresivo sobre la renta, la nacionalización de la tierra, la banca y el transporte, la expansión de la empresa estatal, el cultivo de los campos yermos, el servicio industrial obligatorio para todos, la difusión de los centros industriales por todo el país; todas estas medidas propugnadas por ellos muestran, claramente, el grado en que Marx y Engels se permitían (en aquella época) ser oportunistas, aunque se inclinaban a negar el privilegio a los demás socialistas. [54889] Pero lo sorprendente de este programa es la ausencia de todo punto que habría que reconocer como típicamente o exclusivamente socialista; de encontrarnos en otro ambiente cada uno de sus puntos podría figurar en un programa no socialista - incluso la nacionalización de la tierra ha sido propugnada, sobre bases especiales, por escritores que en lo demás son burgueses -, y la mayoría de ellos están tomados simplemente del fondo radical. [54891] Pero también era un simple recurso, intentado, evidentemente, sin otro propósito que el ocultar una debilidad práctica perturbadora. [54892] Si a Marx le hubiesen interesado aquellos puntos por sí mismos no habría tenido otra alternativa que unirse al ala radical del liberalismo burgués. [54893] La realidad es que le importaban poco y no se sentía obligado a hacer ningún sacrificio por su causa; si los burgueses radicales los hubiesen mantenido todos esto habría sido, probablemente, para Marx una sorpresa desagradable. [54894] Los mismos principios, las mismas tácticas y datos políticos similares dieron lugar a la Alocución Inaugural a la Asociación Internacional de Trabajadores (la "Primera Internacional") en 1864. [54895] La fundación de esta última significó, en realidad, un gran paso más allá de la Arbeiterbildungsverein alemana de 1847 o del pequeño grupo internacional del mismo año. [54896] No era, por supuesto, una organización de los partidos socialistas -aunque, por ejemplo, se reunieron los dos partidos alemanes y la Allgemeiner Deutscher Arbeiterverein de Lassalle cedió rápidamente-, y todavía menos una organización internacional del proletariado. [54897] Pero estaban efectivamente representados grupos obreros de muchos países y de muchos tipos, e incluso las "trade-unions" inglesas mostraban bastante interés por conllevar durante algún tiempo una alianza en cierto modo incompatible, con el ánimo más bien lleno de reservas y con vistas a ventajas inmediatas. [54898] Entre sus fundadores figuró George Odger.[55001] Las grandes pretensiones planteadas por la Asociación y algunos de sus historiadores, relativas a su papel en los momentos revolucionarios, y las grandes insurrecciones obreras de la época tienen que ser desestimadas. [55002] Pero si hizo poco y no condujo ni dominó nunca al menos ofrecía una fraseología unificadora. [55003] Y estableció contactos que al final podrían haberla elevado, con la amable asistencia de sus enemigos burgueses, que eran lo bastante tontos como para hacerle propaganda a una posición de verdadera importancia. [55004] Al principio todo fue bastante bien y los primeros cuatro "congresos" tuvieron un éxito evidente, pasando por alto los miembros ortodoxos, con mucho tacto, ciertas incidencias no socialistas, como el voto en defensa del principio de la herencia. [55005] La invasión de Bakunin (1869) y su expulsión (1872), sin embargo, le asestaron un golpe del que se mostró incapaz de recobrarse, aunque pudo seguir tirando hasta 1874. [55006] Marx tuvo conciencia, desde el principio, de las posibilidades y de los peligros inherentes a aquel confuso conglomerado formado por intelectuales de dudosa posición juntamente con obreros resueltos notoriamente a utilizar la asociación o renegar de ella, según las circunstancias. [55007] Eran las posibilidades por las que siempre había combatido. [55008] La primera tarea era conservar la organización unida; la segunda, imprimirle el sesgo marxista, y ambas tenían que resolverse frente a los hechos de que sus partidarios personales estaban siempre en minoría y que su influencia sobre los demás miembros era mucho menor de lo que pudiera colegirse de la circunstancia de haber sido designados -o más bien consentidos- por la mayoría para redactar la proclama programática. [55009] En consecuencia, esta proclama contenía concesiones a opiniones no marxistas similares a las que el mismo Marx se había horrorizado de encontrar en el Programa de Gotha del Partido Socialdemócrata alemán (1875). [55011] Pero el significado del compromiso depende del hombre que lo hace y del espíritu con que se hace. [55012] El que sólo se preocupa de la tendencia puede tolerar muchas desviaciones. [55013] Evidentemente, Marx confiaba mantener su tendencia de un modo permanente y encontrar el camino que volviese hacia ella después de cada desviación. [55014] Pero hemos de comprender que sintiera recelos cuando vio a otros que hacían el mismo juego. [55015] Había así algo más que un mero egoísmo, tanto en sus evasivas tácticas como en sus ponzoñosas denuncias de las evasivas de otros. [55016] Por supuesto, tanto la táctica como el principio de lo que hasta entonces había sido la política clásica del socialismo ortodoxo, son susceptibles de crítica. [55017] El ejemplo táctico puesto por Marx permite a sus seguidores justificar prácticamente todo rumbo de acción o inacción impulsada o dictada por el maestro. [55018] El principio ha sido debelado por señalar un camino que no conduce a ninguna parte. [55019] Lo más importante de todo es comprender su racionalidad. [55021] También creía -aunque su propia doctrina debería haberle hecho dudar de ello- que el momento apropiado para ella no estaba lejos, del mismo modo que la mayoría de los cristianos primitivos creían que estaba próximo el día del juicio. [55022] Por consiguiente, su método político se fundaba, en realidad, en un error de diagnosis. [55023] Aquellos intelectuales que exaltaban su agudeza política dejaron por completo de ver la cantidad de pensamiento anhelante que entraba en su juicio práctico. [55024] Pero dando por realizados los hechos dentro de su horizonte y por admitidas sus inferencias sacadas de los mismos, ese método va acompañado, lo mismo que sus opiniones sobre esta cuestión, de resultados inmediatos y en íntima camaradería con los reformadores burgueses. [55025] Fundar un partido homogéneo, basado en el proletariado organizado de todos los países, que marchase hacia la meta sin perder su fe revolucionaria ni mojar su pólvora en el camino, era en realidad, desde ese punto de vista, la tarea de importancia suprema, en comparación con la cual todo lo demás era una minucia. [55026] La actitud emotiva adoptada en 1848 hizo también completamente imposible para él comprender y hacer justicia al régimen no democrático que lo exiló. [55027] Un análisis desapasionado no podía haber dejado de revelar sus realizaciones y sus posibilidades. [55028] Pero tal análisis estaba en este caso fuera de su alcance. [55029] Ningún idioma que yo conozca admite oficialmente esta palabra como nombre. [55031] Debe recordarse que los marxistas propenden a hablar de una chusma proletaria (Lumpenproletariat). [55032] Incluso actuó como presidente del Consejo de la Internacional. [55033] Esto significaba mucho, ya que había sido uno de los promotores más destacados de la Federación y fusión de las "Trade-Unions", organizador del London Trade Council y miembro directivo de la Liga Reformista para la Emancipación de los Obreros Urbanos. [55034] LAS CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL [55035] Mundus regitus parva sapientia [55036] Ahora (julio 1946) puede añadirse un poco más a lo que se ha dicho en la última sección acerca de los efectos de la guerra en la estructura social de nuestra época y de la situación y perspectivas de los grupos socialistas ortodoxos (esto es, no comunistas). [55037] En julio de 1942 era obvio que, cualquiera que fuese la suerte de los grupos socialistas particulares, se daría otro gran paso hacia el orden socialista y que esta vez el paso se daría también en los Estados Unidos. [55038] Estaba también claro que el destino de los grupos socialistas existentes dependería de la duración y del resultado de la guerra. [55039] Se sugería, finalmente, que, en el caso de una victoria completa (que implicase una rendición incondicional del enemigo) de la alianza angloamericanarrusa, los resultados para el socialismo ortodoxo diferirían según que Stalin surgiese como el verdadero vencedor o que todos los honores los ganasen Inglaterra y los Estados Unidos. [55041] Stalin ha surgido como el amo de la Europa oriental. [55042] Inglaterra y los Estados Unidos luchan por mantener alguna influencia en la Europa central y occidental. [55043] El destino de los partidos socialistas y comunistas refleja estas condiciones. [55044] Pero hay otro elemento que puede afectar sustancialmente a la situación social de todo el mundo, a saber: el desenvolvimiento económico de los Estados Unidos, que puede pronunciarse posiblemente en favor del orden capitalista. [55045] Este capítulo tratará, por tanto, en primer lugar, de la situación del socialismo ortodoxo y del laborismo y, en particular, de la situación de Inglaterra; en segundo lugar, de los posibles efectos de un notable éxito industrial en los Estados Unidos; en tercer lugar, de los posibles efectos de un éxito político de Rusia. [55046] Nuestra argumentación se divide así, naturalmente, en tres partes, a saber: [55047] 1) Inglaterra y el socialismo ortodoxo. [55048] 2) Posibilidades económicas de los Estados Unidos. [55049] 3) Imperialismo y comunismo rusos. [55051] Muchos hechos vienen a mostrar que, si prescindimos de la participación rusa en la victoria, los efectos de la segunda Guerra Mundial sobre la situación social de Europa habrían sido similares a los de la primera Guerra Mundial, sólo que más vigorosos. [55052] Es decir, habríamos presenciado una aceleración de la tendencia existente hacia una organización socialista de la producción en el sentido definido en este libro. [55053] El más importante de esos hechos es el triunfo del Partido Laborista inglés. [55054] Como se ha señalado en el capítulo anterior, este triunfo había que esperarlo y no debe haber sorprendido a nadie. [55055] Tampoco fue más completo de lo que habíamos esperado. [55056] A causa del sistema electoral inglés, la redistribución efectiva de los escaños puede darnos un cuadro exagerado. [55057] Hubo unos doce millones de votos laboristas contra unos diez millones de votos conservadores. [55058] Los días del liberalismo ya han pasado, por supuesto; pero aun la docena que sobrevive de miembros liberales representa más votos que setenta y dos miembros laboristas tomados al azar. [55059] En otras palabras: en un sistema de representación proporcional el Partido Laborista no habría obtenido una mayoría parlamentaria sobre los conservadores y los liberales combinados, si bien una coalición laboristaliberal habría disfrutado de un margen confortable. [55061] Esto es lo que ha sucedido en este caso. [55062] Pero la situación nacional, como situación distinta de la parlamentaria, no es, sin embargo, indiferente para una estimación de lo que es y de lo que no es políticamente posible. [55063] La inferencia manifiesta del caso se ha fortalecido por el hecho de que los grupos que se encuentran a la izquierda del Partido Laborista oficial dejaron visiblemente de mejorar su posición parlamentaria: el Partido Laborista Independiente conservó exactamente sus tres escaños y los partidos de la Commonwealth, más el comunista, perdieron uno de los cuatro que tenían anteriormente. [55064] En consideración a las muchas razones que había para esperar una "radicalización", esto es verdaderamente notable y una prueba sorprendente de la madurez política de Inglaterra. [55065] Esta situación está abocada a afirmarse. [55066] De hecho se ha afirmado ya, tanto en la índole del gabinete como en las medidas adoptadas o prefiguradas. [55067] Se ruega al lector que vuelva a leer lo que se ha escrito en este libro bajo la rúbrica de "La política socialista antes de la promulgación del socialismo" (capítulo XIX, sección IV). [55068] Observará, en primer lugar, que todo lo que el gobierno laborista hace o se propone hacer está de acuerdo con el espíritu y los principios del programa allí bosquejado, y, en segundo lugar, que la práctica efectiva no llega casi a tal punto. [55069] La nacionalización del Banco de Inglaterra, en particular, es un símbolo altamente significativo y puede, por tanto, mantenerse como un jalón histórico. [55071] Y medidas tales como las tomadas acerca del carbón o la legislación de empleo total apenas encuentran polémicas, al menos en Inglaterra. [55072] Dada la manera como el gobierno laborista las trata o se propone tratarlas imperará un consentimiento casi universal. [55073] Los torneos sobre cuestiones fundamentales de principio alentarán el trabajo serio, pero no porque estas cuestiones o las diferencias sobre ellas sean de tanta importancia, sino porque los gobiernos y los parlamentos no pueden vivir sin ellas. [55074] Todo esto es como debiera ser. [55075] Indudablemente, es una vez más un caso de administración del capitalismo; pero, tanto a causa de la guerra como del transcurso del tiempo, esto se hará con un propósito más claro y con una mano más firme que antes y teniendo más claramente a la vista una liquidación definitiva de la empresa privada. [55076] Tres puntos merecen, sin embargo, una atención particular. [55077] En primer lugar, es precisamente esta conformidad casi ideal de la acción política con los datos de la situación social y económica lo que es tan importante y, desde el punto de vista de la sociedad basada en la propiedad privada, tan peligrosa. [55078] Sea lo que fuere lo que digan los extremistas intelectuales -y, por supuesto, la actitud del gobierno laborista constituye un quehacer para ellos-, el paso hacia una Inglaterra socialista será tanto más sustancial porque hay muy poco disparatado en él. [55079] Pasos tan responsablemente dados no tendrán que ser desandados. [55081] Si el gobierno consigue mantenerse en su línea cumplirá exactamente la tarea que figura entre las tareas de los gobiernos laboristas sin poder (como era el de MacDonald; véase más arriba, cap. XXVII, sección IV) y las tareas de los gobiernos laboristas del futuro, cuya mayoría parlamentaria tendrán un paralelo en una mayoría del electorado. [55082] Esta es la única esperanza para el socialismo democrático. [55083] Tal esperanza, conforme existía en el continente europeo, está, por supuesto, vigorizada en cierto modo por el paradigma inglés. [55084] En segundo lugar, hemos observado en el capítulo anterior que los primitivos pensadores socialistas no previeron nunca, ni podían haber esperado prever, una situación en la que el poder político fuese impuesto a los trabajadores y en la que la víctima burguesa se volviese hacia ellos en demanda de protección. [55085] También hemos observado otra cosa que no previeron ni podían prever, a saber: la extensión en que resultaría posible expropiar la estructura burguesa sin destruir formalmente el marco legal del orden capitalista y por métodos tan poco revolucionarios como la imposición de tributos y las medidas de política de salarios. [55086] La tributación de guerra y las intervenciones de guerra no pueden ser, ciertamente, mantenidas en su plenitud. [55087] Pero apartarse de ellas puede llevar a un alto en una línea en que algunos de los puntos más populares del programa socialista se cumplen automáticamente. [55088] La igualación de rentas por los impuestos se ha llevado ya tan lejos como para perjudicar la eficiencia de los "especialistas" -para emplear la frase rusa-, tales como los médicos o ingenieros. [55089] Esto se hace realmente por medio de un aparato tosco y costoso, y puede suceder antes de mucho para la gente que sea mejor limitar las rentas a lo que los impuestos directos habrían de dejar de ellas en lugar de entregar también lo que tendría que recobrarse. [55091] En tercer lugar, supongamos que en la próxima elección mejora el laborismo su posición actual y gana el apoyo de una mayoría sustancial del electorado. [55092] ¿Qué ha de hacer el gobierno? Puede ir un poco más allá en la dirección de igualar las rentas; puede mejorar los servicios sociales, sobre el Plan Beveridge y sobre otras líneas, un poco más allá de lo que los mejoraría cualquier gobierno; iría considerablemente más allá en la socialización de las industrias. [55093] Pero nada de esto sería fácil. [55094] Ya hemos visto que, en las condiciones de la Inglaterra actual, hay poca objeción puramente económica a una gran medida de socialización. [55095] Tampoco es probable que la resistencia burguesa resulte un obstáculo serio: Inglaterra depende del trabajo de sus industriales mucho más que Rusia en 1917; pero, a menos que se antagonicen innecesariamente, puede asegurarse su cooperación. [55096] Finalmente, tampoco necesitamos conceder mucha importancia al argumento, que tanto llama la atención de los más ardientes partidarios de la socialización, a saber: de que el sistema de gabinete no es adecuado para la labor de llevar a cabo la socialización; los intelectuales que se deleitan en la visión de los métodos dictatoriales pueden dudar, en verdad, de su eficacia, pero es el único sistema utilizable para llevar a cabo la socialización democráticamente; la administración efectiva de las industrias socializadas requerirá, por supuesto, órganos semiautónomos con los que tendrán que cooperar los gabinetes, como lo hacen, por ejemplo, con el Estado Mayor general de sus ejércitos. [55097] Pero el problema real es el de la mano de obra. [55098] A no ser que la socialización haya de significar un derrumbamiento económico, un gobierno socializador no puede tolerar la práctica actual de las trade-unions. [55099] El más irresponsable de los políticos tendría que enfrentarse, en el caso considerado, con el problema básico de la sociedad moderna que solamente ha resuelto Rusia, esto es, el problema de la disciplina industrial. [55101] Y, siendo las cosas como son efectivamente, es lo más difícil de todo de socializar. [55102] No es que el problema sea insoluble. [55103] En Inglaterra las oportunidades para una solución afortunada mediante el método político de la democracia son mayores que en ninguna otra parte. [55104] Pero el camino de la solución puede ser tortuoso y largo. [55105] Excepto para el elemento ruso la situación política en el continente europeo es esencialmente similar. [55106] Allí donde hay una libertad de elección observamos una fuerte tendencia de las masas a mantener o a restituir su adhesión bien a los partidos socialdemócratas o a los partidos católicos. [55107] Los ejemplos más notorios son los de los países escandinavos. [55108] Pero incluso en Alemania puede descubrirse una tendencia similar, y puede afirmarse con seguridad que, si fuera libre y no estuviese colocada bajo la influencia de los vencedores, de toda la miseria actual surgiría algo muy parecido a la República de Weimar. [55109] Aunque la prueba a este efecto está en parte invalidada por el favor mostrado a los socialdemócratas por las autoridades inglesas y americanas, se encuentra vigorizada por el hecho de que las autoridades rusas han permitido también la reconstrucción de una organización socialdemócrata en su zona. [55111] Pero todavía, si por hacer un experimento mental decidimos pasar por alto el elemento ruso del caso, y si, además, decidimos postular que los Estados Unidos e Inglaterra actúan con relación a Alemania de una manera dictada a la vez por la decencia común y por el sentido común, éstas serán la diagnosis y prognosis generales a adoptar. [55112] Una prognosis similar se sugiere para otros países, si bien con diversas limitaciones, tales como la que suponen regímenes laboristas -en los países católicos- con grupos comunistas no demasiado importantes en su interior, a la izquierda de ellos, y una política más avanzada que la del segundo decenio de este siglo, pero todavía en la misma dirección, con todo lo que esto implica, económica, política y culturalmente. [55113] El pequeño ejemplo de Austria es instructivo. [55114] Los Socialistas Cristianos (partido católico que contiene los elementos conservadores) salieron bien, los comunistas mal y los socialdemócratas volvieron a ganar casi su antigua posición, con la mayoría de sus antiguos dirigentes supervivientes bien atrincherados en el alto mando del partido. [55115] Ni siquiera los programas han cambiado grandemente en lo que atañe a los principios generales. [55116] El reciente paso hacia la socialización no ha sido dado al azar. [55117] Los casos de los demás países pequeños, en tanto que sean independientes de Rusia, entran dentro del mismo tipo, y así ocurre con el de Italia. [55118] El caso francés difiere de este tipo por la fuerza que tienen los comunistas (véase más abajo, sección III). [55119] Y solamente nuestra incapacidad para comprender cualquier sistema que no sea el nuestro nos impide darnos cuenta de que el caso español es relativamente el más problemático de todos. [55121] 1. [55122] Redistribución de la renta mediante la imposición. [55123] 2. [55124] La gran posibilidad. [55125] 3. [55126] Condiciones para su realización. [55127] 4. [55128] Problemas de la transición. [55129] 5. [55131] 6. [55132] Conclusión. [55133] 1. [55134] Al discutir el caso inglés, hemos observado que en las condiciones modernas -en una extensión no soñada por los socialistas del siglo XIX- es posible extraer del estratum burgués, por medio de la imposición y de la política de salarios, la gran masa de lo que en la terminología marxista se llama Plus Valía. [55135] La observación es aplicable a los Estados Unidos. [55136] En una extensión que generalmente no es apreciada el New Deal fue capaz de gravar la renta de los grandes contribuyentes incluso antes de plantearse la situación de guerra. [55137] Bastará una indicación que muestra tan sólo los efectos del aumento del impuesto de la Renta (personal) y la sobretasa hasta 1936: en 1929, cuando la renta total percibida se estimaba en 80,600 millones de dólares, los perceptores de más de 50,000 dólares (renta imponible) retenían una cantidad líquida de 5,200 millones después de pagar el impuesto sobre la renta y la sobretasa; en 1936, en que la renta local percibida es estimada en 64,200 millones de dólares y la cantidad líquida retenida no llegaba a los 1,200 millones completos [55138] la renta imponible que excedía de los 100,000 dólares era incluso entonces totalmente absorbida si se tienen en cuenta los impuestos de los Estados. [55139] Desde el punto de vista del radicalismo ingenuo lo único malo de estas y otras medidas subsiguientes de confiscación es que no iban bastante lejos. [55141] La distribución actual de las rentas disponibles puede compararse perfectamente con la distribución que prevalece actualmente en Rusia, especialmente en consideración al hecho posterior de que, a causa de la mayor importancia que en los presupuestos de la gente adinerada tienen las prestaciones personales y las mercancías, que llevan incorporado relativamente mucho trabajo, el poder adquisitivo del dólar del mayor contribuyente ha bajado mucho más en los Estados Unidos que el dólar del menor contribuyente. [55142] Además, podemos repetir también otra observación hecha anteriormente relativa a Inglaterra. [55143] La presión sobre los grandes contribuyentes no está, por supuesto, limitada a "50,000 dólares en adelante". [55144] Se extiende en un grado decreciente hasta las rentas de 5,000 dólares. [55145] Y no puede haber ninguna duda, especialmente en el caso de los médicos que se encuentran en las categorías medias del éxito profesional, que esto da a veces como resultado una pérdida de una eficiencia muy necesaria. [55146] Hasta aquí, pues, el efecto causado sobre la estructura social por la guerra y las perturbaciones obreras que eran su consecuencia natural se parecería mucho al de Inglaterra. [55147] El hecho de que en los Estados Unidos no hay un partido laborista nacional bien organizado podría hacernos especular acerca de la posibilidad de una evolución sobre la línea del socialismo guildista en lugar de una evolución hacia un socialismo centralista. [55148] Por lo demás, este hecho por sí solo vigoriza la defensa de la prognosis que ha sido elaborada en este libro, pues los grupos que presionan son tan poderosos como los partidos y mucho menos responsables, y, por lo tanto, arietes de demolición más eficaces. [55149] 2. [55151] Algunos observadores parecen pensar que este éxito, que ha ganado la guerra y que, además, ha protegido a la mano de obra americana de la privación, dominará también la situación de la posguerra en una extensión que puede aniquilar toda la defensa del socialismo en tanto se trata de un socialismo de una naturaleza puramente económica. [55152] Expongamos este argumento en su forma optimista. [55153] Prescindiendo por el momento del complejo de problemas de transición y fijando 1950 como el primer año "normal" -práctica muy común en los pronosticadores-, calcularemos hipotéticamente el Producto Nacional Bruto -valor de todos los bienes y servicios producidos antes de la deducción por depreciación y agotamiento-, evaluado por medio del índice del nivel de precios del B.L.S. para 1928, en doscientos mil millones. [55154] Esto no es, por supuesto, una predicción del volumen efectivo de producción a esperar en ese año. [55155] No es siquiera una estimación de lo que será la producción potencial, siempre que se cumplan ciertas condiciones que se mencionarán dentro de poco. [55156] Tal estimación resulta elevada, pero no inusitada -cifras más elevadas se han mencionado- ni fuera de razón. [55157] Se conforma a la experiencia pasada de la realización media a largo plazo del sistema: si aplicamos nuestro "tipo normal de crecimiento del 3, 7 por 100 por año" (véase más arriba capítulo V) a la cifra del producto nacional bruto de 1928, que fue de unos noventa mil millones, obtendremos poco menos de los doscientos mil millones para 1950. [55158] No debe concederse a esto una importancia indebida. [55159] Repetiré, no obstante, que una objeción al efecto de que esta extrapolación carece de sentido, porque la producción dejó de aumentar a ese ritmo en el tercer decenio de este siglo, erraría el blanco y probaría tan sólo la incapacidad del objetante para comprenderla. [55161] Supongamos ahora que esta posibilidad se realiza efectivamente. [55162] Y hagamos, para reposición y nueva "inversión" (incluyendo casas), la amplia deducción de cuarenta mil millones (20 por 100, igual al promedio por décadas del profesor Kuznets para 1879-1929). [55163] La significación de los ciento sesenta mil millones restantes para nuestro objeto descansa en dos hechos. [55164] Primero, de no haber un tremendo desbarajuste, la enorme masa de mercancías y servicios disponibles que representa esta cifra (que no incluye todavía las casas nuevas) promete un nivel de satisfacción de necesidades económicas que llegará hasta los miembros más pobres de la sociedad, incluyendo los ancianos, parados y enfermos, y que eliminaría (con una semana de cuarenta horas) todo lo que pudiera calificarse de sufrimiento o necesidad. [55165] Se ha destacado en este libro que la defensa del socialismo no es en modo alguno totalmente económica, y también que el aumento de la renta real ha fracasado por completo hasta aquí en contentar a las masas o a sus aliados intelectuales. [55166] Pero, en este ejemplo, la promesa no es sólo espectacular, sino inmediata: en su cumplimiento no va implicado mucho más que el que las capacidades y recursos que han demostrado su potencia durante la guerra vuelvan de la producción para fines de guerra, incluyendo las exportaciones de los artículos de consumo a los países aliados, a la producción para fines del consumo interior; después de 1950 el argumento sería aplicable a fortiori. [55167] Segundo -también de no haber un tremendo desbarajuste-, todo esto puede realizarse sin violar las condiciones orgánicas de una economía capitalista, incluyendo premios elevados por el éxito industrial y todas las demás desigualdades de renta que pueden requerirse para hacer funcionar a satisfacción la máquina capitalista. [55168] Tan sólo en los Estados Unidos no es necesario acechar, detrás de los programas modernos de mejoramiento social, ese dilema fundamental que en todas las demás partes paraliza la voluntad de todo hombre responsable, esto es, el dilema entre el progreso económico y el aumento inmediato de la renta real de las masas. [55169] Además, con un producto nacional bruto de 200 mil millones no hay dificultad para recaudar un ingreso por cuantía de 40 mil millones sin perjuicio para la máquina económica. [55171] Esto dejará, aproximadamente, 10 mil millones -a los precios de 1928, o una cantidad más elevada en relación a cualquier nivel de precios más elevado que pueda prevalecer [55172] - en 1950, y mucho más de esto en otro decenio, para la financiación de nuevos servicios sociales o de mejora de los ya existentes. [55173] 3. [55174] Pero es aquí, esto es, en la esfera de la hacienda y de la administración públicas, donde se nos presenta de una manera más vívida el significado de nuestra reserva -"de no haber un tremendo desbarajuste"-. [55175] Pues en esta esfera tenemos, efectivamente, un desbarajuste de los recursos nacionales que es verdaderamente tremendo. [55176] Con los principios actuales y la práctica actual no es cierto que puedan ser reunidos 40 mil millones, en un nivel de producto nacional bruto de 200 mil millones, sin perjudicar la máquina económica. [55177] Y no es verdad que los 30 mil millones -o lo que quiera que corresponda a ellos en niveles de precios distintos del de 1928- cumplan los requisitos mencionados. [55178] Esto es solamente cierto si se racionaliza la totalidad de la administración pública con vistas a eliminar las actividades de doble y triple vía -tal como las tenemos en el caso de los impuestos sobre la renta, para no mencionar más que un ejemplo-, que se sobreponen tanto por parte de los organismos federales como de los federales y de los Estados y locales -falta de coordinación efectiva y de responsabilidad individual bien definida-, lo que, en el caso federal, se debe principalmente a la no existencia de "ministerios" bien trabados y a la existencia de un gran número de "autoridades" o "juntas" semiindependientes y a muchas otras cosas que son fuente de despilfarro y obstáculos a la eficiencia, pero, sobre todo, al espíritu de despilfarro que se complace en gastar 1,000 millones donde habría bastado con 100 millones. [55179] El estado actual de cosas no presagia más que males para la gestión pública de la hacienda y la industria, y de hecho es de por sí una razón buena y suficiente que oponer a muchos que no son sino "realistas económicos". [55181] La economía -¡qué impopular se ha hecho esta palabra!- puede ser en cierto sentido menos necesaria en un país rico que en uno pobre, precisamente en el sentido de que el despilfarro amenaza con la miseria en el segundo y no en el primero. [55182] Pero, en otro sentido, la economía -esto es, la economía auténtica y no la falsa economía de la burocracia y del Congreso, que están siempre dispuestos a ahorrar peniques mientras dilapidan miles de millones- es tan necesaria en un país rico, para hacer un uso eficaz de su riqueza, como en un país pobre, para asegurar la mera subsistencia. [55183] Y esto es aplicable no sólo al costo de la administración pública, sino también al uso de los fondos que han de ser pagados en concepto de beneficios diversos. [55184] El ejemplo clásico es, por supuesto, la provisión para el paro en tanto que consista en pagos a los individuos. [55185] A menos que el comportamiento de los obreros, empleados y parados esté estrictamente bajo la intervención pública, como en Rusia, un uso económico de los fondos disponibles para el sostenimiento de los parados significa inevitablemente que el beneficio tiene que estar sustancialmente por debajo de los salarios que puedan esperar ganar los parados. [55186] Como sugieren las estadísticas del movimiento del trabajo de los Estados Unidos, hay normalmente en el país un gran margen de paro, mitad voluntario y mitad involuntario, cuya carga está abocada a aumentar por una administración descuidada de los beneficios en concepto de paro o por tipos de éstos que son elevados con relación a los salarios, de manera que destruirá la posibilidad de alcanzar la meta de los doscientos mil millones. [55187] Hay todavía otra condición que tendría que cumplirse para justificar esta posibilidad: "los políticos y la burocracia no deben impedir que la alcancemos". [55188] No debe haber nada más obvio que el que el organismo económico no puede funcionar a satisfacción cuando sus "parámetros de acción" más importantes -salarios, precios, interés- son transferidos a la esfera política y tratados allí con arreglo a las exigencias del juego político, o, lo que algunas veces es todavía más grave, con arreglo a las ideas de algunos planificadores. [55189] Tres ejemplos han de bastar para ilustrar esto. [55191] Los tipos de salario resultantes son tan sólo una razón para esto: la dislocación de la planificación de la empresa y la desorganización de los trabajadores, aun cuando estén empleados, son igualmente importantes. [55192] Además de impedir una expansión de la producción, que de otra forma sería posible, estas condiciones reducen también el empleo por debajo del nivel que sería posible en otro caso, otorgando un premio anormal a todo aquel que emplee tan poca mano de obra como sea posible e induciendo a una especie de "fuga de la mano de obra". [55193] Segundo: sean las que fueren las virtudes que el lector le atribuya, la intervención de los precios, tal como se ha practicado hasta aquí, es otro obstáculo a la expansión de la producción. [55194] Yo he oído decir que el régimen stalinista estimula la crítica de su burocracia. [55195] Evidentemente, esto no es así entre nosotros. [55196] Me atendré a la etiqueta predominante, admitiendo abiertamente que muchos hombres capaces han prestado excelentes servicios en la O. [55197] P. [55198] A.; que muchos otros, no tan capaces, han hecho también todo lo que han podido, y eliminaré toda duda que pueda existir en mi mente relativa a sus realizaciones hasta el momento presente, especialmente porque sus fracasos más visibles están vinculados a circunstancias que estaban fuera de su alcance. [55199] Pero debe admitirse, en realidad, al menos en cuanto al presente y al futuro, que la política de estimular los aumentos del tipo de salario, combinada con la intervención de los precios, a menos que intente forzar el abandono de la empresa privada, es irracional y enemiga de una rápida expansión de la producción; que la subversión del sistema de precios relativos resultante del hecho de que el organismo regulador puede "sostener la tapadera" sobre algunos precios -los precios de los productores con poca influencia política- de una manera mucho más efectiva que sobre otros -los precios de los productores con mucha influencia política-, reduce el grado de eficiencia económica del sistema; que la fijación de precios per se no define toda la extensión del daño hecho; igualmente importante es el premio a la ineficiencia que otorga la práctica de "subvencionar" a los productores de costo elevado y "exprimir" a los de bajo costo. [55201] Los portavoces de la burocracia niegan invariablemente que haya ningún fundamento para este punto de vista, porque la acción conjunta de los hombres de negocios tan sólo se hace ilegal y susceptible de persecución si implica una "restricción colusoria". [55202] Pero, aun cuando pudiera ser aceptada esta interpretación legalista de la práctica predominante -y aun cuando pudieran ser también aceptadas las teorías oficiales acerca de lo que constituye restricción colusoria o, en general, una práctica antisocial [55203] -, todavía seguiría siendo cierto: [55204] a) que el concepto de "restricción" incluye la gran masa de tentativas de cooperación industrial por lo que se refiere a la política de precios y de producción incluso allí donde tal cooperación desempeña una función muy necesaria; [55205] b) que los casos que bordean la línea y los casos en que el elemento de restricción entra sin constituir el punto principal de un acuerdo no es seguro que sean considerados con imparcialidad por un personal que cuenta con muchos hombres insuficientemente familiarizados con la naturaleza de los problemas económicos y de los que hay algunos que se oponen violentamente al sistema que tienen que regular o, al menos, al sector de "gran empresa" del mismo, y [55206] c) que la amenaza siempre presente de la persecución como faltas de lo que no siempre es fácil de distinguir de la práctica económica inocente puede tener efectos sobre la conducción de los negocios que nadie piensa que tenga. [55207] El último punto ilustra un aspecto de las perturbaciones obreras, de las perturbaciones de la O. [55208] P. [55209] A. [55211] Al hombre de negocios que es incesantemente lanzado fuera de su paso no sólo por tener que hacer frente a datos institucionales siempre nuevos, sino también por tener que comparecer personalmente ante esta o la otra junta, no le queda energía para ocuparse de sus problemas técnicos y comerciales. [55212] Es altamente revelador de la actitud mecánica de los economistas y de su alejamiento de la "vida real" que no haya uno de cada diez que no reconozca este "elemento humano particular" de lo que es, después de todo, un organismo humano, aunque ningún hombre sensato puede dejar, por ejemplo, de vincular la muestra relativamente pobre indicada por el índice del volumen físico de la producción industrial de 1945 con este elemento como una de sus causas principales. [55213] Tampoco es esto todo. [55214] El éxito en la dirección de una empresa económica depende en las condiciones existentes mucho más de la capacidad para tratar con los dirigentes obreros, políticos y funcionarios públicos que de la capacidad para los negocios en el propio sentido de la palabra. [55215] De ahí que, excepto en los mayores concerns, que pueden tener empleados a especialistas de todas las clases, los puestos directivos tienden a ser desempeñados por "sobornadores" y resolutores de perturbaciones más bien que por "hombres de producción". [55216] Puede parecer al lector que no hay ni que pensar en una política sobre las líneas indicadas por todo esto, que tal política está destinada a derrumbarse en una tormenta de justa indignación o a zozobrar sobre las rocas del sabotaje y otros formas de resistencia y que, por lo tanto, la meta misma de los doscientos mil millones es poco menos que una quimera. [55217] Pero esto no es enteramente así. [55218] De una parte, la organización económica de los Estados Unidos es lo suficientemente fuerte para soportar algún despilfarro e irracionalidad, incluyendo, como sabemos que incluyo, algún desempleo evitable, precio de la libertad individual. [55219] Por otra parte, los políticos y el público han demostrado últimamente algunos síntomas de "volver en sí". [55221] El experimento del New Deal y los períodos de guerra pueden ser inconcluyentes, porque la burguesía industrial no esperó nunca que durasen aquellas condiciones. [55222] Pero, probablemente, se ha efectuado alguna "educación". [55223] Así, puede que lo único que se necesite sean ajustes relativamente pequeños de la tributación existente, si no para una eficiencia máxima, al menos para un grado suficiente de ella. [55224] En otra dirección, un aumento relativamente pequeño de protección legal -a conceder tal vez mediante una codificación adecuada del derecho industrial- podría quitar el tormento o la amenaza de vejación arbitraria fuera de la jornada de trabajo del hombre de negocios, así como aumentar la experiencia de los organismos reguladores, y lo demás podría hacerlo una mejor capacitación de su personal. [55225] Además, el país ha dado pruebas, no hace mucho tiempo, de su buena voluntad para aceptar una legislación como la de la N. [55226] R. [55227] A. [55228] Y en cuanto a la situación laboral, tal vez pueda derivarse alguna tranquilidad del hecho de que una política en la dirección indicada no sólo no necesita renunciar a un solo punto de lo que la mayoría de la gente considerará como las principales realizaciones en la reforma social del New Deal, sino que también suministraría la base económica para un avance ulterior. [55229] Debe observarse especialmente que el Salario Anual tan sólo es una amenaza para la probabilidad de alcanzar nuestra meta, si se introduce, administra y financia de manera que cause el máximo de daño. [55231] Aún así, hace falta bastante optimismo para esperar que se efectúen estos ajustes necesarios o incluso que las condiciones de la política del país puedan dar lugar a la voluntad de emprender una obra tan grave y autonegatoria, depredada por los tópicos, erizada de dificultades de detalle y eminentemente ingrata. [55232] A la masa del pueblo le gustaría la América que podría surgir de esta tarea, pero odiaría al hombre que la tomase entre manos. [55233] 4. [55234] No hemos mencionado todavía los Problemas de la Transición. [55235] En realidad, no son relevantes para nuestro tema, a no ser en este respecto: las dificultades de la transición pueden dar lugar a situaciones e inducir a medidas que es probable que impidan la expansión de la producción de una manera casi permanente e invaliden casi por completo nuestro "cálculo de las posibilidades". [55236] El ejemplo más notorio así como el más grave es el peligro de inflación. [55237] El índice de precios de venta al por mayor de 1920 era de unas 2,3 veces el de 1914. [55238] Esto sucedió como consecuencia de un esfuerzo de guerra que no sólo fue mucho menor y más breve que el reciente, en términos de bienes y servicios, sino también financiado de una manera más responsable por unidad de bienes y servicios. [55239] No hubo nada parecido al desbordamiento actual de demanda. [55241] Tal como son las cuentas de Total de Depósitos Concertados (depósitos a término y a la vista, distintos de los depósitos interbancarios y del Gobierno de los Estados Unidos, menos las partidas en proceso de recogida) y la de Dinero Fuera de los Bancos, ascendían, en abril del año actual, a 174 mil millones (55,170 en junio de 1929 y 60,900 en junio de 1939), y no hay que decir que parte de las reservas de títulos de la deuda del Estado en manos del público se convertirían en numerario para fines distintos del pago de la deuda. [55242] Toda persona sensata debería ser capaz de formar una opinión acerca de lo que esto significa en las circunstancias dadas, especialmente con relación al estimulo del gobierno, o al consentimiento del gobierno, de una demanda precipitada, pero universal, de tipos de salario monetario más elevados, pues la inflación viene a través de la nómina. [55243] La misma persona sensata no debería encontrar difícil formar su opinión respecto a los escritores que predican que no hay peligro de inflación, [55244] así como también respecto de los escritores que ven una inflación brutal a la vuelta de la esquina. [55245] A fin de señalar el único punto relevante para nuestro argumento, y frente a la imposibilidad de tratar aquí el problema de una manera satisfactoria, permítaseme expresar mi opinión personal meramente por causa de precisión. [55246] Me parece que es posible -posible- aspirar, para 1950, a un nivel de precios de un 50 por ciento por encima de la cifra de 1928 (que salta más allá de ella en el intervalo); me parece que es racional utilizar, hasta este grado, los movimientos del nivel de precios como instrumento de adaptación, y me parece que los terrores de tal aumento en los precios generales, así como los terrores de un descenso de ellos en los últimos años, están muy exagerados. [55247] Pero a fin de mantener el inevitable aumento de los precios dentro de aquel límite son necesarias una serie de medidas, todas ellas muy impopulares, y que para que produzcan su resultado se requieren una experiencia y una capacidad que yo no veo, y algunas de las cuales reducirán, en cierta medida, la velocidad de la expansión de la producción; nadie puede impedir la amenaza de la inflación sin interferir también en la producción. [55248] Ahora bien: si en lugar de esto no se hace nada más que establecer otra O. [55249] P. [55251] e imponer fuertes tributos precisamente sobre aquellas rentas de las que no proviene amenaza de inflación -incluso con arreglo a la teoría sustentada por nuestros radicales-, y si, además, los tipos de salario son empujados sin tener en cuenta las consecuencias, puede muy bien surgir una situación en la que Washington, desesperada, pueda recurrir a medidas toscas y brutales, tales como la devaluación, la "congelación" de depósitos, la arrogación de la "intervención directa", el castigo de los "logreros" y "monopolistas" o algunas otras víctimas propiciatorias, manteniéndose cuidadosamente desembarazado de los agricultores. [55252] Y esto puede desbaratar los planes en tal extensión como para llevarnos a la vecindad inmediata no de la meta de los doscientos mil millones, sino de un socialismo a medio desarrollar. [55253] Puede ser. [55254] Hay, por supuesto, otras posibilidades. [55255] 5. [55256] Queda por reseñar lo que para muchos economistas es el problema de la posguerra par excellence: el problema de cómo asegurar un consumo adecuado. [55257] Hasta aquí hemos visto, en realidad, muchas razones para dudar que la meta considerada -un producto nacional bruto de doscientos mil millones en dólares de 1928- sea alcanzada en 1950. [55258] Pero todas ellas estaban fundadas en la posibilidad o probabilidad de que se interpongan en el camino obstáculos exteriores al proceso económico. [55259] El poder del mismo proceso económico para producir ese resultado ha sido, sin embargo, puesto en duda por muchos economistas, la mayoría de los cuales, si bien no todos, están identificados con ciertos artículos de fe políticos y científicos. [55261] El tipo relevante de teoría estancacionista ha sido desarrollado por el difunto Lord Keynes. [55262] El lector puede familiarizarse mejor con la aplicación al caso de que nos estamos ocupando estudiando uno o más de los cómputos de la demanda de la posguerra que se han realizado durante los últimos años. [55263] Sus autores convienen con nosotros en estimar la producción potencial para 1950 en cifras que son del mismo orden de magnitud que las nuestras, por lo cual podemos continuar hablando, por razones de simplicidad, de un producto nacional bruto de doscientos mil millones. [55264] Son incluso más optimistas que nosotros, por lo que no insisten en la necesidad de condiciones ambientales favorables al desarrollo capitalista, [55265] sino que razonan sobre el supuesto táctico de que persistan las prácticas actuales políticas, administrativas y laborales. [55266] Además, renunciaré a toda objeción que pueda tener contra sus cálculos del mínimo inevitable de paro, o contra la validez de sus métodos estadísticos, y aceptaré también las diversas hipótesis mediante las cuales llegan a las cifras de la Renta Nacional Neta y de la Renta Disponible (la suma total de rentas individuales después de efectuados los pagos de impuestos y los pagos obligatorios no tributarios). [55267] Para mayor claridad, supongamos que esta renta disponible alcanza la cifra de unos 150 mil millones y que los beneficios indivisos de las sociedades anónimas son unos 6 mil millones. [55268] La demanda de la posguerra, es decir, la suma total que se espera que gastarán las casas particulares en bienes de consumo (excepto en casas nuevas), se deriva, pues, calculando, con los datos del período anterior a la guerra, por ejemplo, de 1923-1940, la relación media entre el gasto per capita en estos bienes de consumo y la renta disponible per capita, uno y otra reducidos por el índice de costo de vida, y aplicando esta relación a la renta disponible de 150 mil millones. [55269] Si este procedimiento arroja, por ejemplo, la suma de 130 mil millones, nos queda un residuo de una cuantía de 20 mil millones para el ahorro, o, si añadimos los beneficios indivisos de las sociedades anónimas, de 26 mil millones. [55271] De aquí la necesidad del gasto estatal en el interior o de la acción del Estado para forzar a la "inversión extranjera". [55272] De poco tiempo acá, sin embargo, ha tenido acogida otra recomendación. [55273] Como, en las condiciones actuales, todo el que defiende la financiación del gasto público con déficit está en notorio peligro de hacer el ridículo, los economistas de Washington han virado en redondo para recomendar presupuestos equilibrados, pero presupuestos equilibrados progresivos a fin de eliminar las rentas elevadas, de las que procede primordialmente la amenaza del ahorro. [55274] Esto concuerda con el tópico de que (a causa del ahorro efectuado por los que reciben rentas elevadas) "en las sociedades modernas la causa esencial del paro es la desigualdad de las rentas". [55275] Así, pues, el alto nivel de renta nacional en el que hemos buscado la solución de muchos problemas económicos y sociales se ha convertido en el problema más grave de todos. [55276] Como renta elevada significa ahorro elevado, y, como estos ahorros no serán compensados por completo por el gasto de inversión, no será posible a la economía conservar un alto nivel de renta y empleo -a no ser que la política fiscal lo sostenga en dicho nivel- si, en realidad, este alto nivel no puede ser alcanzado de ningún modo. [55277] Debe observarse que, al menos en parte, esta teoría exige el apoyo de la opinión pública y, en particular, de las opiniones mercantiles. [55278] Nada hay más común que el criterio de que todo marchará perfectamente sólo con que podamos convencer a la gente de que "empleen totalmente sus rentas" o sólo con que podamos "conseguir una demanda suficiente de artículos de consumo". [55279] Es una cuestión de cierto interés la de por qué hombres inteligentes, a quienes no les va nada en ningún programa político que implique gasto estatal o igualación de la renta, se sienten, no obstante, afectados por este motivo. [55281] A esos adversarios de esta teoría les falla el argumento que tratan de esgrimir, según el cual el producto nacional bruto, y, por tanto, la renta, será menor, y las oportunidades para la inversión volverán a ser mayores de lo que suponen los calculadores, tan optimistas cuando se trata de calcular el primero y tan pesimistas cuando se trata de calcular las últimas. [55282] Puede haber mucho de verdad en los argumentos en esta y otras direcciones similares. [55283] En particular puede destacarse que en 1830 nadie previó ni pudo haber previsto las exigencias de capital de la era de la electricidad. [55284] Pero el argumento decisivo es mucho más sencillo que todo eso. [55285] La teoría descansa sobre el postulado de que los individuos ahorran, conforme a una ley psicológica permanente, [55286] independientemente de la existencia o ausencia de oportunidades para la inversión. [55287] Evidentemente, éste no es el caso normal. [55288] Normalmente, la gente ahorra con vistas a obtener algún rendimiento, en dinero o en servicios, de algún "bien de inversión". [55289] No es sólo que el volumen de ahorros individuales -y, por supuesto, prácticamente todos los ahorros de los negocios que a su vez constituyen la mayor parte del ahorro total- se hace con un propósito de inversión específica a la vista. [55291] Incluso en aquellos casos en que un hombre ahorra sin propósito de inversión específica todo retraso en llegar a una decisión de invertir está castigado con la pérdida de rendimiento en el intervalo. [55292] Parece ser, primero, que, a menos que la gente vea oportunidades para la inversión, no ahorrará normalmente, y que una situación de desvanecimiento de la oportunidad para la inversión es probable que sea también una situación de desvanecimiento de la oportunidad para el ahorro, y segundo, que siempre que observamos que la gente muestra una "preferencia por la liquidez", es decir, un deseo de ahorrar sin que vaya acompañado de un deseo de invertir -un deseo de atesorar-, esto debe explicarse por razones especiales y no apelando a ninguna ley psicológica postulada ad hoc. [55293] Tales razones existen, sin embargo, y entre ellas hay una que es de importancia considerable en la sima de las depresiones cíclicas, en un amplio término medio, un año de cada diez. [55294] Cuando las cosas se ven negras y la gente no espera más que pérdidas de cualquier negocio que contemplen, entonces se negarán, por supuesto, a invertir sus ahorros corrientes (e incluso a reinvertir sumas que corrientemente revierten a ellos a causa de la terminación de negocios anteriores) o aplazarán la inversión para beneficiarse de ulteriores reducciones de precios. [55295] Al mismo tiempo, los ahorros no sólo no se reducirán, sino que aumentarán para todos aquellos que esperan pérdidas inminentes de renta en sus negocios o por el paro. [55296] Este es un elemento importante en el mecanismo de las depresiones y el gasto público con déficit es, en realidad, uno de los medios más notorios para romper tal "círculo vicioso". [55297] Sin embargo, no puede basarse en él ninguna defensa de una teoría del "superahorro", porque sólo tiene lugar a consecuencia de una depresión, la cual no puede ser, por tanto, explicada por el mismo. [55298] Pero da una explicación psicológica de la ley psicológica de Keynes. [55299] La gran depresión de 1929-1932 y la lenta recuperación de la misma están todavía en la mente de todos. [55301] El atesoramiento en la depresión no es, por tanto, una auténtica excepción a nuestra afirmación general de que las decisiones de ahorrar dependen de las decisiones de invertir y las presuponen, si bien la inversa no es cierta, porque es notoriamente posible financiar una inversión mediante un préstamo bancario, en cuyo caso no hay siquiera lugar a hablar de ahorro de nadie. [55302] Hay excepciones auténticas, además de las aparentes. [55303] Pero ni unas ni otras tienen importancia. [55304] Ejemplos de excepciones auténticas son los atesoramientos con intención de acumular un tesoro, que, como todo el mundo sabe, se han hecho extensivamente en India, China y Egipto, y, temporalmente, el ahorrar por un hábito que, una vez adquirido, puede sobrevivir a su fundamento racional como cualquier otro hábito. [55305] Ejemplos de excepciones aparentes, similares a nuestro caso del atesoramiento en la depresión, son las acumulaciones con el propósito de financiar un sector de inversión muy opresivo, caso que es posible, pero que, evidentemente, carece de importancia, o el "ahorro" que se emprende con el propósito de proveer para contingencias, vejez, etcétera, y que se emprendería aun cuando no hubiese oportunidades para obtener otro "rendimiento" que un sentimiento de seguridad. [55306] Así, pues, si los únicos pesares que nos amargasen fuesen los de los estancacionistas no deberíamos albergar ningún recelo por conseguir el producto nacional bruto de los doscientos mil millones. [55307] Y si se ha demostrado sobradamente que pueden ser nuevamente invertidos veinte mil millones a un tipo de rendimiento satisfactorio para el ahorrador marginal, es indudable que la gente sería demasiado feliz en consumir el exceso. [55308] No debemos preocuparnos ni por las medidas para hacerles "utilizar plenamente sus rentas" ni por las salidas para los ahorros sociales e individuales. [55309] En particular, no debemos considerar necesario forzar la inversión exterior, cuya defensa en las condiciones actuales no es más que un intento de hacer pasable para el paladar del país lo que, en realidad, significa imponerles una reparación de guerra. [55311] La verdadera objeción no es contra el gasto estatal creador de renta en situaciones de emergencia, una vez que han surgido, sino contra las medidas políticas que crean las emergencias en que se imponen tales gastos. [55312] 6. [55313] Desgraciadamente, sin embargo, si fuese una cuestión de predecir lo que ha de suceder efectivamente, nuestro resultado no diferiría tanto del de los estancacionistas como pudiera esperar el lector. [55314] Aunque no hay nada que temer de la inclinación de la gente al ahorro hay mucho que temer de otros factores. [55315] La inquietud laboral, la regulación de los precios, la administración vejatoria y la imposición irracional son muy suficientes para producir resultados para la renta y para el empleo que parecerán exactamente una verificación de la teoría estancacionista y pueden verdaderamente producir situaciones en que se imponga el gasto público con déficit. [55316] Podemos incluso presenciar lo que parecerá un superahorro, esto es, unas condiciones en que la gente estará reacia a llevar a efecto sus decisiones de invertir. [55317] Hemos discutido una posibilidad. [55318] Hemos hallado que no hay causas inherentes al mismo proceso económico que impidan que se realice. [55319] Hemos visto también que hay causas externas al proceso económico que pueden impedirlo. [55321] Cualquiera que sea será un factor dominante en la situación social no sólo de los Estados Unidos, sino del mundo. [55322] Pero solamente para el próximo medio siglo o así. [55323] La diagnosis de largo plazo elaborada en este libro no resultará afectada. [55324] Imperialismo y comunismo rusos [55325] El otro factor que es importante para nuestra diagnosis es la victoria de Rusia sobre sus aliados. [55326] Al contrario que el éxito económico de los Estados Unidos, esta victoria no es una posibilidad solamente, sino, por el momento, un hecho acaecido. [55327] Partiendo de una posición que no era demasiado fuerte -una posición en la que Rusia, de acuerdo con todas las reglas ordinarias del juego político, podría haber tenido que aceptar lo que quiera que sus aliados considerasen adecuado imponer y tomar un asiento trasero en el nuevo orden internacional-, se elevó a una posición de poder superior a la que jamás tuvo con los zares, a pesar de todo lo que puede suponerse que han deseado o combatido Inglaterra y los Estados Unidos. [55328] Y -¡suprema conquista!- los métodos peculiares a su sistema de gobierno la han capacitado para extender su poder más allá de sus conquistas oficiales y, al mismo tiempo, hacerlo aparecer mucho menor de lo que es, de forma que aquellas concesiones supuestas en puntos de peligro, que satisfacen a los evasionistas y conciliadores, no envuelven nunca ningún sacrificio real, aun cuando no signifiquen una ganancia efectiva, como es el caso algunas veces. [55329] Si el lector recuerda los fines que movieron la política de los Estados Unidos desde 1939 - democracia, libertad del temor y de la miseria, pequeñas naciones, etc. -, tendrá que comprobar que lo que ha sucedido significa una rendición no mucho menos completa de lo que podría haberse esperado de una victoria militar de Rusia sobre sus dos aliadas principales. [55331] Temo que a aquellos analistas de la historia que no reconocen más que factores impersonales -más, tal vez, un elemento de azar- no les irá muy bien en este cometido. [55332] Los factores impersonales u objetivos estaban todos en contra de Rusia. [55333] Incluso su enorme ejército no era simplemente el producto de una población numerosa y una economía rica, sino la obra de un hombre que era lo suficientemente fuerte para mantener aquella población en una pobreza y sumisión y para concentrar todas las fuerzas de un aparato industrial no desarrollado y defectuoso sobre un propósito militar. [55334] Pero esto no habría sido suficiente. [55335] Los que no comprenden nunca cómo se entrelazan la suerte y el genio señalarán, por supuesto, venturosos azares en aquella larga serie de acontecimientos que culminaron en aquel estupendo triunfo. [55336] Pero esta serie de acontecimientos contiene tantas o más situaciones desesperadas en las que el régimen bolchevista tuvo todas las probabilidades de perecer. [55337] El genio político consiste precisamente en la habilidad para explorar posibilidades favorables y neutralizar las desfavorables de una manera tan completa que, después del hecho, el observador superficial no ve nada más que lo favorable. [55338] Siguiendo los acontecimientos a partir del primer golpe maestro -el "entendimiento" con Alemania-, contemplamos una maniobra magistral. [55339] Es verdad que Stalin no tropezó nunca con un hombre de una habilidad comparable. [55341] La única concesión que un análisis realista puede hacer a la "teoría impersonal" es ésta: un autócrata no encuentra impedimentos, en cuestiones de política exterior, por parte de aquellas consideraciones que distraen la atención de un caudillo democrático. [55342] Pero, en segundo lugar, aunque comprendamos, atendiendo al detalle de los desenvolvimientos, cómo ha surgido esta increíble situación, esto no nos ayuda a comprender cómo el mundo lo tolera ahora, que está a la vista de todo el mundo. [55343] El problema se reduce a la actitud de los Estados Unidos. [55344] Pues los países de la Europa continental, exhaustos, hambrientos y expuestos como están a las represalias rusas, no pueden, ciertamente, contar para una resistencia importante. [55345] El único país continental realmente independiente de Rusia es España, hecho que la política de Rusia hacia ella nos ha descubierto a la mayoría de nosotros. [55346] Francia, que podría ser casi igualmente independiente, tiene la guarnición rusa más fuerte de todas en forma de su partido comunista. [55347] Respecto a Inglaterra, hay muchos síntomas que muestran que, si hubiese predominado su criterio, todo el curso de los acontecimientos desde 1941 habría sido completamente distinto y que toda la Inglaterra que cuenta políticamente mira la situación actual con disgusto y aprensión. [55348] Si, a pesar de todo, no adopta una posición firme, ello se debe solamente al hecho de que, si la adoptase, sería corriendo un riesgo terrible, el riesgo de tener que luchar mano a mano con Rusia. [55349] Pues aunque es muy probable que los Estados Unidos se le unieran, no hay certidumbre de ello, ¿Por qué? [55351] Seguramente no merecía la pena para este pueblo padecer sacrificios para sostener un conflicto en que se han inflingido horrores incalculables a millones de mujeres y niños inocentes si el principal resultado había de ser liberar al más poderoso de todos los dictadores de los dos ejércitos que lo rodean. [55352] Seguramente, es éste un caso en que una labor a medio hacer es peor que nada. [55353] Además, la otra mitad habría sido no sólo posible, sino relativamente fácil, porque, después de la rendición del Japón, las fuerzas militares y los técnicos de los Estados Unidos, por no hablar de su potencia económica para dar o negar, le aseguraban una superioridad irrecusable. [55354] Pero si un observador de otro planeta argumentase sobre esta base tendríamos que replicarle que no entiende de sociología política. [55355] En la Rusia stalinista la política exterior es la política exterior tal como era bajo los zares. [55356] En los Estados Unidos la política exterior es política doméstica. [55357] Hay, ciertamente, una tradición que fluye del dictamen de Washington. [55358] Pero es esencialmente aislacionista. [55359] No hay tradición ni hay órganos para jugar el juego completo de cualquier otra política exterior. [55361] Pero pronto se cansa de ello y cansado está ahora -cansado de los horrores de la guerra moderna, de los sacrificios, de los impuestos, del servicio militar, de las reglamentaciones burocráticas, de las consignas de guerra, de los ideales de un gobierno mundial- y muy ansioso de volver a sus modos habituales de vida. [55362] Incitarlo a un esfuerzo más persistente -en ausencia de algún peligro inmediato de ataque- sería un mal negocio político para cualquier partido o grupo de presión que desease emprenderlo. [55363] Pero ningún deseo tal parece ser acariciado por ningún partido o grupo. [55364] Los que se han movido por un odio apasionado a Alemania o al régimen nacionalsocialista están satisfechos. [55365] Con los mismos argumentos que empleaban para estigmatizar de evasionistas en el caso de la Alemania hitleriana apoyan ahora la política hacia Rusia que con Alemania habrían calificado de apaciguamiento. [55366] Y, si recorremos la lista de los intereses que forman la pauta de la política americana, encontramos que todos ellos convienen, si bien por razones diferentes, en favorecer el apaciguamiento. [55367] Los agricultores no preocupan mucho. [55368] Los obreros organizados pueden estar o no estar influenciados de una manera significativa por un ala genuinamente prorrusa y puede ser o no verdad que los sindicatos o algunos de ellos obstruyesen activamente toda guerra contra Rusia. [55369] No necesitamos penetrar en esta cuestión -que usualmente se trata con negativas precipitadas o afirmaciones precipitadas-, porque lo único que interesa en cuanto a la situación, tal como se presenta por el momento al político, es el hecho de que nadie duda, es decir, que los obreros que en 1940 no eran partidarios de la guerra, ahora son decididamente contrarios a la guerra. [55371] Los intelectuales radicales gustan de atribuir a la burguesía una intención de acogotar a la República Soviética. [55372] Describirían, ciertamente, una guerra con Rusia como una guerra hecha al socialismo por las grandes empresas. [55373] No puede haber nada más irreal. [55374] La clase de los negociantes, además, está cansada de consignas, de impuestos y de reglamentaciones de guerra. [55375] Una guerra con Rusia iría contra la corriente que por el momento hay en favor de los intereses de los negocios, y ello significaría todavía más reglamentación. [55376] Colocaría a los obreros en una posición todavía más fuerte. [55377] Además, no sólo perturbaría los negocios interiores, sino que cortaría las expectativas de negocios de una especie halagüeña. [55378] La Rusia soviética puede convertirse en un cliente muy grande. [55379] Nunca ha dejado de pagar con prontitud. [55381] Esta es la manera como funciona la mentalidad burguesa y como seguirá funcionando incluso a la vista de la cuerda del verdugo. [55382] Pero no es difícil apartar de la imaginación esta visión desagradable. [55383] Engulla Rusia dos o tres países más. [55384] ¿Qué ocurrirá? Suminístresele bien todo lo que necesita y dejará de fruncir el ceño. [55385] Dentro de veinte años serán tan demócratas y pacíficos como nosotros y pensarán y sentirán lo mismo que nosotros. [55386] Además, Stalin habrá muerto para entonces. [55387] Repito una vez más: el propósito de este libro no es guiar a los lectores hacia unas conclusiones prácticas determinadas, sino presentar piezas de análisis que puedan serles útiles para sacar sus propias conclusiones prácticas. [55388] Además, en materias tan sujetas al azar y a la intromisión de factores nuevos o inesperados la predicción no puede ser más que profecía y, por lo tanto, no puede tener un apoyo científico. [55389] Confiando que esto sea comprendido por completo adoptaré, no obstante, a modo de resumen de esta parte de nuestro argumento, lo que parece ser una inferencia racional, pero sin más propósito que pour fixer les idées. [55391] Los hechos que hemos contemplado sugieren que, a menos que Stalin cometa el primer error de su vida, no habrá guerra en los próximos años y Rusia quedará en paz para desarrollar sus recursos, reconstruir su economía y construir la máquina de guerra más grande con mucho, absoluta y relativamente, que el mundo haya visto jamás. [55392] La reserva que hago y que restringe, pero no aniquila, en mi opinión, el valor práctico de esta inferencia, significa esto: Un acto espectacular de agresión -un acto de agresión tan espectacular que aun sus mismos aliados tendrían dificultad para explicarlo como una "defensa" perfectamente justificada- puede, indudablemente, precipitar la guerra en cualquier momento. [55393] Pero contra esta posibilidad deben sentarse los hechos: primero, que no hay nada tan sorprendente en la política exterior del régimen stalinista como su paciencia cautelosa; segundo, que este régimen tiene que ganar todo mediante esta paciencia; tercero, que al actuar desde la cumbre del éxito imperialista puede permitirse ser paciente y rendir las avanzadas siempre que haya un signo de peligro real o siempre que se enfrente con "un tono más firme" que aquel a que ha tenido que hacer frente últimamente. [55394] La perspectiva cambiará sustancialmente, sin embargo, después de un período de reconstrucción de diez años, por ejemplo. [55395] La máquina de guerra estará dispuesta para su uso y se hará cada vez más difícil el no emplearla. [55396] Además, a menos que Inglaterra abrace el bolcheviquismo e in addition renuncie a toda su posición tradicional, la mera existencia de esa isla independiente puede resultar tan insufrible para la autocracia rusa como resultó serlo para la autocracia napoleónica, y viceversa. [55397] La percepción de este hecho es, por supuesto, la esencia de las amonestaciones de Churchill y el fundamento racional de la carrera de armamentos que ya se ha iniciado. [55398] Pero, para apreciar todo esto, hay que tener presente otra cosa. [55399] En la paz y en una posible guerra futura, y más aún en estas situaciones intermedias que no son guerra, pero que están dominadas por la amenaza de la guerra, los grupos y los partidos comunistas de todo el mundo son, naturalmente, de la mayor importancia para la política exterior rusa. [55401] Lo más esencial de todo es percibir que tales tópicos, aunque sean útiles o necesarios desde el punto de vista ruso, desdibujan el problema real, que es el imperialismo ruso [55402] y que no tiene nada que ver con el socialismo, aparte de consideraciones relativas a las quintas columnas. [55403] La inquietud que suscita Rusia no es que sea socialista, sino que es Rusia. [55404] De hecho el régimen stalinista es esencialmente una autocracia militarista que, como manda por medio de un partido único y rigurosamente disciplinado y no admite la libertad de prensa, participa de una de las características definidoras del fascismo [55405] y explota a las masas en el sentido marxista. [55406] Podemos comprender, y compadecer, al intelectual americano que está tan absorto como para llamar a esto socialismo democrático -al menos, en perspectiva-, aunque nos ofenda el insulto a nuestra inteligencia que va implicado en esta esperanza de ser creído. [55407] Pero la visible tendencia de tal régimen a extender su predominio sobre toda Europa y Asia es evidente que no puede ser simplemente identificada con ninguna tendencia del socialismo hacia la expansión. [55408] Ni siquiera se sigue que la expansión del dominio ruso actuará en favor del socialismo en ninguno de los sentidos más usuales de la palabra. [55409] Quiera o no, depende enteramente de los intereses reales o putativos de la autocracia rusa (véase la sección última del capítulo anterior). [55411] Es cierto que hay una razón poderosa para esperar la nacionalización de la industria en todos los países en que Rusia tiene libertad de obrar sin sentirse estorbada por consideraciones tácticas de política exterior; una industria nacionalizada es más fácil de manejar y de explotar para un conquistador y no puede convertirse en un centro de oposición. [55412] Pero no hay otra razón. [55413] Y es imposible decir si este motivo prevalecerá o no sobre los demás motivos posibles. [55414] Es, incluso, concebible que un mayor avance de la potencia rusa puede terminar por resultar un impedimento para los desenvolvimientos en la dirección de lo que la mayoría de la gente cree y siente cuando emplea la palabra socialismo. [55415] Confundir el problema ruso con el problema socialista -a menos que sea un ardid perpetrado al servicio de Rusia- es juzgar equivocadamente la situación social del mundo. [55416] El problema ruso pesa sobre el problema socialista tan sólo de dos maneras. [55417] Primeramente, en virtud de la lógica de su situación, la presencia de grupos comunistas y de alas procomunistas en los grupos no comunistas tenderá a radicalizar la política obrera. [55418] Esto no es siempre así; los comunistas franceses, por ejemplo, votaron contra dos medidas importantes de socialización. [55419] Pero en conjunto, y aunque sólo sea con el propósito de desorganizar a los países capitalistas, esa lógica de la situación podrá afirmarse. [55421] El régimen de Franco reproduce simplemente un sistema institucional que, por necesidades que deben comprenderse fácilmente, se ha asentado bien en la España decimonónica. [55422] Franco ha hecho y hace lo que hicieron antes que él Narváez, O'Donnell, Espartero y Serrano. [55423] El hecho de que la desdichada España se haya convertido en la actualidad en la pelota de futbol del juego de la política internacional de poder, en el que nada tiene que ganar, es causa de una propaganda que oscurece un estado de cosas muy simple. [55424] El lector observará, por supuesto, que esta proposición no afirma nada acerca de los efectos de tal política sobre el volumen -y tipo de aumento a largo plazo- de la renta nacional. [55425] En particular no excluye la posibilidad de que la mano de obra pudiera percibir menos renta real (en cantidad total y en largo plazo), si se igualasen por completo las rentas de la que percibiría si el total de la plus valía marxista acreciese el estado "capitalista". [55426] Como allí se explica, los datos por los que fueron calculadas las sumas retenidas excluyen de la renta los valores del Estado, exentos totalmente de impuestos, e incluyen las ganancias de capital. [55427] Además, estas sumas no son comparables rigurosamente, por supuesto, a las cifras de renta total percibida (cómputos comerciales), las cuales pueden considerarse, sin embargo, como índices de las cifras comparables. [55428] La razón por la que no he tomado simplemente las últimas (de las Statistic of Income) es obvia; pero la elección de los años de comparación necesita una explicación: 1929 fue el año en el que las rentas superiores a 50,000 dólares, después de pagados el impuesto y la sobretasa sobre la renta, llegaron a un máximo absoluto; 1936 ha sido elegido porque fue el último año que no fue afectado por el retroceso de 1937-1938, en primer lugar, y que estuvo completamente exento de las influencias de guerra que se afirmaron a partir de 1939, en segundo lugar. [55429] Una comparación entre los diferentes países es, por supuesto, difícil, y tal vez no sea nunca convincente. [55431] Revela también la existencia de rentas superiores a los 300,000 rublos, las cuales tributaban entonces al tipo del 50 por 100. [55432] Prescindamos ahora por completo del impuesto sobre las rentas más bajas y supongamos que la renta tipo del grupo de los 1,812-2,400 rublos es la de 2,000 rublos; supongamos, además, que la renta líquida retenida tipo del grupo más elevado no es superior a 150,000 rublos (aunque los 300,000 rublos antes de pagar el impuesto eran un límite inferior). [55433] Entonces descubrimos que el tipo superior era 75 veces mayor que el inferior. [55434] Aun cuando supongamos que el equivalente americano para 1940 (no en poder adquisitivo, por supuesto, sino en el sentido de posición equivalente en la escala de renta) del tipo inferior es tan bajo como 1,000 dólares, no encontraremos, evidentemente, mucha base en la distribución de las rentas líquidas retenidas de los Estados Unidos (incluso prescindiendo de las reducciones motivadas específicamente por las exigencias de la financiación de la guerra) para sostener, a la luz del paradigma ruso, las frases corrientes acerca de las atroces desigualdades, de la "concentración de poder", en el grado en que puede medirse por la concentración de la renta, y otras por el estilo. [55435] La prueba presentada en el célebre libro de Bienstock, Schwarz y Yugov sobre la Dirección Industrial de Rusia tiende a apoyar este criterio. [55436] Otros muchos detalles apuntan en la misma dirección; por ejemplo, el hecho de que aquellas categorías de profesiones que en los Estados Unidos podían antes sostener servidores domésticos, pero ahora no pueden sostenerlos, en Rusia sí disfrutan este privilegio (que vale tanto como una tonelada de enseres domésticos eléctricos). [55437] Todo esto deja todavía de tener en cuenta ventajas que no se reflejan en los cálculos de la renta. [55438] El poder y la posición social -que es una de las razones principales para valorar como elevada una renta- del director industrial, especialmente si es dirigente de la unidad local del partido bolchevique, está muy por encima del de un industrial americano. [55439] ¡Interesante fenómeno, este rezagamiento de ideas! Mucha gente bien intencionada de los Estados Unidos declara ahora horror o indignación ante las desigualdades sociales que existían hace cincuenta años, pero no pasa de ahí. [55441] Se supone que la realización de esta posibilidad implica una semana de cuarenta horas, más las horas extraordinarias en los embotellamientos. [55442] Pero no se supone el empleo total. [55443] Las definiciones de empleo total y las estimaciones de la cantidad de empleo que satisfacen a una definición dada varían ampliamente e implican no sólo controversias estadísticas, sino también controversias teóricas más bien delicadas. [55444] Tengo que contentarme con afirmar que, en las condiciones del mercado de trabajo de los Estados Unidos, y suponiendo que la fuerza de trabajo total sea algo así como sesenta y un millones en 1950 (contando con dos o tres millones en las fuerzas armadas), no veo que el número de mujeres y hombres parados estadísticamente pueda ser en ese año inferior a cinco o seis millones, cifra que incluye, además del paro genuinamente involuntario (es decir, paro involuntario que fuese tal con arreglo a alguna definición), una gran asignación para el paro semivoluntario y para el paro meramente estadístico. [55445] Dicha cifra no incluye el paro "oculto". [55446] Creo que ha de ser compatible con la meta de los doscientos mil millones para ese año. [55447] Tiene poco que ver con los vicios específicos del sistema capitalista, pero mucho con la libertad que la sociedad capitalista otorga a la mano de obra. [55448] Incluso en el libro de Sir William Beveridge sobre el empleo total hay alusiones púdicamente veladas a la regulación y la coacción. [55449] Hay que añadir, sin embargo, que yo vislumbro 1950 como un año de prosperidad cíclica. [55451] En un promedio de años buenos y malos el paro (estadístico) debe de ser más elevado de cinco o seis millones, tal vez siete u ocho. [55452] Esto no es nada que horrorice, porque, como se explicará, puede hacerse una provisión adecuada para los parados. [55453] Pero las fluctuaciones cíclicas de la economía capitalista son fundamentalmente la causa de todo exceso por encima del paro "normal". [55454] Una asignación de depreciación del 10 al 12 por ciento no es indebidamente elevada para un sistema que funciona a un nivel de producción tan elevado. [55455] Un ocho a diez por ciento para la inversión "nueva" es, ciertamente, amplio y, según la mayoría de los pronosticadores, demasiado. [55456] Véase infra, subsección 5. [55457] Para nuestro propósito no es necesario distinguir entre gasto público en bienes y servicios y "transferencias". [55458] Pero se supone que, grosso modo, los treinta mil millones se dividirían en veinticinco mil millones para el primero y cinco mil millones para el segundo. [55459] Hay que observar que esto no tiene en cuenta (para 1950) las pensiones ni otros beneficios de los veteranos, problema que debe ser tratado aparte. [55461] Sin embargo, para nuestro propósito, que es meramente adquirir una idea aproximada, podemos adoptar esta hipótesis simplificadora. [55462] La teoría que sostiene exactamente lo opuesto a eso será discutida infra, subsección 5. [55463] Se observará que aumento de la producción y aumento de empleo no son tratados como sinónimos. [55464] De hecho es posible, dentro de ciertos límites, que disminuya el empleo sin disminuir la producción o que aumente ésta sin aumentar el empleo. [55465] La razón por la que, en la literatura corriente, se hacen a menudo variar proporcionalmente la producción y el empleo hay que encontrarla en uno de los rasgos fundamentales del sistema de Keynes. [55466] Este sistema se limita a tratar de las cadenas causales a muy corto plazo mediante el supuesto de que la cantidad y calidad del equipo industrial permanece constante, por lo que la combinación de factores de producción no puede cambiar significativamente. [55467] Si esto fuera así (y en un plazo cortísimo es así, aproximadamente), variarían juntos, por supuesto, aunque, por lo general, no proporcionalmente. [55468] También se observará que nuestro argumento implica que las variaciones de los tipos de salario monetario pueden causar variaciones de signo contrario en el empleo. [55469] Creo, efectivamente, que el alto nivel de los tipos de salario monetario de América ha sido siempre, pero especialmente en el tercer decenio de este siglo, una causa importante del paro americano, y que en el futuro son de esperar consecuencias similares si se continúa la política de salarios elevados. [55471] Es, por tanto, afortunado el que, para nuestro presente propósito, y por lo que se refiere a 1950 y no a ningún otro desenvolvimiento posterior, una proposición más débil ha de hacer lo que habría contado con el asentimiento del fallecido Lord Keynes: en las condiciones que es probable que prevalezcan en los Estados Unidos durante los próximos cuatro años, y a menos que se compensen por aumentos adicionales en los precios, los tipos de salario más elevados afectarán de una manera adversa tanto a la producción como al empleo y al último más que a la primera. [55472] No pretendo saber lo que al final saldrá del embrollo ocasionado por el veto presidencial a la primera Ley de Intervención de los Precios (Price Control Act) y la aprobación de una ley un mes más tarde disponiendo el rápido levantamiento de la intervención. [55473] Como, no obstante, estoy preparado para argumentar que la O. [55474] P. [55475] A., tal como funciona efectivamente, está abocada a obstaculizar el camino hacia una economía de paz eficiente, y como las posibles consecuencias de ese embrollo es seguro que representen una prueba positiva de la necesidad de conservar la intervención de los precios, tengo que pedir al lector que considere dos cosas. [55476] Primero, que un argumento en favor de la derogación de la intervención de los precios no es argumento en favor de dejarla caducar, sin preparación o sustitución transitoria, cuando nadie la espera ni parece estar preparado para ella. [55477] Segundo, si, en respuesta a su derrota, la Administración yerra vengativamente los blancos elegidos a causa de su impopularidad más bien que por alguna razón defendible, pueden seguirse consecuencias que están completamente desligadas de la caducidad de la intervención de precios per se. [55478] En cuanto al problema de la inflación, véase más abajo subsección 4. [55479] De hecho, sin embargo, estas teorías no pueden ser aceptadas. [55481] Pero más allá de éstas hay otra serie de prácticas respecto a las cuales el espíritu de la ley adopta simplemente la actitud dictada por los prejuicios populares. [55482] Una fuente importante de ejemplos es la discriminación. [55483] Incluso los economistas más competentes experimentarán considerables dificultades en analizar todos los efectos a largo plazo de un caso dado. [55484] Si la justicia no se administra más que sobre tópicos generales legales o populares y por "móviles" de demostración, el elemento de sentido sano contenido en la actitud de antidiscriminación puede desaparecer por completo. [55485] Y el bienintencionado método de prosecución selectiva que se intenta permitir para los casos en que una discriminación formalmente ilegal beneficia a todas las partes interesadas -todo el que haya tenido una orientación elemental en economía conoce, o debe conocer, tales casos- sólo puede servir entonces para añadir una arbitrariedad de lo más irritante. [55486] Los métodos para remediar este estado de cosas solamente podemos indicarlos en una observación de pasada. [55487] Por ejemplo - esto no aspira a ser más que un ejemplo de un conjunto de métodos posibles - podrían ser sustancialmente suficientes las siguientes medidas: [55488] Eliminación de la doble imposición de aquella parte de los rendimientos de la industria de sociedades anónimas que se pagan en dividendos: [55489] para la práctica británica, esto apenas justificaría una "tormenta de justa indignación"; [55491] Autorización para deducir de la renta imponible aquella parte de renta individual que es invertida. [55492] Personalmente, estoy de acuerdo con la opinión del profesor Irving Fisher de que la parte ahorrada debe ser deducida (especialmente en vista del peligro de INFLACión). [55493] Para evitar susceptibilidades keynesianas, me limito a la parte invertida. [55494] Las dificultades técnicas no son graves, o, al menos, no son insuperables. [55495] Adopción de uno de los diversos métodos que pueden utilizarse para permitir la total deducción de pérdidas por tiempo. [55496] Nacionalización, sistematización y desarrollo de los impuestos sobre las ventas o transferencias. [55497] Esto debería atraer a los admiradores de Rusia en lugar de ponerlos en el paroxismo de la rabia. [55498] De hecho, a tipos como los rusos, esto es, treinta y un céntimos por libra de la mejor calidad de harina de trigo en Moscú y para 1940, o, como la traducción de las cantidades de rublos a las cantidades en dólares es una cosa dudosa, sesenta y dos por ciento del precio de venta al por menor de las patatas, sesenta y tres por ciento del del azúcar, ochenta por ciento del de la sal; [55499] y en una población tan desesperadamente pobre como la rusa el impuesto sobre las ventas puede ser un azote realmente terrible; pero a tipos moderados, y en un país tan rico como los Estados Unidos, es un instrumento excelente y perfectamente innocuo de hacienda pública, especialmente útil para financiar fines que beneficien exclusivamente a los grupos de renta baja. [55501] Pero como los gobiernos de los Estados y los gobiernos locales tendrían que ser compensados por la pérdida de renta inherente a la nacionalización del impuesto - no es, por supuesto, rigurosamente correcto hablar de "introducción" -, y como, además, serían necesarios ciertos ajustes de los impuestos existentes sobre el consumo, la ganancia para la Hacienda Federal no puede ser estimada en más de unos dos o tres mil millones de dólares, de forma que el impuesto sobre las ventas, más los impuestos de consumo específico, podrían rendir en total algo así como nueve o diez mil millones. [55502] Nacionalización y drástica revisión descendente, en favor de las viudas y niños, de los impuestos de los Estados, siendo la razón de esto el que la legislación existente elimina, mediante la confiscación sobre la base de cifras muy moderadas, uno de los elementos esenciales del sistema capitalista. [55503] Quien apruebe esta confiscación por razones extraeconómicas tiene toda la razón, desde este punto de vista, en propugnar una reforma constitucional a este efecto; quien apruebe esta confiscación basándose en la argumentación económica que se encuentra en la página 373 de la General Theory of Employment, Interest and Money, del difunto Lord Keynes - o un derivado de ésta - está en un completo error. [55504] No nos interesa la cuestión de qué es lo que satisfaría a los intereses afectados políticamente. [55505] De hecho, además, la mayoría de las propuestas de reforma tributaria, que hasta aquí han provenido de organizaciones de hombres de negocios, son manifestaciones modestas, lo cual si no es de importancia por otro concepto para nuestro argumento, parece mostrar cómo ha sido "educada" efectivamente la clase mercantil. [55506] Me refiero aquí a un punto que es importante para muchas más cuestiones que la que estamos tratando. [55507] Una buena burocracia es un producto de cultivo lento y no puede ser creada a voluntad. [55508] Los organismos burocráticos de los Estados Unidos muestran las dolencias de un rápido crecimiento en un grado que impone una política temporal para hacerlos entrar en vereda como cuestión no sólo de interés público, sino de interés propio de los mismos organismos. [55509] Entre otras cosas, la burocracia de Washington no ha descubierto todavía su lugar. [55511] Una idea puede adquirir súbitamente una fuerza propulsora cuyo origen nadie conoce. [55512] Este camino está expuesto al caos y al fracaso. [55513] Para ilustrar este punto permítasenos recordar un fragmento de historia reciente. [55514] Los New Dealers adoptaron, al principio del tercer decenio del siglo actual, la práctica de mofarse del tópico Reforma versus Recuperación. [55515] La burla prueba que tenían plena conciencia del elemento de verdad que hay en el mismo. [55516] En realidad, como sucede a los tópicos políticos, éste era perfectamente claro. [55517] Pero debe entenderse que se refiere a la manera chapucera e irresponsable con que se llevó a cabo la "reforma", no a ninguna de sus finalidades declaradas. [55518] Ahora estamos en una situación semejante y la desgracia es que para algunas personas el rasgo de la reforma que precisamente les agrada más es el menoscabo del proceso económico del capitalismo. [55519] Una reforma sin tal menoscabo casi no tendría atractivo para ellos. [55521] El lector se servirá observar que esta afirmación particular es buen keynesianismo y debe, por tanto, obtener el asentimiento de los economistas de Washington. [55522] Entre éstos tenemos que incluir a algunos de aquellos pronosticadores de la demanda de la posguerra que predijeron que, inmediatamente después de la cesación de una gran parte de la demanda de guerra del gobierno, era seguro que seguiría un hundimiento y paro extenso que exigirían gastos con déficit. [55523] Las predicciones correspondientes a largo plazo serán discutidas después, en la subsección 5. [55524] Sobre algunos aspectos generales de la tesis estancacionista, véase más arriba, Capítulo X. [55525] Confieso que en ocasiones me he preguntado si tienen conciencia de la enorme lisonja que esto significa para la empresa privada. [55526] Estas cifras se aproximan a las de uno de los calculadores de la demanda de la posguerra. [55527] No son mías. [55528] Tampoco son compatibles con las cifras experimentales sobre las que hemos razonado en la sección II. [55529] Debe observarse, sin embargo: primero, que estas cifras son de dólares corrientes, y segundo, que la enorme cantidad de "ahorros netos de los individuos" no prueban nada en cuanto a los porcentajes de ahorro de los tiempos "normales", y que incluso las cifras para 1937, 1938, 1939 y 1940 no deben aceptarse sin crítica y especialmente sin referencia a la definición de ahorro adoptada por el Departamento de Comercio. [55531] Las ecuaciones de regresión utilizadas contienen también un factor de inclinación que consiste en tener en cuenta cambios posibles de la relación en el tiempo. [55532] Además, hay que tener también en cuenta los efectos de la demanda diferida y de la acumulación de medios líquidos. [55533] Pero, a fin de concentrarnos en el punto predominante, no vamos a entrar en todo esto. [55534] Esta ley psicológica dice que el gasto de la comunidad en el consumo C (de ahí también la cantidad que desea ahorrar, S) dependen de la renta nacional, Y, de manera que cuando Y aumenta en DeltaY, C aumenta en Delta DeltaY, o bien DeltaC/DeltaY lt1. [55535] Esta es la hipótesis auténtica de Keynes acerca de lo que se conoce por Función del Consumo. [55536] Pero el mismo Keynes utilizó en ocasiones, y sus seguidores utilizan a menudo, el supuesto más forzado de que, a medida que aumenta la renta, aumenta el porcentaje del ahorro. [55537] A nosotros solamente nos interesa la hipótesis auténtica. [55538] Debe observarse, sin embargo, que es un uso erróneo de palabras llamarla ley psicológica. [55539] Las leyes psicológicas en economía son clientes dudosos en el mejor de los casos. [55541] La adaptación del argumento anterior, juntamente con ciertos factores de tiempo de guerra, es de esperar que explicarán las acumulaciones de medios líquidos en tiempo de guerra sin recurrir a la hipótesis de su apetito insaciable por el atesoramiento inherente a la naturaleza humana. [55542] Nuestra proposición no es, sin embargo, tan sencilla como puede parecer a los lectores no familiarizados con la discusión que se ha llevado a cabo a partir de la publicación de la General Theory, de Lord Keynes (1936). [55543] Parece más bien que repite un antiguo teorema de la "teoría clásica" (Turgot, A. Smith, J. S. Mill), pero que no puede sostenerse mediante el razonamiento que satisfacía a los clásicos. [55544] Sería necesario un argumento largo y aburrido para asentarla plenamente, argumento que es tan desalentador tener que elaborar, porque no rinde más que unos pocos resultados nuevos e interesantes, y, aparte de esto, no hace más que destruir lo que se ha construido con tanto trabajo durante el tercer decenio. [55545] La falta de espacio nos impide, sin embargo, penetrar en él. [55546] Pero debe mencionarse un punto para evitar una mala comprensión que sería tan objetable como natural. [55547] Aunque nuestro argumento muestra que la tesis estancacionista no puede basarse en el elemento del ahorro en este sentido, esto no quiere decir que no haya problemas del ahorro en otros sentidos. [55548] Los hay. [55549] La mayoría de ellos se centran en el caso en que los ahorros individuales, mediante la adquisición de valores, se aplican al pago de las deudas bancarias contraídas por las empresas en el transcurso de la expansión de su instalación y equipo. [55551] La persistencia de los hábitos de ahorro que están arraigados profundamente en el sistema de vida burgués, especialmente en su variedad puritana, no puede parecer que carezca de importancia. [55552] Pero la desaparición de las oportunidades para la inversión, que haría irracionales esos hábitos, sería, en ausencia de factores externos, un proceso lento durante el cual la adaptación podría y tendría tiempo de hacer su obra. [55553] Los economistas de Washington que deseen afirmar, no obstante, que la persistencia de los hábitos de ahorro que se han hecho irracionales es un factor de la situación económica, se enfrentan, por tanto, con una alternativa inevitable: tendrían que admitir o, bien que la situación del tercer decenio era una situación de depresión del atesoramiento -lo cual significa un abandono de la tesis estancacionista secular- o bien que el atractivo de la inversión se redujo con relativa precipitación por un factor externo que no podía ser otro que las medidas políticas que ellos mismos apoyaban. [55554] Si adoptan el último punto de vista no tengo, ciertamente, nada que objetar. [55555] La falta de importancia de esto se deduce principalmente de dos hechos: primero, que estas acumulaciones se agotan corrientemente (aunque, con una renta nacional cambiante y una distribución por edades de los aumentos y disminuciones de la población, no cuadrarán exactamente, por lo general), y segundo, que, mientras que haya algún ahorro motivado por rendimientos monetarios, la existencia en la "oferta" total de un elemento que no está motivado de esta suerte no prueba ninguna tendencia hacia un superahorro. [55556] Este caso no necesita ser corroborado. [55557] Pero puede ser efectivamente reforzado observando que, en las condiciones actuales, el seguro reduce grandemente las cantidades necesarias para conseguir los fines contingentes; antes, la provisión, por ejemplo, para la edad de la vejez y para las necesidades de las viudas y los niños, significaba normalmente la acumulación de una "fortuna" (aunque ésta no quedaba, por supuesto, sin invertir); ahora tal provisión se efectúa mediante "abstenciones de consumo" hasta la cantidad de la prima del seguro. [55558] El aumento de los seguros durante los últimos veinticinco años indica, por tanto, exactamente lo contrario a lo que se quiere indicar en los escritos estancacionistas. [55559] Está lejos de mi ánimo decir o implicar que, por razones morales o políticas, no pueden propugnarse grandes sacrificios por parte del pueblo americano. [55561] La sugerencia de que parte del exceso de ahorros podría conducirse útilmente por canales en que no hay, evidentemente, esperanza de volver a obtener el pago, y menos aún de beneficios, es de lo más insidiosa, porque la clase cuyo cometido podría ser oponerse a tal política la aceptará con presteza, y por debajo de esto un sistema de gobierno garantiza poco o nada los riesgos de los negociantes individuales. [55562] Y concede poca importancia, si es que concede alguna, a la pérdida nacional, especialmente si ha vislumbrado que esta pérdida, a causa del empleo que asegura, es realmente una ganancia nacional. [55563] He aquí por qué el proyecto Murray, en su forma original (no sólo en la forma en que ha sido convertido en ley), era irrecusable en tanto que afectaba a consideraciones puramente económicas. [55564] La condenación total del gasto estatal generador de renta en todas las circunstancias es comprensible y puede ser justificable para personas que creen que, una vez que se ha consentido el empleo de este instrumento, se abrirá la puerta de par en par para toda clase de irresponsabilidades legislativas y administrativas. [55565] Pero no puede sostenerse con razones puramente económicas. [55566] Por ejemplo, la concesión de un simulacro de independencia a países bajo su dominio completo, como Polonia, que persistimos en considerar entidades independientes, acrece los votos que hay a disposición de Rusia en los organismos internacionales y también las subvenciones y préstamos que el gobierno ruso puede obtener; Rusia sería más débil de lo que es si se hubiese anexionado abiertamente la totalidad de Polonia. [55567] Algunos lectores observarán que estamos rozando una antigua controversia entre los sociólogos de la historia y también entre los historiadores. [55568] Considero, por consiguiente, preciso hacer constar que no estoy predicando el culto al héroe o incurriendo en el tópico según el cual "la historia se hace por los hombres (individuos)". [55569] La metodología que va implicada en el argumento de nuestro texto no llega más que a esto. [55571] Entre estos datos están el clima, la fertilidad, la extensión, etc., de los países, pero también las calidades, invariantes en corto plazo, de sus poblaciones. [55572] Y como la calidad de una población no es lo único que determina la calidad del personal político, y éste a su vez no es lo único que determina la calidad del caudillaje, estas dos cualidades deben catalogarse por separado. [55573] De otro modo: en una situación dada el cerebro y los nervios del hombre que maneja el timón son hechos tan objetivos como lo son el contenido del hierro de la mina del país y la presencia o ausencia de molibdeno y vanadio. [55574] Este hecho es sumamente interesante. [55575] Probablemente, había americanos que creían que el pueblo francés aclamaría su liberación en transportes de alegría y gratitud y que se pondría inmediatamente a la tarea de reconstruir una Francia democrática. [55576] En realidad, nos encontramos con lo que León Blum describía eufemísticamente como convalecence fatiguée, o, en claro castellano, una universal repugnancia hacia el funcionamiento del método democrático. [55577] Hay tres partidos de una fuerza numérica aproximadamente igual e igualmente incapaces de producir un gobierno efectivo sobre bases democráticas: el M. [55578] R. [55579] P. [55581] Para nosotros solamente son importantes tres puntos: primero, la ausencia prácticamente completa de grupos "liberales"; segundo, la ausencia de todo grupo con el que puedan cooperar de corazón los políticos de los Estados Unidos; tercero y más importante, la fuerza de los comunistas. [55582] Evidentemente, esta fuerza no puede ser explicada por una conversión a los principios comunistas de un número tan grande de franceses. [55583] Muchos de ellos no pueden ser comunistas en absoluto en el sentido doctrinal. [55584] Los que no lo son son comunistas ad hoc, es decir, comunistas en virtud de su concepción de la situación nacional. [55585] Pero esto significa que son simplemente prorrusos. [55586] Miran a Rusia como "el gran hecho de nuestros días", como la potencia que pesa realmente (aparte de los dólares de reconstrucción), la potencia a la que il faut s'accrocher, y con la que tiene que unirse Francia si quiere renacer, en contra de Inglaterra y de los Estados Unidos, en toda lucha futura, la cual, precisamente por ello, ha de convertirse en algo por es estilo de una revolución mundial. [55587] ¡Fascinador haz de problemas el que se descubre en este punto! Pero mi pesar por la imposibilidad de penetrar en ellos está mitigado en cierto modo por el convencimiento de que mis lectores rehusarían seguir mi argumentación. [55588] Los últimos párrafos son todos citas. [55589] Son tan reveladores y tienen tanto valor precisamente porque no son respuestas a preguntas de interviews que la persona entrevistada reconoce como tales. [55591] Exceptuando la tercera, que era única por su ingenuidad, estas afirmaciones, u otras muy semejantes, han sido oídas más de una vez. [55592] En casi todos los casos la irracionalidad de la actitud del que habla (incluyendo su incompatibilidad con las actitudes de 1939-1941) le ha sido señalada. [55593] En ningún caso ha habido ninguna respuesta lógicamente presentable ni ninguna reacción, excepto: [55594] a) demostrar una especie de enojo bondadoso, o, [55595] b) un gesto de desesperación que parecía admitir la crítica pero con alguna reserva como la de "¿qué es lo bueno?" [55596] En vista de una observación que se ha hecho antes en esta sección, tengo que añadir, sin embargo, que hay, en realidad, algo en la cuarta evasión de la realidad. [55597] Si es verdad, como yo mismo he sostenido, que capacidades como las del caudillo de Rusia tienen lugar rarísima vez en una población, parece, en realidad, que la acción de la naturaleza resolvería muchos problemas adecuadamente. [55598] Únicamente que, si se admite que hay algo en el argumento, debería también afirmarse que puede exagerarse demasiado. [55599] En algunos aspectos un enemigo de capacidad suprema es más fácil de tratar que uno menos capaz, lo cual no es realmente una paradoja. [55601] El siglo ruso, una vez iniciado, puede seguir su curso casi por sí mismo. [55602] Hay que observar, para ilustrar la fuerza del argumento, que ninguno de estos tres hechos existían en el caso alemán en la situación en que se encontraba en 1939. [55603] Algunos lectores negarán esto respecto del tercer hecho, al menos en cuanto a la situación que prevaleció después de Munich. [55604] Pero esto es solamente porque nuestra actitud hacia las ambiciones alemanas es completamente distinta de la que adoptamos en la actualidad respecto de las ambiciones rusas. [55605] El punto decisivo, visto desde un ángulo político, es que Alemania no había recuperado entonces por completo su territorio nacional, mientras que el régimen staliniano solamente tiene que transigir, si es que transige, respecto a posiciones en territorios extranjeros, lo cual es mucho más fácil de hacer. [55606] Además, al tono más firme mencionado en el texto solamente se ha recurrido a fin de evitar mayores abusos. [55607] Para el propósito del argumento que ha de seguir no es necesario, afortunadamente, entrar en la cuestión de la fuerza efectiva que tiene en los Estados Unidos la quinta columna comunista. [55608] En todo caso es mucho más fuerte de lo que parece desprenderse de algunas estadísticas o de algunas declaraciones oficiales de portavoces de los grupos obreros, ciertamente no despreciable. [55609] Una discusión sobre este punto y sobre las consecuencias posibles de las actitudes prorrusas sobre la eficacia de un posible esfuerzo de guerra ha resultado, en mi opinión, casi infructuosa no sólo por el predominio de las sobreestimaciones o infraestimaciones interesadas, sino también por el fracaso de los participantes en definir claramente el problema. [55611] Y puede ser comunista sin ser efectivamente prorrusa. [55612] Todas estas variantes -algunas de las cuales no son importantes para el comportamiento de un hombre si se declarase efectivamente la guerra- tienen que ser distinguidas cuidadosamente. [55613] Siendo la frase de las peor empleadas de todo el arsenal fraseológico de la teoría política popular, es necesario definir el significado que se intenta darle aquí. [55614] Para nuestro propósito limitado, sin embargo, no es necesario analizar el fenómeno, como intenté hacer en una monografía publicada hace unos treinta años, ni adoptar la definición apropiada para un análisis elaborado. [55615] En lugar de ello bastará con la siguiente definición, si bien la considero totalmente insuficiente (sin embargo, es compatible con el uso que hemos hecho de la expresión en capítulos IV y XI de este libro): política imperialista es una política que aspira a extender el dominio del Estado sobre grupos distintos de los connacionales en contra de su voluntad. [55616] He aquí lo que hizo Rusia, antes de la guerra, en los casos de la Mongolia Exterior y Finlandia, y, durante la guerra y después de ella, en todos los casos. [55617] La cuestión es que esta política no conoce ningún límite intrínseco. [55618] Las frases motivadoras son irrelevantes. [55619] Esta es otra frase que con su empleo defectuoso ha perdido todo significado definido. [55621] En nuestro texto, sin embargo, significa, de acuerdo con la teoría política presentada en este libro (capítulo XXII), el método político de caudillaje monopolista por oposición al de competencia. [55622] Se observará que esto no quiere decir que, en algún o en todo otro respecto, el stalinismo es "la misma cosa" que el hitlerismo o el fascismo italiano. [55623] El lector se servirá observar que todas las afirmaciones de hecho, hechas o implicadas en el argumento de más arriba, son comprobables, si es que necesitan serlo, en fuentes oficiales rusas. [55624] En realidad, lo único que interesa para nuestro argumento, especialmente para nuestra diagnosis de la naturaleza del régimen ruso, puede mantenerse sin recurrir a ninguna afirmación de hecho, que podría ser discutida. [55625] Me he abstenido intencionadamente de mencionar nada, por valioso que pudiera haber parecido para ulteriores ilustraciones de la naturaleza del régimen, que pudiese plantear cuestiones de hecho, tal como el asesinato en los países conquistados o dominados, cadenas de presos en Georgia, campos de concentración. [55626] Nuestro argumento no resultaría afectado en lo más mínimo por faltarle algo que pudiera llamarse una atrocidad.