[53001] MARX, EL ECONOMISTA [53002] Como teórico de la economía Marx fue ante todo un hombre muy instruido. [53003] Pudiera parecer extraño que yo haya creído necesario dar tanta importancia a este elemento tratándose de un autor a quien he calificado de genio y de profeta. [53004] Con todo es importante apreciarlo. [53005] Los genios y los profetas no destacan, por lo general, en la erudición profesional, y su originalidad, si la tienen, se debe con frecuencia al hecho de su falta de erudición. [53006] Pero en la teoría económica de Marx no hay nada que pueda ser explicado por falta de conocimientos o de formación en la técnica del análisis teórico. [53007] Era un lector voraz y un trabajador infatigable. [53008] A su atención escapaban muy pocas contribuciones de importancia. [53009] Y todo lo que leía lo digería, acometiendo el estudio de cada hecho o argumento con una pasión por el detalle de lo más insólito en un hombre habituado a abarcar con la mirada civilizaciones enteras y evoluciones seculares. [53011] La demostración más notable de esto está en su obra Teorías de la Plusvalía, que es un monumento de celo teórico. [53012] Este esfuerzo incesante por instruirse y por dominar todo lo que pudiese ser dominado no pudo menos de liberarle en un grado apreciable de prejuicios y objetivos extracientíficos, aunque él trabajaba ciertamente para verificar una concepción determinada. [53013] Para su poderosa inteligencia el interés por el problema en cuanto tal estaba por encima de todo, a pesar de sí mismo, y por mucho que haya podido exaltar la importancia de sus conclusiones finales, mientras estaba trabajando, se preocupaba primordialmente por afilar los instrumentos de análisis que le proporcionaban la ciencia de su época, por allanar las dificultades lógicas y por construir, sobre la base así adquirida, una teoría que por su naturaleza y objetivo era verdaderamente científica, cualesquiera que hayan podido ser sus deficiencias. [53014] Es fácil comprender por qué tanto los amigos como los enemigos de Marx han entendido equivocadamente la naturaleza de su contribución en el terreno puramente económico. [53015] Para sus amigos estaba tan por encima de ser un simple teórico profesional que les habría parecido casi una blasfemia dar demasiado realce a este aspecto de su obra. [53016] Sus enemigos, a quienes ofendían su actitud y la presentación de su argumentación teórica, encontraban casi imposible admitir que, en ciertas partes de su obra, Marx logró precisamente la especie de realización que tan altamente estimaban cuando les era presentada por otras manos. [53017] Además, el frío metal de la teoría económica está inmerso, en las páginas de Marx, en una riqueza tal de frases hirvientes, que adquiere una temperatura que sobrepasa la suya natural. [53018] Todos los que se encogen de hombros ante la pretensión de Marx de ser considerado como analítico en el sentido científico piensan, por supuesto, en estas frases y no en el pensamiento que encierran, en el lenguaje apasionado y en la ardiente acusación de "explotación" e "inmiseración" (ésta es probablemente la mejor manera de traducir la palabra Verelendung, que en alemán no es mejor engendro que lo es Inmiserization en inglés. [53019] Es immiserimento en italiano). [53021] son partes importantes de la representación, eran importantes para el mismo Marx y lo son tanto para los creyentes como para los no creyentes. [53022] En parte explican por qué muchos insisten en ver en los teoremas de Marx algo más que en las proposiciones análogas de su maestro e incluso algo fundamentalmente distinto. [53023] Pero estas cosas no afectan a la naturaleza de su análisis. [53024] ¿Es que Marx tuvo un maestro? Sí. [53025] La verdadera comprensión de su economía comienza con el reconocimiento de que, como teórico, fue discípulo de Ricardo. [53026] Fue discípulo suyo no sólo en el sentido de que su propia argumentación toma evidentemente como punto de partida las proposiciones de Ricardo, sino también en el sentido mucho más importante de que había aprendido el arte de la teorización de Ricardo. [53027] Utilizó constantemente los instrumentos de Ricardo y se planteaba todos los problemas teóricos partiendo de las dificultades con que había tropezado en su profundo estudio de la obra de Ricardo y de las investigaciones que le había sugerido. [53028] El mismo Marx admitía esto en gran parte, aunque no habría admitido, por supuesto, que su actitud hacia Ricardo fuese típicamente la de un discípulo que, después de asistir a la clase del profesor, de oírle hablar repetidamente, en sentencias casi sucesivas, de exceso de población y de población superabundante, y, a continuación, del mecanismo que produce el exceso de población, vuelve a casa y trata de desentrañar todo esto. [53029] Por lo demás es tal vez comprensible que los dos partidos de la controversia en torno a Marx hayan sido opuestos a admitir esto. [53031] El grupo de escritores ingleses que, entre 1800 y 1840, trataron de desarrollar la teoría del valor basada en el trabajo, puede haberle proporcionado muchas sugerencias y detalles; pero, para nuestro propósito, esto queda comprendido dentro de la referencia a la corriente del pensamiento ricardiano. [53032] Varios autores, hacia algunos de los cuales mostraba Marx su enemistad en proporción inversa a la distancia que le separaba de ellos y cuya obra corría en muchos puntos paralela a la suya (Sismondi, Rodbertus, John Stuart Mill), deben dejarse de tomar en consideración, como hay que hacer con todo lo que no concierna directamente a la argumentación principal de Marx, como, por ejemplo, su aportación decididamente mediocre en el campo del dinero, en el que no logró ponerse al nivel de Ricardo. [53033] Voy a hacer ahora un bosquejo desesperadamente abreviado de la argumentación de Marx, inevitablemente injusto en muchos puntos con la estructura de Das Kapital, en parte incompleto y en parte desmantelado por ataques afortunados. [53034] ¡Todavía levanta ante nosotros su imponente silueta! [53035] Marx siguió la corriente de pensamiento habitual en los teóricos de su época, e incluso de una época posterior, al hacer de una teoría del valor la piedra angular de su construcción teórica. [53036] Su teoría del valor es la de Ricardo. [53037] Creo que una autoridad tan destacada como el profesor Taussig, no estaba de acuerdo con esta identidad y siempre hacía hincapié en las diferencias entre ambas teorías. [53038] Pero si bien hay bastantes diferencias en la expresión, en el método de deducción y en las implicaciones sociológicas, no hay ninguna en cuanto al teorema en sí, que para los teóricos de hoy es lo único importante. [53039] Tanto Ricardo como Marx dicen que el valor de cada mercancía (en un equilibrio perfecto y una competencia perfecta) es proporcional a la cantidad de trabajo contenida en la mercancía, siempre que este trabajo esté en concordancia con el nivel de eficiencia de producción existente (la "cantidad de trabajo socialmente necesaria"). [53041] Ambos acometen de un modo semejante las dificultades iniciales relacionadas con esta aproximación (es decir, Marx las acomete como había aprendido a hacerlo de Ricardo). [53042] Ninguno de ellos dice nada de utilidad acerca del monopolio ni de lo que hoy llamamos competencia imperfecta. [53043] Ambos responden a las críticas con los mismos argumentos. [53044] Los argumentos de Marx son simplemente menos pulidos, más prolijos y más "filosóficos", en el peor sentido de esta palabra. [53045] Todo el mundo sabe que esta teoría del valor es insatisfactoria. [53046] En la voluminosa discusión que se ha desarrollado acerca de ella la razón no está, en realidad, toda de un lado, y los adversarios han usado muchos argumentos inadmisibles. [53047] El punto esencial no es si el trabajo es la verdadera "fuente" o "causa" del valor económico. [53048] Esta cuestión puede ser de interés primordial para los filósofos sociales que desean deducir de ella pretensiones éticas sobre el producto, y el mismo Marx no fue, por supuesto, indiferente a este aspecto del problema. [53049] Pero para la economía, como ciencia positiva que tiene por objeto describir o explicar procesos reales, es mucho más importante preguntar cómo funciona la teoría del valor basada en el trabajo, en cuanto instrumento de análisis, y lo realmente objetable que se encuentra en ella es que funciona muy mal. [53051] En segundo lugar, aun dentro de este caso, no encuadra nunca lisa y llanamente, excepto si el trabajo es el único factor de producción y si, además, el trabajo es todo de la misma especie. [53052] Si no se cumple una u otra condición hay que introducir supuestos adicionales y las dificultades analíticas aumentan en una extensión tal que pronto se hacen insuperables. [53053] Razonar en la dirección de la teoría del valor basada en el trabajo significa, por tanto, razonar sobre un caso muy especial y sin importancia práctica, aunque algo puede decirse en su favor si se interpreta en el sentido de una tosca aproximación a las tendencias históricas de los valores relativos. [53054] La teoría que la sustituyó -en su forma primitiva y ahora superada, conocida por la teoría de la utilidad marginal- puede pretender una superioridad en muchos aspectos; pero el verdadero argumento que puede invocarse en su favor es que es mucho más general y puede aplicarse por igual, de una parte, a los casos de monopolio y concurrencia imperfecta, y, de otra parte, a la intervención de otros factores de producción, así como a la de trabajo de muchas especies y calidades diferentes. [53055] Además, si introducimos en esta teoría los supuestos restrictivos mencionados tendremos, como consecuencia, la existencia de una proporcionalidad entre el valor y la cantidad de trabajo aplicado. [53056] Debe estar claro, por lo tanto, no sólo que era perfectamente absurdo, por parte de los marxistas, poner en duda, como trataron de hacer en un principio, la validez de la teoría del valor de la utilidad marginal (que era con la que se enfrentaban), sino también que es insuficiente llamar "falsa" a la teoría del valor del trabajo. [53057] En todo caso está muerta y enterrada. [53058] Aunque ni Ricardo ni Marx parecen haber tenido perfecta conciencia de toda la debilidad de la posición en que se habían colocado al adoptar este punto de partida, percibieron algo de ello con toda claridad. [53059] Uno y otro se enfrentaron, especialmente, con el problema de eliminar el elemento de los servicios de los agentes de la naturaleza que habían sido, por supuesto, desplazados de su lugar apropiado en el proceso de producción y distribución por una teoría del valor que se basa solamente en la cantidad de trabajo. [53061] Pero desde el momento que estamos en posesión de un aparato analítico que tiene en cuenta la renta con la misma facilidad que los salarios toda la dificultad se desvanece. [53062] Por consiguiente, no es preciso decir nada más acerca de los méritos o deméritos de la teoría de la renta absoluta de Marx en oposición a la renta diferencial ni acerca de sus relaciones con la teoría de Rodbertus. [53063] Pero aun cuando dejemos esto a un lado tenemos aún que superar la dificultad que surge de la presencia del capital, en el sentido de un caudal de medios de producción, que son ellos mismos producidos. [53064] Para Ricardo, el problema se plantea de un modo muy sencillo: en la famosa sección IV del primer capítulo de sus Principios introduce y acepta como un hecho, sin intentar ponerlo en duda, que allí donde se utilizan bienes de capital, tales como instalación, maquinaria y materias primas en la producción de una mercancía, esta mercancía se venderá a un precio que proporcione un rendimiento neto al propietario de esos bienes de capital. [53065] Ricardo se dio cuenta de que este hecho tiene algo que ver con el período de tiempo que transcurre entre la inversión y la aparición de los productos vendibles y de que esto motivará, por fuerza, divergencias entre los valores efectivos de estos productos y los valores calculados con arreglo a la proporción de horas de trabajo "contenidas" en ellos -incluyendo las horas de trabajo que entraron en la producción de los mismos bienes de capital- toda vez que estos períodos no son los mismos en todas las industrias. [53066] Aquí se muestra con la misma indiferencia que si estas divergencias confirmasen su teorema fundamental sobre el valor, en vez de contradecirle, y en realidad no va más allá de esto, limitándose a la discusión de algunos problemas secundarios que surgen a este respecto y creyendo firmemente que su teoría sigue explicando la determinante básica del valor. [53067] Marx también introdujo, aceptó y analizó el mismo hecho sin ponerlo nunca en duda como tal hecho. [53068] Tuvo también por cierto que esto parece dar el mentís a la teoría del valor del trabajo. [53069] Pero reconoció el modo insuficiente como trataba Ricardo el problema y, al propio tiempo que aceptaba el problema mismo en la forma en que lo presentaba Ricardo, comenzó a comentarlo severamente, dedicándole casi tantos centenares de páginas como párrafos le dedicaba Ricardo. [53071] Reemplazó, por ejemplo, con buen fundamento, la distinción de Ricardo entre capital fijo y capital circulante por la distinción entre capital constante y capital variable (salarios), y las nociones rudimentarias de Ricardo acerca de la duración del proceso de producción por el concepto mucho más riguroso de la "estructura orgánica del capital", que gira en torno a la relación entre el capital constante y el capital variable. [53072] Marx ha realizado también otras muchas aportaciones a la teoría del capital. [53073] Pero ahora nos limitaremos a su explicación del rendimiento neto del capital, esto es, a su teoría de la explotación. [53074] Las masas no siempre se han sentido burladas y explotadas. [53075] Pero los intelectuales que se constituyeron en intérpretes suyos les han dicho siempre que lo eran, sin querer decir, necesariamente, con ello algo preciso. [53076] Marx no podría haber dicho nada concreto con tal frase, aun cuando hubiera querido. [53077] Su mérito y su hallazgo fueron el haber percibido la debilidad de los distintos argumentos mediante los cuales habían tratado de demostrar, antes que él, los tutores de la conciencia de la masa, cómo sobrevino la explotación, cuyos argumentos constituyen todavía hoy el caudal de los agitadores corrientes. [53078] Ninguno de los tópicos usuales acerca del poder de defraudación y engaño de los patronos le satisfacían. [53079] Lo que él quería demostrar era que la explotación no surgió de un modo ocasional ni accidental de alguna situación singular, sino que era el resultado de la misma lógica del sistema capitalista, resultado inevitable y por completo independiente de toda intención individual. [53081] El cerebro, los músculos y los nervios de un obrero constituyen algo así como un fondo o caudal de trabajo potencial (Arbeitskraft, traducido usualmente, aunque no muy satisfactoriamente, por fuerza de trabajo). [53082] Este fondo o caudal lo considera Marx como una especie de sustancia que existe en una cantidad determinada y que en la sociedad capitalista es una mercancía como otra cualquiera. [53083] Podemos aclarar, por nuestra parte, esta idea, pensando en el caso de la esclavitud; la idea de Marx es que no hay diferencia esencial, aunque haya muchas diferencias secundarias, entre el contrato de salario y la adquisición de un esclavo; lo que el patrono de trabajo "libre" compra no es, en realidad, como en el caso de la esclavitud, los trabajadores mismos, sino una cuota determinada de la suma total de su trabajo potencial. [53084] Ahora bien: como el trabajo en este sentido (no el servicio del trabajo ni la hora de trabajo efectiva) es una mercancía, debe serle aplicable la ley del valor. [53085] Es decir, que, en una situación de equilibrio y de concurrencia perfecta, el trabajo debe obtener un salario proporcional al número de horas de trabajo que han entrado en su "producción". [53086] ¿Pero qué número de horas entra en la "producción" del caudal de trabajo potencial que hay almacenado dentro de la piel de un obrero? Desde luego, el número de horas de trabajo que se necesitaron y necesitan para levantarse, comer, vestirse y albergarse el obrero. [53087] Esto constituye el valor de ese caudal, y si él vende parte del mismo -expresado en días o semanas o años- recibirá salarios que corresponderán al valor del trabajo de estas partes, exactamente igual que un comerciante de esclavos recibirá, al vender un esclavo, en situación de equilibrio, un precio proporcional al número total de dichas horas de trabajo. [53088] Debe observarse, una vez más, que Marx se mantiene así cuidadosamente aparte de todos los tópicos populares que en una u otra forma sostenían que, en el mercado de trabajo capitalista, el obrero es robado o engañado o que, en su lamentable debilidad, está simplemente constreñido a aceptar cualesquiera condiciones que se le impongan. [53089] La cosa no es tan sencilla; el obrero obtiene el valor pleno de su potencial de trabajo. [53091] Pueden imponerle, en este sentido, más horas de trabajo efectivo de las que le han pagado. [53092] Como los productos obtenidos se venden también a un precio proporcional a las horas de trabajo que entran en su producción, hay una diferencia entre los dos valores -que surge sencillamente del modus operandi de la ley del valor de Marx- que, necesariamente y en virtud del mecanismo del mercado capitalista, va a parar al capitalista. [53093] Esto es la plus valía (Mehrwert). [53094] Al apropiársela el capitalista "explota" al obrero, aunque no pague a los obreros menos del valor íntegro de su potencial de trabajo y no reciba de los consumidores más del valor íntegro de los productos que vende. [53095] De nuevo hay que observar que no apela a argumentos tales como una injusta fijación de los precios, restricción de la producción o engaño en los mercados de los productos [53096] Marx no se proponía, por supuesto, negar la existencia de tales prácticas. [53097] Pero las veía en su justa perspectiva y, por consiguiente, nunca basó sobre ellas ninguna conclusión fundamental. [53098] Admiremos, de paso, el valor pedagógico de tal razonamiento; por especial y apartado de su sentido habitual que pueda estar el significado que hoy se atribuye a la palabra "explotación" y por dudoso que sea el apoyo derivado del derecho natural y de las filosofías de los escolásticos y de los escritores de la Ilustración, ha sido admitido, a pesar de todo, en la esfera de la argumentación científica y sirve así para el propósito de confortar a los discípulos que parten para reñir sus batallas. [53099] En cuanto a los méritos científicos de esta argumentación tenemos que distinguir con cuidado dos aspectos de la misma, uno de los cuales ha sido descuidado persistentemente por los críticos. [53101] La teoría del valor del trabajo, aun cuando pudiéramos concederle validez para todas las demás mercancías, nunca puede ser aplicada a la mercancía trabajo, pues esto implicaría que los obreros son producidos, lo mismo que las máquinas, conforme a cálculos racionales de costo. [53102] Y como no se producen así no hay justificación para afirmar que el valor del potencial de trabajo será proporcional a las horas de trabajo que entran en su "producción". [53103] Lógicamente, Marx habría mejorado su posición si hubiese aceptado la ley de hierro del salario de Lassalle o simplemente si hubiese razonado siguiendo los derroteros malthusianos, como hizo Ricardo. [53104] Pero como conscientemente rehusó hacerlo, su teoría de la explotación perdió desde el principio uno de sus puntales esenciales. [53105] Puede, además, demostrarse que un equilibrio de concurrencia perfecto no puede existir en una situación en la que todos los patronos capitalistas obtienen beneficios de explotación. [53106] Pues, en este caso, los patronos tratarían, cada uno, de extender su producción y el efecto masivo de esto tendería, inevitablemente, a aumentar los tipos de salarios y a reducir a cero los beneficios de esta clase. [53107] Sería, indudablemente, posible mejorar un poco la argumentación apelando a la teoría de la concurrencia imperfecta, haciendo intervenir las fricciones y los obstáculos institucionales que entorpecen el funcionamiento de la concurrencia, forzando todas las posibilidades de impedimentos en la esfera del dinero y el crédito, etc. [53108] Sin embargo, incluso de esta manera, sólo podría hacerse una defensa mediocre que el mismo Marx habría despreciado cordialmente. [53109] Pero hay otro aspecto de la cuestión. [53111] Esto es tan fácil únicamente en tanto que en la teoría de la plus valía no veamos más que una proposición acerca del proceso económico estacionario en perfecto equilibrio. [53112] Pero como lo que trataba de analizar no era una situación de equilibrio, que según él no puede alcanzar nunca la sociedad capitalista, sino, por el contrario, un proceso de cambio incesante en la estructura económica, las críticas que se le han dirigido en la dirección apuntada más arriba no son completamente decisivas. [53113] Las plus valías pueden ser imposibles en situación de equilibrio perfecto, pero pueden existir siempre, porque a ese equilibrio no se le permite nunca establecerse. [53114] Pueden tender siempre a desaparecer y, sin embargo, existir siempre, porque son continuamente recreadas. [53115] Esta defensa no salvará a la teoría del valor del trabajo, especialmente cuando se aplica a la mercancía trabajo misma, ni a la argumentación acerca de la explotación tal como ha sido formulada por Marx. [53116] Pero nos posibilitará hacer una interpretación más favorable de su conclusión, si bien una teoría satisfactoria de esas plus valías las despojarían del contenido conceptual específicamente marxista. [53117] Este aspecto del problema demuestra ser de considerable importancia. [53118] Arroja también una nueva luz sobre otras partes del aparato de análisis económico de Marx y explica, además, por qué no fue dañado más mortalmente ese aparato por la crítica afortunada dirigida contra sus mismos fundamentos. [53119] Si, no obstante, continuamos manteniéndonos en el nivel en que se mueve de ordinario la discusión de las teorías de Marx, calamos, cada vez más profundo, en las dificultades, o, más exactamente, percibimos los obstáculos con que tropiezan los creyentes cuando tratan de seguir al maestro por el camino trazado por él. [53121] Por el contrario, los agudiza, porque, según esta teoría, el capital constante -es decir, el capital que no es de salarios- no transmite al producto un valor superior al que pierde en su producción; únicamente transmite más valor el capital de salarios y los beneficios obtenidos habrán de variar, por consiguiente, de una empresa a otra, según la composición orgánica de sus capitales. [53122] Marx cuenta con la competencia entre los capitalistas para llevar a cabo una redistribución tal de la "masa" total de plus valía que cada empresa obtenga beneficios proporcionales a su capital total o que se equiparen los tipos singulares de los beneficios. [53123] Vemos, fácilmente, que la dificultad entra en la categoría de los falsos problemas que resultan siempre de los intentos de construcción de una teoría artificiosa [53124] y la solución pertenece a la categoría de las resoluciones desesperadas. [53125] Marx, sin embargo, creía no solamente que esta solución permitiría establecer la uniformidad necesaria de los tipos de beneficio y explicar cómo, a causa de ello, los precios relativos de las mercancías habían de desviarse de sus valores expresados en trabajo, [53126] sino también que su teoría ofrecía una explicación de otra "ley" que ocupó un lugar destacado en la teoría clásica, a saber: la afirmación de que el tipo de beneficio tiene una tendencia inherente a descender. [53127] En realidad, esta tendencia se deduce de un modo bastante plausible del aumento de la importancia relativa de la parte constante del capital total en las industrias que producen bienes que llevan incorporados salarios; si la importancia relativa de la instalación y equipo aumenta en estas industrias, como ocurre en el curso de la evolución capitalista, y si el tipo de plus valía o el grado de explotación permanece igual, entonces el tipo de rendimiento del capital total decrecerá en general. [53128] Este razonamiento ha atraído mucha admiración y, posiblemente, fue mirado por el mismo Marx con toda la satisfacción que acostumbramos sentir cuando una teoría nuestra explica una observación que no entraba en su construcción. [53129] Sería interesante discutirla por sí misma, independientemente de los errores cometidos por Marx al deducirla. [53131] Pero una proposición afín, aunque no idéntica, proporciona a la vez una de las "fuerzas" más importantes de la dinámica de Marx y el eslabón que une la teoría de la explotación y la planta superior del edificio analítico de Marx, denominada, usualmente, teoría de la acumulación. [53132] La parte principal del botín arrancado a la mano de obra explotada (según algunos de sus discípulos, prácticamente todo él) la convierten los capitalistas en capital, esto es, en medio de producción. [53133] En sí misma, y prescindiendo del modo de expresión con que la presenta la fraseología de Marx, ésta no es, por supuesto, más que la afirmación de un hecho bien conocido, descrito por lo general en términos de ahorro e inversión. [53134] A Marx, sin embargo, no le bastaba este simple hecho: si el proceso capitalista tenía que desplegarse conforme a una lógica inexorable, ese hecho tenía que ser parte de esta lógica, lo cual significa, prácticamente, que tenía que ser necesario. [53135] Tampoco habría sido satisfactorio admitir que esta necesidad surge de la psicología social de la clase capitalista de una manera similar; por ejemplo, a como Max Weber hizo de la actitud puritana -y la abstención de goce hedonista de los beneficios obtenidos encaja, magníficamente, dentro de su molde- una causa determinante del comportamiento capitalista. [53136] Marx no despreciaba ningún apoyo que creyese posible obtener por este método. [53137] Pero un sistema concebido como lo estaba el suyo tenía que basarse sobre algo más sustancial, que sobre aquello que compelía a los capitalistas a acumular, independientemente de lo que sintieran acerca de ello, y que tuviese fuerza suficiente para determinar esta misma pauta de conducta. [53138] Y, por fortuna, existe tal fuerza. [53139] Al exponer la naturaleza de esta compulsión al ahorro voy a aceptar en un punto, por motivos de conveniencia, la teoría de Marx, es decir, voy a admitir, como él, que el ahorro efectuado por la clase capitalista implica, ipso facto, un aumento correlativo en el capital real. [53141] Al discutir la teoría de la explotación de Marx he subrayado que, en una economía de competencia perfecta, los beneficios de explotación inducirían a los capitalistas a expandir la producción o a intentar expandirla, porque desde el punto de vista de cada uno de ellos esto significaría más beneficio. [53142] Ahora bien: para conseguirlo tendrían que acumular. [53143] Además, el efecto masivo de este comportamiento tendería a reducir las plus valías a causa de la elevación consiguiente de los tipos de salarios, así como también por una baja subsiguiente de los precios de los productos, lo cual constituye un buen ejemplo de las contradicciones inherentes al capitalismo, que eran tan queridas por el corazón de Marx. [53144] Y esta misma tendencia constituiría, también para el capitalista individual, otra razón por la que se sentiría compelido a acumular, [53145] aunque, en definitiva, este comportamiento haría, a su vez, empeorar las cosas para la clase capitalista en su conjunto. [53146] Habría, por tanto, una especie de coerción hacia la acumulación aun en un sistema estacionario en todo lo demás, el cual, como antes decía, no puede alcanzar un equilibrio estable hasta que la acumulación haya reducido a cero la plus valía y haya destruido así al capitalismo mismo. [53147] Hay, sin embargo, otra fuerza de acumulación mucho más importante y mucho más drásticamente coercitiva. [53148] En realidad, la economía capitalista no es ni puede ser estacionaria. [53149] Tampoco se expande conforme a un ritmo uniforme. [53151] Todas las estructuras existentes y todas las condiciones de la vida económica se hallan siempre en un proceso de transformación. [53152] Toda situación es derribada antes de que haya tenido tiempo de desarrollarse plenamente. [53153] En la sociedad capitalista el progreso económico significa derrumbamiento. [53154] Y, como veremos en la parte siguiente, en un proceso de derrumbamiento funciona la competencia de una manera completamente diferente a como funcionaría en un sistema estacionario, aunque fuese de competencia perfecta. [53155] Constantemente se dan posibilidades de obtener ganancias produciendo cosas nuevas o produciendo cosas antiguas más baratas y se atraen, para ello, nuevas inversiones. [53156] Estos nuevos productos y estos métodos nuevos compiten con los productos y con los métodos antiguos, no en términos de igualdad, sino de ventaja decisiva que puede significar la muerte para los últimos. [53157] Así es como penetra el "progreso" en la sociedad capitalista. [53158] A fin de evitar ser vendidas a bajo precio todas las empresas se ven constreñidas, en definitiva, a seguir el mismo camino, esto es, a invertir por su parte, y, a fin de poder hacerlo, a reservar parte de sus beneficios, es decir, a acumular. [53159] Así, pues, todo el mundo acumula. [53161] Esto no quiere decir que comprendiese debidamente su naturaleza ni que analizase correctamente su mecanismo. [53162] Para él este mecanismo se reduce a una simple mecánica de masas de capital. [53163] No tuvo una teoría adecuada de la empresa, y su impotencia para distinguir al empresario del capitalista, juntamente con una técnica teórica deficiente, explica muchos casos de non sequitur y muchos errores. [53164] Pero la simple visión de dicho proceso era suficiente por sí misma para muchos de los objetivos que Marx tenía en la mente. [53165] El non sequitur deja de ser una objeción fatal si lo que no se sigue del razonamiento de Marx puede inferirse de otro razonamiento, e incluso manifiestos errores y falsas interpretaciones resultan, con frecuencia, redimidos por la corrección sustancial de la línea general del razonamiento en el curso de la cual se cometen, y especialmente pueden dejar de inficionar los pasos ulteriores del análisis que, para el crítico que no es capaz de apreciar su situación paradójica, parece condenado sin apelación. [53166] Antes hemos tenido ya un ejemplo de esto. [53167] La teoría de la plus valía de Marx tomada en sí misma es insostenible. [53168] Pero como el proceso capitalista no deja de producir olas renovadas de beneficios periódicos que representan plus valía con relación a los costos, que pueden explicar perfectamente otras teorías, aunque en un sentido completamente no marxista, el paso siguiente de Marx, dedicado a la acumulación, no está viciado por completo por sus deslices anteriores. [53169] De un modo semejante el mismo Marx no fundamentó, de una manera satisfactoria, la coerción a acumular que es tan esencial para su argumentación. [53171] El tipo de beneficio conjunto de un capital industrial total no necesita disminuir a largo plazo, bien porque, según Marx, el capital constante aumenta con relación al capital variable [53172] bien por cualquier otra razón. [53173] Como hemos visto basta con que el beneficio de cada empresa singular esté incesantemente amenazado por la competencia efectiva o potencial de nuevas mercancías o nuevos métodos de producción, que, más tarde o más temprano, lo convertirían en una pérdida. [53174] Así obtenemos la fuerza impulsora necesaria e, incluso, un analogon a la afirmación de Marx de que el capital constante no produce plus valía -pues ninguna reunión singular de bienes de capital permanece para siempre como una fuente de sobreganancia- sin tener que apoyarnos en aquellas partes de su argumentación que son de validez dudosa. [53175] Otro ejemplo lo suministra el eslabón siguiente de la cadena de Marx, su teoría de la concentración, esto es, su tratamiento de la tendencia del proceso capitalista a incrementar tanto el volumen de las instalaciones industriales, como el de las unidades de intervención. [53176] La única explicación que ofrece, si se la despoja de su fantasía, se reduce a afirmaciones desapasionadas, tales como la de que "la batalla de la competencia se libra mediante el abaratamiento de las mercancías", el cual "depende, ceteris paribus, de la productividad del trabajo"; la de que ésta depende, a su vez, de la escala de producción, y la de que "los capitales mayores aniquilan a los menores". [53177] Esto es muy parecido a lo que dicen sobre el particular los libros de texto corrientes y no es en sí ni muy profundo ni muy admirable. [53178] Estas afirmaciones son particularmente defectuosas a causa de la importancia exclusiva que atribuyen al volumen de los "capitales" singulares, mientras que, en la descripción de los efectos de la concentración, se perjudica mucho por su técnica, que le imposibilita tratar de un modo eficaz el monopolio y el oligopolio. [53179] A pesar de todo no está injustificada la admiración que confiesan sentir, por esta teoría, tantos economistas ajenos a la grey. [53181] Pero hizo más que esto. [53182] Vinculó, hábilmente, la concentración al proceso de acumulación o, más bien, concibió la primera como un elemento del segundo, y no sólo desde su punto de vista fáctico, sino también desde su punto de vista lógico. [53183] Percibió correctamente algunas de sus consecuencias -por ejemplo, la de que "el volumen creciente de las masas singulares de capital se convierte en la base material de una revolución ininterrumpida en el modo mismo de producir- y otras, al menos, de una manera unilateral o desfigurada. [53184] Electrificó la atmósfera que rodeaba al fenómeno mediante todas las dínamos de la guerra de clases y la política de clases; sólo esto habría bastado para elevar su exposición por encima de los secos teoremas económicos que implicaba, especialmente para gentes sin ninguna imaginación propia. [53185] Y, lo más importante de todo, fue capaz de llegar, casi sin encontrar trabas a causa de la defectuosa presentación de los rasgos singulares de su cuadro ni por lo que al profesional le parece falta de rigor en su argumentación, a la predicción del desarrollo futuro de los gigantes industriales que estaban en período de gestación y la situación social que habían de crear. [53186] Otros dos puntos van a completar este bosquejo: la teoría de Marx de la Verelendung, o, para usar una terminología española, de la inmiseración o empobrecimiento, y su teoría (y de Engels) del ciclo económico. [53187] En la primera, tanto el análisis como la visión, fallan sin remedio; en la última, sin embargo, uno y otra se cuentan en su haber. [53188] Marx sostuvo indudablemente que, en el transcurso de la evolución capitalista, los tipos de salario real y el nivel de vida de las masas descenderían en los estratos mejor remunerados y dejarían de mejorar en los peor remunerados, y que esto tendría lugar no por circunstancias accidentales o externas, sino en virtud de la misma lógica del proceso capitalista. [53189] Como predicción era, desde luego, calamitosa, y los marxistas de todos los tiempos se han visto en un aprieto para salir con bien de las pruebas claramente adversas con que se enfrentaron. [53191] Después se esforzaron por darle otro sentido, esto es, por referirla no a los tipos de salario real ni a la participación absoluta en la renta de la clase trabajadora, sino a la parte relativa de las rentas del trabajo respecto de la renta nacional total. [53192] Aunque algunos pasajes de Marx permiten, en realidad, una interpretación en este sentido, dicha interpretación contradice claramente su pensamiento en la mayoría de los mismos. [53193] Además, se ganaría poco aceptando esta interpretación, porque las principales conclusiones de Marx implican que la participación absoluta del trabajo per capita descendería o, en el mejor de los casos, no subiría; si Marx hubiese pensado realmente en la participación relativa no habría hecho, con ello, más que aumentar las dificultades de los marxistas, y, en definitiva, la proposición misma seguiría siendo errónea. [53194] Pues la parte relativa de los sueldos y salarios respecto de la renta total no varía sino muy poco de año a año y es notablemente constante a través del tiempo, sin que revele, ciertamente, ninguna tendencia a la baja. [53195] Sin embargo, parece haber otro modo de salir de esta dificultad. [53196] Una tendencia puede no aparecer en nuestras series estadísticas temporales -puede, incluso, aparecer la tendencia opuesta como sucede en este caso- y a pesar de ello podría ser inherente al sistema que se investiga, pues podría estar inhibida por condiciones excepcionales. [53197] Esta es, en realidad, la línea que adoptan la mayoría de los marxistas modernos. [53198] Las condiciones excepcionales las han encontrado en la expansión colonial o, más generalmente, en la apertura de países nuevos durante el siglo XIX, que sostienen que ha dado lugar a una "tregua" para las víctimas de la explotación. [53199] En la parte siguiente tendremos ocasión de volver sobre esta cuestión. [53201] Pero la auténtica dificultad consiste en que la construcción teórica de Marx es poco sólida en este sector: del mismo modo que la visión, la base analítica es aquí defectuosa. [53202] La base de la teoría de la inmiseración la constituye la teoría del "ejército de reserva industrial", es decir, del paro creado por la mecanización del proceso de producción [53203] y la teoría del ejército de reserva está basada, a su vez, en la teoría expuesta por Ricardo en el capítulo sobre el maquinismo. [53204] En ninguna otra parte -exceptuando, por supuesto, la teoría del valor- depende la argumentación de Marx de un modo tan completo de la de Ricardo, a la que no añade nada esencial. [53205] Hablo tan sólo, naturalmente, de la teoría pura del fenómeno. [53206] Marx añadió, como siempre, muchos toques menores, tales como la feliz generalización mediante la cual se hace entrar en el concepto del paro la sustitución de obreros capacitados por obreros no capacitados; también añadió una riqueza infinita de ilustraciones y de fraseología, y, lo más importante de todo, puso el cuadro impresionante, el amplio fondo de su concepción del proceso social. [53207] Ricardo había estado inclinado, en un principio, a compartir la opinión, muy común en todos los tiempos, de que la introducción de las máquinas en el proceso de producción difícilmente podría dejar de beneficiar a las masas. [53208] Cuando entró en dudas acerca de esta opinión o, en todo caso, de su validez general, revisó su posición con su franqueza característica. [53209] De un modo no menos característico desanduvo el camino y, utilizando su método habitual de "imaginar casos forzados", presentó un ejemplo numérico, conocido por todos los economistas, para demostrar que las cosas podrían haber sucedido también de otro modo. [53211] El ejemplo de Ricardo es correcto dentro de su esfera. [53212] Los métodos en cierto modo más refinados de hoy confirman sus resultados en la medida en que admitan tanto la posibilidad que pretendía demostrar, como también la contraria; van más allá aún al definir las condiciones formales que determinan que sea una u otra consecuencia la que se produzca. [53213] Esto es, por supuesto, lo único que puede hacer la teoría pura. [53214] Para predecir el resultado efectivo son necesarios más datos. [53215] Pero para nuestro propósito el ejemplo de Ricardo presenta otro rasgo interesante. [53216] El considera una empresa que posee un capital de una cuantía dada y que emplea a un número dado de obreros, la cual decide adelantar un paso en la mecanización. [53217] En consecuencia, dedica un grupo de estos obreros a la labor de construir una máquina que, cuando esté instalada, permitirá a la empresa prescindir de parte de ese grupo. [53218] Los beneficios pueden ser a la larga los mismos (después de los ajustes de la competencia, que eliminarán todo superbeneficio temporal), pero la renta bruta se habrá destruido exactamente en la cuantía de los salarios que se pagaban antes a los obreros que ahora se han "liberado". [53219] La idea de Marx de la sustitución del capital variable (de salarios) por el capital constante es casi la réplica exacta a esta forma de plantearlo. [53221] La teoría de Ricardo la ha tragado, en realidad, Marx con anzuelo, cuerda y plomada. [53222] Pero lo que puede resistir la prueba, mientras nos movemos dentro del objetivo limitado que Ricardo tenía a la vista, se hace totalmente inadecuado -de hecho la fuente de otro non sequitur, no salvado esta vez por una visión acertada de los resultados últimos- en cuanto consideramos la superestructura que Marx construyó sobre ese endeble cimiento, pues se aferró, con una energía que tiene en sí algo de desesperada, a la conclusión condicionalmente pesimista de su maestro, como si el "caso forzado" de este último fuese el único posible, y combatió, con energía aún más desesperada, a los autores que habían desarrollado las consecuencias de la insinuación de Ricardo sobre las compensaciones que la edad de la máquina podía ofrecer a los obreros, incluso donde el efecto inmediato de la introducción de la maquinaria significó un perjuicio (la teoría de la compensación, la aversión favorita de todos los marxistas). [53223] Marx tenía toda la razón para adoptar esta posición, ya que le era muy necesaria una base firme para su teoría del ejército de reserva, la cual tenía que servir para dos finalidades de importancia fundamental, aparte de otras menos importantes. [53224] En primer lugar, hemos visto que Marx, con su aversión a hacer uso de la teoría de la población de Malthus, despojó a su teoría de la explotación de lo que antes he calificado de un puntal esencial. [53225] Este puntal fue sustituido por el ejército de reserva, siempre existente, porque siempre está renovándose. [53226] En segundo lugar, la concepción particularmente estrecha del proceso de mecanización que Marx adoptó era esencial para motivar las frases resonantes del capítulo XXXII del tomo I de Das Kapital, que en cierto sentido son la coronación final no sólo de ese tomo, sino de toda la obra de Marx. [53227] Voy a citarlas completas -más completas de lo que requiere el punto que se discute-, a fin de presentar a mis lectores una visión de Marx en una actitud que explica igualmente bien el entusiasmo de unos y el desdén de otros. [53228] Y ya sea o no esta mescolanza de cosas el corazón mismo de la verdad profética, hélas aquí: [53229] "Mano a mano con esta centralización o esta expropiación de muchos capitalistas por pocos se desarrolla ...el enredo de todas las naciones en la red del mercado mundial y con esto el carácter internacional del régimen capitalista. [53231] El monopolio del capital se convierte en el grillete que aprisiona el modo de producción que ha nacido y florecido con él y bajo él. [53232] La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo alcanzan al fin un punto en que se hacen incompatibles con su envoltura capitalista. [53233] Esta envoltura estalla. [53234] Suena el doblar a muerto por la propiedad privada capitalista. [53235] Los expropiadores son expropiados." [53236] La aportación de Marx en el campo de los ciclos económicos es sumamente difícil de apreciar. [53237] La parte realmente valiosa de la misma consiste en unas docenas de observaciones y comentarios, la mayoría ocasionales, que están esparcidos por casi todos sus escritos, incluyendo muchas de sus cartas. [53238] Los intentos de reconstruir, partiendo de estos membra disjecta, un cuerpo que no aparece en ninguna parte hecho carne y que tal vez no existió siquiera en la mente de Marx, a no ser en una forma embrionaria, pueden fácilmente producir resultados diferentes en las distintas manos y ser viciados por una tendencia comprensible en los admiradores de Marx de imputarle, por medio de una interpretación adecuada, prácticamente todos los resultados de ulteriores investigaciones que los mismos admiradores aceptan. [53239] La masa común de amigos y enemigos de Marx no ha vislumbrado nunca ni vislumbra ahora la clase de cometido con que se enfrenta el comentador a causa de la naturaleza de la contribución caleidoscópica de Marx en esta materia. [53241] En consecuencia, se pusieron a buscar tal teoría y es fácil adivinar qué fue lo que les sucedió. [53242] Por una parte, Marx exalta indudablemente -aunque con una motivación no del todo adecuada- el enorme poder del capitalismo para desarrollar la capacidad de producción de la sociedad. [53243] Por otra parte, destaca incesantemente la creciente miseria de las masas. [53244] ¿No es la cosa más natural del mundo concluir que las crisis o depresiones se deben al hecho de que las masas explotadas no pueden comprar todo lo que este aparato de producción constantemente en aumento crea o está en situación de crear y que, por esta y otras razones, que no necesitamos repetir, el tipo de beneficio baja hasta un nivel de bancarrota? Así, pues, parecemos efectivamente arribar, según el elemento que queramos realizar, a las costas de una teoría del infraconsumo o a las de una teoría de la superproducción del tipo más vulgar. [53245] La explicación de Marx ha sido clasificada, en efecto, entre las teorías de las crisis fundadas en el infraconsumo. [53246] Hay dos circunstancias que pueden invocarse en apoyo de esta clasificación. [53247] En primer lugar, por lo que se refiere a la teoría de la plus valía y también a otras cuestiones es obvia la afinidad de las teorías de Marx con las de Sismondi y Rodbertus. [53248] Y estos hombres defendieron el punto de vista del infraconsumo. [53249] No era, pues, descaminado inferir que Marx podía haberlo defendido igualmente. [53251] Pero esto no tiene ninguna importancia, puesto que Marx, mostrando un sentido excelente, las repudió de un modo expreso. [53252] La realidad es que no tenía ninguna teoría sencilla del ciclo económico. [53253] Y no puede deducirse lógicamente ninguna siguiendo sus "leyes" de la evolución capitalista. [53254] Aun cuando aceptemos su explicación del origen de la plus valía y convengamos en admitir que la acumulación, la mecanización (aumento relativo del capital constante) y la superpoblación profundizan inexorablemente la miseria de las masas y se enlazan en una cadena lógica que termina en la catástrofe del sistema capitalista, incluso entonces nos falta un factor que confiera al proceso las fluctuaciones cíclicas, con carácter de necesidad, y explique la alternación inmanente de las prosperidades y las depresiones. [53255] Indudablemente, tenemos siempre a la mano bastantes accidentes e incidentes a los que asirnos para compensar los defectos de la explicación fundamental. [53256] Hay errores de cálculo, previsiones equivocadas y otros errores, olas de optimismo y de pesimismo, excesos especulativos y reacciones a los excesos especulativos, y hay una fuente inagotable de "factores externos". [53257] Del mismo modo que el proceso mecánico de acumulación de Marx marcha a un ritmo uniforme -y no hay nada que muestre por qué no deba ser así en principio-, el proceso que él describe también podría marchar a ritmos uniformes; allí hasta donde entra en consideración su lógica esta evolución es esencialmente independiente de las prosperidades y de las depresiones. [53258] Por supuesto esto no es necesariamente un desacierto. [53259] Muchos otros teóricos han sostenido y sostienen simplemente que las crisis tienen lugar siempre que se produce un desarreglo de suficiente importancia. [53261] Marx tiene, en efecto, en cuenta una gran variedad de elementos más o menos relevantes. [53262] Por ejemplo, utiliza, en cierto modo superficialmente, la intervención del dinero en las transacciones de mercancías -y nada más-, a fin de refutar la afirmación de Say acerca de la imposibilidad de un atasco general; o bien la soltura de los mercados de dinero para explicar los desproporcionados desarrollos en las ramas caracterizadas por la gran inversión en bienes duraderos de capital; o bien los estímulos especiales, como la apertura de mercados o el surgimiento de nuevas necesidades sociales para motivar repentinas aceleraciones en la "acumulación". [53263] Trata, de un modo no muy afortunado, de convertir el crecimiento de la población en un factor que facilita las fluctuaciones. [53264] Observa, aunque en realidad no explica, que la escala de la producción se expande "a saltos y brincos", que son "el preludio de su contracción igualmente súbita". [53265] Dice con habilidad que "la superficialidad de la economía política se muestra en el hecho de que considera la expansión y la contracción del crédito, que es un simple síntoma de los cambios periódicos en el ciclo industrial, como causa de los mismos". [53266] Y el capítulo de incidentes y accidentes lo somete, por supuesto, a una pesada contribución. [53267] Todo esto está conforme con el sentido común y es esencialmente correcto. [53268] Prácticamente encontramos aquí todos los elementos que se encuentran siempre en todo análisis serio de los ciclos económicos y en conjunto hay muy pocos errores. [53269] Además, no hay que olvidar que la mera percepción de la existencia de los movimientos cíclicos fue una gran aportación para aquella época. [53271] Sin embargo, en lo fundamental enfocaron su atención sobre los derrumbamientos espectaculares que habían de denominarse "crisis". [53272] Y estas crisis no las vieron a su verdadera luz, es decir, a la luz del proceso cíclico del que son simples incidentes. [53273] Las consideraron, sin mirar detrás o debajo de ellas, como desgracias aisladas que sucedían a consecuencia de errores, excesos, conductas equivocadas o bien a consecuencia del funcionamiento defectuoso del mecanismo del crédito. [53274] Marx fue, en mi opinión, el primer economista que se elevó por encima de esta tradición y que se anticipó -prescindiendo del complemento estadístico- a la obra de Clément Juglar. [53275] Aunque no ofreció, como hemos visto, una explicación adecuada del ciclo económico, el fenómeno apareció con claridad ante sus ojos y comprendió mucho de su mecanismo. [53276] También, como Juglar, habló sin titubeos de un ciclo decenal "interrumpido por fluctuaciones menores". [53277] Estaba intrigado por la cuestión de cuál podría ser la causa de esa periodicidad y consideró la idea de que podía tener algo que ver con la vida de la maquinaria de la industria del algodón. [53278] Y hay otros muchos indicios de su preocupación por el problema de los ciclos económicos como problema distinto de las crisis. [53279] Esto es suficiente para asignarle un rango elevado entre los padres de la moderna investigación del ciclo. [53281] Marx utilizó casi siempre la expresión crisis en su sentido habitual, hablando como los demás de la crisis de 1825 o de la de 1847. [53282] Pero la usó también en un sentido diferente. [53283] Creyendo que la evolución capitalista rompería algún día el armazón institucional de la sociedad capitalista pensó que antes de que ocurriese el derrumbamiento efectivo el capitalismo comenzaría a funcionar con crecientes fricciones y a mostrar los síntomas de enfermedad mortal. [53284] A esta etapa, que la vislumbraba, por supuesto, como un período histórico más o menos prolongado, le aplicó la misma expresión. [53285] Y mostró una tendencia a relacionar aquellas crisis recurrentes con esta crisis única del orden capitalista. [53286] Incluso sugiere que las primeras pueden considerarse en cierto sentido como preludios del derrumbamiento final. [53287] Como a muchos lectores podría parecer esto una clave para la teoría de las crisis de Marx en el sentido ordinario, es necesario indicar que los factores que, según Marx, habrán de causar el derrumbamiento final no pueden causar las depresiones recurrentes sin una buena dosis de hipótesis adicionales [53288] y que esta clave no nos lleva más allá de la trivial afirmación de que la "expropiación de los expropiadores" puede ser más fácil en un período de depresión que en un período de prosperidad. [53289] Finalmente, la idea de que la evolución capitalista hará saltar las instituciones de la sociedad capitalista o dejar paso a otras (Zusammenbruchstheorie o teoría del derrumbamiento inevitable) suministra un último ejemplo de la combinación de un non sequitur con una visión profunda que ayuda a Marx a salvar su conclusión. [53291] Además, hace ya tiempo que marxistas, que en lo demás son ortodoxos, han comenzado a poner en duda la validez de la afirmación de que la concentración del dominio industrial es necesariamente incompatible con el sistema funcional del capitalismo. [53292] El primero de ellos en proclamar esta duda mediante un razonamiento bien fundamentado fue Rudolf Hilferding, [53293] uno de los dirigentes del importante grupo de los neo-marxistas, quien, efectivamente, se inclinó hacia la tesis opuesta a saber: que el capitalismo podría ganar en estabilidad por medio de la concentración. [53294] Dejo para la parte siguiente lo que tengo que decir sobre esta cuestión, pero quiero decir aquí que me parece que Hilferding ha ido demasiado lejos, aunque, como veremos, la creencia, actualmente generalizada en los Estados Unidos de que la gran empresa "se convierte en un grillete que aprisiona el modo de producción", carece de fundamentos, y aunque la conclusión de Marx no se deriva de sus premisas. [53295] Sin embargo, aun cuando los datos de hecho y los razonamientos de Marx fuesen todavía más defectuosos de lo que son, sus conclusiones podrían, no obstante, ser verdaderas, por cuanto que él afirma, simplemente, que la evolución capitalista destruirá las bases de la sociedad capitalista. [53296] Yo creo que es así. [53297] No creo exagerar si llamo profunda a una visión en la que ya en 1847 se reveló esta verdad fuera de toda duda. [53298] Ahora es un lugar común. [53299] El primero en convertirla en lugar común fue Gustav Schomoller. [53301] Pero él afirmó, tranquilamente, la misma verdad. [53302] El por qué y el cómo de ello los dejó, igualmente, sin decir. [53303] No es apenas necesario resumir de un modo detallado. [53304] Nuestro bosquejo, aunque imperfecto, debe bastar para establecer: primero, que nadie que se interese algo por el análisis puramente económico puede hablar de éxito absoluto de Marx en el dominio económico; seguro de que nadie que se interese algo por las construcciones atrevidas puede hablar de fracaso absoluto. [53305] En el tribunal que juzga la técnica teórica el veredicto tiene que ser adverso a Marx. [53306] La adhesión a un aparato analítico que ha sido siempre inadecuado y que en los propios días de Marx se anticuaba rápidamente; una larga lista de conclusiones que no están bien deducidas o son manifiestamente erróneas; errores que si se corrigieran cambiarían las conclusiones esenciales, a veces, en sus contrarias; todos estos cargos pueden hacerse, con razón, contra Marx en cuanto técnico teórico. [53307] Sin embargo, incluso en ese tribunal será necesaria la atenuación del veredicto por dos razones: [53308] En primer lugar, aunque Marx se equivocaba a menudo -a veces de una manera inverosímil- sus críticos estaban lejos de tener siempre razón. [53309] Como entre ellos había excelentes economistas este hecho debe registrarse en su haber, especialmente porque Marx no podía enfrentarse con la mayoría de ellos. [53311] En un bosquejo como éste no es posible enumerarlos y menos aun hacerles justicia. [53312] No obstante, hemos echado una ojeada a algunas de ellas al exponer su modo de tratar el ciclo económico. [53313] También he mencionado algunas que han mejorado nuestra teoría de la estructura del capital físico. [53314] Los esquemas que él desarrolla en este campo, aunque no son irreprochables, han vuelto a demostrar su utilidad en obras recientes, que en algunas partes parecen completamente marxistas. [53315] Pero un tribunal de apelación -aun cuando estuviera también limitado a las cuestiones teóricas -podría sentirse inclinado a revocar por completo este veredicto. [53316] Pues hay una aportación de verdadera importancia que registrar frente a las faltas teóricas de Marx. [53317] A través de todo lo que hay de defectuoso, incluso de anticientífico en su análisis, fluye una idea fundamental que no es ni una cosa ni otra: la concepción de una teoría, no simplemente de un número indefinido de situaciones singulares dispersas ni de la lógica de las cantidades económicas en general, sino de la concatenación efectiva de estas situaciones o de la evolución económica tal como se desarrolla por su propio impulso, a través del tiempo histórico, produciendo a cada instante aquella situación que por sí misma ha de determinar la siguiente. [53318] Así, el autor de tantas concepciones falsas fue también el primero en vislumbrar lo que aún en la actualidad sigue siendo la teoría económica del futuro, para la cual estamos acumulando, lenta y laboriosamente, piedra y mortero, hechos estadísticos y ecuaciones funcionales. [53319] Y no solamente concibió esta idea, sino que trató de llevarla a la práctica. [53321] Pero Marx ha logrado efectivamente una cosa de importancia fundamental para la metodología de la economía. [53322] Los economistas siempre han utilizado o bien el trabajo histórico económico realizado por ellos mismos o bien el trabajo histórico de los demás. [53323] Pero los hechos de la historia económica se relegaban a un compartimento separado. [53324] Si entraban en la teoría era, simplemente, desempeñando el papel de ilustraciones o posiblemente el de verificación de las conclusiones. [53325] Se mezclaban con ella sólo mecánicamente. [53326] Ahora bien: la mezcla de Marx es una mezcla química, es decir, que él introdujo los datos históricos en el mismo razonamiento del que deriva sus conclusiones. [53327] Fue el primer economista de rango superior que vio y enseñó, sistemáticamente, cómo la teoría económica puede convertirse en análisis histórico y cómo la narración histórica puede convertirse en histoire raisonnée. [53328] El problema análogo con relación a la estadística no intentó resolverlo. [53329] Pero, en cierto sentido, está implícito en el otro. [53331] En esto no tuvo éxito; pero al fracasar no sólo señaló una meta, sino que fundó, también, un método. [53332] Nos parece que el término "inmiseración" expresa la mejor y más fiel manera de traducir al español la expresión "inmiserization" en inglés. [53333] N. del T. [53334] La amiga de Guillermo III, el rey tan impopular en su época, y que por entonces se había convertido en un ídolo de la burguesía inglesa. [53335] No obstante, puede ponerse en duda que este teorema fuese lo único que importaba al mismo Marx. [53336] El estaba bajo la misma ilusión engañosa que Aristóteles, o sea, la de que el valor, a pesar de ser un factor que desempeña un papel en la determinación de los precios relativos, es, con todo, algo diferente de los precios relativos y de las relaciones de cambio y existe independientemente de ellos. [53337] La afirmación de que el valor de una mercancía es la cantidad de trabajo incorporada en ella difícilmente puede significar otra cosa. [53338] Si esto es así, entonces hay una diferencia entre Ricardo y Marx, puesto que los valores para Ricardo son simplemente valores de cambio o precios relativos. [53339] Merece la pena mencionar esto, porque, si aceptásemos este concepto de valor, gran parte de la teoría de Marx, que nos parece insostenible e incluso falta de sentido, dejaría de serlo. [53341] Tampoco mejoraría la situación si, siguiendo a algunos marxólogos, aceptáramos el criterio de que los valores de la cantidad de trabajo de Marx, sean o no una "sustancia" independiente, están destinados simplemente a servir de instrumentos con los cuales desplegar la división de la renta social total en renta de trabajo y renta de capital (la teoría de los precios relativos específicos tendría entonces una importancia secundaria). [53342] Pues, como pronto vamos a ver, la teoría del valor de Marx falla también en este cometido (suponiendo que podamos separar este cometido del problema de los precios específicos). [53343] La necesidad del segundo supuesto es especialmente destructora. [53344] La teoría del valor del trabajo puede explicar tal vez las diferencias de calidad del trabajo debidas a la capacitación (habilidad adquirida) del modo siguiente: a cada hora de trabajo calificado habría que añadir una cuota apropiada del trabajo que entra en el proceso de capacitación, con lo que, sin salirnos de la esfera del principio general, podríamos igualar la hora de trabajo realizado por un obrero capacitado a un múltiplo determinado de una hora de trabajo no calificado. [53345] Pero este método falla en el caso de diferencias "naturales" de la calidad del trabajo, debidas a diferencias de inteligencia, fuerza de voluntad, vigor físico o agilidad. [53346] Entonces hay que recurrir a diferencias de valor de las horas trabajadas, respectivamente, por el obrero naturalmente inferior y el naturalmente superior, valor que no es explicable por el principio de la cantidad de trabajo. [53347] Esto fue lo que hizo, en realidad, Ricardo; él dice simplemente que esas calidades diferentes se pondrán de algún modo en su debida relación en virtud del juego del mecanismo del mercado, por lo que, en definitiva, podemos decir que una hora de trabajo realizado por el obrero A es equivalente a un múltiplo determinado de la hora de trabajo realizado por el obrero B. [53348] Pero Ricardo pasa completamente por alto que, al razonar de este modo, apela a otro principio de evaluación y abandona, en realidad, el principio de la cantidad de trabajo, que fracasa así desde su punto de partida, dentro de su propio recinto, e incluso antes de que tenga ocasión de fracasar a causa de la intervención de factores distintos del trabajo. [53349] En realidad, de la teoría del valor de la utilidad marginal se deduce que, para que exista equilibrio, hay que distribuir cada factor entre los usos productivos abiertos a él, de manera que la última unidad destinada a cualquier uso produzca el mismo valor que la última unidad destinada a cada uno de los demás usos. [53351] Esta es la solución que, con la excepción de la distinción entre "fuerza de trabajo" y trabajo, había ya declarado absurda S. [53352] Bailey (A Critical Discourse on the Nature, Measure and Causes of Value, 1825), como el mismo Marx no dejó de observar (Das Kapital, tomo I, cap XIX). [53353] El tipo de plus valía (grado de explotación) se define como la relación entre la plus valía y el capital variable (de salarios). [53354] Más adelante veremos cómo trató Marx de reemplazar este puntal. [53355] Hay, sin embargo, un elemento que no es artificioso y cuya percepción, por confusa que sea, debe registrarse en el haber de Marx. [53356] No es un hecho incuestionable, como casi todos los economistas creen, incluso en nuestros días, que los medios de producción "producidos" hayan de dar un rendimiento neto en una economía perfectamente estacionaria. [53357] Si en la práctica parecen dar normalmente rendimientos netos esto puede ser muy bien debido al hecho de que la economía no es nunca estacionaria. [53358] El argumento de Marx acerca del rendimiento neto del capital podría ser interpretado como un camino indirecto para reconocer este hecho. [53359] La solución de este problema la incluyó Marx en los manuscritos con los que su amigo Engels compiló el tercer tomo, póstumo, de Das Kapital. [53361] A pesar de ello, la mayoría de los críticos no han vacilado en declararlo culpable de haber contradicho rotundamente, en el tercer tomo la teoría del primero. [53362] Este veredicto no está justificado aparentemente. [53363] Si nos colocamos en el punto de vista de Marx, como es nuestro deber en una cuestión de esta índole, no es absurdo concebir la plus valía como una "masa" creada por el proceso social de producción considerado como una unidad y entrar después en el problema de la distribución de esta masa. [53364] Y si esto no es absurdo sigue siendo posible mantener que los precios relativos de las mercancías, tal como están deducidos en el tercer tomo, se ajustan a la teoría de la cantidad de trabajo del primer tomo. [53365] Por eso no es correcto afirmar, como lo han hecho algunos escritores, desde Lexis hasta Cole, que la teoría del valor de Marx está completamente divorciada de su teoría de los precios y no contribuye en nada a la misma. [53366] Pero Marx es poco lo que puede ganar con ser absuelto de esta culpa de contradicción, ya que todo el resto de la acusación es bastante fuerte. [53367] La mejor contribución al conjunto de la cuestión de cómo se relacionan recíprocamente los valores y los precios en el sistema de Marx, y que hace también referencia a algunas de las mejores aportaciones en una controversia que no fue precisamente fascinadora, es el trabajo de L. [53368] von Bortkiewicz. [53369] "Wertrechnung und Preisrechnung im Marxischen System", publicado en Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, 1907. [53371] La acumulación puede ser o no "Moisés y todos los profetas" para la clase capitalista y estos arrebatos pueden o no parecernos ridículos; pero en Marx los argumentos de este tipo y este estilo sugieren siempre que debe haber alguna debilidad oculta. [53372] Para Marx ahorro o acumulación es idéntico a conversión de "plus valía en capital". [53373] Con esto no me propongo contradecirle, aunque los intentos individuales de ahorro no aumentan el capital real de una manera necesaria y automática. [53374] El punto de vista de Marx me parece que está mucho más cerca de la verdad que el opuesto, apadrinado por muchos de mis contemporáneos, y que no creo que merezca la pena refutar aquí. [53375] En términos generales, se ahorrará, por supuesto, menos de una renta más pequeña que de una renta mayor. [53376] Pero de una renta dada cualquiera se ahorrará más, si no se espera que ésta perdure o si se espera que ha de disminuir, que si se sabe que va a ser, por lo menos, estable en su nivel actual. [53377] Marx reconoce esto hasta cierto punto. [53378] Pero cree que, si los salarios aumentan y por ello interfieren la acumulación, el tipo de esta última disminuirá, "porque el estímulo de ganancia queda embotado", de manera que "el mecanismo del proceso de producción capitalista hace desaparecer los mismos obstáculos que crea transitoriamente". [53379] (Das Kapital, tomo I, cap. XXV, sección 1b.). [53381] Pero el punto más interesante es que esta afirmación tendríamos que considerarla de lo más antimarxista de darse el caso de encontrarla en la obra de otro economista, y que, en cuanto tiene de sostenible, debilita grandemente la consistencia de la argumentación de Marx. [53382] En este punto, como en otros muchos, pone Marx de manifiesto en un grado asombroso su impotencia para librarse de las cadenas de la economía burguesa de su época, que él mismo creía haber roto. [53383] Este no es, por supuesto, el único método para la financiación de las mejores técnicas. [53384] Pero es prácticamente el único método que Marx toma en consideración. [53385] Como es, efectivamente, un método muy importante, podemos seguirlo aquí en este punto, si bien estas mismas consecuencias las producen también otros métodos, especialmente el de tomar dinero a préstamo de los bancos, o sea, la creación de depósitos, que sería realmente necesario tenerlos en cuenta para trazar un cuadro exacto del proceso capitalista. [53386] Según Marx, los beneficios pueden disminuir desde luego por otra razón; por ejemplo, a causa de la baja del tipo de plus valía. [53387] Esta puede deberse bien a aumentos en los tipos de salario bien a reducciones (legales, por ejemplo) de las horas de la jornada de trabajo. [53388] Es posible argüir, aun desde el punto de vista de la teoría de Marx, que esto induciría a los "capitalistas" a sustituir la mano de obra por bienes de capital que ahorren mano de obra, y de esta forma aumentar también temporalmente la inversión, independientemente del impacto de las mercancías nuevas y de los progresos técnicos. [53389] Sin embargo, no podemos entrar en estas cuestiones. [53391] En 1837 publicó Nassau W Senior un folleto titulado Letters on the Factory Act, en el que trataba de demostrar que la reducción propuesta de la duración de la jornada de trabajo daría como resultado la anulación de los beneficios en la industria del algodón. [53392] En Das Kapital, tomo I, capítulo VII, sección 3 4, se supera Marx a sí mismo en sus feroces dicterios contra la argumentación de Senior, que, en realidad, es poco menos que un disparate. [53393] Pero Marx debería haber sido la última persona en proclamarlo, pues está en absoluta consonancia con su propia teoría de la explotación. [53394] Esta conclusión, que se designa con frecuencia como la teoría de la expropiación, es en Marx la única base puramente económica de la lucha por la cual los capitalistas se destruyen unos a otros. [53395] Hay una primera línea de defensa que los marxistas, lo mismo que la mayoría de los apologistas, acostumbran oponer a la crítica que desencadena toda afirmación tan tajante. [53396] Consiste en sostener que Marx no dejó de ver por completo el otro lado de la medalla y que muy a menudo "reconoció" casos de elevación de salarios, etc. - como, en realidad, no podía nadie dejar de hacer -, sugiriendo con ello que Marx se había anticipado por completo a lo que cualquier crítico pudiera tener que decir. [53397] Un escritor tan prolijo que intercala en su argumentación tan ricas capas de análisis histórico se presta, naturalmente, mejor a tal defensa que ninguno de los padres de la iglesia. [53398] ¿Pero de qué sirve "reconocer" un hecho recalcitrante si no se le permite influir sobre las conclusiones? [53399] Esta idea fue sugerida por el mismo Marx, aunque ha sido desarrollada por los neomarxistas. [53401] Marx estudia, en particular, la especie que debe su existencia a las variaciones cíclicas en la actividad económica. [53402] Como las dos especies son independientes y como Marx, en su argumentación, se apoya con frecuencia en la segunda especie más bien que en la primera, surgen dificultades de interpretación que no todos los críticos parecen haber comprobado bien. [53403] Esto debe ser obvio para cualquier crítico no sólo por un estudio de las sedes materiae, en Das Kapital, tomo I, cap. XV, secciones 3b, 4b, 5b y especialmente 6b (donde Marx trata de la teoría de la compensación, que se cita más adelante), sino también de los capítulos XXIV y XXV, en los que se repiten y elaboran los mismos puntos en un cuadro, en parte, diferente. [53404] O puede hacerse correcto sin hacerle perder su significado. [53405] Hay unos pocos puntos dudosos en la argumentación de Ricardo, que se deben, probablemente, a una lamentable técnica que a tantos economistas les gustaría perpetuar. [53406] Es, por supuesto, necesario subrayar la noción de la creación incesante. [53407] Sería totalmente injusto para las palabras de Marx, así como también para el sentido de las mismas, imaginar, como han hecho algunos críticos, que él afirmó que la introducción del maquinismo lanzó del trabajo a personas que quedaron paradas para siempre. [53408] El no negó la posibilidad de la absorción de los parados y yerra el blanco la crítica que se basa en la demostración de que todo paro que se crea es siempre absorbido por completo. [53409] Aunque esta interpretación se ha puesto de moda mencionaré solamente dos autores, uno de los cuales es responsable de una versión modificada de la misma, mientras que el otro puede dar fe de su persistencia: Tugan-Baranowsky, Teoretische Grundlagen des Marxismus, 1905, que condenó por esta razón la teoría de las crisis de Marx, y M. Dobb, Political Economy and Capitalism, 1937, que muestra más simpatía por ella. [53411] En él hace Engels una exposición muy gráfica de la morfología de las crisis, que, sin duda, es bastante buena para las conferencias populares; pero también opina, en el lugar en que había de buscarse una explicación, que "la expansión del mercado no puede marchar al mismo paso que la expansión de la producción". [53412] También se refiere, en sentido aprobatorio, a la opinión de Fourier, transmitida por la frase autoexplicatoria crises pléthoriques. [53413] No puede negarse, sin embargo, que Marx escribió una parte del capítulo X de ese libro y comparte la responsabilidad de todo él. [53414] Observo que los pocos comentarios sobre Engels que están contenidos en este bosquejo son de índole detractora. [53415] Esto es lamentable y no se debe a ninguna intención de empequeñecer los méritos de este hombre eminente. [53416] Creo, sin embargo, que debe admitirse con franqueza que, intelectualmente y en especial como teórico estuvo muy por debajo de Marx. [53417] Ni siquiera podemos estar seguros de que comprendiera siempre el pensamiento de aquél. [53418] Sus interpretaciones tienen que ser utilizadas, por consiguiente, con cuidado. [53419] Al profano le parece tan obvio lo contrario que nos sería fácil justificar esta afirmación, aun cuando dispusiéramos de todo el espacio del mundo. [53421] El proceso que describe podría ocasionar cualquier volumen de paro y, a pesar de ello, continuar indefinidamente sin causar otro derrumbamiento que el derrumbamiento final del sistema mismo. [53422] Marx habría estado de acuerdo con esto. [53423] En esto tampoco está solo. [53424] Sin embargo, es justo esperar de él que hubiera terminado por reconocer la debilidad de su hipótesis, y es conveniente observar que sus observaciones sobre esta materia figuran en el tomo III y no se puede tener seguridad de que expresasen su opinión definitiva. [53425] Inmediatamente después de este pasaje da un paso en una dirección que es también muy familiar al estudioso de las teorías modernas de los ciclos económicos: "Los efectos, a su vez, se convierten en causas, y los accidentes cambiantes de todo el proceso, que reproducen siempre sus propias condiciones (las itálicas son mías), adoptan la forma de periodicidad." [53426] Engels fue más allá de esto. [53427] Algunas de sus notas al tomo tercero de Marx revelan que él sospechaba también la existencia de una oscilación de duración más larga. [53428] Aunque se inclinaba a interpretar la debilidad relativa de las prosperidades y la intensidad relativa de las depresiones del séptimo y octavo decenio del siglo pasado más bien como un cambio estructural que como el efecto de la fase de depresión de una onda de más larga duración (exactamente igual que muchos economistas modernos respecto de las evoluciones de la posguerra y especialmente del último decenio), en esto puede verse en cierto modo una anticipación a la obra de Kondratieff sobre los movimientos de larga duración. [53429] Para convencerse de esto sólo necesita el lector echar otra ojeada a la cita de la pág. 66. [53431] Das Finanzkapital, 1910. [53432] Por supuesto ya habían surgido antes con frecuencia dudas, basadas en una serie de circunstancias secundarias, que se mantenían para demostrar que Marx atribuyó demasiada importancia a las tendencias que él creyó haber comprobado y que la evolución social era un progreso mucho más complejo y mucho menos consistente de lo que Marx imaginaba. [53433] Basta con mencionar a E. Bernstein (véase cap. XXVI). [53434] Pero el análisis de Hilferding no alega circunstancias atenuantes, sino que combate esta conclusión por principio y colocándose en el propio terreno de Marx. [53435] Esta afirmación ha sido frecuentemente confundida (incluso por su autor) con la de que las fluctuaciones económicas tienden a hacerse más débiles a medida que el tiempo transcurre. [53436] Esto puede ser o no así (1929-32 no lo refuta); pero una mayor estabilidad del sistema capitalista, es decir, un comportamiento en cierto modo menos temperamental de las series de precios y cantidades de nuestro tiempo no significa necesariamente una mayor estabilidad, en el sentido de una mayor capacidad del orden capitalista, para resistir ataques, ni es tampoco necesariamente implicada por ella. [53437] Ambos criterios están relacionados entre sí, pero no son la misma cosa. [53438] Si sus discípulos devotos hubiesen pretendido por ello que él había señalado el objetivo de la escuela histórica de la economía esta pretensión no habría podido ser fácilmente rechazada, aunque la obra de la escuela de Schmoller fue, ciertamente, independiente por completo de la sugerencia de Marx. [53439] Pero si seguían pretendiendo que Marx y sólo él sabía cómo se racionaliza la Historia, mientras que los hombres de la escuela histórica sólo sabían cómo se describen los hechos sin penetrar en su significado, entonces echarían a perder las cosas. [53441] EL TIPO DE AUMENTO DE LA PRODUCCIÓN TOTAL [53442] La atmósfera de hostilidad frente al capitalismo, que hemos de explicar dentro de poco, hace mucho más difícil de lo que sería en otro caso formar una opinión racional acerca de sus realizaciones económicas y culturales. [53443] La opinión pública ha llegado, poco a poco, a malhumorarse tanto con él, que ha decidido, de antemano, la condena del capitalismo y de todas sus obras, habiéndose convertido este modo de enjuiciar casi en un requisito de etiqueta de discusión. [53444] Cualesquiera que sean sus preferencias políticas, todo escritor u orador se apresura a acomodarse a este código de etiqueta y a subrayar su actitud crítica, su apartamiento de toda "complacencia", su creencia en las insuficiencias de las realizaciones capitalistas, su aversión por los capitalistas y su simpatía por los intereses anticapitalistas. [53445] Cualquiera otra actitud se considera, de común acuerdo, no sólo como necia, sino como antisocial y se tiene como indicio de inmoral servidumbre. [53446] Esto es, desde luego, perfectamente natural. [53447] Las nuevas religiones sociales siempre tendrán tal efecto. [53448] Ahora bien, esto no hace más fácil la labor del analista; en el año 300 d.C. no habría sido fácil exponer las aportaciones de la civilización antigua a un fervoroso cristiano. [53449] Por una parte, las verdades más obvias son, simplemente, rechazadas a limine; [53451] Una primera prueba, para juzgar las realizaciones económicas, la constituye la producción total, esto es, la suma de todas las mercancías y servicios producidos en una unidad de tiempo: un año, un trimestre o un mes. [53452] Los economistas se esfuerzan por medir las variaciones de esta cantidad por medio de índices derivados de un cierto número de series representativas de la producción de mercancías singulares. [53453] La lógica rigurosa es un maestro severo y si se respetara no se construiría ni se utilizaría nunca ningún índice de producción. [53454] Para los Estados Unidos hay series específicas suficientemente buenas y numerosas para garantizar la construcción de tal índice a partir de la Guerra de Secesión. [53455] Si optamos por el índice de producción total conocido por índice Day-Persons, encontramos que, desde 1870 hasta 1930, el tipo de crecimiento anual medio fue de 3,7 por 100, y solamente en la sección de artículos fabricados, del 4,3 por 100. [53456] Vamos a limitarnos a la última cifra y a tratar de poner en claro lo que significa. [53457] Para esto necesitamos, en primer lugar, introducir una corrección: puesto que la instalación permanente de la industria ha ido siempre aumentando en importancia relativa, la producción disponible para el consumo no puede haber aumentado al mismo ritmo que la producción total. [53458] Tenemos que aceptar una reducción de esta última. [53459] Pero yo creo que una reducción del 1,7 por 100 es amplia; así llegamos a un tipo de aumento de la "producción disponible" del 2 por 100 anual, a interés compuesto. [53461] En contra de este supuesto hay varias objeciones que tendrán que ser examinadas más adelante; pero no puede objetarse el que en la década de 1929 a 1939 el capitalismo haya dejado ya de mantener esta norma de producción. [53462] Pues la depresión que transcurre desde el último trimestre de 1929 hasta el tercer trimestre de 1932 no prueba que haya tenido lugar una ruptura secular en el mecanismo de propulsión de la producción capitalista, porque depresiones de tanta severidad han tenido lugar repetidamente -una vez cada cincuenta y cinco años grosso modo- y porque en el promedio anual de 2 por 100, han sido ya tenidos en cuenta los efectos de una de ellas (la de 1873 a 1877). [53463] La recuperación infranormal de 1932 a 1935, la prosperidad infranormal de 1935 a 1937 y el hundimiento que siguió a ésta se explican fácilmente por las dificultades que llevaba consigo la adaptación a una nueva política fiscal, a una nueva legislación del trabajo y a un cambio general en la actitud del gobierno frente a las empresas privadas, todo lo cual puede ser distinguido del funcionamiento del aparato de producción como tal en un sentido que se definirá más adelante. [53464] Como las malas interpretaciones serían especialmente poco deseables en este punto, quiero subrayar que la última proposición no implica, por sí, ni una crítica adversa de la política del New Deal ni la afirmación (que yo tengo por exacta, pero que no necesito mantener en este preciso momento) de que las medidas de este tipo son, a la larga, incompatibles con el funcionamiento efectivo del sistema de empresa privada. [53465] Lo único que yo quiero decir ahora es que un cambio de esencia vital tan extenso y rápido afectaría, naturalmente, durante cierto tiempo, a los resultados de la producción, y esto deben y pueden también admitirlo los más ardientes partidarios del New Deal. [53466] Por mi parte, no veo cómo sería posible explicar de otro modo el hecho de que los Estados Unidos, que tuvieron la mejor oportunidad para recuperarse rápidamente, fueron precisamente el país que experimentó la recuperación más insatisfactoria. [53467] El único caso en cierto modo similar, el de Francia, consiente esta misma explicación. [53468] De aquí se deduce que el curso de los acontecimientos durante la década de 1929 a 1939 no constituye per se una razón válida para negarse a escuchar este argumento, que, además, puede servir, en todo caso, para ilustrar el significado de la realización del capitalismo en el pasado. [53469] Ahora bien: si desde 1928 continuó desenvolviéndose la producción disponible en las mismas condiciones en que se desenvolvió anteriormente, esto es, a un ritmo medio de aumento a largo plazo del 2 por 100 anual, al cabo de cincuenta años, en 1978, alcanzaría un volumen 2,7 veces aproximadamente (6,6916) mayor que el de 1928. [53471] corregido en consideración a los cambios del poder adquisitivo de los dólares de los consumidores. [53472] En segundo lugar, tenemos que formarnos una idea acerca del crecimiento de la población que es de esperar; optaremos por la estimación de Mr. [53473] Sloane, que da 160 millones para 1978. [53474] La renta media por cabeza durante esos cincuenta años aumentaría, por lo tanto, a un poco más del doble de su cifra de 1928, que era, aproximadamente, de 650 dólares, o sea, a unos 1.300 dólares del poder adquisitivo de 1928. [53475] Algunos lectores tendrán, tal vez, la sensación de que debería formularse una reserva en cuanto a la distribución de la renta monetaria total. [53476] Hasta hace unos cuarenta años muchos economistas creían, como Marx, que el proceso capitalista tendía a modificar las participaciones relativas en la renta nacional total, por lo que las consecuencias obvias de nuestro promedio podrían ser invalidadas, ya que los ricos se harían más ricos y los pobres se harían más pobres, al menos relativamente. [53477] Pero no existe tal tendencia. [53478] Sea lo que fuere lo que se piense acerca de los procedimiento estadísticos ideados para este objeto, es muy cierto lo siguiente: que la estructura de las rentas, expresada en términos de dinero, no ha cambiado grandemente durante el período abarcado por nuestro material estadístico -que para Inglaterra comprende la totalidad del siglo XIX [53479] -, y que la parte relativa de los salarios y los sueldos ha sido también esencialmente constante durante este tiempo. [53481] Podemos expresar nuestro resultado diciendo que, si el capitalismo repitiese su realización pasada durante otro medio siglo a partir de 1928, acabaría con todo lo que, con arreglo a los patrones actuales, podría llamarse pobreza, aun en los estratos inferiores de la población, exceptuando, únicamente, los casos patológicos. [53482] Esto no es todo. [53483] Cualesquiera que sean los méritos de lagunas de nuestro índice, éste no exagera, ciertamente, el tipo efectivo de aumento. [53484] No toma en consideración la mercancía llamada "ocio voluntario". [53485] Las nuevas mercancías no están representadas o lo están de un modo incompleto por un índice que tiene que descansar, en gran medida, sobre las mercancías básicas y los productos intermedios. [53486] Por la misma razón dejan, casi por completo, de registrarse las mejoras de calidad, aunque en muchas ramas constituyen la médula del progreso alcanzado; no hay, por ejemplo, manera de expresar, adecuadamente, la diferencia entre un automóvil de 1940 y un automóvil de 1900, ni la medida en que ha bajado el precio de los automóviles por unidad de utilidad. [53487] Estaría más cerca de lo posible estimar la proporción en que se hace rendir más de lo que antes solían rendir a cantidades dadas de materias primas o de productos semiterminados, pues aunque las propiedades físicas de una barra de acero o de una tonelada de carbón, por ejemplo, hayan permanecido invariables, su rendimiento económico representa un múltiplo del que tenían hace sesenta años. [53488] Pero se ha investigado poco en esta dirección. [53489] No tengo idea de lo que sucedería a nuestro índice si hubiese un método para corregirlo a base de estos y parecidos factores. [53491] Además, aun cuando tuviéramos los medios de medir las variaciones de la eficiencia técnica de los productos industriales, su medida dejaría aún de suministrarnos una idea adecuada de lo que significan estas mejoras para la dignidad o la intensidad o la comodidad de la vida humana; en suma: para todo lo que los economistas de la generación anterior resumían bajo el título de "Satisfacción de las necesidades". [53492] Y para nosotros ésta es, después de todo, la consideración decisiva, esto es, el verdadero "fruto" de la producción capitalista, en razón del cual estamos interesados por el índice de producción y las libras y galones que figuran en él, que, por sí mismos, difícilmente merecerían tal interés. [53493] Pero atengámonos a nuestro 2 por 100. [53494] Hay, todavía, otro punto que es importante para la apreciación correcta de aquella cifra. [53495] He dicho anteriormente que, hablando grosso modo, las participaciones relativas en la renta nacional han permanecido, esencialmente, constantes durante los últimos cien años. [53496] Sin embargo, esto solamente es cierto si las medimos en dinero. [53497] Si las medimos en términos reales, han cambiado sustancialmente en favor de los grupos de renta más baja. [53498] Esto se deduce del hecho de que la máquina capitalista es siempre una máquina de producción masiva, lo cual significa también, inevitablemente, que es una máquina de producción para las masas; mientras que, si remontamos la escala de las rentas individuales, encontramos que se gasta una proporción creciente en servicios personales y en mercancías manufacturadas, cuyos precios son, en gran medida, una función de los tipos de salarios. [53499] La verificación de estas afirmaciones es fácil. [53501] En conjunto, sin embargo, un presupuesto del nivel del de Luis XIV poco tenía, en realidad, que ganar de las conquistas del capitalismo. [53502] Incluso la velocidad en los viajes puede suponerse que habría sido un factor de poca importancia para un señor de tan elevado rango. [53503] El alumbrado eléctrico no es ninguna gran mejora en el confort para quien tiene bastante dinero para comprar un número suficiente de bujías y para pagar servidores que se cuiden de ellas. [53504] Las aportaciones típicas de la producción capitalista son el tejido barato, los artículos baratos de algodón y de seda artificial, el calzado, los automóviles, etc.; pero no lo son, por lo general, las mejoras que pudieran tener gran importancia para el hombre rico. [53505] La reina Isabel tenía medias de seda. [53506] La aportación capitalista no consiste, normalmente, en producir más medias de seda para reinas, sino en ponerlas al alcance de las muchachas de la fábrica como recompensa por su esfuerzo de trabajo continuamente decreciente. [53507] Los mismos hechos se destacan, aún mejor, si echamos una ojeada a aquellas ondas de larga duración que afectan a la actividad económica, cuyo análisis revela mejor que ninguna otra cosa la naturaleza y el mecanismo de la evolución capitalista. [53508] Cada una de estas ondas comprende una "revolución industrial" y la asimilación de sus efectos. [53509] Por ejemplo, podemos observar estadística e históricamente -el fenómeno es tan claro que, incluso, nuestra escasa información basta para comprobarlo- la elevación de una de estas ondas de larga duración hacia el final del decenio de 1780, su cumbre alrededor de 1800, su descenso y, después, una especie de recuperación para terminar a principios del decenio de 1840. [53511] Pisándole los talones, sin embargo, vino otra revolución industrial que produjo otra onda de larga duración que comenzó a elevarse en el cuarto decenio del siglo pasado, culminó inmediatamente antes de 1857 y estuvo en descenso hasta 1897, para ser seguida, a su vez, por la onda que alcanzó su punto culminante en 1911 y ahora se encuentra en la fase de su desvanecimiento. [53512] Estas revoluciones modifican, periódicamente, la estructura existente en la industria mediante la introducción de nuevos métodos de producción, a saber: la fábrica mecanizada, la fábrica electrificada, la síntesis química, etc.; o bien de nuevas mercancías, como los ferrocarriles, los automóviles, instrumentos eléctricos; o nuevas formas de organización, como el movimiento de fusión de sociedades; o nuevas fuentes de suministro, como la lana de La Plata, el algodón americano, el cobre de Katanga; o nuevas rutas comerciales y nuevos mercados para vender, etc. [53513] Este proceso de cambio industrial proporciona el impulso fundamental que da la tónica general a la economía; mientras estas cosas se están iniciando, tenemos una rápida expansión y una "prosperidad" predominante -interrumpida, indudablemente, por las fases negativas de los ciclos más cortos que se sobreponen a esta tendencia fundamental al alza-; pero, al mismo tiempo que estas cosas se completan y fluyen sus resultados, presenciamos una eliminación de los elementos anticuados de la estructura industrial y una "depresión" predominante. [53514] Hay, así, sucesivos períodos prolongados de elevación y de baja de precios, de tipos de interés, de empleo, etcétera, cuyos fenómenos constituyen otras tantas piezas del mecanismo de este proceso de rejuvenecimiento recurrente del aparato de producción. [53515] Ahora bien: estos resultados consisten, cada vez, en una avalancha de bienes de consumo que profundiza y ensancha, permanentemente, la corriente de renta real, aunque, en un principio, provocan disturbios, pérdidas y paro. [53516] Y, si observamos estas avalanchas de bienes de consumo, volvemos a encontrar que, cada uno de ellos, consiste en artículos para el consumo de la masa y que el poder adquisitivo del dólar de salario aumenta más que el de cualquier otro dólar, o sea, en otras palabras, que comprobamos que el proceso capitalista eleva, progresivamente, el nivel de vida de las masas y no por mera casualidad, sino en virtud de su propio mecanismo. [53517] Y esto tiene lugar a través de una serie de vicisitudes, cuyo rigor es proporcional a la celeridad de su progreso. [53518] Pero este resultado se alcanza efectivamente. [53519] Los problemas del suministro de mercancías a las masas han sido resueltos con éxito, uno tras otro, [53521] El más importante de los problemas que aún queda por resolver, el del alojamiento, se aproxima a su solución, gracias a las casas prefabricadas. [53522] Y aun no es esto todo. [53523] La apreciación de una ordenación económica sería incompleta -e incidentalmente no marxista- si se detuviese en la producción que se hace llegar a los distintos grupos de la sociedad, por medio del correspondiente sistema de distribución económica, y dejase a un lado todos aquellos fines a los que este sistema no sirve directamente, pero para los que proporciona los medios de su cumplimiento al preparar la voluntad política que ha de servir para su realización, así como todas aquellas realizaciones culturales a que da lugar la mentalidad que crea. [53524] Aplazamos la consideración de estas realizaciones (capítulo XI) y volvemos sobre algunos aspectos del progreso social a que ha dado lugar el proceso capitalista. [53525] La técnica y la atmósfera de la lucha por la legislación social oscurecen dos hechos que, de otra forma, resultarían obvios: de un lado, parte de esta legislación presupone un previo éxito capitalista (en otras palabras, presupone una riqueza que ha tenido que ser previamente creada por la empresa capitalista), y, de otro lado, gran parte de las medidas desarrolladas y generalizadas por la legislación social había sido previamente iniciada por la acción del mismo stratus capitalista. [53526] Ambos hechos hay que añadirlos, por supuesto, a la suma total de las realizaciones capitalistas. [53527] Si ahora siguiese el sistema su curso lo mismo que durante los sesenta años anteriores a 1928 y alcanzase, realmente, los 1.300 dólares de renta por cabeza de población, es fácil de ver que todos los deseos que han sido ahora expuestos por todos los reformadores sociales -prácticamente sin excepción, incluyendo, incluso, la mayor parte de los lunáticos-, o bien se cumplirían automáticamente o podrían cumplirse sin interferencia apreciable en el funcionamiento del régimen capitalista. [53528] Especialmente unas asignaciones en gran escala en favor de los parados serían, entonces, no sólo una carga tolerable, sino hasta ligera. [53529] La irresponsabilidad en la creación del paro y en la financiación de socorros para los parados podría, por supuesto, originar, en algún caso, problemas insolubles. [53531] Me permito llamar la atención del lector sobre la razón por la que el paro, que todo el mundo conviene en que constituye uno de los temas más importantes de toda discusión acerca del capitalismo -algunos críticos llegan a basar su acusación, exclusivamente, en este elemento del caso-, juega un papel relativamente pequeño en mi argumentación. [53532] Yo no creo que el paro sea uno de aquellos males que, como la pobreza, pueda eliminar, por sí mismo, la evolución capitalista. [53533] Tampoco creo que el porcentaje del paro tienda a aumentar a largo plazo. [53534] La única serie que abarca un período digno de mención -alrededor de los sesenta años anteriores a la primera Guerra Mundial- es la que da el porcentaje de miembros parados de las trade-unions inglesas. [53535] Es una serie típicamente cíclica y no muestra ningún trend (sino horizontal). [53536] Como esto es teóricamente comprensible -no hay ninguna razón teórica para poner en duda esto-, esas dos afirmaciones parecen probadas para la época de la anteguerra hasta 1913 inclusive. [53537] En la época de la posguerra y en la mayoría de los países el paro se mantuvo casi siempre en un nivel anormalmente elevado, incluso antes de 1930. [53538] Pero este paro y, aún más, el que tuvo lugar durante el tercer decenio, pueden ser explicados por razones que no tienen nada que ver con una tendencia a largo plazo de los porcentajes del paro a aumentar por causas inherentes al mismo mecanismo del sistema capitalista. [53539] He mencionado, más arriba, estas revoluciones industriales, que son tan características del proceso capitalista. [53541] Lo observamos en las que tuvieron lugar en los decenios de 1820 y 1870, y la posterior a 1920 constituye, simplemente, otro de esos períodos. [53542] El fenómeno es, por tanto, esencialmente temporal, en el sentido de que nada puede inferirse de él para el futuro. [53543] Pero había una serie de factores distintos que han tendido a intensificarlo, a saber: consecuencias de la guerra, dislocaciones del comercio exterior, política de salarios, ciertas modificaciones institucionales que han hecho subir las cifras de las estadísticas, la política fiscal en Inglaterra y Alemania (también ha tenido importancia en los Estados Unidos desde 1935), etc. [53544] Algunos de estos factores son, sin duda, síntomas de una "atmósfera" en la cual el capitalismo no funcionará, sino con decreciente eficiencia. [53545] Sin embargo, ésta es otra cuestión que exigirá nuestra atención más adelante. [53546] Pero ya sea permanente o temporal, ya empeore o no, el paro es, y ha sido siempre, indudablemente, un azote. [53547] En la parte siguiente de este libro tendremos que registrar su posible eliminación entre los puntos sobre los cuales basa el orden socialista sus pretensiones de superioridad. [53548] No obstante, yo sostengo que la auténtica tragedia no es el paro per se, sino el paro agravado con la imposibilidad de subvenir, de un modo adecuado, a las necesidades de los parados sin empeorar las condiciones del desenvolvimiento económico ulterior; es obvio que el sufrimiento y la degradación -la destrucción de los valores humanos- que asociamos al paro (pero no el derroche de las fuerzas productivas) serían ampliamente eliminados y el paro perdería, prácticamente, todo su terror si la vida privada de los parados no estuviese seriamente afectada por su falta de empleo. [53549] Subsiste el hecho innegable de que en el pasado -digamos, aproximadamente, hasta el final del siglo XIX- el orden capitalista no solamente no quería, sino que tampoco veía posibilidad de atender a los parados. [53551] Nuestra propia época está situada, en cierto modo, entre las insuficiencias de las primeras etapas de la evolución capitalista y las posibilidades que podrá realizar el sistema cuando llegue a plena madurez. [53552] En los Estados Unidos, al menos, la mejor parte de esta labor podría ser realizada, incluso ahora, sin excesiva carga para el sistema. [53553] Las dificultades que hay que vencer no parecen consistir tanto en la falta de un excedente de recursos suficientes para borrar los tonos más oscuros del cuadro; consisten, de una parte, en el hecho de que la cifra del paro ha sido aumentada por la política anticapitalista llevada más allá de lo necesario en el tercer decenio, y, por otra parte, en el hecho de que la opinión pública, en cuanto adquiere plena conciencia del deber que tiene para con los parados, insiste, inmediatamente, en métodos de ayuda financiera económicamente irracionales y en métodos relajados y ruinosos de administrar dicha ayuda. [53554] Esta misma argumentación sirve también, en gran parte, para las posibilidades futuras -y en una gran extensión también para las actuales- que ofrece la evolución capitalista en cuanto a la protección de los ancianos y enfermos, a la educación y la higiene, etc. [53555] También podría, razonablemente esperarse, desde el punto de vista de las economías familiares singulares, que un número creciente de mercancías saliesen de la categoría de los bienes económicos y se dispusiese de ellos, prácticamente, hasta el punto de saciedad. [53556] Esto podría conseguirse o mediante conciertos entre los organismos públicos y los consorcios de producción o mediante la nacionalización o municipalización, siendo, por supuesto, su progreso gradual un rasgo característico de la evolución futura del capitalismo, aun cuando éste quede libre de trabas. [53557] Hay, sin embargo, otro método para enfrentarse con las verdades obvias, pero molestas, a saber: el método de burlarse de su trivialidad. [53558] Tal burla hace tan buen servicio como una refutación, pues el público medio es totalmente incapaz de comprender, por lo general, el hecho de que esta burla encubre, a menudo, la imposibilidad de una refutación; he aquí un fenómeno interesante de psicología social. [53559] No podemos entrar aquí en este problema. [53561] Para un estudio más completo véase mi libro Business Cycles, cap. [53562] IX. [53563] El "consumo" comprende la adquisición de bienes de consumo duraderos, tales como automóviles, refrigeradores y viviendas. [53564] No hacemos distinción entre bienes de consumo fugaz y lo que se ha llamado a veces "capital de consumo". [53565] Es decir, la renta real media por cabeza aumentaría con arreglo a un tipo de interés compuesto del 1 3/8 %. [53566] Da la casualidad de que en Inglaterra, durante el siglo que precedió a la primera guerra mundial, la renta real por cabeza de población aumentó casi exactamente según este tipo (véase Lord Stamp, Wealth and Taxable Capacity). [53567] No hay que conceder gran importancia a esta coincidencia. [53568] Pero creo que sirve para mostrar que nuestro pequeño cálculo no es desatinadamente absurdo. [53569] En el número 241 de National Industrial Conference Board Studies, tabla I, págs. [53571] El mismo fenómeno puede observarse en todos los países de los que hay información estadística suficiente, si libramos a esta última del efecto perturbador de los ciclos de distinta envergadura comprendidos en los períodos de los que disponemos de estadística. [53572] La medida de la distribución de la renta (o de la desigualdad de las rentas) ideada por Wilfredo Pareto es susceptible de objeción. [53573] Pero el hecho mismo es independiente de los defectos de este procedimiento de medida. [53574] Estas son las "ondas de larga duración" que en la literatura del ciclo económico están asociadas al nombre de N. [53575] D. Kondratieff. [53576] Esto es, por supuesto, aplicable a los productos agrícolas, cuya producción masiva barata ha sido enteramente obra de la empresa capitalista en gran escala (ferrocarriles, transportes marítimos, maquinaria agrícola, fertilizantes). [53577] Esta serie ha sido trazada gráficamente y analizada con frecuencia. [53578] Véase, por ejemplo, A. [53579] C. [53581] Parece que existe en cada país un mínimum irreductible de paro y, superpuesto a éste, un movimiento cíclico, cuyo componente más fuerte tiene un período de unos nueve a diez años. [53582] LAS PRÁCTICAS MONOPOLISTAS [53583] Lo que se ha dicho hasta aquí es, en realidad, suficiente para poner al lector en condiciones de interpretar la gran mayoría de los casos que ha de encontrar, probablemente, en la práctica, y de comprobar lo defectuoso de la mayoría de las objeciones dirigidas a la economía de lucro, que se basan, directa o indirectamente, en la ausencia de una competencia perfecta. [53584] Pero como la validez de nuestra argumentación sobre algunas de estas objeciones puede no resultar clara al primer golpe de vista, merece la pena elaborarla un poco, a fin de hacer más explícitos algunos puntos. [53585] Acabamos de ver que el impacto de las innovaciones -de una nueva técnica, por ejemplo- sobre la estructura existente de una industria, tanto como hecho cuanto como amenaza, reduce considerablemente el efecto a largo plazo y la importancia de las prácticas que tienen por objeto conservar las posiciones adquiridas y elevar al máximo los beneficios procedentes de ellas mediante la restricción de la producción. [53586] Tenemos que reconocer ahora el hecho ulterior de que las prácticas de esta especie, en tanto que son efectivas, adquieren una nueva significación en el seno del ininterrumpido vendaval de la destrucción creadora, significación que no tendría en una situación estacionaria o en una situación de crecimiento lento y equilibrado. [53587] En uno y otro caso la estrategia restrictiva actúa a expensas de los compradores, a no ser que, en el caso de un progreso equilibrado, dicha estrategia pudiese demostrar que es la manera más fácil y eficaz de reunir los medios para la financiación de las inversiones adicionales. [53588] Pero en el proceso de la destrucción creadora las prácticas restrictivas pueden hacer mucho para enderezar la nave y atenuar las dificultades temporales. [53589] Este es, en realidad, un argumento muy familiar que hace siempre aparición en las épocas de depresión y que, como todo el mundo sabe, se ha hecho muy popular entre los gobiernos y sus asesores económicos, como atestigua la N. [53591] A. [53592] Pero aunque se ha abusado también de él y se ha aplicado tan desacertadamente que la mayoría de los economistas lo desprecian de todo corazón, esos mismos expertos responsables de estos abusos y desaciertos [53593] dejan de ver, invariablemente, su justificación mucho más general. [53594] Prácticamente, toda inversión entraña, como complemento necesario de la actividad del empresario, ciertas medidas de protección, como el seguro o el arbitraje. [53595] Invertir a largo plazo, en condiciones que cambian de una manera rápida (especialmente en condiciones que cambian o que pueden cambiar a cada momento bajo la presión de técnicas nuevas y de productos nuevos), es como una tirada a un blanco que no solamente es confuso, sino que está en movimiento y que se mueve, además, a sacudidas. [53596] Por eso se hace necesario acudir a medios de protección tales como las patentes o el secreto temporal del procedimiento o, en algunos casos, contratos a largo plazo asegurados de antemano. [53597] Pero estos medios de protección, que la mayoría de los economistas aceptan como elementos normales de una gestión racional, [53598] constituyen tan sólo casos especiales de una categoría más amplia, que comprende otros muchos, condenados por casi todos los economistas, aunque no difieren fundamentalmente de los admitidos por ellos. [53599] Si, por ejemplo, un riesgo de guerra es asegurable, nadie pone objeciones a que una empresa cargue el costo de este seguro a los compradores de sus productos. [53601] De un modo semejante, si no puede conseguirse una patente o si, en caso de conseguirla, no ofreciese una protección efectiva, podrán tener que emplearse otros medios para defender la inversión, entre los que se encuentran una política de precios que haga posible analizarla más rápidamente de lo que en otro caso sería racional, o bien inversiones adicionales destinadas a conseguir un exceso de capacidad de producción que se utilizaría solamente para el ataque o la defensa. [53602] Del mismo modo, si no pueden concertarse de antemano contratos a largo plazo, la empresa inversora podría idear otros medios para asegurarse los clientes en perspectiva. [53603] Al analizar esta estrategia económica, ex visu, de un momento dado, el economista o el comisionado del gobierno para la investigación ve medidas de política de precios que le parecen abusivas y restricciones de la producción que le parecen sinónimas de pérdida de oportunidades para producir. [53604] Pero no ve que, en las condiciones de este vendaval ininterrumpido, las restricciones de este tipo constituyen simples incidentes, a menudo inevitables, que estimulan más bien que frenan el proceso de expansión a largo plazo. [53605] No hay en esto más paradoja que en decir que los automóviles marchan con mayor rapidez por tener frenos que si no los tuvieran. [53606] Cuando esta tesis aparece con mayor claridad es en el caso de aquellos sectores de la economía que, en un momento dado, son los que reciben el impacto de los productos y los métodos nuevos sobre la estructura industrial existente. [53607] La mejor manera de obtener una idea vívida y realista de la estrategia industrial consiste, sin duda, en observar el comportamiento de las nuevas empresas o industrias que introducen mercancías o procedimientos nuevos (como la industria del aluminio), o bien reorganizan una parte o la totalidad de una industria (como, por ejemplo, la antigua Standard Oil Company). [53608] Como hemos visto, estas empresas son agresivas por naturaleza y manejan el arma de la competencia con verdadera eficacia. [53609] Su intromisión solamente en los casos más raros puede dejar de mejorar la producción total en cantidad o calidad, bien directamente por el nuevo método mismo -aun cuando no se utilice en ningún momento a pleno rendimiento-, bien por la presión que ejerce sobre las empresas preexistentes. [53611] De una parte, los planes en muy gran escala no podrían realizarse en muchos casos si no se supiese desde el principio que la competencia ha de desalentarse por las exigencias de un gran capital o la falta de experiencia o que existen medios para desalentar o derrotar a los rivales a fin de ganar tiempo y espacio para ulteriores desenvolvimientos. [53612] Incluso la conquista del dominio financiero sobre los concerns en competencia que ocupan posiciones inexpugnables por cualquier medio o el aseguramiento de privilegios que van en contra del sentimiento público del juego limpio -tarifas ferroviarias de favor- aparece bajo una luz diferente en tanto que se considere exclusivamente su influencia a largo plazo sobre la producción total; [53613] la aplicación de estos métodos puede ser necesaria para superar los obstáculos que pone la institución de la propiedad privada en la senda del progreso. [53614] En una sociedad socialista no serían menos necesarios ese tiempo y ese espacio, que tendrían que ser asegurados por orden de la autoridad central. [53615] Por otra parte, una empresa sería imposible en la mayoría de los casos si no supiese desde el principio que probablemente surgirían situaciones excepcionalmente favorables que, si se explotan mediante el manejo de los precios, la calidad y la cantidad proporcionarán beneficios suficientes para superar las situaciones excepcionalmente desfavorables, con tal que éstas sean tratadas de un modo semejante. [53616] Nuevamente requiere esto una estrategia que, considerada a corto plazo, es a menudo restrictiva. [53617] En la mayoría de los casos en que tiene éxito esta estrategia basta justamente para alcanzar sus fines. [53618] En algunos casos, sin embargo, tiene tanto éxito como para proporcionar beneficios muy superiores a los que serían necesarios para inducir a la correspondiente inversión. [53619] Estos casos constituyen el cebo que atrae al capital por caminos inexplorados. [53621] Nuestra argumentación se extiende, sin embargo, más allá de los casos de las empresas nuevas, de los métodos nuevos y de las industrias nuevas. [53622] Las empresas antiguas y las industrias establecidas desde antiguo, ya sean o no atacadas directamente, viven siempre inmersas en un vendaval perenne. [53623] En el proceso de la destrucción surgen situaciones en las que han de perecer muchas empresas que, sin embargo, habrían podido resistir una tormenta particular. [53624] Aparte de tales crisis o depresiones generales, surgen situaciones locales en las que el rápido cambio de datos, que es característico de dicho proceso, desorganiza tanto de momento una industria que le ocasiona pérdidas absurdas y le crea un paro evitable. [53625] En conclusión: no tiene, ciertamente, sentido tratar de conservar indefinidamente industrias que van quedando anticuadas; pero sí tiene sentido evitar su derrumbamiento estrepitoso e intentar convertir una huida, que puede llegar a ser un centro de efectos depresivos acumulativos, en una retirada ordenada. [53626] En concordancia con esto, en el caso de industrias que han cometido ligerezas, pero que siguen ganando terreno en lugar de perderlo, hay razón para hablar de un avance ordenado. [53627] Todo esto no es, por supuesto, más que el más vulgar sentido común. [53628] No obstante, se pasa por alto con una persistencia tan obstinada que a veces surgen dudas acerca de su sinceridad. [53629] Y de ello se sigue que, dentro del proceso de destrucción creadora, todos cuyos fenómenos acostumbran los teóricos relegar a los libros y conferencias sobre los ciclos económicos, hay otro lado de la autoorganización industrial, además del que contemplan estos teóricos. [53631] En tanto que lo son, pueden terminar por dar lugar a una expansión de la producción total no sólo más constante, sino también mayor que la que podrían conseguir competidores lanzados en una carrera desenfrenada que no puede dejar de ser cortada por catástrofes. [53632] Tampoco puede argumentarse que estas catástrofes suceden de todas formas. [53633] Sabemos lo que ha sucedido en cada caso histórico, pero tenemos una idea muy imperfecta de lo que podría haber sucedido, teniendo en cuanta la marcha vertiginosa del proceso, si hubiesen faltado por completo tales clavijas de detención. [53634] Sin embargo, ni aun después de estos nuevos desarrollos abarca nuestra argumentación todos los casos de estrategia restrictiva o reguladora, muchos de los cuales ejercen, sin duda, aquel efecto perjudicial sobre el desarrollo a largo plazo de la producción que se atribuye, sin discriminación, a todos ellos. [53635] Y, aun en los casos que nuestro argumento abarca, el efecto neto depende de las circunstancias y de la manera y grado en que la industria regula en cada caso singular. [53636] Tan concebible es, ciertamente, que un sistema de cartels omnipresentes pueda sabotear todo progreso como que pueda realizar con menores costos sociales y privados todos los resultados que se atribuyen a la competencia perfecta. [53637] He aquí por qué nuestro argumento puede alegarse contra la regulación estatal. [53638] Lo que demuestra es que no hay ninguna razón general que justifique la "desmembración de los trusts" sin discriminación o la persecución de todas las prácticas que pueden calificarse de restricción comercial. [53639] Una regulación racional de los beneficios de la empresa a diferencia de una regulación vindicativa, realizada por la autoridad pública, constituye un problema sumamente delicado, cuya solución no puede confiarse a ningún organismo estatal, especialmente cuando se eleva un clamor general contra las grandes empresas. [53641] Para nuestro propósito basta con esto. [53642] Por lo demás, los hechos mismos tienen la palabra. [53643] Ahora unas cuantas palabras sobre el tema de los precios rígidos, que ha recibido recientemente tanta atención. [53644] En realidad, no es sino un aspecto particular del problema que hemos discutido. [53645] Definiremos la rigidez como sigue: un precio es rígido si es menos sensible a las modificaciones de las condiciones de oferta y demanda que si prevaleciese la competencia perfecta. [53646] Cuantitativamente, el grado de rigidez de los precios, en este sentido, depende del material y del método de medida que elijamos y constituye, por lo tanto, una cuestión equívoca. [53647] Pero cualquiera que sea este material o este método lo cierto es que los precios no son ni con mucho tan rígidos como parecen. [53648] Hay muchas razones por las que ciertas evoluciones, que de hecho no son sino variaciones de precios, no deben reflejarse en el cuadro estadístico, o, en otras palabras, por las que muchas rigideces aparentes son falsas. [53649] Únicamente voy a mencionar una clase de ellas que está íntimamente relacionada con los hechos destacados por nuestro análisis. [53651] Hay otros casos, de otro tipo, en los que la reducción de precio constituye el único motivo para presentar al público una nueva marca, mientras la antigua se deja con la etiqueta de su precio anterior, reducción de precio que tampoco debe reflejarse en las estadísticas. [53652] Además, la gran mayoría de los bienes de consumo nuevos -especialmente todos los accesorios de la vida moderna- se introducen primeramente de una forma experimental e insatisfactoria, sin la cual nunca podrían conquistar sus mercados potenciales. [53653] La mejora de la calidad de los productos constituye, pues, un rasgo prácticamente universal de la evolución de las empresas y las industrias singulares. [53654] E implique o no esta mejora costos adicionales un precio constante por unidad de una mercancía en vía de perfeccionamiento no debe llamarse rígido sin llevar más lejos la investigación. [53655] Por supuesto, quedan bastantes casos de auténtica rigidez de precios, a saber: los que se mantienen constantes por motivos de política comercial o los que permanecen inalterados porque es difícil variarlos, como, por ejemplo, un precio fijado por un cártel después de laboriosas negociaciones. [53656] Para apreciar la influencia de este hecho sobre el desarrollo a largo plazo de la producción es, ante todo, necesario comprobar que esta rigidez constituye esencialmente un fenómeno de corto plazo. [53657] No hay ningún ejemplo importante de rigidez de precios a largo plazo. [53658] Cualesquiera que sean la rama industrial o el grupo de artículos fabricados de alguna importancia que elijamos para investigar en un período de tiempo encontramos prácticamente siempre que, a largo plazo, los precios dejan de adaptarse al progreso técnico -frecuentemente reaccionan bajando de un modo espectacular [53659] -, a no ser que les impidan adaptarse los acontecimientos monetarios y la política monetaria o, en algunos casos, las variaciones autónomas de los tipos de salarios que, por supuesto, deben ser tenidos en cuenta mediante las correcciones apropiadas, exactamente igual que tienen que serlo las variaciones de calidad de los productos. [53661] A lo que, en realidad, aspira la estrategia de empresa en cuestión -y lo único que, en todo caso, puede conseguir- es evitar las fluctuaciones estacionales, fortuitas y cíclicas de los precios y que éstos se muevan únicamente como reacción a las transformaciones más profundas de las condiciones que yacen bajo esas fluctuaciones. [53662] Como las transformaciones más fundamentales tardan tiempo en manifestarse, esta estrategia se traduce en un movimiento lento, a pasos discretos, manteniendo un precio hasta que han surgido a la vista nuevos contornos relativamente duraderos. [53663] En lenguaje técnico esta estrategia aspira a moverse a lo largo de una línea quebrada funcional que se aproxima a las líneas de tendencia a largo plazo. [53664] Y este resultado se consigue, en la mayoría de los casos, por una rigidez de precios auténtica y voluntaria. [53665] En realidad, la mayoría de los economistas admiten esto, al menos tácitamente. [53666] Pues aunque algunos de sus argumentos acerca de la rigidez sólo resultarían verdaderos si el fenómeno fuese a largo plazo (por ejemplo, la mayoría de los argumentos que afirman que la rigidez de los precios priva a los consumidores de los frutos del progreso técnico), en la práctica miden y discuten primordialmente la rigidez cíclica y especialmente el hecho de que muchos precios no bajan o, al menos, no bajan rápidamente en los retrocesos y depresiones. [53667] El verdadero problema consiste, pues, en determinar cómo puede afectar esta rigidez a corto plazo [53668] al desarrollo de la producción total a largo plazo. [53669] Dentro de esta cuestión el único problema realmente importante es éste: los precios que permanecen altos en el retroceso o la depresión influyen, indudablemente, sobre la situación económica en estas fases de los ciclos; si esa influencia es muy perjudicial, es decir, si empeora las cosas mucho más de lo que las empeoraría una flexibilidad perfecta universal, las consecuencias ruinosas de la rigidez pueden también afectar a la producción en el curso de los períodos ulteriores de recuperación y prosperidad y reducir así, de un modo permanente, el tipo de aumento de la producción total por debajo del nivel que había alcanzado en ausencia de estas rigideces. [53671] Para iluminar en todo lo posible el primero supongamos que una industria que se niega a reducir los precios en el transcurso de un retroceso continúa vendiendo exactamente la misma cantidad del producto que hubiese vendido si hubiese reducido los precios. [53672] Los compradores tienen, por consiguiente, menos dinero en el bolsillo en la cuantía en que la industria se ha beneficiado de la rigidez. [53673] Si estos compradores pertenecen a la categoría de personas que gastan todo lo que pueden y si la industria o aquellos a quienes va a parar su beneficio líquido no gastan el ingreso adicional que obtienen, sino que lo guardan sin invertir o pagan con él los empréstitos de los bancos, entonces el gasto total en la economía puede ser, de este modo, reducido. [53674] Si esto sucede, otras industrias o empresas pueden resultar perjudicadas, y si, entre tanto, adoptan éstas, a su vez, restricciones, podemos llegar a una acumulación de efectos depresivos. [53675] En otras palabras: la rigidez puede influir así en la cantidad y distribución de la renta nacional de forma que puede aminorar los saldos o bien aumentar los saldos ociosos o los ahorros, si es que empleamos esta falsa denominación popular. [53676] Tal caso es concebible. [53677] Pero al lector no le será difícil convencerse [53678] de que su importancia práctica, si es que la tiene, es muy pequeña. [53679] El segundo argumento hace referencia a los efectos perturbadores que puede ejercer la rigidez de los precios si, en la misma industria singular en otro sector, conduce a una restricción adicional de la producción, es decir, a una restricción mayor que la que tendría que sobrevenir en todo caso en el curso de una depresión. [53681] Su importancia práctica se reduce considerablemente, aunque los economistas difieren grandemente en cuanto a la extensión de esta reducción en consideración a que, en los casos más destacados, la rigidez de los precios está motivada precisamente por la escasa sensibilidad de la demanda a las variaciones de los precios a corto plazo dentro de una zona a la que alcanzan las posibilidades. [53682] La gente que se inquieta por su futuro, en tiempos de depresión, no se siente inclinada a comprar un coche nuevo, aun cuando su precio se redujese en un 25 por 100, especialmente si su adquisición puede aplazarse fácilmente y si la reducción induce a esperar otras reducciones. [53683] Sin embargo, independientemente por completo de esto, el argumento no es concluyente, porque está también viciado por una cláusula ceteris paribus que es inadmisible al tratar de nuestro proceso de destrucción creadora. [53684] Del hecho (en tanto que tal hecho existe) de que a precios más flexibles podrían venderse ceteris paribus mayores cantidades, no se sigue que haya de aumentar efectivamente o bien la producción de las mercancías en cuestión o bien la producción total, y, por tanto, el empleo, pues la medida en que podemos suponer que la resistencia a bajar los precios vigoriza la posición de las industrias que adoptan esta política bien por aumentar su renta o simplemente por evitar el caos en sus mercados -es decir, en la medida en que esta política sea algo más que un error por su parte-, dicha política puede convertir en centros de resistencia sectores que de otro modo podrían haber sido centros de dislocación. [53685] Como hemos observado anteriormente, desde un punto de vista más general, la producción total y el empleo total pueden mantenerse, no obstante las restricciones que lleva consigo esta política, en un nivel más elevado del que tendrían si se hubiese permitido a la depresión causar estragos en la estructura de los precios. [53686] En otras palabras: en las condiciones creadas por la evolución capitalista la flexibilidad perfecta y universal de los precios en tiempos de depresión podrían inestabilizar más el sistema en lugar de estabilizarlo, como, sin duda, se estabilizaría en las condiciones consideradas por la teoría general. [53687] Nuevamente se reconoce este riesgo en una gran extensión en aquellos casos en que el economista tiene simpatía por los intereses inmediatamente afectados, como, por ejemplo, cuando razona acerca de la mano de obra y la agricultura; en estos casos admite de muy buen grado que lo que parece rigidez puede no ser más que una adaptación regularizada. [53688] Tal vez el lector se sienta algo sorprendido al ver lo poco que queda de una teoría por la que tanto se hizo en los últimos años. [53689] La rigidez de los precios ha llegado a ser, para algunas personas, el defecto más destacado de la ordenación capitalista y casi el factor fundamental explicativo de las depresiones. [53691] Los individuos y los grupos tratan de asirse a cualquier cosa que pueda calificarse de descubrimiento que preste su apoyo al mantenimiento de las tendencias políticas reinantes. [53692] La teoría de la rigidez de los precios, con tan pequeña parte de verdad en su haber, está lejos de constituir el caso peor de este abuso. [53693] Existe otra teoría que ha cristalizado en un tópico, a saber: que en la era de la gran empresa el mantenimiento del valor de la inversión existente -conservación del capital- se convierte en el principal objetivo de la actividad del empresario y parece poner punto final a toda mejora susceptible de reducir los costos. [53694] De ahí que el orden capitalista resulte incompatible con el progreso. [53695] El progreso implica, como hemos visto, la destrucción de valores de capital en los estratos donde penetra la competencia de la nueva mercancía o el nuevo método de producción. [53696] En la competencia perfecta las antiguas inversiones tienen que adaptarse a un sacrificio o abandonarse; pero cuando no hay competencia perfecta y cuando cada rama industrial está dominada por unos pocos grandes concerns éstos pueden luchar de varias maneras contra el ataque que amenaza la estructura de su capital y tratar de evitar pérdidas en sus cuentas de capital, es decir, que pueden y quieren combatir al progreso mismo. [53697] En la medida en que esta teoría formula simplemente un aspecto particular de la estrategia restrictiva de los negocios no hay necesidad de añadir nada al argumento ya bosquejado en este capítulo. [53698] Tanto en lo relativo a los límites de esta estrategia como en lo referente a sus funciones en el proceso de la destrucción creadora no podríamos hacer más que repetir lo dicho anteriormente. [53699] Esto se hace aún más obvio si observamos que conservar los valores de capital es lo mismo que conservar los beneficios. [53701] Claro está que los capitalistas se esfuerzan no sólo por conservar los valores del activo y los beneficios, sino por aumentarlos al máximo. [53702] Pero el punto acerca del sabotaje contra las mejoras susceptibles de reducir los costos requiere también un comentario de pasada. [53703] Por poco que se reflexione es suficiente para considerar el caso de un concern que explota en exclusiva un invento técnico -por ejemplo, una patente-, cuya utilización implicaría la sustitución parcial o total de su instalación y equipo. [53704] ¿Renunciará a utilizar este invento, a fin de conservar sus valores de capital, siendo así que una gerencia no encadenada por los intereses capitalistas, como una gerencia socialista, podría utilizarlo y lo utilizaría en provecho de todos? [53705] De nuevo se intenta aquí plantear la cuestión en el terreno de los hechos. [53706] Lo primero que un concern moderno hace, tan pronto como se siente con medios para ello, es establecer un departamento de investigación en el que cada uno de sus miembros sabe que su pan depende del éxito que alcance en descubrir mejoras. [53707] Esta práctica es evidente que no sugiere ninguna aversión al progreso técnico. [53708] Tampoco podemos oponer, como réplica, los casos en que las patentes adquiridas por grandes concerns no han sido utilizadas de una manera inmediata o no han llegado a ser utilizadas. [53709] Para ello puede haber muy buenas razones; por ejemplo, el procedimiento patentado puede no resultar bueno o, al menos, no susceptible de ser aplicado sobre una base comercial. [53711] Pero estamos ocupándonos de una cuestión teórica. [53712] Todo el mundo está de acuerdo en que, tanto una gerencia privada como una gerencia socialista, introducirán mejoras si esperan que, con el nuevo método de producción, el costo total por unidad de producto será menor que con el método empleado hasta entonces. [53713] Si no se cumple esta condición se sostiene que la gerencia privada no adoptará un método reductor de costos hasta que la instalación y equipo existentes estén completamente amortizados, mientras que una gerencia socialista reemplazaría, en beneficio de la sociedad, el método antiguo por el nuevo método reductor de costos tan pronto como dicho método estuviese a su alcance, es decir, sin preocuparse de los valores de capital. [53714] Sin embargo, no sucede así. [53715] Una gerencia privada, si está impulsada por el móvil del lucro, no puede estar más interesada que una gerencia socialista en mantener los valores de un edificio o de una maquinaria dados. [53716] Todo el esfuerzo de una gerencia privada tiende exclusivamente a elevar al máximo el valor líquido actual del activo total, que es igual al valor descontado del rendimiento líquido previsto. [53717] Esto quiere decir que adoptará siempre un nuevo método de producción que ha de proporcionar una corriente de renta futura por unidad de la corriente de desembolso futuro correspondiente (descontadas ambas en valores actuales) mayor que la que proporciona el método empleado entonces. [53718] El valor de la inversión anterior, tenga o no por contrapartida una deuda emitida en obligaciones que tiene que ser amortizada, no juega ningún papel a no ser en el sentido y en la medida en que entrase en los cálculos que sirven de fundamento a las decisiones de una gerencia socialista. [53719] En tanto que el uso de las máquinas antiguas ahorre costos futuros en comparación con la introducción inmediata de los métodos nuevos, lo que queda de su valor de servicio es, por supuesto, un elemento importante para la decisión, tanto de una gerencia capitalista como de una gerencia socialista; en otro caso, ambas gerencias prescindirían del pasado, y cualquier intento de conservar el valor de la inversión anterior pugnaría tanto con la regla que se sigue del móvil del lucro como con las reglas a que ha de ajustarse el comportamiento de un gerente socialista. [53721] Pues si espera que las nuevas máquinas, una vez instaladas, han de vivir más que el período anteriormente previsto para el uso de las máquinas antiguas, su valor adicional, descontado con relación a esa fecha, constituye otro activo que ha de ser tenido en cuenta. [53722] Tampoco es cierto, por razones análogas, que una gerencia socialista, si se comporta racionalmente, adoptaría siempre, y de un modo inmediato, cualquier método nuevo que prometa producir a menores costos totales por unidad de producción o que reportase algún beneficio a la sociedad. [53723] Hay, sin embargo, otro elemento [53724] que afecta profundamente al comportamiento en esta materia y que invariablemente se pasa por alto. [53725] Este es lo que podría llamarse conservación ex ante del capital en espera de una mejora futura. [53726] Con frecuencia, si no en la mayoría de los casos, un concern en marcha no se enfrenta simplemente con la cuestión de adoptar o no un nuevo método de producción determinado que pueda ser tenido por el mejor y que, en la forma inmediatamente utilizable, puede esperarse que conserve esta superioridad durante algún tiempo. [53727] Un tipo nuevo de máquina no constituye, por lo general, sino un eslabón de una cadena de perfeccionamientos y puede anticuarse rápidamente. [53728] En un caso como éste no sería evidentemente racional seguir la cadena, eslabón por eslabón, sin tener en cuenta la pérdida de capital que hay que sufrir cada vez. [53729] De ahí que la auténtica cuestión es la de saber en qué eslabón debe actuar la empresa. [53731] Pero, por lo general, la empresa deberá esperar cierto tiempo, a fin de ver cómo se comporta esta cadena. [53732] Y, para el observador que está situado en el exterior, tal comportamiento podía muy bien parecerle un intento de asfixiar la mejora, a fin de conservar los valores de capital existentes. [53733] No obstante, el más paciente de los camaradas se sublevaría si una gerencia socialista fuese tan necia que siguiese el consejo del teórico y renovase todos los años la instalación y el equipo. [53734] He titulado este capítulo como lo he hecho porque casi todo él trata de hechos y problemas que el lenguaje corriente asocia a las ideas de monopolio y de práctica monopolista. [53735] Hasta ahora me he abstenido todo lo posible de usar esas expresiones, a fin de reservar para una sección separada algunos comentarios sobre ciertos temas relacionados especialmente con ellas. [53736] No se dirá nada, sin embargo, que no hayamos abordado ya en una forma u otra. [53737] Empecemos por la expresión misma. [53738] Monopolista significa vendedor único. [53739] Por consiguiente, en sentido literal, es monopolista todo aquel que vende algo que no es en todos los aspectos (incluyendo el embalaje, lugar de venta y servicios accesorios) exactamente igual a lo que venden los demás, tal es el caso de todo comerciante de ultramarinos o mercería o de todo vendedor callejero que no se alinea simplemente junto a los vendedores de la misma marca de ice-cream. [53741] Con esta expresión queremos designar solamente a aquellos vendedores únicos cuyos mercados no están abiertos a la intromisión de productores potenciales de la misma mercancía ni de los productos efectivos de mercancías similares, y, hablando aún más técnicamente, solamente aquellos vendedores únicos colocados en presencia de un juego dado de curvas de demanda completamente independiente de su propia acción, así como de cualesquiera reacciones a su acción por parte de las demás empresas. [53742] La teoría tradicional del monopolio de Cournot-Marshall, tan aumentada y corregida por autores posteriores, solamente se mantiene si lo definimos de este modo, y, en mi opinión, carece de sentido calificar de monopolio a ningún tipo de mercado al que no sea aplicable esta teoría. [53743] Pero si definimos el monopolio de esta manera entonces se hace evidente inmediatamente que los casos puros de monopolio a largo plazo solamente pueden tener lugar rarísima vez y que incluso las aproximaciones tolerables a los requisitos del concepto tienen que ser aún más raras que los casos de competencia perfecta. [53744] La facultad de explotar a voluntad un sistema dado de demanda -o un sistema de demanda que cambie independientemente de la acción del monopolista y de las reacciones que esta acción provoca- apenas puede persistir, en condiciones de un capitalismo íntegro, durante un período lo suficientemente largo para que se le deba tener en cuenta en el análisis de la producción total, a no ser que esta facultad esté apoyada por el poder público, como, por ejemplo, en el caso de los monopolios fiscales. [53745] No es fácil descubrir, ni aun imaginar, una gran empresa moderna que no esté protegida de esta forma -prescindiendo incluso de si está protegida por aranceles aduaneros o prohibiciones de importación-, y que, a pesar de ello, ejerza ese poder (excepto temporalmente). [53746] Incluso los concerns de ferrocarriles y de energía eléctrica han tenido que crear primeramente una demanda para sus servicios, y, cuando la han creado, tienen que defender su mercado contra la competencia. [53747] Fuera del campo de los servicios públicos la posición de un vendedor único solamente puede ser conquistada, por lo general -y retenida durante décadas-, a condición de que no se comporte como un monopolista. [53748] A continuación vamos a ocuparnos también del monopolio a corto plazo. [53749] ¿Por qué esta disquisición acerca del monopolio? La contestación no carece de interés para el estudioso de la psicología de la discusión política. [53751] La gente habla de un país que tiene un monopolio de una cosa u otra, [53752] aun cuando la industria en cuestión está sometida a una fuerte competencia, etc. [53753] Pero esto no es todo. [53754] Los economistas, los funcionarios, los periodistas y los políticos de los Estados Unidos tienen, evidentemente, una predilección por la palabra, ya que se ha convertido en una expresión de oprobio que, con toda seguridad, provoca la hostilidad del público contra cualquier interés al que se le ponga esta etiqueta. [53755] En el mundo angloamericano el monopolio ha sido siempre execrado y asimilado a la explotación parasitaria desde que, en los siglos XVI y XVII, era práctica administrativa inglesa crear situaciones de monopolio en grandes cantidades que, por una parte, respondían bastante bien al modelo teórico del comportamiento monopolista, y, por otra parte, justificaban plenamente la ola de indignación que impresionó hasta a la gran Isabel. [53756] No hay nada tan retentivo como la memoria de una nación. [53757] Nuestra época nos ofrece otros ejemplos más importantes de la reacción de una nación a lo acontecido siglos atrás. [53758] La práctica mencionada ha sensibilizado de tal manera al público anglosajón al monopolio que ha adquirido el hábito de atribuir a ese siniestro poder prácticamente todo lo que le desagradaba del comportamiento de las empresas. [53759] Para el burgués liberal típico, en particular, el monopolio se convirtió en el origen de casi todos los abusos, en realidad en el coco preferido. [53761] que pensaba principalmente en los monopolios del modelo de los Tudor y los Stuart, los contemplaba sombríamente con una furiosa dignidad. [53762] Sir Robert Peel -quien, como casi todos los conservadores, sabía aprovecharse en ocasiones del arsenal del demagogo- habló en el famoso episodio que puso fin a su carrera gubernamental, y que tanto escándalo causó a sus correligionarios, de un monopolio del pan y del trigo, a pesar de que la producción inglesa de grano se encontraba en situación de perfecta competencia, a despecho de lo protección aduanera. [53763] Y en los Estados Unidos la expresión monopolio se ha hecho prácticamente sinónima de empresa que opera en gran escala. [53764] La teoría del monopolio simple y discriminador enseña que, prescindiendo de los casos-límite, el precio de monopolio es más elevado y la producción de monopolio es más reducida que el precio y la producción de competencia. [53765] Esto es cierto siempre que el método y organización de la producción -así como todas las demás condiciones- sean los mismos en ambos casos. [53766] En la realidad, sin embargo, hay a la disposición del monopolista métodos superiores que o bien no están en absoluto al alcance de una multitud de competidores o no lo están tan fácilmente como para el monopolista; en efecto, hay ventajas que, aunque no son rigurosamente inalcanzables para las empresas que operan en un nivel de competencia de hecho, tan sólo están aseguradas para las empresas que se desenvuelven en el nivel de monopolio, bien porque, por ejemplo, la monopolización puede ampliar la esfera de influencia de los cerebros mejor dotados y reducir la de los peor dotados. [53767] o bien porque el monopolio goza de un prestigio financiero desproporcionadamente mayor. [53768] Ahora bien: siempre que sea esto así aquella tesis deja de ser cierta. [53769] En otras palabras: este argumento en defensa de la competencia puede fallar por completo en el sentido de que los precios de monopolio no son necesariamente más altos ni la producción de monopolio es necesariamente menor que los precios y la producción de competencia en los niveles de eficiencia de producción y de organización que están dentro del alcance del tipo de empresa compatible con la hipótesis de la competencia. [53771] Estas unidades no solamente surgen en el proceso de la destrucción creadora y funcionan de una manera completamente diferente que en el esquema estático, sino que, en muchos casos de importancia decisiva, proporcionan el cuadro necesario para alcanzar los objetivos propuestos. [53772] Crean en gran parte aquello mismo que explotan. [53773] De ahí que la conclusión habitual acerca de su influencia sobre la producción a largo plazo habitual de valor, aun cuando estas unidades constituyesen auténticos monopolios en el sentido técnico de la palabra. [53774] Los móviles que impulsan a los dirigentes de estas unidades carecen de consecuencias prácticas. [53775] Aun cuando su única finalidad consistiese en tratar de imponer precios de monopolio, la presión de los métodos de producción perfeccionados, o de un equipo gigantesco, tendería generalmente a desviar el punto del optimismo del monopolista hacia el precio de venta basado en el costo de competencia en el sentido anteriormente expuesto o incluso por encima del mismo, realizando -parcialmente, totalmente o más que totalmente- la función del mecanismo de la competencia, [53776] aun cuando se practicasen restricciones y quedase siempre una capacidad de producción excedente. [53777] Indudablemente, si los métodos de producción, organización, etc., no se perfeccionan por la monopolización o en conexión con ella, como sucede en los cartels ordinarios, el teorema clásico relativo al precio y la producción de monopolio vuelve a entrar en su propio cauce. [53778] Esto mismo sucede con otra idea popular, a saber: la de que la monopolización tiene un efecto soporífero. [53779] Para esto, además, no es difícil encontrar ejemplos. [53781] Las influencias soporíferas que se manifiestan en las empresas modernas se deben a otras causas que se mencionarán más adelante. [53782] A corto plazo las posiciones de monopolio auténtico o próximas al monopolio son mucho más frecuentes. [53783] El comerciante de ultramarinos de un pueblo de Ohio puede ser un verdadero monopolista, por espacio de horas o incluso de días, durante una inundación. [53784] Todo acaparador afortunado puede detentar momentáneamente un monopolio. [53785] Una empresa especializada en etiquetas de papel para botellas de cerveza puede encontrarse en tales circunstancias -si todo competidor potencial comprende que, de entrar en la lid, los beneficios que parecen buenos se desvanecerían inmediatamente- que pueda moverse a voluntad dentro de un espacio moderado, pero claramente determinado de la curva de demanda, al menos hasta que la etiqueta de metal rompa en pedazos esa curva de demanda. [53786] Los nuevos métodos de producción o las nuevas mercancías, especialmente estas últimas, no confieren monopolio per se, aun cuando se utilicen o se produzcan por una sola empresa. [53787] El producto del método nuevo tiene que competir con los productos de los métodos antiguos y la mercancía nueva tiene que ser introducida, es decir, tiene que establecerse su curva de demanda. [53788] Por lo general, ni las patentes ni las prácticas monopolistas pueden prevalecer contra esto, salvo casos de superioridad espectacular del nuevo descubrimiento, especialmente si puede ser arrendado, como la maquinaria para hacer calzado, o, en el caso de mercancías nuevas, para las que ha sido establecida una curva de demanda permanente antes de haber expirado la patente. [53789] Así, pues, es cierto que hay, o puede haber, un elemento de auténtica ganancia monopolista en aquellos beneficios de empresa que constituyen los premios ofrecidos por la sociedad capitalista al innovador afortunado. [53791] El valor principal que tiene para un concern la situación de vendedor único, que le asegura la patente o la estrategia monopolista, no consiste tanto en la oportunidad de comportarse temporalmente conforme al esquema monopolista como en la protección que le proporciona contra la desorganización temporal del mercado y el espacio libre que obtiene para la realización de un programa a largo plazo. [53792] Aquí, sin embargo, este argumento queda incorporado en el análisis presentado anteriormente. [53793] Mirando hacia atrás, comprobamos que la mayoría de los hechos y argumentos considerados en este capítulo tienden a empañar la aureola que en otro tiempo rodeó a la competencia perfecta, así como a presentar bajo una perspectiva más favorable sus alternativas. [53794] Volveremos ahora a formular brevemente nuestra tesis desde este doble punto de vista. [53795] La teoría tradicional misma, incluso dentro de su recinto preferido de una economía estacionaria o en crecimiento constante, ha descubierto, desde la época de Marshall y Edgeworth, un creciente número de excepciones a las antiguas proposiciones acerca de la competencia perfecta e, incidentalmente, del librecambio, las cuales han conmovido aquella fe ilimitada que en sus virtudes ponía la generación que floreció entre Ricardo y Marshall, o sea, grosso modo, la generación de J. [53796] S. [53797] Mill en Inglaterra y la de Francesco Ferrara en el continente. [53798] Especialmente las tesis según las cuales un sistema de competencia perfecta constituye un ideal de ahorro de los recursos disponibles y de asignación de los mismos con relación a una distribución dada de la renta (tesis que tiene gran tolerancia para el problema de la eficiencia de la producción) no pueden ser mantenidas ahora con la antigua confianza. [53799] Mucho más grave es la brecha abierta por las obras más recientes en el campo de la teoría dinámica (Frisch, Tinbergen, Ross, Hicks y otros). [53801] Al explicar por qué una cierta magnitud económica -por ejemplo, un precio- es tal como la encontramos en un momento dado toma en consideración no sólo la situación simultánea de otras magnitudes económicas, como hace la teoría estática, sino también su situación en fechas anteriores y las previsiones relativas a sus valores futuros. [53802] Ahora bien: lo primero que descubrimos al elaborar las proposiciones que ponen así en conexión magnitudes pertenecientes a momentos diferentes [53803] es el hecho de que, una vez que ha sido destruido el equilibrio por alguna perturbación, el proceso de establecer un equilibrio nuevo no es tan seguro, ni tan rápido, ni tan económico como pretendía la antigua teoría de competencia perfecta, y existe la posibilidad de que la misma lucha por el ajuste, en vez de aproximar el sistema a un equilibrio nuevo, lo distancie aún más del mismo. [53804] Esto sucederá en la mayoría de los casos, excepto si la perturbación es pequeña. [53805] En muchos casos un retraso en el ajuste es suficiente para producir este resultado. [53806] Me limitaré aquí a ilustrar esto mediante el ejemplo más antiguo, más sencillo y más conocido. [53807] Supongamos que la demanda y la oferta proyectada están en equilibrio en un mercado de trigo en situación de competencia perfecta, pero que el mal tiempo reduce la cosecha por debajo del volumen que los agricultores contaban ofrecer. [53808] Si el precio del trigo sube como consecuencia de esto y los agricultores producen por ello la cantidad de trigo que les remuneraría producir si este nuevo precio fuese el precio de equilibrio entonces se producirá al año siguiente un derrumbamiento de los precios en el mercado de trigo. [53809] Si, a causa de esto, los agricultores restringen la producción a un precio aún más elevado que el del primer año, puede dar por resultado inducirles a una expansión de la producción todavía mayor que la operada en el segundo año. [53811] El lector comprenderá fácilmente, con sólo una ojeada a las hipótesis implicadas, que no hay que abrigar gran temor de que hayan de continuar alternando las subidas de precios con los aumentos de producción hasta el día del juicio final. [53812] Pero aun reduciendo este fenómeno a sus justas proporciones, basta para poner de manifiesto ciertas debilidades evidentes del mecanismo de la competencia perfecta. [53813] Tan pronto como se perciban estas debilidades gran parte del optimismo que solían originar las implicaciones prácticas que de este mecanismo extraía la teoría se va por la puerta de marfil. [53814] Pero desde nuestro punto de vista tenemos que ir más allá de eso. [53815] Si tratamos de poner en claro cómo funciona la competencia perfecta o cómo funcionaría dentro del proceso de la destrucción creadora, llegamos a un resultado aún más desalentador. [53816] Esto no debe sorprendernos si consideramos que todos los datos de hecho, esenciales de ese proceso, faltan en el esquema general de la vida económica que ha dado lugar a las proposiciones tradicionales acerca de la competencia perfecta. [53817] A riesgo de incurrir en repetición insistiré una vez más sobre este punto. [53818] La competencia perfecta implica el libre acceso a todas las industrias. [53819] Es completamente cierto, dentro del cuadro de esta teoría general, que el libre acceso a todas las industrias es una condición para la óptima distribución de las fuerzas de producción y, por tanto, para la obtención de una producción máxima. [53821] Pero la plena libertad de acceso a una esfera nueva de actividad puede hacer completamente imposible entrar en ella a nadie. [53822] La introducción de nuevos métodos de producción y de nuevas mercancías es difícilmente concebible si existe desde un principio una competencia perfecta y perfectamente rápida. [53823] Y esto significa que casi todo lo que llamamos progreso económico es incompatible con ella. [53824] De hecho la competencia perfecta se suspende y se ha suspendido siempre que se ha introducido alguna novedad -bien automáticamente o en virtud de medidas adoptadas para este fin-, aun cuando en todo lo demás las condiciones siguiesen siendo de competencia perfecta. [53825] De un modo similar la objeción habitual contra la rigidez de los precios encuadra perfectamente dentro del sistema tradicional. [53826] La rigidez constituye un tipo de resistencia a la adaptación que excluye la competencia perfecta y rápida. [53827] Y, dada la índole de las adaptaciones y de las condiciones que han sido consideradas por la teoría tradicional, es también completamente cierto que tal resistencia se traduce en pérdidas y en reducción de la producción. [53828] Pero ya hemos visto que en los estallidos y vicisitudes del proceso de la destrucción creadora puede ser verdad lo contrario: una flexibilidad perfecta e instantánea puede originar incluso catástrofes sin fundamento. [53829] Esto, por supuesto, puede también ponerlo de manifiesto la teoría dinámica general, que, como se ha mencionado anteriormente, muestra que hay ciertas tentativas de adaptación que intensifican el desequilibrio. [53831] La competencia perfecta evitaría o eliminaría inmediatamente tal exceso de beneficios y no permitiría que se desplegase esa estrategia. [53832] Pero como, en el proceso de la evolución capitalista estos beneficios desempeñan nuevas funciones orgánicas -no hace falta repetir aquí cuáles son-, ese hecho no puede seguir siendo cargado incondicionalmente en el haber del modelo de la competencia perfecta, al menos en tanto se tenga en cuenta el tipo secular de aumento de la producción total. [53833] Finalmente, puede demostrarse, partiendo de estos mismos supuestos que equivalen a la exclusión de los rasgos más característicos de la realidad capitalista, que una economía de competencia perfecta está relativamente inmune contra el despilfarro y especialmente contra aquellas clases de despilfarro que tan fácilmente asociamos a su contrapartida. [53834] Pero esto no nos dice nada acerca del aspecto que toma el problema de los despilfarros en las condiciones determinadas por el proceso de la destrucción creadora. [53835] Por una parte muchos fenómenos que, si no se refieren a esas condiciones, aparecerían como simples despilfarros, no pueden calificarse de tales desde el momento en que se ponen en la debida relación con ellas. [53836] Por ejemplo, la especie de exceso de capacidad que debe su existencia ya a la práctica de "construir adelantándose a la demanda" ya a la práctica de adaptar la capacidad a las cumbres cíclicas de la demanda, se reducirá grandemente en un régimen de competencia perfecta. [53837] Pero cuando se toman en consideración todos los factores del caso ya no es correcto decir que la competencia perfecta sale airosa en este cuadro, pues aunque un concern, que tenga que aceptar los precios y no pueda imponerlos, utilizaría, en realidad, toda su capacidad susceptible de producir a los costos marginales cubiertos por los precios vigentes, no se sigue de ahí que habría de tener la capacidad cuantitativa y cualitativa que ha creado la gran empresa y que fue capaz de crear precisamente porque estaba en situación de emplearla "estratégicamente". [53838] Un exceso de capacidad de esta especie puede constituir -constituye, efectivamente, en algunos casos y en otros no- una razón para fundamentar la pretensión de superioridad de una economía socialista. [53839] Pero no puede invocarse sin más cualificación para afirmar la superioridad de la economía capitalista de la especie de competencia perfecta respecto a la de especie "monopoloide". [53841] La empresa de la especie que es compatible con la competencia perfecta tiene, en muchos casos, una eficiencia interna mediocre, especialmente en el campo de la técnica, y, siendo esto así, desaprovechará oportunidades económicas. [53842] Puede también, en sus esfuerzos por perfeccionar sus métodos de producción, despilfarrar capital, porque está en una situación menos favorable para desplegar y para apreciar nuevas posibilidades. [53843] Y, como ya hemos visto antes, una industria en situación de competencia perfecta es mucho más susceptible de ser que la empresa gigante desbaratada -y es de esparcir los bacilos de la depresión- bajo el impacto del progreso o de las perturbaciones externas. [53844] En última instancia la agricultura americana, las minas de carbón inglesas y la industria textil inglesa son mucho más costosas para los consumidores y afectan la producción total de una manera mucho más perjudicial que si estuviera dirigida cada una de ellas por una docena de cerebros preclaros. [53845] Así, pues, no es suficiente sostener que, porque la competencia perfecta sea imposible en las condiciones industriales modernas -o porque haya sido siempre imposible-, la empresa en gran escala o gran unidad de dominio económico tiene que ser aceptada como un mal necesario, inseparable del progreso económico, al que libran del sabotaje las fuerzas inherentes a su aparato de producción. [53846] Lo que hemos tenido que reconocer es que la gran empresa ha llegado a ser el motor más potente de este progreso y especialmente de la expansión a largo plazo de la producción total, y ello no sólo a pesar de esta estrategia, sino en una considerable medida, precisamente como consecuencia de la misma, que presenta un aspecto tan restrictivo cuando se la observa en un caso específico y en un momento dado. [53847] En este respecto la competencia perfecta no sólo es imposible, sino inferior, y carece de todo título para ser presentada como modelo de eficiencia ideal. [53848] Es, por tanto, un error basar la teoría de la regulación estatal de la industria sobre el principio de que se debería forzar a las grandes empresas a funcionar como funcionaría la industria respectiva en una situación de competencia perfecta. [53849] Y los socialistas deberían basar sus críticas en las virtudes de una economía socialista más bien que en las del modelo de la competencia. [53851] Para ciertos sistemas de comportamiento económico tienen toda la razón; en otros casos están en completo error. [53852] Yo creo que tanto el capitalismo como el comunismo del tipo del ruso pertenecen a la última categoría. [53853] Pero el punto saliente es que las consideraciones teóricas, especialmente las consideraciones teóricas a corto plazo, no pueden resolver este problema (que volveremos a encontrarlo en la parte siguiente), si bien contribuyen a su solución. [53854] En especial es fácil demostrar que no tiene sentido y acarrea grandes males la política encaminada al mantenimiento de las "paridades de precios". [53855] Algunos economistas, sin embargo, consideran que incluso esos medios constituyen obstáculos al progreso, que, aunque tal vez sean inevitables en la sociedad capitalista, desaparecerían en una sociedad socialista. [53856] En esto hay algo de verdad. [53857] Pero no afecta a la afirmación de que la protección concedida mediante patentes constituye, en último análisis, en las condiciones de una economía de lucro, un factor de impulso y no de inhibiciones. [53858] Yo creo que la limitación añadida descarta toda causa justa de escándalo que pudiera causar la proposición anterior. [53859] En el caso de que esta limitación no sea bastante explícita, ruego tengan por repetido que el aspecto moral permanece en este caso, como debe permanecer en todos, completamente inafectado por el argumento económico. [53861] Otra objeción estaría más acertada. [53862] Si una empresa tan sólo puede prosperar recurriendo a tales medios, ¿no prueba por sí misma esta circunstancia que la comunidad no puede obtener de ella ninguna ganancia social? Para apoyar este criterio puede idearse un argumento muy sencillo. [53863] Pero está sujeto a una severa reserva caeteris paribus, es decir, que no vale más que para un conjunto de condiciones que equivalen, aproximadamente, a excluir el proceso de la destrucción creadora, que es tanto como excluir la realidad capitalista. [53864] Reflexionando sobre esto se reconocerá que, para probar esta incompatibilidad, basta con la analogía de las prácticas que se discuten arriba con el caso de las patentes. [53865] Un buen ejemplo ilustrativo de este punto -en realidad, de muchos puntos de nuestro argumento general- lo constituye la historia de la posguerra de las industrias del automóvil y de la seda artificial. [53866] La primera ilustra muy bien la naturaleza y el valor de lo que pudiéramos llamar competencia "depurada". [53867] La época de bonanza terminó con 1916. [53868] Sin embargo, se agolparon después en la industria una multitud de empresas, la mayoría de las cuales habían sido ya eliminadas para 1925. [53869] De esta lucha feroz a vida o muerte surgieron tres concerns que ahora abarcan más del 80 por 100 de la venta total. [53871] Entre sí, los tres concerns se comportan de una manera que debería llamarse de respeto recíproco más bien que de competencia: se abstienen de ciertos medios de agresión (que, por lo demás, tampoco se emplearían en una competencia perfecta); se mantienen al mismo ritmo, tratando así de obtener ciertas ganancias marginales. [53872] Esto lleva ya una duración de más de quince años y no es obvio que, si durante este período hubiesen prevalecido las condiciones de una competencia teóricamente perfecta, se ofrecerían ahora al público coches mejores o más baratos, ni que a los obreros se pagaran salarios más elevados, ni que se les diera un empleo más abundante y más estable. [53873] La industria de la seda artificial tuvo su buena época en el segundo decenio del siglo actual. [53874] Presenta los rasgos que acompañan a la introducción de una mercancía en un campo plenamente ocupado de antemano, así como las medidas que se imponen en tales condiciones con una claridad aún mayor que la industria del automóvil. [53875] Hay también una serie de diferencias; pero, en lo fundamental, el caso es similar. [53876] La expansión de la producción de la seda artificial, en cantidad y calidad, es conocida por todos. [53877] No obstante, esta expansión ha estado presidida en cada momento singular por una política restrictiva. [53878] Desgraciadamente, esta afirmación es un obstáculo para todo acuerdo sobre las medidas a adoptar, casi tan efectivo como pudiera serlo la negativa más terminante a admitir la legitimidad de una regulación estatal de dichas prácticas. [53879] En realidad, puede hacer aún más agria la discusión. [53881] Para ellos es mucho más difícil disipar las dudas acerca de su propia competencia, que no se puede impedir que se acumulen sobre nosotros, especialmente cuando sabemos cómo funciona un espíritu legalista. [53882] Esta definición basta para nuestro propósito, pero no sería satisfactoria para otros casos. [53883] Véase el artículo de D. [53884] D. [53885] Humphrey en el Journal of Political Economy, octubre 1937, y el de E. [53886] S. [53887] Mason en la Review of Economic Statistics, mayo 1938. [53888] El profesor Mason ha demostrado, entre otras cosas, que, contrariamente a una creencia generalizada, la rigidez de los precios no va en aumento o, en todo caso, no es mayor que hace cuarenta años, resultado que basta por sí mismo para invalidar algunas de las inferencias de la doctrina corriente de la rigidez. [53889] Por regla general, los precios no bajan tanto como bajarían en condiciones de competencia perfecta. [53891] Ya he llamado la atención sobre este asunto y volveré a él más adelante (sec.). [53892] Desde el punto de vista del bienestar conviene adoptar una definición diferente de la nuestra y medir las variaciones de precios en términos del número de horas de trabajo que son corrientemente necesarias para ganar los dólares con los que comprar cantidades dadas de bienes de consumo fabricados, teniendo en cuenta los cambios de calidad. [53893] Ya hemos procedido así en el transcurso de un razonamiento anterior. [53894] En este caso se pone de manifiesto a largo plazo una flexibilidad hacia la baja que es verdaderamente impresionante. [53895] Las variaciones del nivel de precios plantean otro problema.