[75001] El libro, mayor se saldaba cerrando la cuenta de pérdidas y ganancias al final de cada año, que se consignaban en un libro de inventario. [75002] Con objeto de favorecer la transparencia en la gestión de las empresas y facilitar la resolución de los posibles conflictos que se pudieran plantear ante quiebras, impagos u otras eventualidades, algunos Estados comenzaron a dictar algunas disposiciones reguladoras sobre esta materia. [75003] En España el Código de Comercio de 1829 estableció para los comerciantes la obligatoriedad de llevar los tres libros diana, mayor e inventario, y conservar la correspondencia. [75004] Mediante el estudio de la contabilidad un comerciante sabía los ingresos y los gastos de explotación y el capital circulante que poseía, pero encontraba difícil calcular las perdidas o ganancias netas; no se ha desenrollado todavía una contabilidad de costes o de capital. [75005] Las técnicas contables no variaron, pero su uso se amplió y sistematizó en el comercio y en otras actividades. [75006] El crecimiento de la demanda de contables explica la profusión de manuales de contabilidad y la oferta en aumento de cursos sobre la materia en escuelas comerciales y otros centros de formación. [75007] A comienzos del siglo XIX, por lo tanto, y como bien ha señala Do A. D. Chandler, Jr, los hombres de negocios fueron más innovadores en la reducción de los costes de información y transacción que en el perfeccionamiento de las prácticas contables tradicionales o en el desarrollo de nuevos métodos o la creación de nuevos sistemas organizativos. [75008] La creación de nuevas lonjas, un mejor servicio de correos y una mayor información comercial e'~ la prensa disminuyeron los costes de información y transacción en los mercados, permitiendo que la «mano invisible» coordinar.' y controlara de una manera más efectiva el flujo de mercancías en la economía. [75009] Sin embargo, no se produjo una variación sustancial en las características de las empresas ni en su organización interna. [75011] En el caso del azúcar las haciendas fueron adquiridas por comerciantes que integraron la producción y comercialización de este producto, véase Huerta i 1993) Las firmas comerciales de mediados del siglo XIX seguían siendo comerciantes generalistas que integraban el comercio, la consignación, el crédito y los seguros. [75012] La separación del comercio y el transporte no se produjo, sin embargo, en lodos los tráficos la importación y transporte de madera en Gran Bretaña, a pesar de conocer un huerta crecimiento entre 1820 y 1850, continuó controlada por comerciantes que eran al mismo tiempo navieros. [75013] Un ejemplo de manual de la ,época en España es el de A. Caze (1857), dedicado, curiosamente, a un «maestro» de la especulación como el marqués de Salamanca. [75014] LA ESPECIALIZACIÓN EN EL SECTOR FINANCIERO LA HEGEMONÍA DE LAS CASAS DE BANCA Y EL SURGIMIENTO DE LOS BANCOS SOCIEDADES ANÓNIMAS [75015] W. Bagehot indicaba a mediados del siglo XIX que «la aventura es la vida del comercio, pero la precaución, yo casi diría timidez, t~ la de la banca». [75016] Esa declaración de principios del que fue director de The Economist, ayuda a comprender el ritmo más lento del cambio empresarial experimentado en las finanzas. [75017] Aunque en las últimas décadas de este periodo comienzan a surgir los primeros bancos sociedades anónimas en todos los países, su papel en la financiación de las actividades industriales y comerciales no fue determinante, estando la mayor parte de ese negocio en manos de los banqueros privados o las casas de banca, sociedades de tipo individual o familiar. [75018] La continuidad de la hegemonía de los banqueros privados se explica, entre otros motivos, por la naturaleza altamente personal de los mercados de capital, como ya vimos en el tema anterior. [75019] La actividad bancaria en Inglaterra estaba a principios del siglo XIX en manos de «bancos privados», esto es, empresas individuales o familiares con un número máximo de seis socios. [75021] El crecimiento de los bancos privados durante la primera mitad de la centuria fue acompañado de un proceso de especialización, visible incluso en la propia Londres. [75022] En la gran mayoría de los casos, los bancos locales privados fueron creados por los principales comerciantes e industriales de la plaza, con el objeto de conseguir capital para sus iniciativas. [75023] A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX tuvo lugar un proceso de concentración bancaria a través de fusiones y adquisiciones de bancos privados que dio como resultado, a principios del siglo XX, una estructura dominada por cinco grandes bancos sociedades anónimas con sede en Londres y sucursales repartidas por todo el país. [75024] Su gran tamaño y dispersión geográfica les permitió aprovechar economías de escala, diversificar riesgos y ofrecer una imagen de solvencia que aseguró la confianza del público. [75025] En Estados Unidos muchos de los antiguos comerciantes tradicionales optaron por dedicarse exclusivamente a las finanzas ante el fenómeno de la especialización comercial. [75026] No obstante, los grandes financieros del comercio internacional en Estados Unidos (también en Australia y en Latinoamérica) fueron inicialmente firmas inglesas con sede en Liverpool y Londres. [75027] El sistema bancario se desarrolló antes en Nueva Inglaterra. [75028] Los mayores bancos de esa región podían emplear un cajero, algunos administrativos y quizás un contable; los más pequeños sélo un cajero. [75029] El sistema de información y contabilidad no difirió sustancialmente de lo señalado, para las empresas comerciales. [75031] A pesar de ser empresas jurídicamente independientes' conviene recordar que banca y otros negocios industriales y comerciales estaban muy unidos, como lo demuestra la práctica generalizada del insider lending en ésta y otras regiones (véase recuadro 4,3). [75032] Tras la guerra civil el insider lending fue declinando, de forma simultánea a un incremento del volumen de operaciones de los bancos y un cambio en la estructura de su capital (aumenta el peso relativo de los depósitos). [75033] A medida que el volumen de crédito que recibían los consejeros disminuía, también lo hizo su implicación en la gestión de los bancos, dirigida cada vez más por asalariados profesionales. [75034] La creación de un mercado nacional de capitales hizo que las transacciones fueran cada vez más impersonales y, por lo tanto, fuera cada vez más difícil evaluar la reputación tanto de los bancos como de sus clientes. [75035] Los partidarios de la «profesionalización» en la banca defendieron una política crediticia conservadora limitada a la concesión de créditos a corto plazo, y una dirección llevada a cabo por ejecutivos profesionales sin negocios particulares. [75036] Si a mediados del siglo XIX las figuras de banquero y empresario estaban estrechamente unidas, cincuenta años más tarde se había producido una clara separación de funciones. [75037] Sin embargo, esa separación redujo la inversión di recta en la industria. [75038] Las casas de banca privadas mantuvieron su hegemonía en el sistema bancario alemán durante este período. [75039] A lo largo del mismo tuvo lugar un proceso de especialización funcional y regional: [75041] mientras tanto, los banqueros privados de Hamburgo continuaron compaginando sus actividades financieras con el comercio, los seguros y la navegación. [75042] Esta división comenzó a verse amenazada desde 1860 en adelante por un nuevo tipo de banca, la llamada banca mixta, que abarcaba toda la gama del negocio bancario, desde el depósito y el giro hasta el crédito a corto y largo plazo y la promoción industrial Los primeros bancos de este tipo surgieron en los decenios de 1840 a 1860 vinculados a la financiación del ferrocarril, y se localizaron en Berlín y, en menor medida, en Colonia. [75043] No obstante, la expansión de la banca mixta no significó la desaparición de los banqueros privados, las cajas de ahorro y otras instituciones financieras. [75044] Las principales casas de banca en Francia a principios del siglo XIX se concentraban en París y se dedicaban al comercio internacional y los préstamos a los Estados. [75045] Por debajo de ellas, existía una red de banqueros privados diseminados por las principales ciudades del país que eran los que servían las necesidades de la industria y el comercio. [75046] Los bancos sociedades anónimas surgen a partir de mediados del siglo XIX vinculados a la financiación del ferrocarril, pero salvo excepciones coyunturales como el Crédit Mobilier y el Crédit Lyonnais al principio, sus negocios básicos fueron los ferrocarriles, las compañías de servicios públicos, los préstamos estatales y el comercio internacional. [75047] En España banca y comercio no aparecen como actividades especializadas ni en la legislación ni en la realidad La empresa más común en el sector era la Casa de Banca, que desempeñaba funciones comerciales y bancarias. [75048] Las únicas excepciones fueron la banca pública y el Banco de Barcelona ( 1844), cuya política en estos primeros años estuvo mediatizada por los intereses privados de sus fundadores. [75049] Las primeras empresas especializadas en el sector financiero aparecen a partir de 1855, pero casi todas ellas quebraron tras la crisis de 1866. [75051] Junto a ellos, existió un gran número de comerciantes-banqueros (241 matriculados en 1900, sin contar las provincias vascas y Navarra), empresas individuales o sociedades colectivas con una estructura organizativa y funcional muy flexible. [75052] Tanto los bancos -con la excepción del Banco de España- como las casas de banca operaban en una única plaza, su número de sucursales, en el caso de tener alguna, era muy reducido. [75053] El surgimiento de compañías de seguros especializadas también fue producto de la iniciativa de los comerciantes, armadores e industriales, quienes, ante el aumento del tamaño del mercado, optaron por crear sociedades jurídicamente independientes -sobre todo anónimas- que fueron capaces de ofertar, gracias a su mayor escala, primas más baratas. [75054] Las primeras compañías se dedicaron .al seguro comercial y marítimo, los ramos de incendios y vida no aparecerán hasta varias décadas después. [75055] En Estados Unidos, su número creció vertiginosamente durante las dos primeras décadas del siglo XIX. [75056] En Gran Bretaña las compañías de seguros fueron creadas por los comerciantes e industriales: los comerciantes de algodón de Manchester, los industriales laneros de Leeds y Yorkshire, los refinadores de azúcar de Londres y Bristol. [75057] En España, las primeras compañías de seguros en puertos como Barcelona o Bilbao fueron creadas a mediados del siglo por comerciantes y navieros. [75058] ESPECIALIZACIÓN Y DIRECCIÓN DE EMPRESA EN LA INDUSTRIA [75059] LAS VARIADAS DIRECCIONES DE LA ESPECIALIZACIÓN [75061] Las primeras empresas textiles en Gran Bretaña y Estados Unidos fabricaban sus propias máquinas, actividad que, conforme aumentó el tamaño del mercado, fue desempeñada por empresas especializadas. [75062] En general, la demanda creciente de maquinaria ligera y pesada en la industria, la agricultura y el transporte, estimuló la aparición de una industria de fabricación de maquinaria. [75063] La demanda de estos fabricantes acabó impulsando el surgimiento de una industria especializada de máquinas-herramienta en Estados Unidos, no en Gran Bretaña, donde hasta finales del siglo XIX los industriales continuaron construyendo sus propias máquinas-herramienta. [75064] Un sector donde la especialización era particularmente visible para una amplia mayoría de consumidores fue la industria de la confección, donde la ropa a medida de cada cliente confeccionada por sastres dejó paso a la elaboración industrial de prendas de dimensiones estandarizadas En 1860 el 80 por 100 de la población británica adquiría ropa fabricada de este modo. [75065] En Estados Unidos, la generalización de la ropa lista para poner se produjo tras la guerra civil, al mismo tiempo que la difusión de los grandes almacenes. [75066] En otras zonas, donde los mercados estaban menos integrados, este fenómeno no tuvo lugar hasta finales del siglo XIX. [75067] El grado y las direcciones de la especialización variaron dependiendo del país, el sector industrial y el tamaño del mercado. [75068] En la industria de fabricación de maquinaria, las empresas británicas tendieron a especializarse en ramas concretas, localizándose originalmente cerca de sus clientes iniciales: [75069] así, la industria de maquinaria textil se concentró en Lancashire y Yorkshire; la construcción naval en el Clyde, la costa nordeste y el Támesis; y la maquinaria agrícola en Lincolnshire y East Anglia. [75071] Aunque algunas de ellas optaron, en coyunturas de demanda débil, por diversificar su producción, la estrategia más común fue la de mantener la especialización expandiendo el mercado: [75072] todas ellas se convirtieron en activas exportadoras al mercado internacional. [75073] Por el contrario, las empresas francesas y alemanas en este sector, con un mercado más reducido, estuvieron mucho más diversificadas. [75074] Algo similar ocurrió en la raquítica industria española de fabricación de maquinaria en el siglo XIX.3' Frente a lo sucedido en Europa, los industriales norteamericanos pusieron en marcha el llamado American system of manufactures, caracterizado por la producción, en fábricas de gran tamaño, de armas y maquinaria en masa o en grandes lotes mediante el ensamblaje de piezas intercambiables y estandarizadas. [75075] Incluso dentro de empresas relativamente especializadas, las lógicas no fueron siempre las mismas. [75076] Si tomamos como ejemplo el sector textil algodonero, en todos los países coexistieron en este período empresas especializadas con empresas integradas verticalmente. [75077] En 1861, las empresas que fabricaban hilados y tejidos absorbían el 53 por 100 de los trabajadores, el 64 por 100 de los telares y el 42 por 100 de los husos de todo el sector en Inglaterra; para Cataluña, los porcentajes respectivos eran el 66, 80 y 55 por 100. [75078] La integración de la hilatura y la tejeduría fue la modalidad más común en todos los países, pero las razones para ello no fueron siempre las mismas. [75079] Así, mientras que en la región de Lancashire las fábricas de hilaturas integraron verticalmente la tejeduría por razones de calidad del producto, en Massachusetts, por el contrario, la integración vertical fue emprendida por los fabricantes de tejidos, para asegurarse el control de la materia prima, los hilos. [75081] En Cataluña también fueron las empresas de hilado las que integraron verticalmente la tejeduría, debido a la existencia de activos específicos y complementarios en las dos fases (las selfactinas v los telares mecánicos), y al deseo de reducir costes de transacción y necesidades de capital circulante. [75082] Tanto en Inglaterra como en Cataluña parece haber un número relativamente reducido de grandes empresas integradas verticalmente alrededor de las cuales existe un amplio número de pequeñas y medianas empresas especializadas, a menudo trabajando para aquéllas. [75083] En Estados Unidos, por el contrario, no existió apenas relación entre las grandes empresas integradas verticalmente, dedicadas a la producción en masa de bienes estandarizados, y las pequeñas empresas especializadas de las áreas de Filadelfia, Conneticut, Nueva Jersey y Rhode Island, dedicadas a la elaboración de una amplia gama de productos especializados y de temporada en pequeños lotes. [75084] Sin embargo, en el área de Filadelfia, las mayores empresas sí dependían de otros talleres a los que subcontrataban parte de la producción. [75085] Una estructura similar encontramos en otros sectores. [75086] En la industria de fabricación de maquinaria textil británica, localizada en Yorkshire, cuatro empresas que integraban verticalmente la condición, la elaboración de piezas y el montaje de las mismas empleaban un número variable de trabajadores, entre 200 y 850. [75087] Por debajo de ellas, existían algunas empresas de tamaño medio dedicadas a la elaboración de piezas o máquinas muy especializadas, y en el extremo inferior, un gran número de pequeños talleres especializados subcontratados por las empresas de mayor tamaño. [75088] Una estructura similar, caracterizada por un grupo reducido de grandes empresas y una miríada de pequeñas, encontramos en la industria de fabricación de maquinaria agrícola en Gran Bretaña y en la industria francesa de construcciones mecánicas. [75089] Otro sector donde la subcontratación estuvo muy extendida fue la industria naval. [75091] Como ya vimos en el tema anterior, la Revolución industrial supuso la aparición de la fábrica, pero también estimuló en muchos sectores el crecimiento de actividades organizadas bajo los principios del taller artesano o la industria doméstica. [75092] Los establecimientos fabriles eran mucho más grandes que las otras unidades productivas, pero tampoco espectaculares si los medimos con los criterios de principios del siglo x~. [75093] En la industria algodonera, el sector donde el sistema fabril se había difundido más rápida e intensamente, el tamaño medio de las fábricas a mediados del siglo XIX era de 171 trabajadores en Inglaterra, 102 en la región de Puebla (México), 77 en Francia, 98 en Estados Unidos y 86 en Cataluña. [75094] En 1841 el número medio de trabajadores de las fábricas algodoneras de Lancashire era de 193 sólo un 9 por 100 de las empresas empleaban a 500 o más trabajadores en ese año. [75095] Por esas fechas, el 14 por 100 de las empresas textiles alsacianas (integradas) empleaban a más de 600 trabajadores; sin embargo, en la zona de Lille (especializadas) ninguna empresa llegaba a esa cifra. [75096] En 1850, las doce fábricas textiles de Lowell, en Massachusetts, las mayores de Estados Unidos, empleaban casi 1.000 trabajadores de media, lo que contrasta con los 38 trabajadores que empleaban por término medio las 326 empresas textiles de Filadelfia, de las que sólo 33 superaban los 100 trabajadores. [75097] En la industria de construcción de maquinaria, las mayores empresas en Gran Bretaña y Alemania rondaban los 500 trabajadores. [75098] Sin embargo, en la industria cuchillero, donde las economías de escala eran escasamente importantes en este período, el tamaño medio de las empresas era muy reducido. [75099] En Sheffield, dependiendo del subsector, la media de trabajadores oscilaba entre 7 y 33. [75101] Los Whites de Sunderland (Reino Unido) en la primera mitad del siglo XIX [75102] Entre el decenio de 1780 y 1846, John White y sus hijos Andrew y Richard crearon uno de los grupos empresariales más importantes de Sunderland, que llegó a abarcar sectores como la fabricación de toneles, la extracción y distribución de carbón, la siderurgia, las construcciones mecánicas, la industria del vidrio, la comercialización de madera, el transporte marítimo y ferroviario, la banca y la explotación de muelles portuarios. [75103] La lógica de crecimiento de su negocio fue la integración vertical: [75104] la actividad inicial era la fabricación de toneles para los barcos y las fábricas de cerveza; [75105] desde ahí comenzaron a invertir en compañías navieras con el objeto de conseguir más pedidos, luego en minas de carbón que proporcionaban carga y combustible para su flota, después extendieron su actividad a la fabricación de vidrio (para aprovechar el carbón y sus contactos con los industriales cerveceros), la distribución del carbón y la madera y la siderurgia Más tarde se expendieron hacia las construcciones mecánicas y, en los años treinta, hacia el transporte ferroviario, la minería del carbón y la elaboración de coque, la banca y los muelles. [75106] Hasta la década de 1830 eses negocios eran propiedad exclusiva de los Whites (el carbón, el cobre, la fabricación de vidrio y la comercialización de madera), o bien eran explotados en sociedades mercantiles independientes en las que participaban otros socios. [75107] A partir de los años treinta, su entrada en la elaboración de coque, los ferrocarriles, los muelles y la banca, disparó las necesidades de capital fijo, que ya no podían ser satisfechas por una sola familia 0 por una sociedad colectiva. [75108] Así que los Whites se asociaron con otros amigos y conocidos, todos ellos pertenecientes a la elite de negocios de la ciudad, creando sociedades anónimas en las que tenían una participación minoritaria. [75109] Sin embargo, los Whites se aprovecharon de su condición de accionistas para dirigir esas sociedades anónimas en función de sus negocios privados. [75111] La quiebra se precipitó debido a la profunda interrelación de todos sus negocios (Ville, 1991). [75112] El caso de los Whites no es único, antes al contrario, se repite en todas las ciudades que experimentan un desarrollo industrial y comercial La pertenencia a una misma comunidad, con una serie de valores comunes, reforzó la confianza entre los agentes económicos y redujo los costes de transacción Ello se tradujo en un tejido empresarial compuesto por empresas especializadas, jurídicamente independientes. [75113] Sin embargo, lo que se formó fue una especie de «cuasi-integración vertical», donde las empresas establecían relaciones a largo plazo estables que les permitían conseguir algunas de las ventajas de la integración vertical sin soportar sus costes. [75114] Esas relaciones a largo plazo, además, se vieron cimentadas por el intercambio de participaciones accionariales y la existencia de accionistas y consejeros comunes. [75115] Para España, aunque para la segunda mitad del siglo XIX, véanse los casos de los grupos empresariales de Antonio López y Ramón de la Sota (Rodrigo, 1996; Torres, 1993). [75116] En Londres los bancos del West End se especializaron en servir a la aristocracia terrateniente, mientras que los bancos de la City servían a la comunidad mercantil. [75117] En la fabricación de maquinaria propulsora, la diversificación continuó, véase Heinrich (1997), pp. 19-20. [75118] Sobre las diferencias entre la producción en masa y la producción en lotes. [75119] COMPETENCIA CAPITALISTA Y CONCENTRACIÓN EMPRESARIAL (C. 1 870-C. 1940) (I): LA «PRIMERA RUPTURA INDUSTRIAL» EN ESTADOS UNIDOS, EUROPA Y JAPÓN [75121] Por un lado, las nuevas tecnologías del transporte y las comunicaciones acabaron de unificar los mercados nacionales y dieron paso a un mercado internacional cada vez más integrado. [75122] El tamaño del mercado se amplió, peto también aumentó sensiblemente la competencia entre las empresas por el reparto del mismo, lo que, entre otras cosas, modificó los sistemas de distribución y las técnicas de marketing empleadas. [75123] Por otro, la difusión de nuevas tecnologías en un amplio número de sectores generalizó la producción y la distribución en masa y su lógica, basada en las economías de escala y velocidad lo que supuso una auténtica «ruptura industrial» con los sistemas y las lógicas productivas vigentes hasta entonces. [75124] En algunos sectores productivos, la respuesta a un mercado más grande, una competencia más dura y una tecnología más productiva fue la gran empresa, producto de diferentes estrategias no excluyentes, la concentración horizontal, la integración vertical, la entrada en nuevos mercados o la diversificación de productos. [75125] Su generalización incrementó significativamente la concentración empresarial en todos los países industrializados, aunque con unos resultados diversos. [75126] La gran empresa, no obstante, no debe ser asociada exclusivamente con la producción en masa, ni ésta fue la única lógica productiva, o la más eficiente. [75127] La «especialización flexible», organizada mayoritariamente en pequeñas y medianas empresas agrupadas en distritos industriales, predominó en muchos sectores, tanto antiguas como modernos, y tanto por su contribución al empleo como al valor añadido industrial, tuvo una importancia igual o superior a la producción en masa. [75128] Todos estos cambios tuvieron lagar antes y con mayor intensidad en Europa, Estados Unidos y Japón, pero también se difunden progresivamente, aunque con una cronología muy desigual, por otras áreas geográficas. [75129] LOS CAMBIOS EN EL MERCADO Y EN LA TECNOLOGÍA DURANTE LA SECUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL [75131] Tras la formación de mercados nacionales unificados en cada país el siguiente paso fue la formación de un mercado internacional. [75132] La creciente utilización de las nuevas tecnologías en el transporte marítimo, junto con el propio proceso de crecimiento y especialización y las economías externas asociadas al mismo, se tradujo en un descenso de los fletes y los seguros marítimos. [75133] Como consecuencia, tuvo lugar una creciente convergencia de los precios a nivel internacional. [75134] La difusión del telégrafo reforzó los efectos sobre la unificación de los mercados iniciados por el ferrocarril y el buque a vapor. [75135] Las nuevas tecnologías de transporte y comunicación permitieron trasladar la competencia del mercado nacional al internacional. [75136] La intensificación de la competencia se tradujo en un descenso de los precios y en una reducción de los márgenes de beneficio de las empresas. [75137] La integración del mercado no sólo tuvo una dimensión espacial, sino también temporal: [75138] el ferrocarril y el telégrafo impulsaron la unificación horaria nacional en los diferentes países europeos hacia mediados del siglo XIX: [75139] en 1884 la Conferencia del Meridiano estableció un sistema horario homogéneo a partir de Greenwich como punto de referencia. [75141] Antes de la década de 1840 una carta de Gran Bretaña a la India tardaba entre 5 a 8 meses; [75142] el correo marítimo a vapor redujo ese tiempo a 6 semanas en 1865, completada la primera línea telegráfica, a días, y unos pocos años más tarde a horas. [75143] Tampoco hay que olvidar que la cantidad y velocidad de la correspondencia escrita aumentó gracias al empleo del ferrocarril y las líneas regulares de vapores. [75144] A mediados del siglo XIX una diligencia tardaba 2,5 días en hacer el trayecto Madrid-San Sebastián; en 1876 el tren correo tardaba 23,15 horas en recorrer el trayecto Madrid-Hendaya. [75145] También disminuyó su precio. [75146] Los resultados de la difusión del telégrafo en el mundo de los negocios fueron, al menos a primera vista, paradójicos. [75147] Por un lado, el telégrafo favoreció la integración de los mercados nacionales e internacionales al reducir las disparidades de precios a nivel espacial crear economías externas de información y reducir los costes de transacción, todo lo cual estimuló la competencia. [75148] Pero, al mismo tiempo, la comunicación telegráfica aumentó la escala media de operaciones de las empresas, facilitó el control de la información en manos de unas pocas empresas e incentivó la concentración espacial de la industria en aquellos centros mejor comunicados. [75149] Entre finales de la década de 1840 y 1875 surgieron en Estados Unidos tres instituciones que redujeron los costes de información y transacción, todas ellas dependientes del telégrafo: las bolsas de mercancías y los mercados de futuros, la emergencia de un mercado de valores nacional y los servicios de información comercial y financiera ofertados por la prensa y el telégrafo. [75151] Entre 1845 y 1871 aparecieron en Norteamérica varias bolsas de mercancías especializadas. [75152] En el comercio de cereales norteamericano, el mercado de futuros se generalizó en la década de 1850. [75153] El viejo sistema de pago por adelantado de mercancías sobre muestras expuestas en los mercados contratos en consignación dejó paso a la contratación continua de mercancías en cantidades y calidades estandarizadas a entregar hasta en el plazo de un año -contratos de entrega futura-. [75154] En el mercado de algodón de Nueva York, la contratación on spot fue sustituida por un mercado de futuros desde 1870. [75155] Los nuevos procedimientos de negociación acortaron los tiempos de tránsito de las mercancías, sustituyeron la contratación a gran escala durante ciertas épocas del año por una contratación más regular -y a un precio más estable- y redujeron el volumen de crédito empleado en la distribución de mercancías. [75156] En el comercio del algodón (materia prima y productos acabados), muchos pequeños intermediarios especializados (agentes, brokers, consignatarios) fueron suprimidos, siendo sus funciones integradas por empresas comerciales de mayor tamaño que compraban directamente a los propietarios de las plantaciones y vendía,, directamente a las fábricas textiles. [75157] En 1921 veintidós empresas concentraban el 60 por 100 de la cosecha de algodón de Estados Unidos. [75158] La eliminación de intermediarios -y sus comisiones- .disminuyó los costes de distribución: [75159] para el algodón enviado desde Mobile a Liverpool, los costes se redujeron en un 60 por 100 entre 1836 y la década de 1880; [75161] Fenómenos similares ocurrieron en la comercialización de la carne, el tabaco y productos alimenticios importados en Estados Unidos como el azúcar y el cacao. [75162] En la comercialización de hoja de lata desaparecieron los intermediarios especializados, siendo sustituidos por agentes a comisión que conectaban fabricantes y consumidores. [75163] En Gran Bretaña, grandes mayoristas especializados o bien brokers pasan a controlar el comercio de cereales, la carne, el té, el azúcar, o de productos más novedosos como el petróleo, el caucho, el café o el plátano. [75164] Por el contrario, en mercados como el latinoamericano o el asiático, el viejo sistema de comerciantes, agentes y brokers continuó funcionando. [75165] La generalización de los mercados de futuros sólo fue posible gracias a una mejor y más rápida información entre las partes. [75166] En este sentido, el telégrafo aceleró sensiblemente la velocidad en la transmisión de información escrita, puesto que rápidamente surgieron empresas dedicadas a ofrecer servicios de información comercial y general a los periódicos, bolsas y otras instituciones económicas y/o financieras, como la norteamericana New York Associated Press ( 1848, luego Associated Press) o la británica Continental Telegraph de J. Reuter (luego Reutert's Telegram Company). [75167] El comercio se convirtió rápidamente en uno de los clientes principales del telégrafo. [75168] En un país relativamente atrasado como España, en 1875 los telegramas comerciales y de Bolsa representaban ya el 48 por 100 del total. [75169] Otra consecuencia de la mejora en las comunicaciones fue la reducción de stocks en manos de industriales y comerciantes (al final de las guerras napoleónicas los stocks de algodón representaban la mitad de las importaciones anuales de este producto en Gran Bretaña; [75171] No todos los sectores, sin embargo, hicieron un uso intensivo del telégrafo. [75172] La siderurgia norteamericana continuó operando con grandes stocks. [75173] Por el contrario, el telégrafo revolucionó la industria cárnica -fresco y conservas- y la distribución de frutas y verduras en Estados Unidos. [75174] La drástica disminución de los costes de información, transacción y transporte gracias a la mejora de los transportes y las culminaciones mejoró el funcionamiento de los mercados pero al mismo tiempo permitió el crecimiento del tamaño de muchas empresas. [75175] La posibilidad de acceder a un mercado de dimensiones cada vez más amplias fue un estímulo para la introducción de nuevas técnicas de producción, sujetas a mayores economías de escala. [75176] En el comercio del algodón, el resultado final de la eliminación de intermediarios fue la centralización del negocio en manos de unas pocas empresas especializadas. [75177] Las grandes firmas norteamericanas comenzaron a sustituir a las tradicionales agencias de compras en los estados algodoneros y a las agencias de ventas en Europa, abriendo sucursales en las plazas comerciales más importantes. [75178] Algunas empresas manufactureras británicas abrieron sus propias agencias de compra-venta en Estados Unidos, no como una estrategia de crecimiento, sino ante el desmoronamiento de la red tradicional de distribución. [75179] Por otro lado, el elevado coste de la comunicación telegráfica, especialmente en sus primeros años de funcionamiento, hizo que sólo las mayores empresas pudieran emplearla, las restantes continuaron recurriendo durante todo el siglo XIX a la correspondencia tradicional como medio de intercambiar información. [75181] El telégrafo también reforzó procesos de concentración espacial en la industria y las finanzas, Las grandes ciudades norteamericanas, con un mejor acceso a las líneas telegráficas, se convirtieron en los lugares de localización de muchas nuevas empresas. [75182] La difusión del telégrafo reforzó la hegemonía de la City londinense en el comercio, las finanzas y el transporte marítimo internacional. [75183] También convirtió a Nueva York en el principal mercado de valores en Estados Unidos. [75184] EL SURGIMIENTO DE LA DISTRIBUCIÓN A GRAN ESCALA Y LA «REVOLUCIÓN» EN EL COMERCIO AL POR MENOR [75185] Para la década de 1870, la gran mayoría de los comerciantes a comisión en Estados Unidos, no sólo en las materias primas (cereal, algodón...) sino también en los bienes de consumo masivo tradicionales (tejidos y confección, calzado, artículos de ferretería, comestibles), se habían transformado en mayoristas (eran propietarios de las mercancías), creando redes de compra que negociaban directamente con los fabricantes y estableciendo extensas organizaciones comerciales con el fin de vender a los almacenes generales y a los minoristas especializados. [75186] Su volumen de negocio era mucho mayor que el de los grandes intermediarios (N. [75187] Trotter en 1840 facturaba 250.000 dólares anuales con 5 empleados; A. T. Stewart en 187û facturaba 50 millones de dólares anuales, con 2.O00 empleados). [75188] Una evolución similar se observa en Gran Bretaña y, con más lentitud, en Alemania, En Japón, el escaso desarrollo del mercado propició la creación de grandes empresas comerciales que distribuyen los productos a las industrias y abren mercados exteriores. [75189] Para dirigir este volumen comercial sin precedentes, las nuevas empresas tuvieron que crear organizaciones administrativas. [75191] La fuerza de ventas de la gran empresa mayorista fue fundamental para su éxito. [75192] Los vendedores-viajantes de comercio-eran la principal arma competitiva de la empresa y su fuente básica de información comercial (mercados, cambios en la demanda, solidez financiera de los clientes...). [75193] Normalmente un jefe de ventas de la oficina central y el personal a su cargo controlaban, evaluaban y dirigían a los viajantes. [75194] Si la empresa era muy grande existían jefes de ventas para las distintas regiones. [75195] La otra gran arma de la empresa era su organización de compras, que constaba de una red de oficinas de compra y de una fuerza de trabajo, los compradores, adscritos a la oficina central. [75196] Cada comprador y sus ayudantes se ocupaban de una línea principal de productos. [75197] Estaban organizados en departamentos con gran autonomía, a la cabeza de los cuales había un jefe que recibía una comisión sobre los beneficios de su departamento. [75198] Los compradores tenían también la responsabilidad de crear marcas propias. [75199] Existía también un departamento de transporte, otro de cobro y crédito (esto último vital) y otro de contabilidad. [75201] Estas nuevas empresas posibilitaron, a su vez, el aumento de la velocidad y la reducción de los costes de distribución de las mercancías en Estados Unidos. [75202] Mientras que los ferrocarriles y el telégrafo coordinaban el flujo de productos desde las estaciones de trenes y de las compañías de transporte rápido de un centro comercial a otro, los nuevos distribuidores a gran escala se ocupaban de los miles de transacciones requeridas para trasladar directamente un alto volumen de flujo de productos desde miles de fabricantes hasta cientos de miles de consumidores». [75203] La organización interna de un gran almacén sólo difería de la de un gran mayorista en sus actividades de venta. [75204] Los compradores desempeñaban un papel central: [75205] fijaban los precios, cantidades y especificaciones de los productos con los que trataban y supervisaban directamente al personal que los vendía en el almacén, arreglaban los escaparates y supervisaban la redacción de los textos de publicidad. [75206] Otras divisiones operativas se encargaban de conservar el edificio, supervisar a empleados no relacionados con la venta -como jefes de sección y porteros-, enviar las compras a las casas de los clientes, diseñar la publicidad y llevar la contabilidad. [75207] El poder de los jefes de departamento (compradores) fue muy elevado. [75208] En algunos casos, el gran almacén optó por arrendar algunos de los departamentos más nuevos a empresas independientes. [75209] La distribución a gran escala fue posible a partir de la centralización de operaciones en una gran empresa moderna. [75211] Las economías de escala y de distribución no se basaban en el tamaño sino en la rapidez. [75212] Fue esa rapidez la que permitió lanzar lemas del tipo «si no queda satisfecho le devolvemos su dinero» o «si lo encuentra mas barato le reembolsamos la diferencia», ya que dada una alta velocidad de reposición, los costes de atender a la devolución, más poner el producto otra vez a la venta, quedaban recuperados por el beneficio, primero, de asegurar la clientela y, segando y muy especialmente, por la confianza de los consumidores que ganaba el almacén. [75213] Éstos entraban en el gran almacén con la certeza de que no tendrían que demostrar nada para que se les devolviera su dinero si al llegar a casa no se sentían satisfechos con la compra. [75214] La velocidad de reposición fue la ventaja del gran almacén frente al pequeño comercio. [75215] Este último se mantenía bajo divisas tales como «all goods worth price charged», basados más en asegurarse una clientela conocida que en satisfacer al consumidor anónimo. [75216] La «clientela anónima. fue explotada por el gran almacén en función de la velocidad de reposición con que se contaba. [75217] Si la velocidad era baja sólo se devolvía el dinero en forma de vales para comprar otro producto de nuevo en el almacén, si era media se eliminaban los vales, pero se limitaba el tiempo durante el que se tenía derecho a la devolución (normalmente una semana); [75218] ahora bien, si la velocidad era alta (un producto era retirado del estante más de una vez por semana), entonces se podía devolver el dinero incluso con meses de diferencia o hasta el fin de la temporada si eran productos ligados a la moda. [75219] Con el tiempo se desarrollaron fórmulas para identificar a la «clientela anónima», como fueron las cartillas de puntos y las tarjetas de clientes, estas últimas en la actualidad también sirven como fórmulas de crédito instantáneo. [75221] Una tendencia similar se observa en Gran Bretaña, sobre todo en el periodo de entreguerras, y en Alemania. [75222] Las razones fueron varias: [75223] por un lado, en muchos sectores industriales las empresas manufactureras integraron la distribución de sus productos, vendiendo directamente a los minoristas o incluso al consumidor; en otros, la creación de carteles puso en manos de los industriales el control de la distribución y los precios; por otro, el minorista a gran escala apareció en Estados Unidos y Europa en las décadas de 1870 y 1880 y sustituyó al mayorista a gran escala en cuanto pudieron aprovechar un mercado tan grande como el que servían estos últimos. [75224] En particular, cabe destacar tres tipos de minoristas a gran escala, el gran almacén, las empresas de venta por correo y las cadenas de tiendas. [75225] El gran almacén surgió cuando un establecimiento que vendía al por menor tejidos o prendas de vestir incorporó nuevas líneas de productos como muebles, joyas y cristalería. [75226] En las décadas de 1860 y 1870 apareció en París, Londres y las mayores ciudades norteamericanas, en la de 1880 en Alemania y en la de 1890 en Dinamarca, Holanda, Bélgica, Suecia, Suiza y Japón. [75227] Para 1914 estos grandes almacenes, simbolizados por grandes edificios de varias plantas, estaban presentes en la mayoría de las capitales europeas, con la excepción de Madrid y Roma. [75228] En todos los países estuvieron dirigidos a satisfacer el consumo de las clases medias y altas, En Estados Unidos, desarrollaron una estrategia basada en un gran volumen de negocios y una rápida rotación de existencias mediante la venta a precios moderados y con márgenes reducidos, haciendo un uso intensivo de la publicidad. [75229] Los japoneses adoptaron los métodos norteamericanos, aunque su demanda también se dirigió a las clases medias y altas, sélo a partir de la Primera Guerra Mundial ampliaron la base social de su clientela. [75231] Su desarrollo se vio frenado en los difíciles años treinta, pero tras la Segunda Guerra Mundial experimentarán un nuevo crecimiento. [75232] Casi todos ellos operan una cadena de tiendas. [75233] Una variante en Japón fue el gran almacén situado en las terminales de las estaciones de ferrocarriles, propiedad de las compañías ferroviarias. [75234] La estrategia de la empresa de ventas por corroo se basó en un gran volumen de ventas a precios muy reducidos. [75235] Surgió en Estados Unidos con el objeto de cubrir el enorme mercado que suponía la Norteamérica rural. [75236] La empresa más importante, y la que marcó la pauta organizativa para las siguientes, fue Sears, Roebuck & Co. [75237] Surge en 1887 y a partir de entonces tiene un crecimiento espectacular: [75238] de unas ventas de 138 mil dólares en 1891 pasó a 10,6 millones en 1900 y a 61,3 en 1910. [75239] En 1899 tenía ya 24 departamentos de productos, a cuya cabeza hay un jefe con total autonomía. [75241] introdujo un sistema de tubos neumáticos y de programación para servir una corriente continua de pedidos desde los diferentes departamentos; [75242] cada uno de ellos tenía 15 minutos para remitir los artículos enumerados en un pedido específico, si no aparecían, el pedido se expedía sin ellos, éstos se enviaban por corroo urgente con los portes pagados y se cobraban al departamento afectado los costes extras por envío urgente y se le imponía una multa. [75243] El nuevo sistema permitió servir más de 100.000 pedidos al día. [75244] Sears desarrollé relaciones verticales con los fabricantes de sus productos. generalmente adquiriendo una participación accionarial en la empresa proveedora, y en el decenio de 1920 comenzó a abrir sus propias tiendas. [75245] En Europa las empresas de venta por correo aparecieron en la segunda mitad del XIX, pero no adquirieron importancia hasta los años de entreguerras. [75246] La cadena de tiendas comienza a adquirir importancia en Estados Unidos a partir de la primera década del siglo XX, en una serie de productos específicos como la alimentación, los medicamentos y los muebles. [75247] En algunas grandes ciudades europeas aparecieron en las décadas de 1860 y 1870, pero salvo en el Reino Unido su desarrollo fue lento. [75248] Entre 1890 y 1914 este método conoció una fuerte expansión en Alemania y Francia, apareció en Bélgica, Holanda, Suecia, Austria y Suiza, y continuó ganando una parte creciente del comercio minorista total en Gran Bretaña. [75249] En 1914 este país tenia unas 22.000 tiendas pertenecientes a estas empresas, por 12.000 Francia y unas 14.000 en Alemania. [75251] Las mayores empresas europeas antes de la Primera Guerra Mundial eran Kaisers Kaffeegeschäft (Alemania), Eastman y James Nelson & Sons (Reino Unido), cada una de las tres con más de 1.000 tiendas; y la Home & Colonial Tea Co., Maypole Dairy Co. y Lipton Ltd. (Reino Unido), Les Docks Rémois y Les Comptoirs Français (Francia), cada una con 500 tiendas o más. [75252] En Estados Unidos, la más importante era la Great Atlantic and Pacific Tea Co.,xxx, con 650 tiendas en 1914 (aunque su verdadera explosión tuvo lugar a partir de entonces, superando las 15.000 tiendas en 1927). [75253] En Japón comienzan a aparecer en los años veinte. [75254] Su estrategia se basa en aprovechar economías de escala en la compra y de velocidad en la venta, precios bajes y publicidad. [75255] Algunas de ellas se integraron hacia atrás, como xxx (industria alimenticia), Lipton (plantaciones de té), Boots (industria farmacéutica) o Burton y D. H. Evans (confección). [75256] Otras fueron el resultado de la integración hacia adelante de empresas productoras, como la francesa Casino, con más de 200 tiendes en 1914. [75257] Una variedad sobre las cadenas de tiendas especializadas fueron las cadenas de tiendas que vendían una amplia gama de productos, los bazares. [75258] Algunas de ellas aparecieron en Estados Unidos y Gran Bretaña antes de la Primera Guerra Mundial: [75259] Woolworth poseía en 1909 318 tiendas en Estados Unidos; Marks & Spencer tenía más de 100 tiendas funcionando en 1914 en Gran Bretaña 27 No obstante, su expansión tuvo lugar en los «felices veinte» en Estados Unidos y Europa occidental La mayoría de ellas estaban patrocinadas por grandes almacenes y empresas de venta por corroo y pusieron en práctica una política de venta de todos sus productos al mismo precio o, como mucho, dos precios, imitando el modelo norteamericano. [75261] Pero en los años treinta, con la excepción de Suecia y el Reino Unido, sufrieron la oposición de la mayor parte de los Gobiernos, y su crecimiento se detuvo (tras la Segunda Guerra Mundial esa legislación se abolió y volvieron a experimentar un fuerte crecimiento, abandonando la política de un solo precio). [75262] La última modalidad de gran empresa es la cooperativa de consumidores, que experimentó un sensible crecimiento en las tres primeras décadas del siglo XX, especialmente en los países escandinavos, donde se convirtieron en la alternativa más importante al pequeño minorista. [75263] En 1960 las cooperativas de consumo representaban el 6 por 100 de las ventas del comercio minorista en Europa occidental, pero rondaban el 10 por 100 en el Reino Unido, Suiza, Dinamarca, Suecia y Noruega, y sobrepasaban el 30 por 100 en Finlandia e Islandia. [75264] En Gran Bretaña, el movimiento cooperativo, integrado por trabajadores, dio lugar a las primeras empresas de gran tamaño en el comercio al por menor durante la segunda mitad del siglo XIX, con una organización similar a la de las cadenas de tiendas. [75265] Las cooperativas de consumo se agruparon en cooperativas de mayoristas, que a su vez integraron verticalmente la producción de algunos bienes como jabón, galletas o dulces. [75266] Estas cooperativas fueron el objeto de las primeras criticas por parte de los pequeños minoristas independientes. [75267] En el periodo de entreguerras el número e importancia de las cooperativas de consumo creció, en particular en los alimentos básicos sin marca, como el pan, el azúcar o la leche. [75268] Por debajo de esas grandes empresas encontramos los minoristas independientes que, en Europa al menos, concentraban la mayor parte del comercio minorista. [75269] Existen varios tipos: el vendedor ambulante, o con un puesto en un mercado: el pequeño comerciante, dedicado en exclusiva a su negocio y que a veces tiene un empleado a sueldo, y el mediano comerciante, que emplea varios empleados-muy raramente más de diez-y a veces explota más de un establecimiento. [75271] Pero es el tercero el que constituye la columna vertebral del comercio minorista en países tan distintos como España y Grecia por un lado, o el Reino Unido y Suecia por otro. [75272] Como reacción a la competencia de los grandes comerciantes, algunos pequeños reaccionaron organizando grupos de compra al por mayor (a iniciativa propia) o cadenas mayoristas (por iniciativa del mayorista), tanto en Europa como en Japón. [75273] En Estados Unidos los minoristas protestaron contra los grandes almacenes y las empresas de venta por correo y aunque consiguieron algún respaldo legal, éste no fue demasiado efectivo. [75274] En Japón, por el contrario, su mejor organización les permitió conseguir alguna protección por parte del Gobierno. [75275] Sin duda, los cambios en el comercio al por menor no pueden ser adecuadamente comprendidos sin tener en cuenta al menos tres consideraciones. [75276] La primera, el crecimiento de la demanda tanto de las clases trabajadoras, cuyo nivel de vida mejorará sustancialmente durante este período, como de las clases medias urbanas, las principales consumidoras de los grandes almacenes europeos. [75277] La segunda, el progreso de la urbanización, acelerado por la difusión de sistemas de transporte público urbano. [75278] Y la tercera, los cambios en la tecnología del transporte y la producción, que permitieron poner a disposición de un número creciente de consumidores una gama cada vez más amplia de productos a precios más bajos. [75279] Las mejoras en el transporte, por un lado, al integrar el mercado, abarataron el consumo de productos como la carne y los cereales, y permitieron difundir el consumo de otros, como las naranjas y los plátanos en Europa septentrional, por ejemplo. [75281] No obstante, conviene advertir que algunos de los bienes vendidos en los grandes almacenes se obtenían a través de la combinación de nuevas tecnologías, como la máquina de coser, con un sistema de trabajo a domicilio ( sweating system) con condiciones de trabajo peores que las imperantes durante la Revolución industrial. [75282] Los juguetes, el calzado y los muebles de pacotilla, los paraguas baratos, muchas prendas de vestir y la ropa interior, entre otros productos, eran elaborados por obreros en sus domicilios o en pequeños talleres en jornadas de trabajo de 11 a 14 horas, sin descanso semanal. [75283] Pocos londinenses eran conscientes al acudir a los elegantes comercios de Regent Street o los grandes almacenes de Selfridges en Oxford Street que machos de los productos eran elaborados por mujeres y niños en Whitechapel. [75284] En este último caso, las comisiones, que representaban un 13 por 100 del coste total en 1840, pasaron a representar menos del 1 por 100 en 1897. [75285] Los grandes almacenes por excelencia en España, Galenas Preciados y E1 corte Inglés, comienzan su andadura en los años treinta, pero su verdadero crecimiento tendrá lugar después de la guerra civil, véase cuartas ( 1992) Antes de ellos existían algunos almacenes de menor escala y con unas técnicas de venta propias de los pequeños minoristas en Barcelona Madrid y Oviedo. [75286] Fuera de la distribución, las cooperativas tuvieron un papel importante en Dinamarca. [75287] En el sector agroalimentario, las cooperativas dirigieron la reconversión de la agricultura danesa en el decenio de 1880 (motivada por la entrada de cereales americanos en el mercado europeo) hacia la cría de ganado y la elaboración de productos derivados: carne, bacon, leche, mantequilla y otros productos. [75288] Una década más tarde controlaban la distribución y transformación de los productos agrícolas, el comercio al por menor y el crédito agrario. [75289] En las primeras décadas del siglo XX también se encargaban de la compra y distribución de fertilizantes y maquinaria a los campesinos. [75291] Todo ello fue satisfecho por una red de pequeñas empresas que empleaban trabajo muy cualificado. [75292] En 1960 controlaban el 70 por 100 del comercio minorista en Europa occidental. [75293] COMPETENCIA CAPITALISTA Y CONCENTRACIÓN EMPRESARIAL (C. 1 870-C. 1940) (II): LA EMERGENCIA DEL CAPITALISMO GERENCIAL [75294] La gran empresa, la formación de carteles, trusts y otras combinaciones y el incremento resultante de la concentración empresarial fueron algunas de las respuestas a la lucha cada vez más intensa por el mercado que se desata desde 1870 en adelante, pero también dieron lugar a problemas nuevos, para las propias empresas y para la sociedad en general. [75295] La intervención del Estado en la economía, que hasta entonces se había limitado a la provisión de lo que los economistas llaman bienes públicos «puros», se intensificó en este período, en particular después de la Primera Guerra Mundial, una vez comprobado el éxito de la cooperación industrial y la planificación económica durante la guerra. [75296] Un concepto similar, el de «racionalización», se extendió por la industria europea, norteamericana y japonesa en el período de entreguerras, tanto en lo que respecta a la regulación de la producción como a la organización del trabajo. [75297] En este caso, los principios de la dirección científica de E Taylor y el sistema de producción en cadena de H. Ford, aplicados antes de la Gran Guerra, transformaron la naturaleza del trabajo. [75298] En el período de entreguerras se extendieron a la mayor parte de los sectores productivos, desde la industria automovilística a los grandes almacenes, desbordando el ámbito de la empresa para influir sobre las artes plásticas, el cine y la literatura. [75299] No es extraño, por tanto, que durante este período tuviera lugar un profundo cambio en el mundo de los negocios. [75301] se amplió el número de departamentos y unidades operativas aparecieron nuevas técnicas e instrumentos de gestión, todo lo cual requirió de más empleados administrativos y de directivos profesionales. [75302] El recurso cada vez más generalizado a la sociedad anónima y a los mercados de valores para obtener financiación amplió el número de propietarios, pero también contribuyó a separar la propiedad de la dirección, aunque todavía en muchas grandes empresas, y en la mayoría de las pequeñas, un número reducido de familias mantenían un control significativo, sobre la propiedad y la alta dirección. [75303] Todos esos fenómenos, evidentemente, se produjeron antes y con mayor intensidad en las grandes empresas. [75304] No obstante, comenzó a extenderse entre todos los empresarios la opinión de que era necesario prestar una mayor atención a la dirección de sus empresas y de profesionalizar la gestión de las mismas, independientemente de si la gerencia seguía estando desempeñada por los propietarios o no. [75305] LA EMPRESA Y LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO [75306] La intervención gubernamental en este período tiene, en lo que respecta al mercado, al menos una doble vertiente. [75307] Por un lado, los Estados intentaron aumentar las dimensiones del mercado exterior para sus empresas a través de la expansión colonial. [75308] Por otro, protegieron el mercado interno mediante aranceles (con la excepción de Gran Bretaña y pequeños países) y regularon de uno u otro modo la competencia dentro del mismo, combatiendo a la gran empresa 0 promoviéndola. [75309] Otras áreas donde la intervención del Estado afectó a la actividad empresarial fueron la regulación del mercado de capitales y de los derechos de propiedad sobre la innovación (patentes y licencias), y la educación. [75311] El enfrentamiento entre patronales y sindicatos, productores y consumidores, grandes empresas contra pequeños empresarios, con el Estado como árbitro, es el telón de fondo de la gran mayoría de las disposiciones legislativas. [75312] En este apartado nos vamos a centrar en tres aspectos. [75313] Los dos primeros hacen referencia sobre todo a la relación del Estado con las grandes empresas: la política industrial y la regulación del mercado de capitales. [75314] El tercero se refiere al papel del Estado en la protección de las actividades innovadoras. [75315] La intervención del Estado en las relaciones laborales y la educación se examinará en los epígrafes siguientes. [75316] También en este período surge un sector público empresarial en algunos países europeos, a partir de la nacionalización de algunas industrias o servicios considerados de carácter estratégico -como la industria de armamentos- o de interés público -como los ferrocarriles-, pero sus características e implicaciones se examinarán en el tema siguiente (véase apartado 8.4). [75317] LA POLÍTICA INDUSTRIAL Y LA REGULACIÓN (O NO) DE LA COMPETENCIA [75318] Estados Unidos fue el país donde los fenómenos de la gran empresa y la concentración industrial alcanzaron su mayor extensión Y también donde la intervención del Estado se produjo antes y de manera más decidida. [75319] Existió una opinión pública mayoritaria y abiertamente hostil a la gran empresa, considerada como una amenaza a la iniciativa individual y a la libertad política, valores típicamente republicanos, que demandó la intervención del Gobierno (véase recuadro 7.1). [75321] En Estados Unidos cada estado regulaba la inscripción de las empresas y tenía potestad jurídica para vigilar y sancionar violaciones a la competencia que se produjeran dentro de su territorio. [75322] No obstante, la ausencia de una legislación uniforme se tradujo en una rivalidad entre los diferentes estados para atraer a las empresas. [75323] La única base jurídica para la intervención del Gobierno federal residía en las prohibiciones, emanadas del derecho común, contra los contratos y combinaciones que restringieran el comercio o intentaran monopolizarlo. [75324] De ahí que su capacidad fuera mucho más efectiva para vigilar las actuaciones concertadas de varias empresas independientes que de empresas únicas. [75325] La protesta creciente contra el elevado número de combinaciones horizontales que estaban teniendo lugar en la industria norteamericana condujo al Gobierno federal a promulgar en 1890 la Ley Sherman. [75326] Sobre la base del derecho común, la ley declaró ilegales los trusts y cualesquiera otras asociaciones que atentaran contra el libre comercio, facultando a la Fiscalía federal y a los particulares afectados para llevar a los infractores a los tribunales de justicia. [75327] La ambigüedad de la ley y su aplicación última por los tribunales dio lugar a un gran número de litigios. [75328] Paradójicamente, las leyes anti-monopolio no hicieron sino reforzar la importancia de la gran empresa en Estados Unidos. [75329] En los primeros años que siguieron a su promulgación las empresas recurrieron a la fusión legal, empleando la estructura holding, permitida por numerosos Estados. [75331] El descontento de la opinión pública elevó a un primer plano la actuación del Gobierno ante la gran empresa y los monopolios. [75332] El Gobierno federal intensificó su actuación sobre los monopolios concediendo más presupuesto y personal al fiscal general y creando un departamento de investigación, Finalmente, el Tribunal Supremo arbitró en 1911 una rule of reason por la cual la Ley Sherman se podía aplicar a los actos, acuerdos, contratos o combinaciones que por su naturaleza o por el propósito de sus actos restringieran la competencia. [75333] Por el contrario, aquellos que fuesen destinados a aumentar la eficiencia económica y no atentaran contra el interés público serían permitidos. [75334] Entre los primeros se encontraban holdings como la Standard Oil o la Ameritan Tobacco, que fueron obligadas a separarse en compañías independientes. [75335] Salvando esos casos, esta interpretación también reforzó la posición de la gran empresa, por tres razones: forzó a machas compañías con una estructura similar a las anteriores a integrarse más efectivamente; persiguió los acuerdos entre empresas y distribuidores y/o clientes, un arma que las pequeñas empresas solían emplear contra las grandes; por último, al basar la demanda judicial en el testimonio de los competidores, el Gobierno no siempre podía vigilar la actuación de las grandes empresas, puesto que algunas de ellas mantuvieron una política de precios altos que encantó al resto de competidores. [75336] En resumen, la política anti-trust llevada a cabo por los estados y el Gobierno federal combatió el monopolio y las prácticas colusivas en los mercados, pero al mismo tiempo tuvo como resultado la formación de grandes empresas y oligopolios en muchos sectores industriales (otro resultado fue el crecimiento de la demanda de abogados y servicios de asesoría jurídica, tanto en las grandes como en las pequeñas empresas) . [75337] La experiencia de cooperación industrial durante la Gran Guerra suavizó las opiniones contrarias a los carteles y otros acuerdos, pero las líneas maestras de la política anti- trust no se modificaron. [75338] Durante el período de entreguerras la intervención del Estado continuó centrándose en los carteles y acuerdos de precios entre las pequeñas empresas. [75339] La estructura de mercado de la industria norteamericana no se vio, por lo tanto, alterada: competencia clásica en los sectores donde predominaba la pequeña empresa y oligopolio donde lo hacía la grande. [75341] Por otro lado, la experiencia de planeación industrial durante la Gran Guerra en Gran Bretaña y la Europa continental, incrementó la cooperación entre los empresarios y entre éstos y el Gobierno y contribuyó a reforzar una opinión favorable hacia la colaboración y la racionalización en la industria en las siguientes décadas. [75342] En Gran Bretaña ni el Estado ni los tribunales de justicia intervinieron en un sentido o en otro. [75343] El Gobierno creó un Comité de Investigación sobre los trusts en 1918, pero sus conclusiones indicaban la necesidad de la organización a gran escala para hacer frente a la competencia norteamericana y alemana, y de cooperación entre los industriales para facilitar la estandarización y la planificación de la producción (algo que había sido iniciado por el Ministerio de Armamento durante la guerra). [75344] La no intervención del Estado favoreció una especie de «autorregulación» entre los empresarios, quienes optaron por diversas formas de combinación horizontal o vertical como carteles y acuerdos de precios entre productores y distribuidores. [75345] Como consecuencia, no tuvo lugar la integración vertical entre producción y distribución que se produjo en muchas industrias norteamericanas, ni tampoco unas fusiones tan completas como las ocurridas en Estados Unidos. [75346] En la Europa continental y Japón los Estados no se opusieron a los carteles y otras formas de combinación. [75347] En Alemania, donde tanto los economistas como la opinión pública eran claramente favorable a los carteles, los tribunales confirmaron su legalidad y su contribución al bien público al regular la competencia, lo que fue plasmado tanto en el Código Civil de 1896 como en una sentencia del Tribunal Supremo un año más tarde. [75348] En 1923 se promulgó una ley de carteles, que entre sus disposiciones creaba una corte específica para juzgar las posibles demandas contra estas asociaciones, pero la actuación judicial no restringió ni su poder ni su extensión en este periodo. [75349] El poder de los carteles se incrementó durante el Gobierno nazi, que los utilizó como un instrumento de control de la industria. [75351] En todos los países la cartelización se incrementó durante el período de entreguerras (véase apartado 6.2.1). [75352] En Japón no existieron obstáculos para la formación de carteles, aunque su efectividad antes de los años treinta fue bastante limitada. [75353] Desde 1930 el Gobierno estimuló su creación y, a través de la Oficina de Racionalización Industrial, obligó a las empresas a cumplir sus acuerdos. [75354] Como estaba sucediendo también en Alemania, los carteles fueron un instrumento cada vez más subordinado al Gobierno, que los utilizó en su programa de militarización de la economía. [75355] Las primeras medidas contra los carteles y demás acuerdos colusorios se empiezan a adoptar en todos estos países tras la Segunda Guerra Mundial, siguiendo el ejemplo de la legislación norteamericana. [75356] La «opinión pública» ante la gran empresa y la banca en Gran Bretaña, Estados Unidos y Alemania a comienzos del siglo XX [75357] La gran empresa suscitó juicios muy diversos desde su aparición a finales del siglo XIX entre los economistas y los medios de comunicación, desde aquellos para quienes suponía una amenaza a la libre competencia e incluso al poder del Estado, a los que defendían su superior eficiencia respecto a las pequeñas. [75358] En Gran Bretaña, ni los economistas ni la prensa, que popularizaba la visión de éstos, consideraron que la gran empresa podía ser una amenaza al progreso económico, ni mucho menos al poder del Estado. [75359] Inicial mente se consideró a ésta como una subversión del orden económico «natural», aunque revistas como The Economist asumieron que, en ciertos sectores podía haber excepciones. [75361] Para los pensadores radicales y socialistas, como por ejemplo S. y B. Webb, la creciente concentración de las empresas facilitaría su expropiación por el Estado, pero, consideraban poco probable que una sola empresa pudiera acabar dominando una industria 0 un sector. [75362] Conforme el fenómeno de la gran empresa se consolidó, la prensa y los economistas defendieron un cierto papel regulador del Estado, pero sobre todo hicieron hincapié en la propia autorregulación de los empresarios (Freyer, 1992). [75363] Tras la Primera Guerra Mundial, creció el apoyo a la gran empresa como un medio de hacer frente a la competencia de Alemania y Estados Unidos (Hannah, 1983, caps. 3 y 4). [75364] La opinión de los economistas en Estados Unidos estuvo divida entre los alineados con Marshall y la corriente neoclásica y los llamados «corporatistas», cercanos a la Escuela Histórica alemana, críticos con los efectos de la libre competencia. [75365] Sin embargo, la hostilidad a la gran empresa fue mucho más fuerte entre la prensa, la opinión pública y una parte significativa de los políticos. [75366] La gran empresa suponía una amenaza no sólo a la iniciativa individual, representada por el pequeño empresario, sino también al principio de igualdad de oportunidades y a los propios fundamentos del Estado y el sistema político norteamericano. [75367] Consumidores, pequeños empresarios, agricultores y una parte de los trabajadores se alineaban en torno a esta postura, solicitando una intervención directa y decidida del Estado. [75368] Entre los defensores de la gran empresa se encontraban, por supuesto, los grandes empresarios, pero también una parte de los trabajadores y algunos pensadores socialistas (Keller, 1980, 174-75; Freyer, 1992; Blackford, 1995; Perelman, 1997, 87-105). [75369] Uno de los sectores más criticados en Estados Unidos tare la banca. [75371] Sus herramientas son los bancos asociados, compañías financieras y compañías de seguros. [75372] Compañías ferroviarias, compañías de servicios y compañías industriales son sus súbditos. [75373] En puridad meros intermediarios, estos banqueros se comportan como los dueños y señores de los negocios de América, hasta el punto de que prácticamente ninguna gran empresa puede ser acometida con éxito sin su participación o consentimiento». [75374] A través de su presencia en numerosos consejos de administración, el «trust del dinero», como denominaba Brandeis a la gran banca, dominó la industria. [75375] Apenas tres años antes, R. Hilferding había apuntado algo parecido para Alemania: [75376] «Una parte cada vez mayor del capital de la industria no pertenece a los industriales que lo emplean. [75377] No pueden disponer de este capital más que a través del banco, que frente a ellos representa al propietario ... Llamo capital financiero al capital bancario, esto es, capital en forma de dinero, que de este modo se transforma realmente en capital industrial... El capital financiero ... alcanza su apogeo con la monopolización de la industrial (Hilferding, 1985, 247-48). [75378] Sin embargo, la mayor parte de los economistas alemanes y la opinión pública fueron favorables a los carteles (Marburg, 1964, 84-88; Kocka, 1980, 88). [75379] La oposición a la gran banca y, por extensión, a la gran empresa era prácticamente el único rasgo que Brandeis y Hilferding podían compartir, además de tener una considerable significación en la vida pública de sus respectivos países El primero fue, desde 1916, juez del Tribunal Supremo, mientras que el segundo fue ministro de Finanzas en 1923 y 19281929, se exilió en Francia tras la llegada al poder de los nazis y finalmente fue asesinado por la Gestapo. [75381] Hilferding, por el contrario, era un socialdemócrata convencido de que la «socialización» de la economía por parte de un grupo reducido de bancos facilitaría la transición a una sociedad verdaderamente socialista a través de su expropiación por el Estado. [75382] LA REGULACIÓN DEL MERCADO DE CAPITALES Y EL PAPEL DE LOS BANCOS [75383] Las crecientes necesidades de capital fijo, el incremento del tamaño de las empresas y de la concentración empresarial y la extensión de la sociedad anónima fueron fenómenos muy relacionados entre si y que acabaron teniendo un cierto impacto sobre el sistema de financiación de las grandes empresas. [75384] Aunque el recurso al círculo de familiares y amigos y la autofinanciación siguieron siendo dos fuentes de capital básicas, también es preciso admitir que las empresas, de manera creciente, en particular las de mayor tomarlo, tuvieron que recurrir a los mercados formales de capital (bancos, mercados de valores) para financiarse. [75385] Ello no pasó inadvertido a muchos contemporáneos, quienes llamaron la atención sobre la hegemonía de la banca y el capital financiero en sus respectivos países (véase recuadro 7.1). [75386] Por supuesto, las características y el desarrollo de estas instituciones variaron mucho de país a país: [75387] los mercados de valores industriales, por ejemplo, desempeñaron un papel muy importante en la financiación de las empresas en Estados Unidos y Gran Bretaña; la banca mixta predominó en Alemania, frente al modelo norteamericano de banca de inversión; la concentración financiera fue más acusada en Alemania, Japón o Estados Unidos que en Francia o Gran Bretaña, pero incluso dentro de los países donde ese fenómeno tuvo mayor importancia, el aparente control de la industria por parte de la banca varió mucho de sector a sector. [75388] Como sucedió con la política de regulación de la competencia, la intervención del Estado fue más acusada en Estados Unidos que en el resto de los países en este periodo. [75389] En Estados Unidos fueron las compañías ferroviarias las primeras en acudir al mercado de capital, muy concentrado en Nueva York, y a la banca de inversiones para financiarse, generalmente a través de la emisión de obligaciones y acciones preferentes sin derecho a voto que no alteraban la estructura de la propiedad. [75391] El desarrollo del mercado de valores fue, en parte, fruto de la incapacidad de la banca para satisfacer la demanda de capital de las empresas, y ello, a su vez, se explica por la política bancaria aplicada desde los Estados y desde el Gobierno federal. [75392] Dicha política restringió la apertura de sucursales, las fusiones entre los bancos y la concesión por parte de éstos de créditos a largo plazo a las compañías industriales o la propiedad de sus acciones. [75393] En consecuencia, la banca comercial se orientó hacia el crédito a corto plazo, mientras que la financiación a largo plazo de las empresas se realizó a través de la emisión de acciones y obligaciones, cuya suscripción era organizada por un grupo reducido de bancos de inversión. [75394] Éstos eran pequeños bancos de carácter privado (sociedades no anónimas) que obtenían el capital necesario de sus propios recursos, y sobre todo de otros bancos, sociedades de inversión y brokers a cambio de una elevada comisión y una representación en el consejo de administración. [75395] El banco de inversión, cuyo mejor ejemplo era J. P. Morgan, no sólo era un intermediario financiero, actuaba ante el mercado de capitales como una especie de agencia de calificación de las empresas que salían a Bolsa y vigilaba la actuación posterior de sus directivos. [75396] Durante el decenio de 1920 se produjo un notable crecimiento de la escala y la gama de operaciones de los bancos, de su número de sucursales y de su implicación en la financiación industrial. [75397] Esto último se realizó sobre todo a través de filiales de los grandes bancos, encargadas de la actividad de banca de inversión. [75398] La intervención del Estado se acentuó durante la Gran Depresión y como respuesta a la crisis bancaria. [75399] La Ley Glass-Steagall de 1933 prohibió la implicación de la banca comercial en la financiación a largo plazo de la industria separando nítidamente sus funciones de las de la banca de inversión. [75401] Desde principios de siglo la Bolsa de Nueva York exigió a las sociedades cuyos títulos cotizaban en ella la publicación periódica de su situación económica y financiera con el objeto de facilitar a los accionistas e inversores el control de la gestión. [75402] No obstante, la renuencia de las compañías a suministrar una información detallada y la ausencia de criterios contables uniformes hacían que, en la mayor parte de los casos, esos estados de cuentas fueran inservibles. [75403] En plena depresión, A. Berle y G. Means publicaron una obra que ejerció una notable influencia sobre el Estado, La empresa moderna y la propiedad privada ( 1932), en la que señalaban que la separación entre propiedad y dirección era un fuente de influencia y recomendaban mejorar la información suministrada a los socios y establecer mecanismos de control de los accionistas sobre los gerentes. [75404] Sus recomendaciones fueron asumidas tanto por la Bolsa de Nueva York como por el propio Gobierno federal. [75405] En 1933 éste aprobó una ley de valores que exigió a las empresas que cotizaban en Bolsa una información pública mucho más precisa y detallada sobre su situación financiera y económica y un año después creó una comisión encargada de vigilar su aplicación. [75406] En Alemania surgió un nuevo modelo de banco vinculado inicialmente a la financiación del ferrocarril, el banco mixto (Kreditbank), un banco «universal» que integra las actividades de depósito, giro, crédito e inversión. [75407] Estos bancos participaron como promotores e inversores en las empresas industriales creadas a partir del decenio de 1880, sentándose en el consejo de administración de las mismas. [75408] Desde 1870 la legislación alemana señala ha dos estructuras de gobierno para las empresas: [75409] un consejo supervisor y un consejo ejecutivo; [75411] Antes de 1914 los consejeros bancarios representaron el grupo más numeroso (una quinta parte) en los consejos de administración de las empresas alemanas. [75412] El modelo alemán de banca universal tuvo considerables ventajas sobre la banca de inversión: [75413] aprovechó economías de gama, favoreció el establecimiento de una relación de colaboración a largo plazo con sus clientes y operó una red de sucursales que ampliaron y diversificaron sus fuentes de capital. [75414] No obstante, a pesar de su abundante representación en los consejos de administración, los bancos no dominaron la industria ni reemplazaron a los propietarios de la dirección, en especial en las grandes empresas. [75415] Su presencia en los consejos fue sobre todo un medio de evaluar la situación de las empresas y asegurar la relación a largo plazo establecida con sus clientes industriales. [75416] La independencia de la industria respecto a la banca aumentó en el periodo de entreguerras. [75417] El incremento de la concentración empresarial trajo consigo en muchas empresas la retirada de sus antiguos propietarios de la dirección y la entrada de gerentes profesionales. [75418] La ley de sociedades de 1937, promulgada en el marco de un programa de militarización de la economía, reforzó el poder de los directivos sobre los propietarios, penalizando fiscalmente el reparto de dividendos y favoreciendo la reinversión de los beneficios. [75419] En Gran Bretaña un número reducido de grandes bancos con Una red de sucursales diseminada por todo el país incrementó su Control sobre todo el sector entre 1870 y 1920 (al acabar la Gran guerra los cinco grandes bancos concentraban cerca del 80 por 100 de los depósitos bancarios totales). [75421] Ello se debió, en parte, a la escasa demanda de capital de las empresas, que recurrieron a la financiación interna, y a la existencia de un mercado de valores industriales (acciones y obligaciones) desarrollado desde fechas relativamente tempranas. [75422] Los bancos tampoco actuaron como agencias evaluadoras del riesgo de posibles inversiones. [75423] Ello no afectó a las industrias tradicionales, pero sí tuvo una repercusión negativa sobre sectores emergentes, como la fabricación de maquinaria eléctrica o la industria automovilística: [75424] la escasa información sobre la situación financiera y económica de las compañías que ofertaban títulos y el fracaso de algunas iniciativas acentuó la desconfianza de los inversores, dificultando la financiación de futuras empresas. [75425] En el periodo de entreguerras el papel de los bancos y los mercados de valores en la financiación de la industria se incrementó de forma muy considerable, de manera paralela al incremento de las necesidades de capital de las empresas. [75426] Los bancos en particular establecieron relaciones a largo plazo con sus clientes industriales. [75427] Los bancos franceses financiaron a las empresas industriales y ejercieron de intermediarios entre ellas y el mercado de capital. [75428] No obstante, la mayor parte de las compañías se autofinanciaron hasta la Primera Guerra Mundial. [75429] Posteriormente, cuando sus necesidades de capital aumentaron recurrieron a la creación de empresas holding para conseguir capital." En España e Italia, el modelo alemán de banca mixta fue el predominante desde finales del siglo XIX. [75431] Las grandes empresas, casi todas ellas pertenecientes a un zaibatsu, se financiaron con sus propios recursos y la ayuda de la sociedad holding y de otras empresas del grupo, pero la financiación directa por el banco fue bastante reducida. [75432] Para el resto de empresas, el recurso a los bancos fue todavía menos importante. [75433] En el período de entreguerras, la situación cambió: [75434] los bancos de los zaibatsuacabaron controlando la mayor parte del negocio bancario y su papel como prestamistas a largo plazo (préstamos directos y obligaciones) de la industria se incrementó de forma muy significativa, tanto a las empresas del zaibatsu como al resto. [75435] Empleamos el término de «capitalismo gerencial» para describir el cambio que se inicia en la estructura y gestión de las empresas en este período y no, como hace Chandler, para describir un modelo particular de empresa y de economía intrínsecamente más eficiente y competitivo. [75436] No se examina aquí la acción de los grupos de presión y lobbies de los empresarios, pero ésta, con un grado desigual de intensidad y efectividad. fue constante en todos los países. una reflexión teórica sobre esta cuestión en el apartado i.2.1 de este libro. [75437] En 1914 se creó la comisión Federal de comercio, constituida por un cuerpo de expertos, no políticos, encargados de vigilar Las prácticas desleales a la competencia. [75438] Ese mismo año se promulgó la Ley Clayton, que regulaba Las fusiones. [75439] El mercado de capital en Gran Bretaña se asemejarla, por tanto, al mercado de «limones» del que habla Akerlof (1970). [75441] Sobre d proceso de concentración bancaria, véase Collins (1994). [75442] DD. 278-282. [75443] EL APOGEO DE LA GRAN EMPRESA Y EL CAPITALISMO GERENCIAL (C. 1945-C. 1973) [75444] La «Gran Depresión» de los años treinta puso en evidencia los límites de la lógica de la producción a gran escala. [75445] Tanto los empresarios como los trabajadores, por distintos motivos, recurrieron al Estado para que paliase, en la medida de lo posible, los efectos negativos del libre mercado. [75446] No obstante, el nuevo marco de relaciones económicas y laborales no se puso en marcha hasta después de la Segunda Guerra Mundial. [75447] La estabilización macroeconómica de la posguerra intentó, en el exterior; [75448] restablecer un sistema multilateral en las relaciones económicas internacionales través de un nuevo patrón monetario) e impulsar una apertura los mercados (a través de instituciones como el GATT) y, en el pi no interno, poner en práctica políticas que redujeran o eliminaran las fluctuaciones de la demanda a través de una mayor intervención gubernamental. [75449] En Europa, el símbolo de esta política fue creación del llamado Estado del bienestar, que se tradujo en U mejora apreciable en el nivel de vida y consumo de la gran mayoría de la población; [75451] Sobre las bases de este nuevo marco institucional se edificó el crecimiento económico del período 1950-1973, que algunos han calificado como la «edad dorada» del capitalismo. [75452] Durante los años cincuenta y sesenta se generalizó la sociedad de consumo de masas en los países desarrollados. [75453] Los salarios reales aumentaron, al igual que su participación en la renta nacional, desde un 40 por 100 en el siglo XIX: hasta el 60-70 por 100 en los años sesenta. [75454] También se modificó la estructura del consumo: [75455] disminuyó el gasto en alimentos y aumentó en vivienda y bienes de consumo duraderos. [75456] A la altura d~ 1970, más del 90 por 100 de las familias norteamericanas disponían de frigorífico, aspiradora, televisión y teléfono, por citar algunos ejemplos en Europa occidental, más del 70 por 100 de las familias tenían frigorífico y televisión, un 61 por 100 disponían de aspiradora y un 33 por 100 tenían teléfono. [75457] El crecimiento del producto, el empleo y el comercio fueron acompañados por un cambio tecnológico que permitió un notable incremento de la productividad. [75458] Los sectores más intensivos en tecnología (química, electrónica) y aquellos que fabricaban bienes de consumo duradero de elevada elasticidad-renta en este periodo (automóviles, productos farmacéuticos) fueron los que experimentaron un crecimiento más rápido. [75459] Los recursos destinados a la I+D se multiplicaron, tanto por parte de los gobiernos como de las empresas. [75461] Los planes quinquenales fueron adaptados tanto por Stalin como por Unilever, General Motors u otras empresas capitalistas, aunque esto no significó, como Schumpeter o Galbraith profetizaron, el fin de la economía de mercado ni la desaparición de la figura del empresario. [75462] Esos mismos factores, junto con la apertura de los mercados y una sensible mejora en los transportes y las comunicaciones, explican otra característica destacada del mundo de los negocios en estos años, la expansión de las empresas multinacionales (y la desaparición de los carteles y consorcios internacionales) . [75463] La situación de notoria superioridad económica en que se encuentran Estados Unidos y sus empresas al término de la Segunda Guerra Mundial, permite comprender la última característica distintiva del mundo de los negocios en este período, su «americanización»: la transferencia, más que transplante, de los sistemas norteamericanos de administración y gestión de empresas y de organización de la producción a Europa occidental, Japón y América Latina. [75464] LA DIFUSIÓN DE LA EMPRESA GERENCIAL Y LOS SISTEMAS NORTEAMERICANOS DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS EN EUROPA Y JAPÓN [75465] El periodo de 1945 a 1973 representa, sin duda, la edad dorada no sólo del capitalismo, sino también de la gran empresa y la producción en masa. [75466] En Europa occidental, Estados Unidos y Japón el número y tamaño de las grandes empresas aumentó, al igual que su participación en el producto y el empleo total. [75467] El número de empresas que empleaban a más de 10.000 trabajadores pasó de 65 a 160 en Gran Bretaña, de 20 a 62 en Francia y de 26 a 102 en Alemania entre 1953 y 1972. [75468] En Estados Unidos las 100 mayores empresas pasaron de concentrar el 23 por 100 del valor añadido manufacturero en 1949 al 33 por 100 en 1970; [75469] en esas mismas fechas, los porcentajes en el Reino Unido pasaron del 22 al 41 por 100; en los países de la Comunidad Económica Europea el porcentaje de las 100 mayores empresas sobre el PIB pasó del 21 por 100 en 1961 al 29 por 100 en 1977.5 Sin embargo, la distribución por países no se alteró respecto a la etapa anterior: [75471] A principios de los años sesenta, la superioridad norteamericana era evidente no sólo en las industrias capital-intensivas de la Segunda Revolución industrial, sino también en los nuevos sectores muy intensivos en I+D como la electrónica o la informática (véase cuadro 8.1). [75472] Cambios en el liderazgo industrial entre 1960 y 1986 (años seleccionados) [75473] Estrategia de las mayores empresas industriales en 1950 y 1970 (en %) [75474] Estructura de las mayores empresas industriales en 1950 y 1970 (en %) [75475] El modelo norteamericano de «empresa gerencial», cuyos rasgos externos más visibles son una estrategia de diversificación y una estructura multidivisional, se generalizó en Estados Unidos y se extendió, con desigual intensidad, por Europa y Japón (véanse cuadros 8.2 y 8.3). [75476] Algo similar ocurrió con la producción en masa, lo que se tradujo en un aumento significativo de la escala de producción y el tamaño de las plantas industriales. [75477] Esa respuesta más o menos general en todos los países se produjo ante una competencia creciente a nivel interno e internacional, un cambio tecnológico en aceleración y una mayor consciencia entre la dirección de empresa de la importancia del marketing, la investigación de mercados y la planificación. [75478] No obstante, la difusión de la empresa gerencial y los métodos norteamericanos, en general se explica sobre todo por la clara situación de superioridad política y económica de Estados Unidos al término de la Segunda Guerra Mundial y la propia labor difusora de la Administración norteamericana. [75479] No es casual que los países que más imiten, en un principio, el modelo de administración de empresas norteamericano sean la República Federal Alemana y Japón, ambos dirigidos en la inmediata posguerra por el Gobierno de Estados Unidos. [75481] ESTADOS UNIDOS: DE LA HEGEMONÍA INCONTESTABLE AL LIDERAZGO AMENAZADO [75482] Entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y principios de los años sesenta, las empresas norteamericanas conocieron su etapa de mayor expansión y prosperidad, disfrutando de una posición de hegemonía tanto en las industrias de la Segunda Revolución industrial como en otras nuevas. [75483] Sin embargo, a partir de entonces esa situación hegemónica comenzó a deteriorarse rápidamente en casi todos los sectores industriales debido a la creciente competencia de compañías europeas y japonesas, principalmente (véase cuadro 8.1). [75484] Hasta cierto punto, una disminución relativa de las cuotas de mercado de las empresas norteamericanas era algo lógico, una vez iniciada la recuperación económica de Europa occidental y Japón y la reconstrucción de los recursos y las capacidades organizativas de sus empresas. [75485] Por otra parte, el fuerte crecimiento de los mercados en esas áreas económicas y la cada vez más acentuada internacionalización de los intercambios comerciales y los conocimientos tecnológicos eliminaron o al menos disminuyeron las ventajas que las firmas norteamericanas habían tenido en la producción en masa. [75486] Pero, además, su competitividad se vio erosionada por una estrategia empresarial equivocada, caracterizada por una tendencia a la diversificación no relacionada, una conducta dirigida por el mercado y una obsesión por la rentabilidad financiera a corto plazo en detrimento de las inversiones a largo plazo. [75487] Según A. D. Chandler, Jr., en el decenio de 1960 muchos directivos norteamericanos sacrificaron la competitividad de sus empresas e industrias porque se apartaron de la lógica de crecimiento que habían seguido en las décadas anteriores. [75488] En lugar de diversificar en toreo a productos relacionados y expandirse hacia nuevos mercados, muchas grandes empresas adquirieron negocios muy poco relacionados con los que hasta entonces habían llevado a cabo. [75489] «Como consecuencia, se hicieron más grandes pero no mejores.» [75491] La razón estriba en un inerte incremento de la competencia a nivel internacional tras la reconstrucción de Europa y Japón en los años cincuenta. [75492] Ante ello, algunas compañías norteamericanas optaron por reinvertir en el propio sector y en otros relacionados, pero otras empezaron a crecer entrando en sectores que desconocían por completo, donde la competencia era menor. [75493] La escasa competencia que habían tenido hasta entonces y la presunta universalidad de los métodos de administración de empresas, basados sobre todo en el rendimiento a corto plazo de las inversiones, llevaron a muchos directivos a pensar que podían trasplantar su éxito a otros sectores. [75494] Ademes, disponían de una gran liquidez debido a los elevados beneficios obtenidos durante los decenios de 1940 y 1950. [75495] Como carecían de capacidades organizativas y experiencia para dirigir esos negocios, se hicieron con ellos no a través de inversiones directas, sino mediante absorciones y fusiones, incorporándolos como nuevas divisiones dentro de su estructura organizativa. [75496] A finales de los años sesenta las absorciones y fusiones se habían convertido «casi en una manía»: de 2.000 en 1965 pasaron a 6.000 en 1969. [75497] Entre 1963 y 1972 casi las tres cuartas partes de las inversiones en activos se canalizó hacia la diversificación de productos, y de éstos la mitad se orientó hacia gamas de productos no afines. [75498] Esa diversificación sin precedentes acentuó los problemas inherentes a la separación entre la alta dirección y los directivos intermedios responsables de las divisiones de explotación. [75499] Antes de la Segunda Guerra Mundial los altos directivos de las mayores empresas rara vez controlaban más de 10 divisiones y solamente las empresas mas grandes tenían hasta 26; en 1969 muchas empresas operaban con un número de entre 40 y 70 divisiones, algunas incluso más. [75501] Cuando aparecieron los problemas la mayor parte de las empresas optaron por desinvertir y abandonar el sector en 1965 sólo hubo una desinversión por cada 11 fusiones en 1970 la proporción fue de I a 2,4; desde 1974 a 1977 de 1 a 2. [75502] Todas estas fusiones, absorciones y desinversiones generaron una nueva oportunidad de negocio: [75503] la compra y venta de sociedades como un negocio específico, lo que se vio facilitado por el creciente control de la propiedad de las empresas por parte de los fondos de pensiones y fondos de inversión. [75504] El objetivo de estos inversores era la rentabilidad a corto plazo, no el crecimiento ni las ganancias a largo plazo. [75505] Además, la remuneración de los altos directivos de las empresas comenzó a depender cada vez más del valor de las acciones. [75506] La preocupación por el crecimiento a largo plazo, por renovar el equipo productivo, por innovar, pasó a un segundo plano. [75507] Los dictados del mercado y la maximización de beneficios a corto plazo dirigieron la conducta de las empresas. [75508] No es casual que en este período los ingenieros estuvieran siendo crecientemente desplazados de la alta dirección en beneficio de los expertos en cuestiones legales y financieras. [75509] Esa interpretación es coherente con la relación existente entre la estrategia y los resultados de las empresas norteamericanas entre 1949 y 1969. [75511] En el caso de la integración vertical, esa estrategia estuvo asociada en los decenios de 1950 y 1960 a sectores maduros y de rentabilidad en descenso, de los que una gran empresa no podía salir fácilmente. [75512] Sin embargo, en el caso de la diversificación no relacionada, la causa fundamental para su inferior rentabilidad residió en los problemas de administración y coordinación derivados de esa estrategia. [75513] El relativo éxito de las estrategias de negocio dominante y diversificación reducida y el fracaso de la diversificación no relacionada y, a partir de los años setenta, de los conglomerados o «corporaciones huecas», demuestra una vez más la importancia de disponer de capacidades organizativas propias, distintivas, y de mantenerlas a través de una continua innovación, para crecer y sobrevivir a largo plazo. [75514] La estrategia y el comportamiento de las empresas norteamericanas, no obstante, varió según los sectores. [75515] En las industrias tecnológicamente más complejas, su cuota de mercado disminuyó entre 1960 y 1975, pero en líneas generales mantuvieron una posición competitiva, gracias a sus capacidades en I+D. [75516] Las empresas químicas -Du Pont, Unión Carbide, Dow Chemical- respondieron a la creciente competencia europea -Hoechst, BASF, Bayer, Rhone Poulenc, Montedison, Imperial Chemical Industries-, diversificándose hacia nuevos productos. [75517] El fuerte crecimiento del precio de las materias primas a partir de la crisis de 1973 indujo a una reestructuración empresarial, tendente a una mayor especialización (este proceso se hizo directamente por parte de las compañías implicadas, sin recurrir a los mercados financieros). [75518] En la industria farmacéutica y, sobre todo, en la industria informática y aeronáutica, el comportamiento de las empresas norteamericanas fue mejor. [75519] Por el contrario, en maquinaria eléctrica y electrónica perdieron terreno frente a los japoneses. [75521] La reducida competencia internacional (Nestlé, Unilever, British Associated Foods y Grand Metropolitan) les permitió abandonar posteriormente aquella estrategia sin excesivas pérdidas y manteniendo su posición de liderazgo internacional. [75522] Por último, fue en las industrias maduras donde la competencia resultó más intensa, tanto de competidores europeos como de empresas que estaban en sectores relacionados. [75523] Destaca en este sentido la industria de maquinaria industrial y la de material de transporte. [75524] Aquí los resultados de las empresas norteamericanas fueron sensiblemente peores. [75525] Muchas acabaron siendo adquiridas por compañías extranjeras. [75526] La propia Unión Soviética llegó a importar técnicas de programación económica desarrolladas en Estados Unidos. [75527] Paris (1985) proporciona información sobre el tamaño de la planta en Gran Bretaña, Estados Unidos y Alemania. [75528] LA «AMERICANIZACIÓN» DE LA EMPRESA EUROPEA [75529] El fenómeno que algunos autores han denominado la «americanización» de la empresa europea tiene su origen en el Plan Marshall (1947) Además de proporcionar una generosa ayuda para la re construcción de Europa, el Plan trató de impulsar el crecimiento de la productividad de la industria europea mediante la transferencia de tecnología y métodos de dirección de empresa norteamericanos. [75531] Entre 1948 y 1958 un gran número de «misiones de productividad» compuestas por miles de directivos, ingenieros, empresarios, trabajadores y funcionarios gubernamentales de Europa occidental visitaron Estados Unidos, y viceversa, consultores norteamericanos visitaron las empresas europeas, todo ello coordinado por la EPA. [75532] A pesar del esfuerzo, no se puede hablar de éxito. [75533] La americanización no supuso un trasplante automático de los métodos de dirección y de producción en masa a la industria europea: [75534] los europeos seleccionaron aquellas técnicas y métodos que creían más adecuados e intentaron adaptarlos a las características de sus empresas. [75535] Por otro lado, la EPA intentó combatir y acabar con los carteles y otros acuerdos restrictivos de la competencia, lo que provocó tensiones y, a veces, enfrentamientos, con los empresarios europeos. [75536] Otro canal de transmisión de las técnicas y sistemas de dirección de las empresas norteamericanas fueron sus filiales en Europa, cuyo número creció de forma espectacular en este periodo (véase apartado 8.2). [75537] Algunos analistas contemporáneos plantearon que la principal ventaja de estas compañías, el «desafío americano», radicaba en una organización y administración más eficiente que la de las empresas europeas. [75538] No obstante, las filiales no siempre adoptaron indiscriminadamente y sin dificultades todas las técnicas y sistemas de dirección, y su impacto sobre el resto de las empresas varió según los países. [75539] El país europeo donde la convergencia con el »capitalismo gerencial competitivo» norteamericano fue más acentuada en este periodo fue el Reino Unido, Hasta principios de los años cincuenta el mercado interior estaba regulado por carteles que controlaban entre el 50 y el 60 por 100 de la producción manufacturera. [75541] Entre 1950 y 1970 aumentó el tamaño medio de las grandes empresas y su participación en el producto industrial, en mayor medida incluso que en Estados Unidos (en 1970 el porcentaje de las 100 mayores empresas en la producción manufacturera era del 41 por 100, frente al 33 por 100 en Estados Unidos), El porcentaje de grandes empresas que habían adoptado una estrategia de diversificación relacionada v una estructura multidivisional en 1970 era sólo comparable al de Estados Unidos. [75542] Paradójicamente, la difusión del capitalismo gerencial en Gran Bretaña fue acompañada de un crecimiento más lento de la productividad (en comparación a Europa occidental, Estados Unidos y Japón) y de una pérdida de competitividad de la industria británica en su conjunto. [75543] No obstante, el comportamiento de todos los sectores no fue el mismo, El declive fue más evidente en sectores como el automóvil, la siderurgia, la construcción naval o la industria aeronáutica, donde las grandes empresas en dificultades acabaron siendo nacionalizadas. [75544] Por el contrario, en la química (ICI), el caucho (Dunlop), la industria farmacéutica (Glaxo), la alimentación y los bienes de consumo envasados (Unilever), las grandes empresas retuvieron su posición dominante y mantuvieron en líneas generales su competitividad. [75545] Esa disparidad de comportamientos sectoriales hace también difícil ofrecer una explicación de carácter general, Algunos han sugerido que fue precisamente el intento de trasplantar el sistema de producción en masa norteamericano a la industria británica el factor causante de la pérdida de competitividad. [75546] Sin embargo, la adopción de la tecnología y la organización norteamericanas fue mucho más limitada y selectiva que lo que el grado de difusión de la empresa multidivisional sugiere. [75547] Algunas mejoras genéricas y perfectamente aplicables a la industria británica, como el establecimiento de sistemas de control de calidad, no se pusieron en práctica por el escaso conocimiento y/o interés de los empresarios y directivos. [75548] Tampoco se introdujeron las técnicas de planificación, control financiero e investigación de mercados empleadas por las compañías norteamericanas por las mismas razones, En líneas generales, en aquellos sectores donde el declive es más pronunciado se observa que las empresas no llevaron a cabo la triple inversión en producción, marketing y dirección, agravado además porque las empresas que imitaron el modelo gerencial afrontaron los mismos problemas que las norteamericanas, En algunos sectores, como la industria naval, el control obrero del proceso de trabajo impidió la adopción de nuevas tecnologías. [75549] No obstante, la responsabilidad mayor debe achacarse a los empresarios y los directivos, Además, los niveles de cualificación tanto de los directivos y empleados como de la mano de obra estuvieron muy por debajo de los de otros países europeos, Japón o Estados Unidos. [75551] No hubo, sin embargo, una purga política en la alta dirección de las empresas como sucedió en Japón, lo que explica la continuidad de la elite de negocios del país. [75552] Tras la guerra la administración norteamericana impuso una política anti-trust para acabar con el poder regulador de los carteles, pero el Gobierno no aprobó una ley anti-trust hasta 1957, que además no fue demasiado efectiva. [75553] A lo largo de este periodo tuvo lagar un aumento significativo de la concentración empresarial, debido al crecimiento interno de las empresas y a la combinación horizontal a través de fusiones: si en 1954 las 50 mayores compañías industriales concentraban el 25 por 1OO de las ventas totales de la industria, en 1967 ese porcentaje era del 42 por 100.23 En lo que respecta a la estrategia y estructura de las grandes empresas, junto al avance de la estructura multidivisional y la estrategia diversificadora, quizá lo más destacable en el caso alemán es el mantenimiento de la importancia de la empresa especializada en un solo negocio o con un negocio dominante, con una estructura funcional. [75554] La mayor parte de ellas se encuentran en industrias pesadas con elevados requerimientos de capital o en sectores con oportunidades de diversificación muy limitadas. [75555] En la siderurgia, Thyssen y Krupp abandonaron su estrategia de integración vertical y optaron por la concentración horizontal, adquiriendo empresas más pequeñas, y la diversificación hacia nuevos productos. [75556] En la industria química, tras la disolución de la IG Farben, las tres grandes empresas, Hoechst, Bayer y BASF, reconquistaron su posición de liderazgo internacional a través de la fortaleza de sus capacidades en I+D y se repartieron el mercado interno especializándose cada una en segmentos de mercado y productos diferentes. [75557] En la industria automovilística, Volkswagen, Daimler-Benz y BMW mantuvieron su posición de liderazgo gracias a sus competencias en fabricación. [75558] En la industria de maquinaria y material eléctrico, Siemens retuvo su condición de empresa dominante, seguida por AEG y nuevas compañías como Bosch y Grundig. [75559] Todas ellas, a su vez, tenían un número variable de compañías filiales y asociadas. [75561] Las relaciones entre banca e industria continuaron siendo bastante estrechas. [75562] Los préstamos bancarios, junto con los recursos propios, fueron los mecanismos fundamentales de financiación de las empresas, lo que llevó a los bancos a sentarse en los consejos de administración supervisores de aquéllas. [75563] Los bancos no tuvieron una participación activa en la dirección estratégica de las empresas, pero su presencia generalizada en numerosos sectores les convirtieron en mediadores privilegiados en las relaciones interempresariales. [75564] Alemania ha conseguido mantener un «capitalismo gerencial cooperativo», tanto en las relaciones entre las empresas como en las desarrolladas entre éstas y sus trabajadores. [75565] La colaboración entre trabajadores y empresarios y la representación de los primeros en los consejos de administración de las empresas ha conducido a algunos autores a hablar de un modelo de capitalismo distinto al anglosajón y más parecido al japonés, un «capitalismo renano». [75566] Como había sucedido en el período anterior, la gran empresa francesa presenta una experiencia muy peculiar, difícilmente clasificable, Por un lado, se detectan algunas tendencias de convergencia con la gran empresa de otros países desarrollados, como el aumento de su relevancia en la actividad económica, el declive del capitalismo personal y la pérdida de importancia de las familias en la gestión y propiedad, o el incremento de la inversión extranjera en Francia y de la inversión francesa en el extranjero. [75567] En 1972, el turnover de las 20 mayores compañías francesas representaba el 16 por 100 del PNB del país, frente al 14 por 1OO en Estados Unidos, 17 por 100 en Japón, 19 por 100 en Alemania o 27 por 100 en el Reino Unido. [75568] La estrategia y estructura de la gran empresa francesa también experimenta Las mismas tendencias que se observan en Estados Unidos, Europa occidental y Japón: una mayor diversificación (en detrimento de la especialización) y, al mismo tiempo, una gran difusión de la estructura multidivisional, Aun así, en 1970 la diversificación estaba menos generalizada entre las firmas francesas que entre las norteamericanas o las británicas. [75569] En general, las empresas que habían dominado sus respectivos sectores industriales antes de la guerra continuaron haciéndolo después. [75571] En este último caso, las empresas tuvieron que someterse a un proceso de reestructuración en los decenios de 1970 y 1980, apoyadas por el Estado. [75572] Entre los rasgos distintivos de la experiencia francesa cabe destacar la estrecha relación entre el Estado y las empresas, que se tradujo en la nacionalización de compañías privadas, la creación de empresas públicas o bien en la promoción de la fusión entre grandes compañías privadas, en todos los casos con el objeto de convertirlas en champions nationaux que hicieran frente al desafío americano. [75573] Este proceso tuvo lugar, sobre todo, entre mediados de los años sesenta y principios de los setenta en sectores como la siderurgia (Usinor y Sacilor), la química (Rhone Poulenc, Pechiney-Ugine-Kuhlman), los materiales de construcción (Pontá-Mousson), el automóvil (Peugeot absorbe a Citröen), la industria aeronáutica (Aérospatiale) o la banca (BNP).3' La intervención del Estado ha sido particularmente acusada en sectores de alta tecnología, como la electricidad, la química, la informática, la aeronáutica, además de la siderurgia y el petróleo. [75574] En otros sectores (automóvil, caucho, vidrio, alimentación y material de construcción) el Gobierno desempeñó un papel menos activo y las empresas francesas mantuvieron su competitividad en el mercado nacional e internacional. [75575] Italia y España comparten en este periodo, al menos, dos características, la acusada intervención del Estado en la actividad económica y, en parte muy relacionado con lo anterior, la relevancia del sector público empresarial. [75576] Una de cada dos empresas italianas dentro de las 100 mayores continuaron siendo empresas familiares, con una reducida diversificación y una estructura funcional. [75577] En parte, eso se explica por la continuidad de los holdings como estructura organizativa preferente de los grandes grupos empresariales, dominados generalmente por una familia, como fue el caso de los Agnelli, Pirelli y Olivetti (o en fechas más recientes Ferruzzi y de Benedetti); a su vez la continuidad del poder de las familias tiene que ver con la limitada intervención de la banca en la financiación de la industria. [75578] Otro fenómeno significativo es la relevancia de las empresas públicas, agrupadas en torno a dos holdings, el Istituto di Ricostruzione Industriale (IRI), creado en 1937, y la Empresa Nazionale di Idrocarburos (ENI). [75579] A lo largo de este periodo, la gran empresa aumentó su participación en el conjunto de la industria italiana: [75581] Sin embargo, desde los años sesenta en adelante la mayor parte de las grandes empresas italianas han perdido cuatas de mercado y competitividad, lo que contrasta con el éxito relativo de las PYMEs. [75582] En España, la guerra civil primero y todo el decenio de 1940, después, fueron el período más negro de su historia económica en los siglos XIX y XX. [75583] La política de autarquía económica, intervencionismo estatal y creación de empresas públicas respondió a principios de militarización de la actividad económica similares a los de países como Alemania, Italia y Japón en los años treinta. [75584] Todo ello repercutió muy negativamente sobre las posibilidades de crecimiento de las empresas privadas, mientras que el holding público, el Instituto Nacional de Industria, crecía de manera espectacular (véase recuadro 8.3). [75585] La gradual reducción del intervencionismo, el inicio de una política de subsidiariedad respecto a la iniciativa privada por parte del INI y la apertura relativa a los mercados y la inversión extranjeras a partir de los años sesenta, invirtieron los patrones de evolución: crecimiento de las empresas privadas y declive de las públicas. [75586] Entre finales de los años cuarenta y principios de los setenta, las grandes empresas incrementaron su tamaño y su participación en la economía española: [75587] los activos de las 200 mayores, que representaban el 53 por 100 del PIB en 1948, aumentaron al 65 por 100 en 1960 y al 87 por 100 en 1974.34 El crecimiento fue considerable en la industria química y en la fabricación de material de transporte (automóviles, buques). [75588] Sin embargo, la industria española continuó dependiendo tecnológicamente del exterior, como lo prueba una balanza tecnológica deficitaria y unas inversiones en I + D, tanto públicas como privadas, situadas entre las más bajas de toda Europa. [75589] La adopción de los sistemas norteamericanos de dirección y organización de empresas también fue un proceso lento. [75591] En el resto de países europeas también se observa un incremento de las grandes empresas en este periodo. [75592] El capitalismo cooperativo al estilo alemán, que había predominado hasta los años cuarenta, comenzó a declinar tras la Segunda Guerra Mundial. debido a una política más restrictiva hacia los carteles. [75593] Dunning(1998) ha reducido el impacto de las filiales norteamericanas en la economía británica. [75594] Wengeroth (1997), pp. 162163, por el contrario, ha destacado su impacto positivo en Alemania. [75595] Críticas generales a la cualificación y actitudes de los empresarios y directivos británicos en este período en Channon (1973), pp. 4345 y 216, Tiratsoo (1995) y' (1997), y Tomlinson y Tiratsoo (1998). [75596] Sobre la industria del automóvil y la construcción naval, véase apartado 8.ó. [75597] Sobre la educación, véase apartado 8.5. [75598] Como en el periodo anterior, el sector bancario sigue constituyendo un caso particular: [75599] los bancos británicos mantuvieron su competitividad internacional a pesar de seguir "tanto controlados por familias y tener una mayoría te directivos formatos en public schools sin educación universitaria. [75601] LA «SEGUNDA RUPTURA INDUSTRIAL»: LAS FORMAS DE PRODUCCIÓN FLEXIBLE Y LA COMPETITIVIDAD GLOBAL DE LAS EMPRESAS DESDE 1973 EN ADELANTE [75602] Desde la Segunda Guerra Mundial hasta principios de los años setenta el mundo de los negocios en los países desarrollados vivió una de sus épocas más prolongadas de certidumbre y estabilidad. [75603] El comportamiento de la empresa, reflejado en el tema 8, se caracterizaba por la propagación de la organización científica del trabajo, el fordismo, el MBA, las escuelas de negocios para formación de ejecutivos y las grandes firmas de consultaría capaces de planificar cualquier proceso productivo bajo el patrón de la empresa gerencial. [75604] El resultado fueron las grandes corporaciones multiproducto multinacionales. [75605] Por su parte, el Estado se limitaba a, por un lado, controlar la tasa de paro, en función de la inflación vigente, buscando las situaciones de pleno empleo, y, por otro, a poner en marcha las leyes en favor de la libre competencia cuando las grandes corporaciones se convertían en monopolios que imponían precios abusivos contra los consumidores. [75606] El idilio era perfecto. [75607] El pleno empleo permitía que se consumiera la producción en masa y que el Estado recaudase lo suficiente para mejorar el Estado del bienestar. [75608] Pero el sueño se terminó en 1973, cuando se produjo un súbito crecimiento de los precios del petróleo y las materias primas, al que se sumó la inestabilidad de los tipos de cambio y un rápido aumento de los salarios. [75609] En los diez años siguientes la característica general de la economía mundial fue la «estanflación» (inflación con estancamiento o recesión económica), de modo que los efectos depresivos aparecieron al unísono y de forma combinada sobre la inversión, el consumo y el empleo. [75611] A continuación se sucedieron los procesos de desregulación de la economía, de privatización de empresas y servicios propiedad del sector público y de remodelación, o desmantelamiento según las versiones, del Estado del bienestar. [75612] ¿Por qué cambió tanto la política económica? [75613] La respuesta reside más en las empresas que en el Estado. [75614] A lo largo de los años sesenta la tasa de crecimiento de la productividad se había ido reduciendo, así como la de los beneficios empresariales. [75615] Pero, ¿qué cambia hacer para cambiar la tendencia? [75616] En el mejor de los casos apretarse el cinturón. [75617] Además, nada parecía indicar que el capital instalado en la fabricación en cadena o en masa se estuviera depreciando tan rápidamente como para que se iniciara una crisis estructural. [75618] Sin embargo, sí había tres fenómenos que, aunque inicialmente pequeños, estaban mostrando lo contrario: primero, la fabricación «a la japonesa»; segundo, que en Europa, específica mente en el norte de Italia y el sudoeste de Alemania, la fórmula de los distritos industriales habla permanecido vigente, y, tercero, que desde finales de los años sesenta las tecnologías de la información (informática, automática y telecomunicaciones digitales) hablan salido del reducido grupo de empresas de construcción de ordenadores para diseminarse por todos los sectores y procesos productivos de la economía. [75619] Estos tres fenómenos estaban, además, muy relacionados, porque parecía como si esos tipos de organización de las empresas en Japón y Europa utilizaran de forma más efectiva las nuevas tecnologías. [75621] Pero, ¿qué repercusiones se podían esperar? Pocos años antes de la crisis la situación de incertidumbre que se deriva de esta pregunta se había extendido. [75622] No había respuestas claras sobre cómo debía producirse en la fábrica, sobre qué tipo de empresas y sectores debían acoplar las nuevas tecnologías, sobre si era el momento o no de modernizarse, sobre cómo responderla la demanda o sobre si el Estado debía regular e intervenir o no en el proceso. [75623] En cualquier caso, los acontecimientos de 1973 sirvieron para poner sobre el tapete la constatación de que el capitalismo estaba inmerso en una crisis estructural. [75624] No se sabía hasta qué punto la capacidad instalada se estaba depreciando. [75625] En cualquier caso, se quebró el principio por el cual la lógica de la gran empresa integrada y la producción en masa eran la única vía para la prosperidad. [75626] Este fenómeno fue denominado por Piore y Sabel como la «segunda ruptura industrial». [75627] Hoy por hoy, no podemos señalar qué modelo o forma empresarial ha salido triunfante, tampoco sabemos si estamos al principio 0 al final del mundo de posibilidades que han abierto las tecnologías de la información. [75628] Ni siquiera puede decirse que la gran empresa no haya salido reforzada de la crisis. [75629] Tan sólo podemos reiterar dos realidades. [75631] La segunda es que no hay una forma ideal de empresa. [75632] Diferentes formas y principios organizativos se han adaptado y han cosechado ventajas competitivas en los distintos países y ramas de actividad a lo largo y ancho del mundo. [75633] El contexto en el que tiene lugar el desarrollo económico y la innovación es complejo y variado. [75634] No hay una única teoría o modelo que capture todas las permutaciones y posibles variables en los mercados, las empresas y las tecnologías. [75635] Por eso mismo tampoco hay una sola política (industrial) posible. [75636] LAS CONSECUENCIAS DE LA INCERTIDUMBRE TECNOLÓGICA LA FRAGMENTACIÓN DE LA DEMANDA Y LA GLOBALIZACIÓN DEL MERCADO [75637] Desde finales de los años sesenta, las nuevas tecnologías y las posibilidades que su aplicación abrían para poder atender a tipos de demanda muy específicas llevaron a las empresas a transformar sus sistemas de producción. [75638] Esta transformación, a su vez, se vio acompañada de nuevos métodos de gestión empresarial. [75639] Durante los últimos treinta años hemos asistido a este circulo continuo de alteraciones que han traído consigo una constante situación de incertidumbre acerca del sistema de producción más idóneo, de los cambios que provocarían las siguientes innovaciones y del modelo de gestión empresarial que se debía utilizar. [75641] Sus repercusiones se desconocían pero, en cualquier caso, la empresa afectada intentaba sacar provecho de sus nuevas capacidades ampliando el espectro de la demanda que podía cubrir rompiendo parcialmente con la lógica de la integración guiada por la prosecución de las economías de escala y diversificación. [75642] Poco a poco, nuevos productos o bienes ya conocidos, pero hechos de otra manera y con otras prestaciones, fueron introduciéndose en el mercado, desarrollando demandas muy especificas a un coste relativamente bajo. [75643] La siguiente incertidumbre se refería a la profundidad y duración de estas nuevas demandas. [75644] En la mayoría de los casos la respuesta de los mercados fue positiva, aunque éstos estuvieran muy segmentados. [75645] Las empresas hubieron de reorganizarse para implantar soluciones que les permitieran permanecer variando continuamente los productos para aprovechar cada vez más y más la posible profundidad y diversidad de la demanda fragmentada (las empresas cubren demandas muy específicas de consumidores muy similares en la diversas zonas del planeta donde éstos se encuentran). [75646] Pero, realmente, ¿por qué las nuevas tecnologías son tan influyentes en el modo de producción y organización de las empresas? [75647] LOS COMPONENTES DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN [75648] Los cambios tecnológicos claves para entender la producción flexible de finales del siglo XX son tres: la difusión de los ordenadores en las tareas relacionadas con el manejo y procesamiento de lotes de información, la automatización del proceso de producción y la transmisión instantánea de la información bajo cualquier formato (palabra, imagen y texto) a cualquier punto del planeta. [75649] A su vez, estos cambios tienen sus protagonistas: el ordenador, el robot, el comsat (satélite de comunicación) y la red de cable óptico. [75651] No obstante, el denominador común, la pieza física sin la cual nada de todo esto existiría, es el circuito integrado de cálculo y control, que llamamos transistor o chip. [75652] Ahora bien, estos dispositivos por si solos no son nada. [75653] Lo que en última instancia une y hace posible comprender la potencia del cambio tecnológico es el software (códigos, protocolos, programas y lenguajes), que permite, al tener la misma base tecnológica formada por los circuitos de cálculo y control, que el comsat dialogue con el ordenador, que el ordenador organice un grupo de robots en la producción, que los mil tipos de ordenador y terminales se conecten en la multitud de redes de comunicaciones -de la cual Internet es una parte- para informar de la demanda, su tipología y fragmentación en tiempo real. [75654] Los circuitos de cálculo y control nacen de la investigación en la disciplina científica de la electrónica. [75655] Esta disciplina ha evolucionado desde la electromecánica -representada por los relés a principios del siglo XX como componentes básicos de los circuitos-, pasando por la electrónica propiamente dicha -con los tubos de vacío en el período de entreguerras y más tarde los transistores, en los años cuarenta y cincuenta, como piezas claves-, hasta la microelectrónica -en la que los circuitos integrados, de los años setenta, y los chips, de los ochenta en adelante, incrementan exponencialmente las capacidades de los circuitos de cálculo y control. [75656] Con la aparición del transistor en el decenio de 1960 se inicia un proceso de convergencia tecnológica que implica a la informática, la automática y las telecomunicaciones digitales. [75657] Sin embargo, la importancia económica de estos sectores era mínima por aquel entonces. [75658] Más tarde, con la utilización masiva de los circuitos integrados, a finales de esa década, la microelectrónica se difunde por la práctica totalidad de las ramas de actividad de la economía y contó con el apoyo empresarial para la investigación intensiva en este campo. [75659] En los decenios de 1970 y 1980 el proceso se reforzó con los circuitos de muy alta integración o chips. [75661] Este hecho es el que realmente daba las posibilidades de la flexibilidad en la producción, el acercamiento a la demanda (ya en los años ochenta se contaba con redes nacionales de transmisión de datos) y ponía a las empresas en disposición de cambiar sus formas gerenciales. [75662] Pero, ¿quién sabía cómo sacar partido a estas posibilidades? [75663] Las primeras noticias fidedignas de cómo trabajaban los japoneses no llegarían hasta que autores como J. Abegglen, C. Kerr, R Cole y R. Dore lo explicaran entre finales de los cincuenta y principios de los setenta. [75664] Aunque se discutían cuestiones culturales e institucionales, no pasó inadvertido que los japoneses funcionaban de acuerdo al tirón de la demanda y no por el empuje de la producción, como sucedía en Estados Unidos. [75665] Un compuesto avanzado es una aleación de altas prestaciones en términos de la relación que ofrece entre sus propiedades mecánicas, d peso y la resistencia a la temperatura. [75666] En general se compone de fibras de naturaleza diversa (vidrio, material cerámico, carbono, boro, aluminio, carburo de silicio) que se presentan en forma de resinas epoxídicas, poliésteres, poliamidas, cerámicas o metales. [75667] Tiene la característica de poder fabricarse a la medida, es decir, sus características son proyectadas, bien trabajando las moléculas o bien uniendo moléculas de diferente naturaleza. [75668] LA PRODUCCIóN FLEXIBLE [75669] A mediados de los años sesenta el estudio sobre la organización industrial de J. Woodward fue uno de los pocos que ponla el énfasis en la importancia del cambio tecnológico como un factor contingente al que la organización de la empresa se debía adaptar. [75671] Se sobreentendía que se podían fabricar nuevos bienes, pero que realmente la manera de producir predominante, basada en la cadena de producción, estaba en el mundo para persistir largamente. [75672] En este sentido, la contribución de los avances en los conocimientos supuso -en el período 1960-1973- una cuarta parte del aumento de la productividad del trabajo y la inversión en capital algo menos de la mitad, permitiendo crecer a los países que se sumaban a este modelo de producción a unas tasas espectaculares. [75673] La realidad era tan halagüeña que se despreciaban las posibles contingencias que los cambios tecnológicos o sociales pudieran introducir en el sistema de producción. [75674] Sencillamente, se habla llegado al periodo «clásico» de la producción en serie y ahora habla que optimizar el conjunto de la economía alrededor de esa realidad. [75675] Sin embargo, en el estudio de Woodward y en los de los sectores más innovadores, como era el de la electrónica, se detectaba que había habido un incremento de la complejidad tecnológica de los procesos de producción, que iban desde la producción de tipo fabril, pasando por la fabricación en lotes y en masa, hasta la producción en sistemas de flujo continuo a gran escala. [75676] En esta ultima categoría se incluían sistemas de producción semiautomatizados, donde aparecían los controles numéricos y las primeras máquinas-herramienta que cumplían funciones semiautomáticas, operando, en realidad, como robots primitivos. [75677] Esta complejidad se habla traducido en una modificación de la organización de la división del trabajo, palpable en un incremento de los niveles de jerarquía en la gestión de la empresa y en el cambio de atribuciones y del peso relativo de las tareas de monitorización, vigilancia y evaluación. [75678] En todas estas industrias se estaba revolucionando el proceso de fabricación vigente hasta entonces, cambiándolo por la producción flexible. [75679] Toda producción flexible tiene dos características esenciales: [75681] Existen tres tipos de producción flexible determinados por su origen y por lo que han venido a sustituir (esto último en el caso de las dos primeras): primero, la producción flexible de origen artesanal automatizada, que se corresponderla con lo que hasta este momento hemos definido como «especialización flexible»; segundo, la «producción ajustada» ( lean production), y, tercero, la producción flexible asociada a la producción del conocimiento. [75682] La artesanal automatizada está asociada a la actividad artesanal o cuasiartesanal en la que la flexibilidad está en función de cómo el artesano u obrero especialista es capaz de reorganizar su proceso productivo. [75683] No existe una especificación rígida de los pasos a seguir, se puede retornar a un proceso anterior para matizar el producto y cada producto puede elaborarse de forma diferente, al menos parcialmente. [75684] En estos casos es la capacidad mental del especialista la que permite este control, pudiéndose así trabajar por encargo, es decir, por el tirón de la demanda. [75685] Este tipo de producción flexible puede apoyarse en maquinaria de propósito múltiple, es decir, máquinas-herramienta que tienen múltiples aplicaciones introduciendo ligeros cambios en, por ejemplo, sus cabezales, y que permiten pasar de taladrar a soldar o cortar en breves instantes. [75686] En esta actividad la llegada del ordenador y de las máquinas de control numérico, ya en los años setenta, descargaron al especialista de la labor de control mental de gestionar el proceso de elaboración. [75687] El proceso productivo se hizo más rígido, porque la libertad de reprogramación es muy inferior a la labor de control mental del operario, pero multiplicó la producción. [75688] De esta manera se pasaba de poder atender por encargo a una pequeña fronda de la población a poder satisfacer la demanda de grupos más grandes aunque no tan selectos. [75689] Este tipo de producción flexible relativamente automatizada fue la que hizo resurgir a los distritos industriales de Europa en el decenio de 1970. [75691] Una estación de trabajo puede estar formada por varios robots o máquinas de control numérico que están programadas y controladas para realizar una o varias funciones en cada instante. [75692] Estas funciones antes estaban distribuidas a lo largo de la cadena. [75693] Las ventajas que se logran con este tipo de organización son muy similares a las de la producción flexible tradicional, pudiéndose realizar muchos pequeños lotes de productos por encargo o destinados a segmentos muy concretos de la población con rentas similares y gustos homogéneas. [75694] Este modelo nació en Japón en los años cincuenta. [75695] Surgió para atender a la demanda fragmentada pero extensa que suponía la propia población del país. [75696] Inicialmente el modelo era mecánico y requería el trabajo muy cualificado de los operarios, pero con los primeros automatismos, ya en los años sesenta, el sistema aumentó su productividad. [75697] La llegada de los ordenadores y la rápida introducción de todo tipo de robots (Japón siempre ha tenido la mitad de los robots del mundo) fue lo que realmente dio origen a la «producción ajustada» o, tal y como se conoció antes, just in time (véase recuadro 8.5). [75698] El tercer tipo, la producción del conocimiento, viene determinado porque las funciones creativas así como las tareas de experimentación, investigación y de diseño siempre se han realizado, incluso dentro de las fábricas de producción en serie, en un régimen flexible. [75699] Los laboratorios y centros de I+D no pueden producir conocimientos en cadena. [75701] Además, cuando estas empresas trabajan por encargo y, consecuentemente, con pequeñas tiradas, la producción industrial es totalmente flexible, porque no hay producción en cadena. [75702] En ocasiones, estas empresas son antiguos centros de investigación de grandes compañías que operan independientemente ofreciendo sus servicios en el mercado. [75703] Con respecto a la producción flexible, tanto la artesanal automatizada como la ajustada y la del conocimiento, hay que hacer tres puntualizaciones. [75704] La primera se refiere al puesto de trabajo. [75705] Una estación de trabajo es algo similar, pero recibe este nombre para diferenciarse de los puestos de trabajo propios de los antiguos talleres tradicionales. [75706] En una estación puede haber varios robots y tareas con mucha movilidad del producto en todas direcciones. [75707] En ese caso la diferencia con el puesto de trabajo tradicional es notoria, ya que en los puestos se realizaban pocas tareas y rutinarias. [75708] Las estaciones de trabajo pueden ser más informáticas que automáticas y viceversa. [75709] Es decir, un ordenador de diseño unido a varios periféricos para imprimir, dibujar. grabar imágenes, etc., es una estación de trabajo que maneja un producto (una película o un videojuego) entre los periféricos. [75711] El principio es el mismo para una estación con automatismos y robots, pues éstos operan como periféricos de un ordenador que controla la ejecución, aunque en estas otras estaciones la producción es más industrial y menos de prototipos 0 diseños específicos. [75712] La segunda es respecto a qué precedentes sustituyen. [75713] En apariencia el lugar de trabajo de una empresa con producción flexible artesanal automatizada y de otra empresa con producción ajusta da o de producción de conocimiento puede llegar a ser idéntico, especialmente cuando se trabaja con productos de reducido tamaño. [75714] La eleve está en el origen del modelo de producción que se está reemplazando. [75715] En el primer caso se sustituye la producción artesanal, a la vez que se amplía su capacidad de producir en grandes cantidades. [75716] En el segundo caso se reemplaza la producción en cadena, manteniendo o aumentando la cantidad producida a la vez que se amplía la gama y diversidad de productos. [75717] En el tercer caso, más que hablar de sustitución, hay que hacerlo de aplicación de los instrumentos de investigación gracias a ordenadores y componentes electrónicos. [75718] La tercera puntualización está relacionada con la tendencia a innovar o mejorar constantemente el producto en la producción flexible. [75719] Hasta el final de los años sesenta la mayoría de las tecnologías que se hablan introducido en la actividad económica hablan dado como resultado procesos productivos que reforzaban la producción en cadena y/o en ciclo continuo. [75721] Sin embargo, la introducción de las tecnologías de la información hizo variar esta tendencia. [75722] Esto se debe a que son tecnologías que sirven para controlar el proceso productivo y pueden cambiar su dirección. [75723] Esta naturaleza de las tecnologías de la información permite la programación, consecuentemente se puede flexibilizar el proceso. [75724] Es decir, se puede volver hacia atrás y realizar unas tareas, darle a cada producto un acabado diferente, parar o saltar una parte del proceso estándar de producción. [75725] Es esta característica, la de poder recombinar, la que hace aumentar la capacidad de innovar el producto; [75726] de hecho, cada estación de trabajo opera como un banco de pruebas cada vez que se la reprograma. [75727] Por tanto, los sistemas flexibles tienen una tendencia a producir innovaciones y mejoras constantemente. [75728] Por esta razón se adaptan muy bien tanto a los mercados muy influidos por la moda, donde este tipo de producción es capaz de adelantarse a la demanda en su estado potencial, como a los sectores donde el ritmo de innovación de la tecnología es muy rápido (electrónica e informática). [75729] Como se ha visto, la responsable última de la producción flexible es, por una parte, la microelectrónica, presente en ordenadores, máquinas-herramienta y robots y, por otra, los programas de software. [75731] Los cambios ocurridos en los distritos industriales (asociados a la producción artesanal automatizada), las empresas japonesas (asociadas a la producción ajustada) y las empresas relacionadas directamente con las tecnologías de la información (producción del conocimiento) forzaron a la totalidad de las empresas a plantearse la disyuntiva de continuar produciendo con los sistemas antiguos (producción en serie) o reconvertir el sistema de producción en función de los nuevos avances tecnológicos (ordenadores, automatismos v Programas). [75732] La mayoría de las grandes empresas concluyeron que los bienes y servicios se podían hacer de una manera tan diferente que, en cierta manera, ya no eran los mismos. [75733] La respuesta óptima fue volverse a centrar en aquellas actividades bien conocidas, pero renovándolas introduciendo la microelectrónica y la programación informática en los productos y procesos productivos." El riesgo de invertir en este sentido era alto, pero al poro tiempo, y ya iniciada la crisis, no era menos peligroso no invertir o seguir invirtiendo en los «viejos» sistemas. [75734] Las empresas que si apostaban por renovar el modo de producción en serie transformándolo en sistemas más o menos flexibles se enfrentaban a dos problemas: [75735] por un lado, al abandono de un sistema de producción en el momento de su mayor capacidad instalada, alta productividad y absoluta estandarización; por otro, al rápido ritmo de cambio tecnológico y falta de estandarización en los nuevos sistemas (ordenadores, automatismos y su programación) . [75736] En una situación como ésta, con tanto en juego, y con un mundo en transformación o al menos con dos elecciones era lógico que d capital financiero se retrajera, y la aplicación de los avances tecnológicos en las grandes estructuras empresariales se viera entorpecida o cuando menos ralentizada. [75737] Ésta era la cara más dura de la incertidumbre. [75738] Las consecuencias ya eran palpables antes de la crisis de 1973. [75739] Entre 1965 y 1976 los beneficios de las empresas cayeron un 37 por 100 en Inglaterra, un 16 en Alemania y un 12 en Japón. [75741] La productividad total de los factores que en Estados Unidos había crecido a un ritmo del 1,9 por 100 anual entre 1950 y 1973, se estancó entre 1973 y 1980. [75742] Sin embargo, entre 1981 y 1990, para el sector industrial, experimentó un crecimiento del 3,3 por 100 (que, en el caso del factor trabajo fue del 3,8 por 100 y en d del capital del 2 por 100). [75743] El crecimiento de la productividad fue real en la industria: no se debió a una reducción salarial 0 a un descenso del empleo. [75744] Sin embargo, el crecimiento de los servicios y su baja productividad hizo que la tasa conjunta de los servicios y la industria fuera sólo del I,I por 100. [75745] De todas formas, los comentarios de los analistas acerca de la repercusión real de las nuevas tecnologías y sus sistemas de producción no han sido unánimes hasta la actualidad, cuando se ha reconocido que casi dos puntos de los tres a los que ha crecido la economía norteamericana en los últimos tiempos han sido debidos a las nuevas tecnologías y en buena parte a la agilidad de las transacciones por Internet y otras redes. [75746] En su conjunto, la crisis -dos decenios de desindustrialización- debe analizarse como un proceso de limpieza del exceso de capacidad instalada basada en tecnologías de producción que ponían en el mercado productos y servicios inadecuados, además de no tener en cuenta los cambios en la demanda (una cierta cantidad de producción resulta más productiva hacerla de una u otra forma según el tamaño del mercado, la renta de los compradores y la lejanía entre el centro productor y el consumidor). [75747] Todas las prácticas de gestión, incluidas las financieras, hubieron de revisarse con la penetración de las nuevas tecnologías en la oficina y la fábrica. [75748] De no hacerlo la crisis de la empresa era segura, pero, no obstante, tampoco estaba salvada aplicándolas, debido al fulgurante cambio en las tecnologías y en las condiciones del mercado. [75749] La introducción de la automatización y la microelectrónica estaba cambiando las esencias incluso del sistema de producción nacido con la Revolución industrial. [75751] Esta manera de utilizar las capacidades era típicamente taylorista, en el sentido de que se descomponen las tareas hasta simplificar al máximo los movimientos del trabajador, tanto en el taller como en la cadena. [75752] Pues bien, por primera vez, desde su generalización en el periodo de entreguerras, el sistema de producción en serie era incapaz de seguir sacando a los factores rendimientos crecientes. [75753] Había entrado en rendimientos decrecientes porque los avances tecnológicos no se estaban dando a favor de la lógica de producción en serie y la especialización del trabajador, sino en su contra. [75754] Además, allí donde se había empezado a manifestar la producción flexible, ésta estaba determinando una transformación en la composición de la fuerza de trabajo que expulsaba a los trabajadores semiespecializados de la producción en serie. [75755] En su lugar aparecían trabajadores altamente cualificados (programadores, ingenieros y especialistas) y procesos automáticos de fabricación con una fuerte carga tecnológica y una alta necesidad de control que replicaban varios de esos movimientos de los trabajadores en serie con exactitud regular y en menor tiempo (véase apartado. [75756] Al principio, en los años sesenta y setenta, los primitivos robots sólo eran capaces de sustituir tareas sencillas, pero en los ochenta estaba claro que los sistemas de producción flexibles, especialmente los de producción ajustada, estaban para quedarse y sustituir buena parte de la producción en serie. [75757] No fue casual que precisamente al final de los años setenta se empezaran a valorar las capacidades y habilidades de los asalariados como uno de los recursos claves de las empresas. [75758] En realidad se trataba de reestructurar la fuerza de trabajo en función de los nuevos sistemas de producción que requerían una cualificación, si no superior, sí al menos diferente y que se debía aprender rompiendo antiguas rutinas. [75759] Los conocimientos sobre cómo fabricar de manera flexible se convirtieron en muy valiosos por su escasez, ya que no eran tantas las empresas que en el mundo se habían arriesgado a iniciar la flexibilización. [75761] Por una parte, algunas compañías introdujeron las nuevas tecnologías no con el objetivo de cambiar el proceso de producción antiguo, sino de aprender. [75762] Por otra, las empresas cambiaron sus estructuras formales para crear alianzas con otras que les dieran información de cómo se hacía la flexibilización. [75763] La consecuencia, como veremos en el apartado 9.2, fue la aparición de empresas en forma de redes jerárquicas. [75764] Por último, pequeñas y medianas empresas de ingeniería se especializaron en ofrecer este servicio, sustituyendo inicialmente a las grandes consultoras que tuvieron que reaccionar y/o asociarse con esas nuevas firmas. [75765] A principios de los ochenta se iniciaron los estudios para calcular cuál iba a ser el efecto sustitución que los robots iban a ocasionar, por un lado, sobre los trabajadores que realizaban tareas repetitivas y sencillas, y. por otro, sobre los supervisores. [75766] La conclusión era que esta sustitución no sólo se trataba de una cuestión de trabajo por capital, sino de trabajo no cualificado por capital y trabajo más cualificado; se necesitaba urgentemente personal de gestión familiarizado con el manejo y programación de las nuevas máquinas. [75767] Planteada así la sustitución, no resultaba tan atrayente en términos económicos para los empresarios, y los accionistas no dejaban de preguntarse si habría una elevación de los beneficios a través de un incremento de la productividad. [75768] Sin embargo, había dos razones que condujeron al desarrollo de la automatización a pesar de las reticencias. [75769] Por un lado, existía todo un mundo de tareas sencillas y repetitivas que sin embargo implicaban altos salarios, las realizadas en ambientes peligrosos, sucios y bajo tensión. [75771] La flexibilidad que otorgaba la reprogramación iba, primero, a transformar la estructura física de la organización del trabajo: partes de las cadenas de producción eran sustituidas por tramos automatizados más cortos y complejos, y, segundo, al cambiar la estructura laboral, la verdadera organización del trabajo recayó en la capacidad de los programadores de los robots que ganaban autonomía y responsabilidades. [75772] A principios de los ochenta ya existían los «grupos autónomos», programadores de las zonas automatizadas, en las empresas de automoción suecas (Volvo en su planta de Kalmar) y japonesas. [75773] Si el ritmo no era más elevado fue por la carencia de gerentes y ejecutivos con conocimientos de las herramientas informáticas de programación. [75774] Las compañías empezaron a potenciar la contratación de expertos, el trabajo en equipo, la movilidad en el puesto, la subcontratación de colaboradores externos, procedentes de las empresas de ingeniería y la contratación de tareas a empresas subsidiarias. [75775] Con estos cambios se lograba, por una parte, que rindiese adecuadamente la nueva fuerza laboral caracterizada por su alta cualificación, el manejo de herramientas informáticas y por su condición de inversión en capital humano más que por ser fuerza de trabajo asalariada, y, por otro lado, que las actividades intensivas en trabajo de media o baja formación fuesen subcontratadas a terceras empresas subsidiarias localizadas allí donde las condiciones de explotación de la fuerza de trabajo eran las propias del sweating system. [75776] Inicialmente, las tareas mas afectadas fueron las de gestión y administración, donde surgió la ofimática y la gestión por ordenador, pero la fabricación no tardó demasiado en ver aparecer las máquinas-herramienta de control numérico y los robots a finales de los setenta. [75777] Era la naturaleza dúctil de los robots lo que permitía la flexibilidad que requerían los sistemas de producción flexible, como el just in time y el marketing flexible, la gestión de calidad total y la de los recursos humanos. [75778] La flexibilidad pasó a estar presente en la planificación del conjunto de los robots en la planta. [75779] A principios de los años ochenta la vida media de un plan de producción en las fábricas robotizadas (o en parte de ellas) estaba en tres años, lo cual reducía el ciclo de vida del producto, alteraba el ciclo de vida del proceso de producción y alentaba un proceso constante de mejora tecnológica. [75781] En la segunda mitad de esa década la microelectrónica había invadido hasta tal punto todas las actividades económicas que surgieron puntos de conexión y convergencia entre los robots del ámbito de la .fabricación y los ordenadores del ámbito de la gestión, llegándose así a la automatización integrada por ordenador, lo que se denominó sistema de fabricación flexible (FMS) . [75782] A finales de los ochenta ya se había expandido la producción gestionada por ordenador (CIM -Computer Intograted Manufacturing-), un sistema continuo de información pieza a pieza con códigos barrados y lectura láser y un procesamiento continuo de esta información para alimentar el control por ordenador de la producción junto con la información proveniente del stock almacenado y las ventas. [75783] La producción flexible, en su vertiente de producción ajustada, logró adquirir a comienzos de los años noventa su rasgo más distintivo frente a la producción en masa: estar permanentemente en una situación potencial de cambio, de desorganización para adaptarse a las modificaciones de la demanda, la tecnología, los precios de los suministradores y, lo que es tal vez más notable, al potencial de posibilidades que aporta la unión de las habilidades de los trabajadores con las de los ingenieros y ejecutivos. [75784] No obstante, en las fábricas de sistema flexible no todo es flexibilidad, normalmente aparecen dos tipos de organizaciones conviviendo: una compuesta de células robotizadas relativamente independientes, similares a los antiguos puestos de trabajo, y otra que adopta la producción en cadena con disposición en forma de U o de líneas paralelas. [75785] Ahora bien, estas cadenas son más flexibles y adaptativas a los cambios de los suministradores, la composición del trabajo y la demanda. [75786] En esencia esto es la producción ajustada, un sistema similar a una cadena taylorista que estuviera compuesta de células robotizadas flexibles. [75787] Son estas células las que se adaptan, por medio de los llamados sistemas de información computarizados (MRP I y MRP 11), a los cambios de los suministradores y de la demanda. [75788] Cada célula es reorganizada para cubrir requerimientos más o menos intensivos en trabajo -mantenimiento, vigilancia y control-, en capital humano -reprogramación-, en capital -aumento de los brazos robotizados y de sus funciones- y en materias primas o en productos intermedios -piezas, tintes, metales para las soldaduras, etc.. [75789] Estas nuevas maneras de producir estuvieron dominadas por Japón, con un parque de robots que, aproximadamente, suponía en 1989 cerca del setenta por ciento de todos los robots instalados. [75791] Los inmediatos seguidores de Japón estaban muy lejos, tanto en datos absolutos como relativos. [75792] Tan sólo Suecia y Alemania parecían ser los únicos capaces de seguir la estela japonesa. [75793] La alarma se extendió en Estados Unidos y el Reino Unido. [75794] En el primero de estos dos países, su indicador de robots por cada 100.000 habitantes había sido ampliamente superado por Suecia y Alemania, e igualado por Italia y Francia. [75795] Pasaba así a ser, aparentemente, un país de tercera fila. [75796] Por su parte, el Reino Unido ya en 1984 no había sido capaz de seguir la tendencia de Francia e Italia, manteniendo un ritmo de crecimiento anual en la incorporación de robots similar al de las naciones de cuarta fila, como era el caso de España. [75797] Sin embargo, estos mecanismos no son nada sin software, y este mercado estaba dominado por Estados Unidos En la actualidad, tres cuartas partes del mercado del software están en manos de compañías norteamericanas, Microsoft en particular, que llega a tener una posición de monopolio en el software más estándar (85 por 100 del mercado). [75798] Parte de la ventaja de Estados Unidos reside en que el software funciona con lenguajes basados en el inglés y que es el mercado de los ordenadores personales el que ejerce la mayor demanda (Estados Unidos contaba en 1996 con sesenta millones de PCs, lo que vendría a suponer la mitad de los del mundo).30 Estados Unidos mantiene el liderato en el software de estos métodos de producción, especialmente en los sistemas CAD, y la fuerza laboral empleada en programación ascendía en 1996 a dos millones de personas, mientras que Japón se quedaba en la mitad. [75799] Además, Estados Unidos, al igual que Suecia, posee algunas de las empresas con mayor capacidad de innovación y que operan como líderes en muchos de los mercados de la robotización. [75801] El robot humanoide que se mueve de forma independiente sigue siendo un juguete de laboratorio o un producto muy especifico, es decir, no se fabrica industrialmente y no tiene aplicación industrial. [75802] Los robots industriales están fijos, en realidad sólo son brazos y los hay de tres tipos: [75803] A) «De tipo pórtico», denominados así por la característica de que el robot se encuentra en la parte superior de un pórtico que se mueve adelante y atrás en una línea de montaje. [75804] El robot, a su vez, describe trayectorias cartesianas (en dos direcciones) dentro del pórtico y trayectorias en tres dimensiones aprovechando el propio movimiento del pórtico. [75805] B) «Esféricos> o «brazos articulados., llamados así por la característica de que sus articulaciones les permiten llegar con sus cabezas a todos los puntos espaciales de una esfera imaginaria en su entorno, tal como opera un brazo humano. [75806] El número de articulaciones determina los grados de libertad del robot, y es a su vez una de las características que determinan su complejidad. [75807] El grado máximo de libertad suele ser siete. [75808] Cuando su ámbito de acción sólo describe un sistema de coordenadas cilíndrico se denominan «cilíndricos., y «polares» cuando el brazo está unido a un soporte pero gira en redondo subiendo y bajando como el brazo de una atracción de feria. [75809] Este tipo de robots sólo puede llegar a una semiesfera descrita a su alrededor. [75811] Las configuraciones posibles en una cadena de montaje flexible son numerosas. [75812] De hecho, un «pórtico» puede desplazar brazos esféricos y Scara a lo largo de la cadena y regresar hacia atrás realizando otros movimientos y trabajos mientras el objeto que se fabrica permanece inmóvil. [75813] Las tareas principales que desarrollan son las de traslado de piezas, montaje, taladro, pintura, soldadura y ensamblaje. [75814] La regularidad de los movimientos en estas actividades y su precisión microscópica hacen que los acabados robotizados sean muy superiores a los de cualquier mano humana y a una velocidad incomparable. [75815] Sin ellos el montaje de los componentes electrónicos miniaturizados sería imposible, y por tanto toda la industria de la informática, las telecomunicaciones y la propia automática de que se compone el robot. [75816] Por lo menos desde los años setenta hasta finales de los ochenta las empresas afirmaban en las encuestas que introducían los robots para aprender por prueba y error las posibilidades de las nuevas formas de producción. [75817] De hecho, era d momento en el que se estaban configurando los diferentes tipos de robots (ver recuadro 91) y no estaba estandarizado del modo de empleo en la producción. [75818] Esto cambió al inicio de los noventa, estableciéndose sistemas claros de producción con varios robots. [75819] Éste fue el momento en el que las campañas automovilísticas crearon sus propias empresas de robots o se hicieron con los servicios casi exclusivos de empresas de ingeniería en robotización, destacando la alianza entre General Motors y Fanuc (firma japonesa que es el principal productor de robots de alta calidad en d mundo). [75821] En 1996-1998 ha pasado al 1,9 por 100. [75822] Datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos. [75823] La aportación de los conocimientos tecnológicos pasó del 0,7 por 100 del período 1960-1973 al 0,1 por 100 en el ciclo 1973-1979. [75824] La entrada del robot supuso finalmente la transición entre las formas tradicionales de fabricación (que pueden ser la de puestos de trabajo unidos a una máquina, o la de cadena de producción de tipo taylorista) machinofacture y- la fabricación bajo un sistema integral de producción systemofacture. [75825] A menudo estos sistemas aparecen solamente descritos por medio de sus abreviaturas en inglés, xxx, respectivamente. [75826] Las siglas entre paréntesis también corresponden a sus abreviaturas en inglés. [75827] Las siglas entre paréntesis corresponden a Material Requirements Programming y Manufacturing Resource Planning, respectivamente. [75828] Los grupos empresariales y complejos corporativos japoneses se mostraron como organizaciones muy adecuadas para d desarrollo de las experiencias de aprendizaje con robots. [75829] Esta distribución era similar en lo que se refiere a las máquinas-herramienta de control numérico, mercado en el que Japón posee las tres cuartas partes de la producción mundial.