[37001] CAPÍTULO 2 ACERCA DE LA CONFIANZA EN EL DINERO [37002] por JOAN M.ª ESTEBAN [37003] Introducción [37004] El dinero es un elemento esencial para el buen funcionamiento de una economía. [37005] No existe otra mercancía que registre tantas transacciones por unidad de tiempo. [37006] Todas las compras y ventas se realizan siempre a cambio de dinero, y la principal actividad económica de la mayoría de los ciudadanos consiste en vender su trabajo a cambio de dinero y comprar con este dinero las cosas necesarias para su subsistencia. [37007] Es quizás a causa de esta presencia permanente en nuestra vida cotidiana que pocas veces somos conscientes de que, a fin de cuentas, el dinero que utilizamos no es más que un trozo de papel impreso sin ningún valor intrínseco. [37008] Es decir, el dinero sólo tiene valor porque confiamos en que, cuando queramos comprar una mercancía, el vendedor nos aceptará que paguemos con estos trozos de papel. [37009] Este es el motivo de que se le llame fiduciario . [37011] Aparte de su interés para los fundamentos de la teoría del dinero, este tema puede tener implicaciones para problemas importantes del mundo contemporáneo. [37012] Las ideas que presentaremos podrían dar lugar a un nuevo tipo de explicación de los procesos inflacionarios, entendiéndolos como situaciones de pérdida de confianza en la aceptabilidad futura del dinero. [37013] Tal como veremos más adelante, la Teoría de los Juegos es también en este caso un instrumento útil para el análisis de este problema. [37014] Durante mucho tiempo el problema de la aceptabilidad del dinero se ha confundido con el de demostrar cómo el dinero fiduciario, a pesar de carecer de valor intrínseco, puede alcanzar un valor de cambio positivo. [37015] La razón de esta confusión está en que, según la forma habitual de modelar una economía (el modelo de Arrow y Debreu), el hecho de que un bien tenga valor de cambio implica necesariamente que también es aceptable. [37016] Así pues, examinaremos cómo ha ido evolucionando la respuesta que la Teoría Económica ha dado a la pregunta: ¿bajo qué circunstancias se puede confiar en el dinero fiduciario. [37017] Esta historia es, de todos modos, muy corta. [37018] Los trabajos teóricos que se desarrollan después de la Segunda Guerra Mundial bajo la influencia directa del pensamiento keynesiano se concentran más en las funciones del dinero que no en explicar sus misma existencia. [37019] En efecto, la distinción keynesiana entre un motivo especulativo y un motivo de precaución para demandar dinero, marcó el desarrollo de una serie de modelos en los que se analizaba, por una parte, la estructura de la cartera de activos de los individuos y, por otra, las necesidades de liquidez derivadas de la discrepancia entre el ritmo con el que se obtienen los ingresos monetarios y el ritmo con el que se producen los gastos. [37021] Ahora bien, la explicación de que, ante situaciones de incertidumbre, los individuos con aversión al riesgo se comportar no diversificando su cartera de valores es una justificación de que los inversionistas también demandarán activos sin rendimiento y sin riesgo, como el dinero, pero no es específicamente una explicación del papel del dinero en la economía. [37022] Estas funciones pueden ser realizadas también por otros activos. [37023] Lo mismo puede decirse del segundo grupo de teorías. [37024] Es cierto que la necesidad de hacer pagos en cualquier momento y la existencia de costes de transacción justifica que los individuos demanden objetos que les sirvan de medio de cambio. [37025] Pero, de nuevo, esta función puede ser realizada por medio de otros instrumentos. [37026] De hecho, históricamente, el oro y la plata han desempeñado este papel hasta hace poco más de un siglo. [37027] Nos encontramos, pues, con que el esfuerzo teórico de los cincuenta y los sesenta nos ayuda a comprender algunos fenómenos económicos en los que participa el dinero, pero no nos explica por qué estas funciones son realizadas mediante el dinero fiduciario y no con otros activos. [37028] La economía como una sucesión de generaciones solapadas [37029] La primera explicación rigurosa de por qué el dinero fiduciario puede tener un precio positivo la dio Samuelson (1958). [37031] Este modelo es conocido como el de las "generaciones sucesivas" o "solapadas", y consiste en un marco teórico apropiado para el análisis de algunos de los problemas más relevantes que se plantea la Teoría Macroeconómica moderna. [37032] En el modelo de Arrow y Debreu se considera que en la economía hay un cierto número de individuos que están presentes a lo largo de todo el periodo de tiempo que el modelo está considerando. [37033] El horizonte temporal es siempre finito. [37034] En contraposición, en una economía de generaciones sucesivas el horizonte temporal es infinito [37035] y el transcurso del tiempo se acostumbra a dividir en "periodos". [37036] La característica esencial del modelo de generaciones sucesivas es la forma en la que sitúa a lo largo del tiempo a los individuos que componen la economía. [37037] En cada periodo entran en la economía nuevos individuos, una nueva generación que "nace", y otros desaparecen, es decir, una generación que "muere". [37038] Por lo tanto, en cada momento del tiempo conviven generaciones que acaban de incorporarse a la economía junto con otras que están ahí desde hace varios periodos. [37039] Típicamente uno espera que los "jóvenes" sean previsores sobre su propio bienestar en futuros periodos de su vida y por tanto decidan ahorrar. [37041] Lo que este modelo quiere analizar es precisamente la interacción entre consumidores que se encuentran en distintos puntos de su ciclo vital. [37042] La mayor parte de la investigación en esta área se ha desarrollado bajo la hipótesis de que en esta economía no hay más que actividad de intercambio. [37043] Es decir, se considera que los bienes han sido ya producidos y, por tanto, se parte del momento en el que los individuos se encuentran propietarios de una serie de bienes (su "dotación inicial") y quizás desean intercambiarlos con los de otros individuos. [37044] Con el fin de conseguir la máxima simplicidad, también se acostumbra a suponer que los individuos viven por espacio de dos periodos; o que cada periodo contiene un número de años equivalente a la mitad de la vida de una persona. [37045] Supongamos también que hay un único bien de consumo que no puede ser almacenado de un periodo a otro: helados de chocolate, por ejemplo. [37046] A pesar de que el objeto que consumimos es el mismo, es evidente que podemos distinguir entre un helado hoy y un helado en el futuro que, por tanto, económicamente son mercancías distintas. [37047] Es más, seguramente estaremos dispuestos a entregar alguna cantidad del bien de hoy contra la entrega de una unidad en el próximo periodo. [37048] En otras palabras, existe una relación de intercambio entre el presente y el futuro y, además, no tiene por qué ser de uno a uno. [37049] El problema de decisión que se le plantea a un individuo cualquiera es el siguiente. [37051] El mercado establece unos precios (o tipo de interés) que expresan cuántas unidades futuras de bien le entregarán a cambio de una unidad presente. [37052] Dada esta información, y a la vista de sus propias preferencias, ha de decidir qué cantidad del bien quiere comprar o vender hoy y mañana. [37053] Diremos que unos precios son de equilibrio cuando todos los planes de los consumidores de compra y venta son mutuamente compatibles: [37054] la oferta es igual a la demanda. [37055] Analicemos brevemente qué transacciones pueden constituir un equilibrio. [37056] En cualquier momento del tiempo habrá dos mercados: el del bien de consumo presente y el del futuro. [37057] En el primer mercado pueden participar todos, pero en el de futuros sólo pueden participar los jóvenes, ya que sólo ellos estarán vivos en este periodo futuro. [37058] Consideremos el caso en el que los precios (tipo de interés) sean tales que induzcan a los jóvenes a ahorrar, esto es a consumir menos que sus "dotaciones iniciales" cuando son jóvenes y financiar con ello un consumo por encima de las dotaciones cuando son viejos. [37059] En el mercado del bien futuro no habría más que jóvenes compradores, pero no podría haber vendedores que aún no han nacido. [37061] Así pues, no puede haber ninguna transacción. [37062] La única situación de equilibrio posible es aquella en la que nadie compra ni vende. [37063] Esta conclusión, en su sentido más literal, depende crucialmente de las hipótesis referentes a un único bien y a un solo tipo de consumidor en cada generación. [37064] Sin embargo, es posible obtener una conclusión similar prescindiendo de estas hipótesis simplificadoras: los únicos equilibrios posibles son aquellos en los que el valor del consumo agregado de cada generación es exactamente igual al valor de sus recursos, es decir, el equilibrio en el que ninguna generación ahorra y, por lo tanto, no hay intercambio neto entre generaciones. [37065] El valor del dinero fiduciario [37066] Algunos lectores habrán intuido ya que la conclusión anterior era debida a que en el caso que hemos examinado no había un depósito de valor que permitiese transferir capacidad de compra del presente al futuro. [37067] Ahora bien, ¿será deseable para todos los consumidores la introducción de un depósito de valor, de dinero fiduciario [37068] La pregunta es particularmente significativa porque sabemos (por el Primer Teorema Fundamental del Bienestar) que todo equilibrio competitivo es Pareto óptimo, es decir, que no es posible mejorar a nadie sin empeorar a otro. [37069] A pesar de ello, uno de los aspectos más interesantes del modelo de generaciones sucesivas como representación de una economía es que, contrariamente a lo que ocurre en el modelo de Arrow y Debreu, el Primer Teorema del Bienestar no se cumple [37071] La razón por la que los equilibrios competitivos pueden no ser eficientes es importante de comprender porque nos proporcionar intuición sobre el papel del dinero en esta economía. [37072] Técnicamente hablando, el motivo es que en esta sociedad existe un número infinito (denumerable) de consumidores. [37073] Pero, para entenderlo. utilizaremos unos ejemplos esclarecedores. [37074] Veamos en primer lugar la importancia que tiene el que haya infinitas personas en la economía. [37075] Imaginémonos por un momento unas personas haciendo cola y que cada una tenga mil pesetas. [37076] No existe ninguna manera de que nadie pueda recibir más dinero sin que alguien de los demás se quede con menos. [37077] Consideremos ahora que esta cola sea infinitamente larga. [37078] En este caso, si resulta posible aumentar el dinero que tiene cada uno sin que nadie pierda. [37079] En efecto, la transferencia que consiste en que cada uno pase a su vecino sus mil pesetas, permite que el cabeza de cola tenga ahora dos mil, mientras que los demás siguen teniendo mil; las que han recibido de su vecino. [37081] Este ejemplo recoge la esencia del problema, pero deja fuera algunos aspectos importantes. [37082] En nuestra economía los individuos tendrían mil pesetas en el primer periodo de su vida y nada en el segundo. [37083] Una transferencia consistiría en darle parte de nuestro dinero al individuo viejo que convive con nosotros cuando somos jóvenes, a cambio de recibir una transferencia compensatoria en el segundo periodo cuando seamos viejos. [37084] Esta compensación la recibiríamos de la nueva generación que acaba de nacer. [37085] ¿Existe algún límite a las transferencias posibles? Efectivamente, si el volumen de la transferencia es demasiado importante puede resultar imposible. [37086] Consideremos primero una transferencia inicial de doscientas pesetas, por ejemplo, y veamos cuál sería la compensación necesaria para el segundo periodo. [37087] Como los recursos individuales en el segundo periodo son nulos, los consumidores estarán dispuestos a pagar hoy más que proporcionalmente para poder disponer mañana de algún recurso. [37088] Por lo tanto, una conducta plausible sería entregar doscientas pesetas hoy a cambio de cien mañana. [37089] Esta cadena de transferencias sería posible porque para recibir yo mi compensación mañana sólo será preciso que la siguiente generación me transfiera por valor de cien y ellos, cuando sean viejos, sólo deberán ser compensados con cincuenta, etc. [37091] Supongamos que ya me he comprometido a transferir quinientas pesetas. [37092] Si ahora preguntamos con qué cantidad deberían compensarme para que yo accediese a realizar una transferencia adicional de cien pesetas, posiblemente responderé exigiendo una compensación para mañana más que proporcional. [37093] Supongamos para simplificar que tuviesen que pagarme el doble. [37094] La generación que me transfiriese doscientas pesetas debería ser compensada con cuatrocientas, la siguiente con ochocientas y la que le sigue reclamaría una compensación que excedería de los recursos disponibles. [37095] Por lo tanto, esta última transferencia adicional en la que alguien mejora sin que nadie empeore ya no resulta posible. [37096] Una asignación de consumo será dinámicamente eficiente, o Pareto óptima, si no es posible construir una cadena de transferencias factibles en la que nadie empeore. [37097] Hemos visto que los equilibrios competitivos implican necesariamente que no haya transferencias intergeneracionales de recursos. [37098] Sin embargo, tal como ahora hemos argumentado, a pesar de que los mercados puedan no ser el instrumento adecuado para canalizarlas, es físicamente posible realizar transferencias intergeneracionales que pueden mejorar a algunos sin empeorar a otros. [37099] Éste es el motivo por el que algunos equilibrios competitivos son dinámicamente ineficientes. [37101] En efecto, supongamos para mayor simplicidad que el gobierno transfiere una cierta cantidad de dinero a la generación de individuos que hoy son viejos. [37102] La inviabilidad de los mercados que antes habíamos descrito quedaría ahora plenamente resuelta. [37103] El mercado de futuros seguiría sin funcionar, tal como ocurría antes, porque no hay transactores válidos. [37104] Ahora bien, el dinero resolverá simultáneamente el funcionamiento del mercado del bien de hoy y hará irrelevante la inoperancia del mercado de futuros. [37105] En el mercado del bien presente los viejos tendrán ahora algo a entregar a cambio de más unidades del bien: el dinero. [37106] Los jóvenes, aun reconociendo que no les proporciona ninguna utilidad directa, lo aceptarán porque saben que cuando sean viejos la siguiente generación también se lo aceptará y así podrán transferir capacidad de compra del presente al futuro. [37107] Por este argumento se puede demostrar que el precio de equilibrio del dinero fiduciario será positivo. [37108] Este resultado fundamenta la afirmación que hemos hecho al comienzo en cuanto a que el modelo de generaciones sucesivas permitía demostrar que el dinero fiduciario, sin valor intrínseco, podía alcanzar un valor positivo de mercado. [37109] Gracias a la introducción del dinero, la economía se encuentra en un equilibrio que es mejor que el competitivo (sin dinero) para todas las generaciones de la economía. [37111] Veamos ahora a través de un segundo ejemplo que con producción los resultados no son cualitativamente distintos. [37112] Imaginemos una economía agrícola en la que los individuos cuando son jóvenes trabajan y obtienen cuatro unidades de trigo, pero que cuando son viejos no pueden trabajar y no pueden producir ninguna unidad de trigo. [37113] No existen silos y, por lo tanto, los jóvenes no tienen manera de transferir trigo del presente al futuro. [37114] Imaginemos ahora que el gobierno construye un silo y comienza una actividad productiva de almacenamiento por la que por cada unidad de trigo entregada hoy se devuelve una unidad de trigo mañana. [37115] Los individuos podrán ahora transferir capacidad de compra hacia el futuro y, por lo tanto, estarán mejor que antes. [37116] Supongamos que han escogido un consumo de dos unidades hoy y otras dos mañana. [37117] Imaginemos que el responsable del silo emite unos certificados de depósito para poder retirar el trigo en el próximo periodo. [37118] De hecho, si hubiese más bienes, estos certificados podrían ser utilizados como medio de pago en la compra de otros productos, en lugar de intercambiarlos por trigo. [37119] En este caso, los certificados se habrían convertido en "dinero interno" de la economía y tendrían una garantía real del cien por cien. [37121] Ello permitiría efectuar las transacciones de cada año sin necesidad de utilizar el trigo que esté depositado en el silo. [37122] En vista de ello, el gobierno propone consumir el trigo que se guarda en el silo porque, de hecho, nunca se utilizará. [37123] De esta forma, la generación presente estará mejor y las posteriores seguirán pudiendo transferir recursos del presente al futuro, como antes. [37124] Observemos, sin embargo, que ahora los certificados se han convertido en dinero fiduciario o "dinero externo" y han dejado de tener garantía alguna A pesar de ello todo el mundo seguirá aceptando el uso de estos certificados-dinero porque cuando vayan al silo con este papel, el responsable les entregará la cantidad de trigo estipulada. [37125] Fijémonos también en que ahora este trigo no será el que un día depositaron en el silo, sino el que acaban de entregar los jóvenes. [37126] La explicación (implícita) que da el modelo de generaciones sucesivas a la pregunta de por qué es racional aceptar el dinero fiduciario como medio de pago a cambio de bienes con valor intrínseco, es simplemente que el dinero es aceptable porque tiene valor de cambio positivo. [37127] Es decir, podemos confiar en el dinero porque cuando lo aceptamos tenemos la certeza de que nosotros podremos utilizarlo después para efectuar pagos. [37128] El argumento que expondremos en la próxima sección es que es precisamente el hecho de que tenga valor de cambio lo que hace posible desconfiar del dinero. [37129] La confianza en el dinero fiduciario [37131] En efecto, el modelo de Arrow y Debreu supone que los individuos se comportan competitivamente, es decir, que las únicas decisiones que toman se refieren tan sólo a cantidades de los diferentes bienes que desean comprar o vender y que, para decidirlo, únicamente toman en consideración los precios del mercado, los cuales se consideran como dados exógenamente. [37132] Por lo tanto, dentro de esta modelización de la conducta de los agentes está totalmente excluido cuestionarse sobre si hay que confiar o no en una transacción. [37133] Esta hipótesis, que a primera vista puede parecer extrema, se ve reforzada por el conocido teorema de la Teoría del Equilibrio General según el cual si los individuos intentasen realizar intercambios con otros individuos o grupos prescindiendo del mercado, no podrían conseguir nada mejor que lo que obtienen mediante los intercambios competitivos de equilibrio. [37134] En una economía de generaciones sucesivas este problema presenta unas dimensiones diferentes. [37135] El carácter intertemporal de los intercambios altera sustancialmente los razonamientos anteriores. [37136] Típicamente, los contratos intertemporales más significativos en nuestra sociedad toman la forma de entregar algo hoy contra la confianza de que en el futuro individuos que quizás no han nacido aún nos compensarán por esta contribución hecha en el pasado. [37137] Las contribuciones de los trabajadores a la Seguridad Social sirven para pagar pensiones a los que hoy están jubilados, bajo la confianza de que cuando estos trabajadores se jubilen recibirán una pensión que será pagada por aquellos que en aquel momento sean asalariados. [37138] La deuda pública constituye otro ejemplo similar. [37139] El gobierno aumenta el gasto presente y emite un documento comprometiendo a las generaciones futuras de ciudadanos a reducir sus niveles potenciales de consumo para retornar el préstamo con intereses. [37141] En los contratos de futuros dos individuos llegan a un acuerdo que consiste en que una de las partes entrega algo a la otra en el momento presente a cambio de recibir una entrega compensatoria en el futuro. [37142] En cambio, en los casos de dinero fiduciario, de deuda pública o de Seguridad Social, no hay ninguna persona específica que asuma el compromiso de retornar nuestra contribución presente. [37143] Así pues, para aceptar voluntariamente participar en estas instituciones hemos de tener la certeza de que las generaciones venideras estarán también dispuestas a colaborar en nombre de los beneficios futuros que ellos también tendrán de esta institución que permite transferencias intertemporales. [37144] Tratemos de reproducir el razonamiento que tendría que hacer un individuo cuando le propusiesen aceptar dinero, o cualquier otro instrumento de transferencias intergeneracionales. [37145] Imaginemos que nos encontramos en el primer periodo y que no hay mas que una mercancía: trigo. [37146] Los viejos hacen una propuesta a los jóvenes de que les transfieran una cantidad de trigo (quizás a cambio de dinero). [37147] Para convencerles, los viejos han de hacerles comprender que cuando ellos sean viejos podrán hacer la misma propuesta a los jóvenes que entonces convivan con ellos. [37148] El joven, para aceptar esta propuesta de transferencia, ha de calcular si la siguiente generación estar efectivamente dispuesta a aceptar, y que esta aceptación ser condicional a la de la generación siguiente, etc. [37149] Por lo tanto, lo que el joven ha de comprobar es si en el futuro pueda resultar mejor para alguna generación cortar esta cadena de transferencias, para iniciar quizás una nueva cadena. [37151] Por el mismo razonamiento deberá rechazarlo la segunda generación y también la nuestra. [37152] Sólo será racional confiar en la cadena de transferencias que se propone si se puede comprobar que no será interrumpida en ningún periodo futuro. [37153] El dinero fiduciario no es más que un mecanismo para realizar transferencias como las descritas. [37154] Por lo tanto, para saber si hemos de confiar en el dinero hemos de examinar si no existir ninguna generación futura que tenga incentivos para rechazarlo. [37155] M s técnicamente, lo que hay que comprobar es si el equilibrio monetario pertenece al núcleo de la economía. [37156] El análisis de la confianza en el dinero y la caracterización del núcleo de una economía de intercambio en modelos de generaciones sucesivas ha sido realizado por primera vez por Esteban (1986). [37157] Posteriormente, este problema ha sido desarrollado por Burke (1987), Chae (1987), Chae y Esteban (1989), Esteban y Millán (1990) y Esteban (1992). [37158] En el caso de una economía con un solo bien por periodo, no hay ningún equilibrio monetario que pertenezca al núcleo de la economía. [37159] Es decir, nunca se puede confiar en el dinero porque, si hubiese dinero, todas las generaciones estarían mejor rechazando el dinero existente y creando uno nuevo para transmitir a las generaciones futuras. [37161] Tal como hemos sugerido al comienzo, la razón por la que no se puede confiar en el dinero es precisamente porque tiene valor de cambio. [37162] Para comprender mejor este razonamiento, puede ser ilustrativo hacer referencia al famoso juego de Ponzi, también conocido como el juego de la pirámide. [37163] Este juego consiste en que un individuo se constituye en "cabeza de pirámide" e invita a dos personas a incorporarse a ella, contribuyendo, por ejemplo, con mil pesetas a la formación de un fondo. [37164] Estas dos personas han de encontrar cada una a otras dos, y cada uno de los nuevos cuatro miembros deber encontrar dos más en las mismas condiciones. [37165] Llegados a este punto, el "cabeza de pirámide" se retira con la contribución de la última generación de incorporados y la pirámide se subdivide en dos. [37166] La segunda generación pasa a ocupar la cabeza de la pirámide respectiva y el juego continua indefinidamente. [37167] Así pues, entrando a participar en la pirámide puede uno multiplicar por ocho la aportación inicial. [37168] La explicación habitual del por qué un individuo racional no debería participar en este juego es la siguiente. [37169] El número de jugadores potenciales es finito y, como no hay creación de nuevos recursos, se trata de un juego de "suma cero", es decir, de redistribución de los recursos ya existentes. [37171] ¿Quiénes son los perdedores?: los que han entrado en el juego y no pueden convencer a otros para que entren. [37172] En nuestro caso, la creación de dinero fiduciario es similar al juego de Ponzi con un número infinito de jugadores. [37173] Ahora el juego ya no es de suma cero. [37174] Sin embargo, y a pesar de ello, un individuo racional no debería entrar en él. [37175] En efecto, para incorporarme al juego me han de convencer de que yo podré persuadir a dos nuevos miembros para que entren y, por tanto, de que éstos podran convencer a otros. [37176] Si estuviese efectivamente convencido de la viabilidad de este juego, mi mejor conducta consistiría en no entrar y formar una nueva pirámide. [37177] Así, podría obtener el mismo beneficio sin necesidad de hacer una aportación inicial. [37178] Como todos tenemos la misma información y somos igualmente racionales, he de concluir de este argumento que nadie aceptará entrar en este juego y que, por tanto, yo tampoco debo hacerlo. [37179] Este argumento se aplica directamente al caso del dinero. [37181] Por lo tanto, en ningún caso nadie confiará en el dinero fiduciario. [37182] Teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de los trabajos de Teoría Monetaria con modelos de generaciones sucesivas se han desarrollado en modelos de un solo bien por periodo, la demostración de la inviabilidad del dinero fiduciario pone en entredicho el valor de los resultados obtenidos en esta área. [37183] La lógica de la aceptabilidad del dinero es más compleja y más rica cuando ampliamos nuestra consideración a economías con más de una mercancía por periodo. [37184] En este caso, si no cooperar con la otra generación implica ni aceptar el dinero existente, ni hacer ningún intercambio de mercancías. [37185] Con diversos bienes, renunciar al intercambio implica un coste. [37186] Por lo tanto, a la hora de decidir si aceptan o no el dinero fiduciario existente, los individuos han de comparar las ganancias que se derivan de la creación de dinero nuevo, con los costes de no poder comerciar en algunos de los periodos de la vida. [37187] En consecuencia, tal como se demuestra en Esteban (1986), un equilibrio monetario será socialmente aceptable si no utiliza "demasiado" dinero. [37188] Éste es un nuevo tipo de argumento sobre la necesidad de moderación en la política monetaria. [37189] Una excesiva cantidad de dinero le confiere inestabilidad social. [37191] Éste es el caso analizado por Esteban y Millán (1989). [37192] En este trabajo se demuestra que a medida que consideramos generaciones más numerosas, cada vez es menor la cantidad de dinero fiduciario que la economía puede aceptar sin perderle la confianza. [37193] En el límite, para sociedades con generaciones suficientemente grandes no hay ningún equilibrio monetario que sea socialmente estable. [37194] Tal como señalábamos anteriormente, todos estos resultados son muy negativos por lo que se refiere al modelo de generaciones sucesivas como marco analítico para el desarrollo de la Teoría Monetaria. [37195] Para salvar este impasse se han explorado otras formulaciones de la conducta estratégica de los individuos. [37196] Burke (1987), Chae (1987), Chae y Esteban (1989) y Esteban (1992) han estudiado el caso en el que los individuos sólo pueden prever el comportamiento de un número finito de generaciones. [37197] Esta limitación en la racionalidad de los individuos comporta, sin embargo, que no se rechacen situaciones en las que incluso se registra destrucción parcial de los recursos disponibles. [37198] No parece, pues, que sea éste un camino muy prometedor para el desarrollo de la investigación. [37199] En los trabajos que estamos presentando, la confianza en el dinero es discontinua. [37201] Así, tal como explicábamos en el párrafo anterior, puede darse el caso en el que partamos de una situación de confianza en el dinero. [37202] Esta confianza se mantenga mientras vamos aumentando la oferta monetaria y súbitamente llega un punto en el que el sistema colapsa porque se pierde totalmente la confianza en el dinero. [37203] Creo que tras el fenómeno inflacionario hay un elemento importante de falta de confianza en el dinero. [37204] El enfoque que aquí presentamos podría constituir una base interesante para analizar la inflación desde una perspectiva bien distinta. [37205] Sin embargo, sería preciso modificar el tratamiento de la conducta estratégica de los individuos para poder dar lugar a "grados de desconfianza" y eliminar la discontinuidad aludida. [37206] Hemos visto que para economías con un número suficientemente grande de individuos ningún equilibrio monetario es socialmente estable. [37207] Este resultado, que parece poner fin a una línea de desarrollo de la Teoría Monetaria, puede ser interpretado desde un punto de vista más positivo. [37208] De hecho, podríamos considerar que lo que se ha demostrado es la necesidad de que el Estado imponga que el dinero fiduciario sea de curso forzoso. [37209] En efecto, las monedas nacionales de todos los países del mundo son de curso forzoso en el propio país, es decir, los ciudadanos tienen la obligación legal de aceptar el dinero fiduciario para la cancelación de deudas. [37211] Una de las consecuencias, pues, de esta línea de investigación ha sido demostrar que esta obligación es imprescindible para la viabilidad social del dinero fiduciario. [37212] Reflexiones finales [37213] Como conclusión, desearía hacer algunas reflexiones sobre las implicaciones que el análisis que hemos realizado tiene respecto a los fundamentos del Derecho Político. [37214] La introducción de este tema no debe sorprender, pues acabarnos de proponer la presencia del estado para conferir viabilidad social a una institución que no podría subsistir de otro modo. [37215] El problema de fondo es el papel del Estado dentro de la sociedad. [37216] Cuál es la base del poder político, la legitimidad de la capacidad coercitiva del Estado. [37217] Una corriente de pensamiento defiende la idea de que el origen del poder político está en un "contrato social originario" que implícitamente se firmó en el pasado. [37218] Este contrato sería el resultado de un acuerdo de los individuos sobre la organización de la sociedad y las capacidades del Estado, que después éste ya ejercerá de forma coercitiva si fuese necesario. [37219] Así pues, el Estado y las instituciones sociales serían exclusivamente la materialización de la voluntad individual de los ciudadanos. [37221] La pregunta de Adam Smith era si resultaba posible que individuos gobernados tan sólo por su egoísmo y relacionados a través de los mercados pudiesen generar una asignación eficiente de los recursos económicos, sin la mano directora del Estado. [37222] Esta pregunta ha sido rigurosamente contestada por la moderna Teoría del Equilibrio General. [37223] Bajo determinadas condiciones, [37224] los equilibrios competitivos son eficientes en el sentido de Pareto y, además, tal como hemos señalado anteriormente, pertenecen al núcleo de la economía. [37225] No hay, pues, lugar para la intervención del Estado. [37226] El único elemento institucional en el "modelo neoclásico" son los mercados, y todos los agentes estarían unánimemente de acuerdo en crearlos (o mantenerlos). [37227] No es preciso un poder externo ajeno a la voluntad de los individuos. [37228] Desde esta perspectiva, el papel del Estado provendría fundamentalmente de la existencia de "bienes públicos" (y de las externalidades no eliminables por vía de creación de mercados adecuados). [37229] La importancia del hecho de que la sociedad esté constituida por individuos que pertenecen a diversas generaciones ya fue puesta de manifiesto por David Hume (1758) [37231] En efecto, Hume señala que la sociedad no está formada por mariposas, que nacen y mueren simultáneamente, sino por generaciones que se solapan. [37232] Por lo tanto, un eventual contrato originario no podría obligar a ciudadanos que no participaron en su aprobación. [37233] Los resultados que acabamos de presentar pueden ser considerados como una formulación rigurosa de las ideas de David Hume. [37234] En efecto, debido al solapamiento de las generaciones, el Estado, en tanto poder externo a los individuos, resulta permanentemente indispensable. [37235] El dinero fiduciario permite que todas las generaciones estén mejor. [37236] Pero, cada generación, si se guía por su egoísmo, tiene interés en bloquear el dinero existente. [37237] Esta conducta imposibilita la obtención de equilibrios monetarios. [37238] El Estado, como poder ajeno a la voluntad de los individuos, es aquí imprescindible para el buen funcionamiento de esta sociedad. [37239] Es más, no basta con el acto de creación del dinero, es necesaria una coerción permanente que impida que ninguna de las infinitas generaciones decida no cooperar. [37241] Gracias al contrato de la CAYCIT núm. 87075 esta investigación ha contado con el marco adecuado para su desarrollo. [37242] Una buena visión panorámica de la teoría monetaria post-keynesiana puede encontrarse en Laidler (1980). [37243] Una introducción a este modelo, junto con una selección de las lecturas más significativas, y a la teoría monetaria que ha desarrollado en base a él, puede encontrarse en Esteban (1986) y Millán (1986), respectivamente. [37244] Los recientes libros de F. Hahn (1982), J. M. Grandmont (1983) y T. Sargent (1987) están total o parcialmente construidos en base al modelo de generaciones sucesivas. [37245] En un contexto donde no hay incertidumbre, un horizonte temporal infinito es imprescindible para explicar la existencia de dinero fiduciario. [37246] En efecto, supongamos que no fuese así y que todos supiésemos que en el año 1992, por ejemplo, tendrá lugar el fin del mundo. [37247] En el año 1991 nadie aceptaría dinero fiduciario porque no sería posible gastarlo en el próximo año. [37248] Por lo tanto, tampoco sería posible efectuar pagos con dinero fiduciario en el año 1991. [37249] Sabiendo esta circunstancia, no tendríamos que aceptar dinero tampoco en 1990, etc. [37251] Los lectores conocedores de la Teoría Macroeconómica habrán percibido que el modelo de generaciones sucesivas consiste esencialmente en situar las ideas del ahorro de ciclo vital en un contexto de equilibro general. [37252] La existencia de equilibrios ha sido analizada por Balasko y Shell (1980) y Balasko, Cass y Shell (1980). [37253] Aquí, el problema interesante no es la existencia de equilibrios sino, tal como demuestran Kehoe y Levine (1985) y Santos (1986), la existencia de infinitos equilibrios. [37254] Esta propiedad de la indeterminación de los equilibrios ha sido utilizada como crítica a la noción de "expectativas racionales", por Azariadis (1981) y para desarrollar una teoría del ciclo económico que tome en consideración las expectativas de los individuos como factor explicativo de las fluctuaciones, tal como hace Grandmont (1985). [37255] Se podría pensar que si hubiésemos considerado el caso de una economía con producción, los bienes de capital podrían haber realizado el papel de depósito de valor entre el presente y el futuro. [37256] No obstante, las mismas conclusiones pueden ser obtenidas cuando hay activos productivos en la economía, tal como ha demostrado Diamond (1965), entre otros. [37257] Samuelson (1958) fue el primero en proporcionar un ejemplo en el que los equilibrios competitivos podían no ser Pareto óptimos. [37258] Una caracterización completa de los equilibrios competitivos que son Pareto óptimos ha sido obtenida por Balasko y Shell (1980) y Okuno y Zilcha (1980). [37259] Ésta es una versión de la conocida paradoja matemática del hotel con infinitas camas en el que, a pesar de estar todas ocupadas, siempre es posible acomodar a un nuevo huésped. [37261] Esta estrecha relación ha sido analizada por Samuelson (1975), entre otros. [37262] No es necesariamente cierto que la introducción de dinero siempre resuelva las eventuales ineficiencias, tal como han demostrado Cass, Okuno y Zilcha (1979). [37263] La existencia de equilibrios monetarios Pareto óptimos sólo ha sido demostrada para el caso de un único bien por periodo, por T. Millán (1981). [37264] Tal como Douglas Gale (1978) ha argumentado, este tipo de contratos también está basado en la confianza. [37265] En un contrato de futuros, las dos partes no están en una posición simétrica. [37266] Un individuo entrega algo ahora y el otro, si cumple el contrato, le compensar en una fecha futura. [37267] Es evidente que el que aún ha de cumplir su parte de contrato tiene incentivos a no hacerlo, a declararse insolvente. [37268] Véase el apartado de juegos cooperativos en el Apéndice sobre Teoría de Juegos. [37269] Hay que citar, sin embargo, el breve trabajo de Hendricks et al. (1980). [37271] Un argumento similar podría aplicarse a la Seguridad Social. [37272] Si el volumen de pensiones es suficientemente alto, puede salir a cuenta a los contribuyentes sufrir el caos que significaría suprimirla. [37273] Creo que hay un razonamiento de este tipo implícitamente presente en la actual discusión sobre este tema de política económica. [37274] Autores tan influyentes como I. Fisher y P. Wicksteed, por ejemplo, defendieron puntos de vista contrarios. [37275] I. Fisher (1910) cree que "la aceptabilidad general es la característica clave del dinero. [37276] Esta aceptabilidad puede ser reforzada por ley, haciéndolo de curso forzoso. [37277] Pero este reforzamiento no es esencial" (p. 147). [37278] En cambio, para Wicksteed (1910) (pp. 618-619) la aceptabilidad del dinero se debe principalmente a la fuerza de la ley. [37279] Clower (1969), uno de los especialistas contemporáneos más conocidos en Teoria Monetaria, también cree que el dinero es aceptado, no por la libre voluntad de los individuos, sino porque es una creación social (pp. 14-15). [37281] Un tratamiento completo y riguroso de la relación entre equilibrios competitivos y núcleo de una economía en Hildenbrand y Kirman (1982). [37282] Una discusión de esta problemática puede encontrarse, por ejemplo, en Barber (1979 y 1982) y Taylor (1987). [37283] También Bentham (1776) menciona de paso que la sociedad está formada por una cadena de generaciones. [37284] CAPÍTULO 7 PRECIOS DE TRANSFERENCIA [37285] por JOSEP M.ª ROSANAS [37286] La asignación de recursos dentro de una organización [37287] Cualquier organización humana se basa inevitablemente en la división del trabajo. [37288] La misma existencia de las organizaciones se debe, como afirma Barnard, a las limitaciones de la persona humana para emprender acciones de cierta magnitud. [37289] Cuando un determinado objetivo, ya sea la producción de un cierto bien o un trabajo del que se deriven unas consecuencias deseables, supera las posibilidades de una persona, ésta intenta superar sus limitaciones buscando la colaboración con otros, al margen, por supuesto, de que también obtenga una satisfacción personal por el mero hecho de cooperar (Bernard, 1938). [37291] Cada una de las personas involucradas se responsabiliza entonces de una parte del trabajo, pero tan sólo el conjunto de personas se hace responsable del trabajo en su totalidad. [37292] Resulta necesario, por tanto, en toda organización: [37293] a) determinar cuál es el trabajo a realizar (es decir, definir los objetivos de la organización); [37294] b) descomponer el trabajo a realizar en tareas que puedan ser realizadas por personas individuales; [37295] c) establecer algún mecanismo de control que sirva para comprobar si el trabajo se realiza o no tal como se había determinado en b) y si se cumplen los objetivos establecidos en a); y, finalmente, [37296] d) tomar las decisiones correctas si el resultado del análisis anterior es negativo. [37297] Todas estas actividades se pueden llevar a cabo de maneras muy distintas. [37298] En organizaciones pequeñas (donde colaboran pocas personas), los mecanismos de coordinación entre las distintas tareas y el sistema de control suelen ser informales: una persona (con frecuencia el propietario-gerente) se encarga de esta coordinación y control. [37299] Los medios utilizados son primordialmente el conocimiento personal del trabajo a realizar, la inspección visual del trabajo que se está realizando, la comunicación verbal con las personas involucradas, y la intuición. [37301] Un posible mecanismo de coordinación es en estos casos el sistema de precios, los cuales cuando se utilizan en el seno de una empresa se suelen denominar precios internos , precios de transferencia , o precios de cesión . [37302] Los precios de transferencia cumplirían entonces en una empresa el mismo papel que el sistema de precios puede cumplir para una economía en su conjunto. [37303] Pero si difícilmente el sistema de precios puede funcionar de una forma perfecta en el conjunto de la economía, aún resulta más difícil que funcione de una manera correcta dentro de una organización, pues si éste fuera el caso no habría necesidad alguna de que las diversas partes de la organización formasen un todo, y podrían perfectamente constituir empresas separadas. [37304] Para ilustrar completamente este último punto, pensemos, por ejemplo, en dos empresas que tienen entre sí relaciones de cliente-proveedor. [37305] Estas dos empresas se pueden coordinar (aun siendo completamente independientes) mediante el mecanismo de precios, o bien (perdiendo entonces su independencia) por mediación de un mecanismo organizativo jerárquico. [37306] Parece evidente que, si el mecanismo de precios funcionase entre ellas de forma perfecta, no habría necesidad de establecer una jerarquía superior a las dos; mientras que, si la jerarquía funcionase correctamente, no habría necesidad alguna de recurrir al mecanismo de precios de transferencia entre ellas. [37307] La existencia de éstos, pues, se debe en parte a un hecho contradictorio, que parece indicar una necesidad de aprovechar las ventajas de ambos métodos de organización, cuando ninguno de ellos funciona suficientemente bien. [37308] Este trabajo tiene la intención de examinar brevemente la problemática de los precios de transferencia desde distintas vertientes, tanto teóricas como prácticas. [37309] En primer lugar, trataremos de exponer desde un punto de vista práctico el origen del problema: la empresa divisionalizada (y los centros de beneficio). [37311] Más adelante haremos un resumen de la literatura existente sobre el tema, destacando las aportaciones más importantes, y tratando de relacionar los diversos enfoques; para terminar tratando de establecer una síntesis (en la medida en que esto sea posible) entre éstas, y evaluar, por tanto, el estado de la cuestión. [37312] LA EMPRESA DIVISIONALIZADA [37313] La divisionalización de una empresa, tal como la definiremos a continuación, tan sólo tiene sentido en el caso de empresas relativamente grandes. [37314] En una empresa relativamente pequeña, la división del trabajo tan sólo puede ser funcional, es decir, las distintas partes de ésta realizan funciones complementarias para la consecución del objetivo de la empresa, objetivo que ninguna de ellas sería capaz de conseguir por separado. [37315] Si examinamos una empresa pequeña, veremos cómo este principio (de división funcional) se aplica a lo que se suele denominar precisamente áreas funcionales de la empresa, como son fabricación, ventas, administración, finanzas, personal, etc. [37316] No se puede dar una regla fija respecto a cuántas y cuáles son, pues dependiendo del tamaño de la organización puede haber más o menos funciones, y en cada caso la importancia relativa de cada una de estas funciones es distinta. [37317] Pero dentro de cada una de estas áreas también se puede subdividir el trabajo en distintas subfunciones: así, en fabricación (que normalmente absorbe una parte importante de los recursos de la empresa) el trabajo global se puede subdividir en distintas partes (por ejemplo, la fabricación de piezas por un lado, y el ensamblaje por otro), de la forma más conveniente en cada caso; y prácticamente se podría decir lo mismo de cualquier otra área funcional; en general, ninguna de estas subdivisiones realiza un producto completo, de forma vendible al exterior. [37318] La división del trabajo y la especialización, pues, aparecen fragmentando de alguna forma la obtención del producto final. [37319] En contraste con lo que acabamos de ver, en una empresa que sobrepase unas ciertas dimensiones resulta necesario un cierto grado de descentralización; y si esta empresa produce, por ejemplo, distintas líneas de producto, una forma fácil de descentralizar las responsabilidades sea la de repartirse los productos entre distintos grupos de personas o unidades organizativas, cada una de las cuales tiene una responsabilidad directa y total sobre la parte de los beneficios de la empresa derivada de estos productos. [37321] En otras ocasiones, la divisionalización se puede producir por áreas geográficas; o, quizás incluso de forma más frecuente, por distintas fases de la producción en una empresa integrada verticalmente. [37322] Así, por ejemplo, una misma empresa puede producir cartón, papel, y cajas de cartón; o un fabricante textil puede producir hilados, tejidos y acabados. [37323] En todos estos casos, la división situada más al inicio del proceso productivo fabrica un producto (el hilo, por ejemplo) que se puede vender al exterior, dado que existen empresas de tejidos que lo compran, pero que también puede transferirse a la siguiente división, que lo puede utilizar para fabricar su propio producto. [37324] A su vez, en una empresa integrada verticalmente, la división siguiente puede comprar su materia prima al exterior, o bien aceptar el producto transferido desde la división anterior. [37325] Como es lógico, en los casos en los que esto sucede, es decir, en empresas con un cierto grado de integración vertical y divisionalizadas, será importante calcular qué beneficio obtiene cada división, para poder analizar qué división contribuye en qué porcentaje al resultado final. [37326] Pero cuando existen productos transferidos entre dos divisiones, el beneficio de cada una de ellas no queda perfectamente determinado, pues el resultado de cada división depende de a qué precio se haya transferido el producto, y dada la actividad real que ha tenido cada división, un aumento de este precio aumentará los beneficios de la primera, y disminuirá los de la segunda, manteniéndose constante el beneficio de la empresa. [37327] En general existen estructuras divisionales de formas muy diversas, pero siguiendo a Thompson (1969), las podemos clasificar en dos clases: de un lado aquellas en las que cada división produce un distinto tipo de producto, sin relación alguna con los productos de la otra división, y en los que la interdependencia consiste en compartir algunos servicios centrales ( pooled interdependence , según Thompson); y por otro lado, aquellas en las que el cliente de una división es otra división, que transforma (o simplemente distribuye) el producto de la primera ( sequential interdependence , según Thompson). [37328] Formalmente, ambas cosas son la misma, pues tanto en un caso como en otro, existen transferencias de bienes o servicios de una parte a otra de la empresa, siendo los precios de transferencia la contrapartida monetaria de estos bienes o servicios. [37329] Es cierto que, desde un punto de vista descriptivo, son dos realidades completamente distintas, pues en la primera se transfieren esencialmente servicios difícilmente cuantificables, que raramente se consideran sujetos a precios de transferencia, mientras que en la segunda, cuando el producto transferido es un bien físico, los precios de transferencia son el uso más frecuente. insistimos, sin embargo, en que el problema es idéntico, a pesar de que el primero suele resolverse mediante precios de transferencia implícitos en la forma de repartición contable del costo, mientras que en el segundo el mecanismo de precios frecuentemente se encuentra de forma totalmente explícita . [37331] No obstante, pueden darse casos en que esto no sea así: frecuentemente las transferencias son de servicios inmateriales y difíciles de cuantificar; en otras ocasiones las transferencias internas pueden ser cuantitativamente poco importantes, y también pueden darse casos en los que la divisionalización sea muy relativa, con un fuerte peso de la dirección central. [37332] Pero en todos los otros casos, los precios de transferencia pueden tener una influencia decisiva en la rentabilidad de la empresa. [37333] En el siguiente apartado intentaremos mostrar en qué forma. [37334] FUNCIONES DE LOS PRECIOS DE TRANSFERENCIA [37335] De hecho, de lo que se ha dicho hasta el momento se deduce que cualquier empresa un poco grande, que disponga de una contabilidad más o menos compleja, necesita usar los precios de transferencia. [37336] Generalizando lo que se ha dicho anteriormente, cualquier valoración contable se puede considerar como un precio de transferencia, dado que, para cada posible activo, se encuentre en el estado en que se encuentre, debe existir alguien que lo haya obtenido, y alguien que se haga cargo de él a continuación; y en cierta medida podemos afirmar que, cuando se obtiene, el primero lo cede al segundo a cambio de un precio, que no es más que su valoración contable. [37337] Pero el problema, así planteado, tiene poco interés conceptual, ya que es perfectamente posible que el precio resultante (normalmente basado en algún procedimiento de asignación de costos) no se utilice prácticamente para nada, más allá de la vaga noción contable de "saber en qué situación nos encontramos" (que por otro lado puede ser a veces bastante importante en términos de evaluación de las divisiones). [37338] En muchas organizaciones, sin embargo, se plantea el problema de los precios de transferencia de forma más específica como un mecanismo descentralizado de toma de decisiones. [37339] En concreto, ha sido una filosofía relativamente frecuente en empresas divisionalizadas que cada división tome las decisiones de forma prácticamente independiente, basando sus análisis de las transacciones internas exclusivamente en los precios de transferencia. [37341] Los diseñadores de sistemas de divisionalización y precios de transferencias han matizado con frecuencia este último aspecto, tratando de hacer una excepción de aquellas transacciones que «estarían en contra de los intereses de la empresa en su conjunto» y estableciendo, por ejemplo, sistemas de arbitraje en caso de disputas. [37342] Dicho de otro modo, se han querido utilizar las ventajas del sistema de precios conservando la posibilidad de recurrir a la jerarquía si es necesario. [37343] Como es lógico, si esta posibilidad se utiliza con prudencia fortalecerá en realidad el sistema de precios de transferencia; pero en la medida en que se convierta en común, se desvirtuará la idea inicial de la divisionalización y la descentralización. [37344] Además de esta función directa, los precios de transferencia cumplen también otra indirecta, a través precisamente de la evaluación de las divisiones y de los mecanismos de feedback que existen en toda organización. [37345] En este sentido, podemos decir que cumplen con la función de distribuir entre sus divisiones el beneficio total de la empresa, de tal forma que la división central pueda evaluar [37346] a) el funcionamiento económico de cada una de las divisiones para analizar su viabilidad, o [37347] b) la capacidad de gestión del equipo directivo de cada una de las divisiones. [37348] Visto desde estos puntos de vista, podríamos afirmar que un precio de transferencia idealmente deber~a satisfacer dos criterios, con frecuencia citados en la literatura sobre sistemas de control: la congruencia de objetivos y la equidad. [37349] Por congruencia de objetivos se entiende el hecho de que cuando el responsable de una división tome una decisión de acuerdo a sus intereses divisionales, ésta esté también de acuerdo con los intereses de la empresa en su conjunto. [37351] El primer criterio afecta esencialmente la toma de decisiones, mientras que el segundo afecta esencialmente los aspectos relacionados con la evaluación. [37352] Sin embargo, estos dos criterios, que pueden parecer muy racionales a primera vista, pueden llegar a resultar contradictorios en la práctica; e incluso es posible que si se definieran de una forma más rigurosa, pudieran resultar lógicamente contradictorios. [37353] Pero, en cualquier caso, parece que pueden ser dos criterios importantes cuando se trata de valorar el funcionamiento de un sistema de precios de transferencia. [37354] Las distintas soluciones al problema [37355] Resulta probablemente fácil de observar en la anterior exposición cómo el problema de los precios de transferencia es bastante complejo, incluyendo las nociones propia y estrictamente económicas (toma de decisiones económicas) y nociones no económicas como la que acabamos de mencionar relacionada con la equidad. [37356] No puede resultar sorprendente, por tanto, que el problema se haya contemplado desde distintos puntos de vista, y que los análisis sean sustancialmente distintos. [37357] Tratando de resumir, podríamos decir que históricamente ha habido esencialmente tres maneras de contemplar el problema: el enfoque intuitivo o no analítico; el enfoque microeconómico clásico de la teoría de la empresa; y la programación matemática. [37358] Éstos son los enfoques que examinaremos con una cierta extensión a continuación. [37359] Más adelante mencionaremos brevemente otros enfoques que han tenido menos impacto, así como las más recientes aportaciones en este campo. [37361] El problema de los precios de transferencia apareció en la literatura desde un punto de vista eminentemente práctico; y no fue hasta más tarde cuando el problema empezó a tratarse desde un punto de vista más teórico. [37362] Normalmente se citan como primeros antecedentes los artículos de Cook (1955) y de Dean (1955). [37363] Sobre todo el segundo de ellos, publicado en la Harvard Business Review, y con el carácter pragmático que suelen tener los artículos de esta revista, pretende esencialmente ser un conjunto de recomendaciones, útiles para la práctica, acerca de: [37364] - cuándo puede resultar adecuado utilizar los precios de transferencia, y [37365] - cómo establecerlos precisamente en estos casos. [37366] No pretende, en cambio, explicar el porqué de los mismos, ni establecer un modelo deductivo basado en la teoría económica, como realizó al año siguiente Hirshleifer (1956). [37367] Joel Dean afirma fundamentalmente dos cosas: que los precios de transferencia tan sólo resultan adecuados en situaciones donde existe mucha independencia por parte de las divisiones involucradas; y que, en estas situaciones, los precios de transferencia deben ser "competitivos". [37368] En concreto, cita cuatro condiciones necesarias para que una unidad descentralizada pueda considerarse centro de «beneficios»: [37369] independencia operacional, acceso a proveedores y mercados, costos e ingresos separables, e intención por parte de la dirección; condiciones que en realidad convierten estas divisiones prácticamente en empresas independientes. [37371] Sí explica, por el contrario, por qué otros métodos (basados en el coste, por ejemplo) son menos buenos; y en estas explicaciones (que comentaremos más adelante) se puede observar cómo Dean entendía el problema de los precios de transferencia mucho mejor que como bastante gente lo ha entendido posteriormente, tanto desde el punto de vista práctico como desde el teórico. [37372] Un punto muy curioso, para lo que consideraremos más tarde, es el hecho de que Dean condena de entrada la posible discriminación de precios entre el cliente interior de la división productora y un posible cliente exterior. [37373] No resultan claras sus razones para hacerlo, pero se entrevé que se trata del hecho de que la división productora no esté más motivada a servir de mejor manera al cliente exterior (que sería el que pagaría mejor), que al cliente de dentro, circunstancia que podría comportar todo tipo de problemas en lo referente a la calidad y al plazo de entrega del producto, que son variables que en la práctica pueden resultar de extraordinaria importancia. [37374] De Joel Dean deriva (o quizá sería mejor decir arranca) toda una literatura no analítica acerca de los precios de transferencia, en muchos casos relacionada con la Harvard Business School. [37375] Muchos libros de texto que tratan del tema, como, por ejemplo, Anthony, Dearden y Bedford (1985), contienen explicaciones en la misma línea que Joel Dean, dando recomendaciones que pueden ser probablemente razonables en la práctica, pero que desafortunadamente no contienen una explicación acerca de la realidad de los precios de transferencia, ni los relacionan con ningún esquema teórico. [37376] EL ENFOQUE DE LA TEORÍA DE LA EMPRESA [37377] Aproximadamente un año después del artículo de Joel Dean aparece el que se convertirá en un clásico de obligada referencia: su autor es Jack Hirshleifer. [37378] Es un artículo de cariz más bien teórico, a pesar de que su autor trata de obtener consecuencias prácticas de su análisis. [37379] El artículo inicial (1956) se completó posteriormente con dos más: Hirshleifer (1957) y (1964). [37381] Hirshleifer se plantea el problema de cuál debe ser el precio de transferencia entre dos divisiones de la misma empresa, que interpreta (sin pérdida de generalidad) como una división productora y una división comercializadora de un determinado producto. [37382] Tan sólo considera (como hace siempre la teoría clásica) un solo producto final, con la posibilidad de venderlo a una distribuidora en un estado intermedio. [37383] El criterio que hará posible juzgar si un precio es adecuado o no, será si las decisiones que se toman, en términos de cantidades, son las óptimas para la empresa en su conjunto; adoptando, por tanto, una óptica de organización y de transmisión de información con respecto de los precios de transferencia. [37384] Realiza la hipótesis (bastante razonable, a pesar de los ejemplos en contra citados por Thomas, 1980) de independencia tecnológica entre las dos divisiones y estudia tres casos: [37385] - cuando el producto intermedio no nene mercado; [37386] - cuando el producto intermedio tiene un mercado en competencia perfecta; [37387] - cuando el producto intermedio tiene un mercado de competencia imperfecta. [37388] Muestra gráficamente cómo existe un precio de transferencia que hace posible que cada división, tomándolo como si se tratara de un precio de mercado, emprenda la acción más conveniente para la empresa en su conjunto. [37389] Examinaremos brevemente el primer caso, e insinuaremos tan sólo los otros dos, dejando así al lector que los deduzca por sí mismo, o los busque en el original. [37391] Las divisiones productora y distribuidora tienen un coste marginal representado por las curvas cmf y cmd, respectivamente. [37392] La suma vertical de estas dos, la curva CM, representa por tanto el coste marginal para la empresa en su conjunto. [37393] El óptimo para la empresa será producir una cantidad OC, correspondiente al punto donde se cortan las curvas de ingreso marginal y de coste marginal para la empresa en su conjunto. [37394] Pero si a cada una de las divisiones le damos un precio de transferencia p = AB (es decir, el coste marginal en el punto óptimo), y cada una de ellas maximiza sus beneficios, las dos tomarán aquellas opciones que son óptimas para el conjunto, ya que: [37395] a) la división fabricante tendrá un ingreso marginal igual exactamente a p, y un coste marginal igual a cmf, de manera que una y otra se cortarán sobre la vertical del punto C, ya que por definición, p es el coste marginal a este nivel de producción; y, [37396] b) la división distribuidora tendrá a este nivel de producción un coste marginal igual al precio de transferencia p más el cmd; que, dado que p es igual a cmf, suman en total AC, y son iguales al coste marginal total y al ingreso marginal total. [37397] En el segundo caso, es decir, cuando para el producto intermedio existe un mercado de competencia perfecta, se puede decir que éste "desconecta" las dos divisiones, de manera que cada una de ellas puede determinar su nivel de output independientemente de la otra. [37398] Hagan lo que hagan, ambas actuarán de acuerdo al interés del conjunto de la empresa si maximizan sus propios beneficios utilizando el precio de mercado como precio de transferencia. [37399] La cantidad de producto intermedio producida por la primera división, y la cantidad consumida por la segunda tan sólo coincidirán por casualidad, pero esta coincidencia no es necesaria en absoluto: se puede vender al exterior el exceso de producto, o comprar en el exterior la cantidad adicional necesaria. [37401] En el tercer caso, es decir, cuando existe un mercado intermedio que no es de competencia perfecta, cabe distinguir dos posibilidades: que las demandas del producto final y del producto intermedio sean independientes, o que por el contrario sean dependientes. [37402] En el primer caso, el coste marginal también es el precio de transferencia ideal, ya que la división de fabricación tratará de igualar el coste marginal con el ingreso marginal del mercado intermedio, y con el ingreso marginal neto en el mercado final. [37403] El resultado es, por tanto, una discriminación de precios entre el mercado interior y el mercado exterior, ya que en este último el ingreso marginal coincide con el coste marginal, pero el precio es superior al ingreso marginal; mientras que en el mercado interior, el ingreso marginal es el precio de transferencia, igual al coste marginal. [37404] Esta discriminación, obviamente, se hace para explotar el mercado del producto intermedio tanto como sea posible, cediendo a cambio el producto al cliente interno al coste marginal. [37405] En cambio, cuando existe una dependencia entre el mercado final y el mercado intermedio, la regla del coste marginal no se puede mantener, a menos que el coste marginal incluya la posible pérdida de ventas rentables en el otro mercado (Hirshleifer, 1956 y 1964). [37406] Resulta curioso que, en una situación que puede darse con cierta frecuencia, como es la de un mercado intermedio en competencia imperfecta, la teoría económica recomiende la discriminación de precios práctica, que normalmente los hombres de empresa consideran como muy perniciosa, tal como veíamos en el apartado anterior que afirmaba Dean. [37407] No resulta tan ilógico, no obstante, si pensamos que Dean recomienda no discriminar precios por razones probablemente no económicas, relacionadas con las motivaciones de las personas que rebajan en la división productora; y si tenemos en cuenta además que estas razones son por el momento difícilmente contempladas por la teoría económica. [37408] Hirshleifer pues, aparte de analizar el problema de una forma más rigurosa que en el enfoque anterior, da soluciones concretas al establecimiento de precios de transferencia, soluciones que de hecho se resumen en una: el coste marginal en prácticamente cualquier situación, teniendo en cuenta tan sólo el hecho de que algunas veces el coste marginal debe definirse de manera conveniente. [37409] No habla, en cambio, de cómo se puede calcular o establecer este precio, quizá dando por descontado que el coste marginal es fácil de encontrar en los registros contables de la empresa, y que la dirección de la empresa puede imponerlo como precio a ambas divisiones. [37411] EL ENFOQUE DE LA PROGRAMACIÓN MATEMÁTICA [37412] Pocos años después de la publicación de los dos primeros artículos de Hirshleifer, Arrow (1959) trataba el mismo tema desde un punto de vista más formal, y a la vez más general, basándose en la programación matemática. [37413] De forma hasta cierto punto paralela a la de Hirshleifer, a pesar de que el método de trabajo sea distinto, Arrow estudia los casos de competencia perfecta, ausencia de mercado, y de mercado en competencia imperfecta. [37414] Demuestra primero que si todos los productos de la empresa tienen un mercado externo perfecto, ésta se puede descentralizar completamente (de hecho, las distintas divisiones de la empresa se convierten entonces en empresas independientes). [37415] Sin ser demasiado explícito, elude en este caso la cuestión de los precios de transferencia, dando probablemente por descontado que deberían ser los de mercado, si se da el caso de que alguno de los productos se transfiere de una división a otra. [37416] A continuación estudia el caso de ausencia de mercado para un producto intermedio, en el que demuestra que el precio de transferencia óptimo debe ser el multiplicador de Lagrange de la correspondiente restricción de producción. [37417] Ésta es probablemente la aportación fundamental de este artículo, pues aunque el resultado no sea distinto al de Hirshleifer es, como comentábamos anteriormente, más general y riguroso. [37418] En primer lugar, es cierto en general que el mencionado multiplicador de Lagrange deberá ser igual al coste marginal del volumen óptimo de producción si tomamos el ejemplo de Hirshleifer, pero en el caso de Arrow se puede admitir cualquier número de divisiones, y no tan sólo dos; así como cualquier «actividad» de la empresa se puede considerar variable de decisión, y no tan sólo la cantidad de producto final. [37419] Y en segundo lugar, la deducción matemática permite observar fácilmente cuáles son las condiciones que pueden hacer esto posible, y que se reducen a la concavidad de las funciones de ingresos totales, y a la convexidad de las funciones de coste. [37421] Este trabajo fue llevado a cabo por Baumol y Fabian. [37422] Tampoco resulta muy sorprendente el hecho de que, si los anteriores trabajos eran de tipo más bien conceptual, el de estos autores esté más en la dirección de cómo llevar a la práctica las recomendaciones que se efectúan. [37423] De hecho, tanto con la recomendación hecha por Hirshleifer de que el precio de transferencia sea igual al coste marginal, como con la realizada por Arrow de que sea igual al multiplicador de Lagrange, la dificultad principal se presenta en cómo llevarlas a la práctica. [37424] En cambio, el enfoque pragmático de la Programación Lineal, y su posterior adaptación a la resolución en la práctica de problemas empresariales, con una información sobre costos que no es nunca más precisa que una aproximación lineal, ofrecía una buena oportunidad para la aplicación de los principios de la dualidad. [37425] El algoritmo de descomposición de programas lineales, recientemente descubierto en aquel entonces por Dantzig y Wolfe, proporcionó el instrumento adecuado. [37426] Baumol y Fabian se proponían resolver problemas que tuvieran una estructura en la que existieran algunas restricciones que afectasen simultáneamente a todas las variables de producto, mientras que otras afectasen tan sólo a grupos de variables, que representarían las unidades de producto fabricadas en cada división. [37427] Los productos vendidos al exterior tendrían un mercado de competencia perfecta, y lo que estarla en juego sería algún recurso que la dirección de la empresa debería repartir entre las divisiones, circunstancia que estaba representada por la(s) primera(s) restricción(es). [37428] Para ilustrarlo, dan un ejemplo de una empresa con dos divisiones que fabrican, respectivamente, dos y tres productos, representados los de la primera mediante x, y mediante y los de la segunda. [37429] Cada producto i se vende a un determinado precio, y tiene un margen de contribución representado por una p con el subíndice correspondiente. [37431] De este modo, la estructura del problema es la siguiente: xxx. [37432] Resulta interesante subrayar que la formulación anterior se ha interpretado como un caso distinto del planteado al principio: en lugar de ser dos divisiones que se traspasan un producto, aquí son dos divisiones que compiten por un recurso que han de compartir. [37433] Sin embargo, esta misma formulación es suficientemente general como para incluir cómodamente el problema del establecimiento de precios de transferencia de la forma anteriormente planteada. [37434] Si se tratase de que el producto x2, por ejemplo, no tiene un mercado externo, sino que se transfiere de la primera división a la segunda, donde se transforma en el producto acabado Y2, que finalmente se vende al exterior, sería suficiente que: [37435] a) el beneficio del primer producto (P2) en la función objetivo fuera negativo (su costo variable), [37436] b) el del segundo (P4) fuese su margen de contribución sin descontar el coste del primero; [37437] c) se estableciese una ecuación que vinculase las dos divisiones reflejando el hecho de que la cantidad que se produce del segundo producto no puede ser inferior a la cantidad producida del primero. [37438] Esta ecuación sería pues, simplemente: xxx. [37439] En el artículo citado anteriormente, Arrow ya había buscado un procedimiento descentralizado para encontrar los precios de transferencia donde no fuera necesario, como implícitamente lo era en el enfoque de Hirshleifer, calcular el óptimo global para hallar el precio. [37441] Brevemente descrito, consistía en un diálogo entre el "centro" y cada una de las divisiones, en el que el centro indicaría unos precios (o beneficios unitarios para cada producto), y las divisiones deberían responder cuál seria su volumen de producción dados estos precios. [37442] A continuación, el centro variaría los precios para ajustar los desequilibrios, y así sucesivamente hasta que se alcanzase una solución óptima. [37443] El(los) precio(s) resultante(s), obviamente, sería(n) la(s) variable(s) dual(es) de las ecuaciones que vincularan a las dos divisiones. [37444] Es necesario subrayar, sin embargo, que los precios óptimos no causan automáticamente que las divisiones pongan en práctica el óptimo global para la empresa, pues dada la estructura lineal del problema, existe alguna división que es indiferente entre dos soluciones o cualquier combinación lineal de las mismas), puesto que la pendiente de la función objetivo coincide con la pendiente de una restricción activa. [37445] Esto ha originado que algunos autores hayan propuesto diversos métodos para huir de la linealidad, como, por ejemplo, Jennergren (1972) y Hass (1968). [37446] Es necesario recalcar, sin embargo, y ésta es una cuestión que no se ha entendido por parte de algunos críticos, que no todas las divisiones tienen una solución indeterminada, sino que en general, y dependiendo del número de productos que se transfieran, existe alguna división que tiene una solución perfectamente determinada, y coincide con el óptimo global. [37447] Es concebible, por tanto, que esta división pueda actuar como factor determinante para obtener este óptimo sin que sea necesaria una intervención central. [37448] No obstante, cuando el número de ecuaciones de vínculo (es decir, aquellas ecuaciones que afecten a más de una división) aumenta, esto resulta más y más difícil, dado que la indeterminación aumenta. [37449] Para resumir, la programación matemática demuestra cómo, bajo unas condiciones suficientemente razonables de concavidad de las funciones de ingresos y convexidad de las de costes, los precios que pueden implicar un comportamiento coherente de todas las divisiones afectadas existen, y se pueden calcular mediante un método descentralizado de diálogo entre las divisiones, a pesar de que, posteriormente, el óptimo de cada división puede haberse determinado de forma descentralizada en el caso lineal. [37451] En este punto, resulta interesante contrastar los dos últimos enfoques, que en más de una ocasión se han considerado dos mundos aparte, o han supuesto recomendaciones incluso antagónicas. [37452] Y, probablemente, esto ha sido así por razones de vocabulario: dependiendo de qué sentido se dé exactamente a cada concepto, la recomendación puede ser diferente. [37453] Por ejemplo, Hirshleifer recomienda que, excepto en casos de dependencia tecnológica o de demanda, el precio de transferencia sea igual al coste marginal. [37454] Pero en la realidad el coste marginal se aproxima mediante el coste variable (considerado proporcional al primero); de lo cual se desprende que la recomendación de Hirshleifer en la práctica debe ser establecer como precio de transferencia el coste variable obtenido a partir de la contabilidad. [37455] Como sea que ésta es una práctica raramente adoptada, se puede concluir entonces que la recomendación de Hirshleifer es tan sólo aplicable a casos especiales de un solo producto, etc. [37456] Un razonamiento bastante parecido a éste realizan, por ejemplo, Abd-el-Khalik y Lusk (1974), o Grabski (1985) en sendos (y por otro lado excelentes) resúmenes de la literatura aparecida hasta el momento. [37457] Pero éste es un análisis incompleto. [37458] La función de costes en la teoría económica tan sólo tiene sentido si la noción aplicada es la del coste de oportunidad, y el coste de oportunidad está definido cuando existen alternativas. [37459] De tal forma que, en general, el coste marginal no ha de incluir tan sólo los costes explícitos (que, de manera absolutamente correcta, se pueden aproximar mediante el coste variable), sino el sacrificio debido a la no producción de otros productos alternativos. [37461] Imaginemos, por ejemplo, que la división productora del producto transferido tiene una cierta capacidad de planta, y que en un momento determinado está trabajando por debajo de ésta. [37462] En este caso no existe posibilidad de un producto alternativo, y la recomendación del coste marginal y el coste variable coinciden. [37463] En cambio, si se está trabajando a plena capacidad, y por tanto la producción del producto transferido implica dejar de producir otro producto, el coste marginal incluye este margen sacrificado; y así, la solución coincide con la que se podría obtener mediante la variable dual en programación matemática. [37464] Este punto de vista se puede extender, para darnos cuenta de que, en realidad, no existen en rigor situaciones en las que podamos decir que existe un exceso de capacidad. [37465] Es evidente que muchas veces existe un exceso de capacidad por lo que hace referencia a los recursos de fabricación inmediatos, pero ésta no debería ser la única medida de capacidad en una empresa en la que coexisten actividades de tipo diverso. [37466] Por ejemplo, además de fabricarlo, es necesario también vender el producto, y frecuentemente cuando se dice que una empresa está por debajo de su capacidad, la capacidad de venta está al 100 %, pues el problema precisamente está en que no se vende bastante: se está por tanto por debajo de la capacidad de producción, pero no de ventas. [37467] Además, la producción (en sentido genérico) de cualquier bien o servicio siempre precisa un «esfuerzo» humano que está más allá del coste explícito, y que se podría haber aplicado a otro producto, o a otra actividad; y este «esfuerzo» también tiene un coste de oportunidad. [37468] Por tanto, la aproximación al coste marginal que representa el coste variable no resulta aceptable en este caso, pues estos costes de oportunidad, que pueden ser importantes, no están incluidos. [37469] Probablemente es por esta razón que, en la práctica, frecuentemente se carga un margen sobre el coste variable, cuando se quiere utilizar éste como precio de transferencia. [37471] Por ejemplo, existen activos inmovilizados que, una vez comprados, se convierten en un coste fijo, y por tanto no deben formar parte del coste marginal; mientras que si contemplamos el problema desde una perspectiva más a largo plazo, el coste marginal de producir el bien o servicio de que se trate debe incluir necesariamente el coste de estos activos. [37472] La cuestión, pues, no es que la recomendación de Hirshleifer no se haya aplicado en la práctica, sino que el concepto de coste marginal, perfectamente claro en teoría económica, puede perfectamente no ser medible a corto plazo. [37473] OTROS ENFOQUES [37474] Trataremos aquí de forma forzosamente breve, por razones de espacio, otros enfoques al problema de los precios de transferencia. [37475] En concreto, el de la teoría de juegos y el de la duplicidad de precios. [37476] En primer lugar, Shubik (1964) trató de aplicar la teoría de juegos al problema de los precios de transferencia. [37477] Esencialmente, propone, en un contexto más general de asignación de costes conjuntos, repartir los beneficios conjuntos de la empresa de acuerdo con el valor de Shapley del juego que se puede considerar juegan las distintas divisiones de la empresa. [37478] Afirma Shubik que, en un problema como el de la repartición de costes, pueden darse tres tipos de soluciones: la competitiva, la del núcleo (core ), y la del valor de Shapley; y la ventaja relativa de esta última es que siempre existe, mientras que los dos anteriores perfectamente pueden no existir. [37479] Shubik, no obstante, no se ocupa tanto del problema de los precios de transferencia como de un problema más general de repartición de costes conjuntos; y es posible que éste haya sido uno de los factores que haya hecho que su enfoque no haya tenido mucho éxito en la práctica. [37481] Además, pocas veces se está en una situación de precios de transferencia ante costes inevitablemente conjuntos a largo plazo, de manera que la función característica del juego a corto o a largo plazo pueda ser sustancialmente distinta. [37482] Otros autores (Ronen y McKinney, 1970) han propuesto una solución que puede parecer extraña a primera vista, pero que se ha adoptado en la práctica como una forma de asegurar la congruencia de objetivos: se trata de establecer una duplicidad de precios (que lo que cobre uno no sea lo que paga el otro, sino que ambos puedan disfrutar de todo el margen de contribución de las transacciones). [37483] De esta forma, se asegura que cada uno de los responsables haga las cosas de tal forma que se maximice el beneficio conjunto, pero se está introduciendo una contabilidad doble del beneficio. [37484] LAS ÚLTIMAS APORTACIONES [37485] No sería exacto afirmar que el tema que nos ocupa ha sido abandonado en los últimos tiempos: tan sólo es necesario echar un vistazo a la larga lista de artículos que ofrece Grabski (1985) para darse cuenta que esta afirmación no es cierta. [37486] Lo que sí es cierto, sin embargo, es que no existe ningún enfoque original distinto de los anteriores, excepto, como veremos, la introducción formal de la incertidumbre, y de la actitud de los agentes económicos hacia el riesgo. [37487] Las razones de esto son de diversa índole. [37488] En parte, porque algunas cosas ya se han dicho; en parte, por la interdisciplinariedad del tema, que ya hemos mencionado antes, y que lo convierte en más complejo; también en parte, probablemente, porque los años de crisis económica han originado un descenso del nivel de descentralización de muchas empresas, y por consiguiente del interés del tema; y finalmente, porque muchos de los aspectos que no acaban de estar claros tienen relación con cuestiones técnicamente difíciles de la economía de la información. [37489] El caso es que no se avanza a una velocidad excesiva. [37491] La primera línea, consistente en estudiar los precios de transferencia en condiciones de incertidumbre, trata de incorporar las actitudes hacia el riesgo de las distintas personas involucradas (directores divisionales y dirección central). [37492] El artículo de Kanodia, por ejemplo, explícitamente indica la intención de su autor de extender el análisis de Hirshleife a situaciones de incertidumbre, pero sus resultados son muy técnicos y poco interpretables en términos prácticos. [37493] Una objeción que se le puede plantear, desde un punto de vista práctico, es que las consideraciones relacionadas con la actitud respecto al riesgo de los responsables divisionales nunca se han revelado en los estudios empíricos como una cuestión importante. [37494] Los trabajos de Ronen y Balachandran, por otra parte, tratan de extender al caso de incertidumbre el modelo que el propio Ronen, junto con Mckinney, habían desarrollado para el caso de certidumbre. [37495] La segunda línea, consistente en recoger datos y estudiar la realidad, es un trabajo a la vez útil e interminable para un científico. [37496] Siempre resulta interesante obtener nuevos datos, principalmente si se obtienen con un enfoque pragmático, como en el caso de los trabajos incluidos en Vancil (1978). [37497] Eccles ha desarrollado un estudio de tipo clínico, aportando datos también interesantes, pero con una elaboración conceptual que deja algo que desear, pues se limita esencialmente a proponer el sistema de precios de transferencia como uno de los instrumentos para poner en práctica la estrategia. [37498] Hacia un esquema unificado [37499] Vancil (1978), en una frase citada con frecuencia, afirma que el problema de los precios de transferencia "...continúa siendo un rompecabezas para los académicos, mientras que los profesionales continúan encontrándole una solución...". [37501] También es cierto que, a pesar de esto, los profesionales continúan resolviendo el problema de una manera suficientemente satisfactoria. [37502] Y también es cierto que la práctica más divulgada (la de establecer los precios de transferencia sobre el coste completo más un cierto beneficio) no tiene una justificación teórica rigurosa. [37503] Pero en cambio, es probable que todos los elementos para construir una teoría unificada ya estén sobre el tapete, y que en cambio, no logremos hacerlos encajar. [37504] Para acabar este trabajo, trataremos de indicar en qué dirección se puede conseguir un avance. [37505] Es necesario darse cuenta, en primer lugar, de que realmente ya se han estudiado desde el punto de vista teórico casi todas las posibles situaciones, a pesar que aún no se haya comprendido totalmente el papel que en este contexto puede jugar la incertidumbre. [37506] En situaciones de certeza, sin embargo (o quizá sena más correcto decir en situaciones donde se ignora la actitud hacia el riesgo), existen tres tipos de cuestiones relacionadas con los precios de transferencia: [37507] a) la existencia de los mismos; [37508] b) su calculabilidad, y [37509] c) el mecanismo organizacional para llevarlos a la práctica. [37511] Este aspecto es importante, porque garantiza que la búsqueda de los precios óptimos no es una búsqueda vana. [37512] Pero se plantea inmediatamente la segunda cuestión: ¿son calculables? La respuesta a esta pregunta es menos clara. [37513] De hecho, la programación matemática nos da procedimientos para hacerlo, pero no es seguro que los datos necesarios estén disponibles (funciones precisas de costes e ingresos), y no está claro que se pueda calcular un óptimo global, ya que si fuera posible, probablemente la descentralización no aportaría ninguna ventaja. [37514] En cambio, existen también (lo demuestra la programación matemática) métodos descentralizados de diálogo entre las divisiones, que pueden permitir llegar, sino a la solución óptima, sí al menos a mejorar constantemente la solución, tal como sugiere Arrow (1959). [37515] Esto nos lleva a la última pregunta: ¿existen mecanismos organizativos razonables para asegurar que esto sucederá de este modo? Tampoco se puede contestar esta pregunta de forma definitiva, pero parece probable que no. [37516] La dificultad estriba esencialmente en lo que Williams llama "números pequeños", y el oportunismo resultante de éstos. [37517] En el conjunto de la economía, si el sistema de precios tiene alguna oportunidad de funcionar correctamente, es cuando el número de agentes económicos es grande. [37518] Obviamente, en una situación de precios de transferencia en el interior de una empresa, por definición los números no pueden ser nunca excesivamente grandes, y esto da pie a que los distintos agentes adopten actitudes oportunistas, tratando de obtener beneficios a costa de los demás. [37519] No parece que este problema pueda tener una solución concreta dentro de los modelos puramente económicos. [37521] ¿Cómo es esto posible?: pues teniendo en cuenta que en la realidad, las organizaciones tienen mecanismos para detectar el oportunismo, y hacerlo desaparecer o reducirlo mucho; pero en todo caso esto se hace de forma ajena al mecanismo económico en sí, y tiene que ver más que nada con las relaciones interpersonales. [37522] Recalcamos que eso es así si se mira a posteriori, es decir, dadas las decisiones de producción reales de cada una de las divisiones. [37523] A priori, es decir, antes de que estas decisiones se tomen, el establecimiento de un precio de transferencia puede, evidentemente, afectarlas, y entonces no sería en general de verdad el que cambiando el precio de transferencia el beneficio conjunto de la empresa permaneciese constante. [37524] Una unidad organizacional para la que se calcula el beneficio, se llama un centro de beneficios. [37525] En la práctica, un centro de beneficios y una división suele ser casi lo mismo, a pesar de que conceptualmente son dos definiciones diferentes. [37526] Desde un punto de vista teórico, claro. [37527] En la práctica, intervendrían otros factores, como, por ejemplo, que los precios no fuesen exactamente los mismos, que la calidad no fuese exactamente la misma, que las condiciones de entrega no fuesen exactamente las mismas, o que el transporte o los impuestos favoreciesen comprar en casa en lugar de comprar fuera. [37528] CAPÍTULO 10 DESCENTRALIZACIÓN Y COORDINACIÓN: UNA APROXIMACIÓN A LA TEORÍA DE MECANISMOS [37529] por XAVIER CALSAMIGLIA [37531] El problema económico consiste en la satisfacción de las necesidades humanas mediante la asignación de recursos escasos susceptibles de usos alternativos. [37532] La economía es la ciencia que estudia la actividad humana encaminada a resolver el problema económico. [37533] Para los economistas las necesidades siempre han sido un dato: el propio agente es el mejor juez de sus necesidades y prioridades. [37534] También han considerado como un dato exógeno las limitaciones de los recursos disponibles y las restricciones impuestas por la tecnología sobre la posibilidad de transformar unos bienes en otros. [37535] Como bajo condiciones bastante generales las prioridades de los agentes se pueden representar mediante una función de utilidad y los datos son conocidos, el problema económico se reduce a un problema más o menos complejo de maximización y formalmente no se distingue de muchos problemas de ingeniería. [37536] En consecuencia, la situación de Robinson Crusoe en la isla desierta refleja en toda su amplitud la problemática de la ciencia económica. [37537] Ésta es la visión de lo económico implícita en la famosa definición de Robbins, que ha estado presente en nuestros libros de texto hasta fechas muy recientes. [37538] Esta visión de la economía resulta hoy día tan estrecha que la práctica totalidad de la actividad teórica estaría fuera del terreno así acotado. [37539] Y es que el problema de nuestro entrañable náufrago no resulta muy estimulante como objeto de estudio puesto que sólo contiene los ingredientes más triviales de lo económico. [37541] Cierto que cada uno puede componérselas por sí solo, con lo que se replicaría la situación inicial. [37542] Pero es una propiedad de la naturaleza el hecho de que la división del trabajo aumenta la productividad y que, por tanto, las disponibilidades de bienes pueden aumentar considerablemente si cada uno se especializa en la producción de algo. [37543] A la división del trabajo se añade entonces otra propiedad fundamental de las necesidades humanas. [37544] Se trata de la convexidad de las preferencias, propiedad en virtud de la cual las necesidades se satisfacen mejor si se evita la especialización en el consumo. [37545] La especialización en la producción y la diversificación en el consumo generan la necesidad del intercambio y, en definitiva, la inevitabilidad de la interacción. [37546] Esta necesidad de cooperar juega el papel de elemento aglutinante y explica por qué a lo largo de la historia siempre se ha observado que las sociedades han funcionado mediante instituciones y mecanismos cuya función ha sido fundamentalmente canalizar y regula esta interacción. [37547] El diseño de estas instituciones es siempre algo complejo porque a pesar de las ventajas obvias del intercambio está claro que existe un conflicto de intereses entre los agentes a la hora de repartirselas: todos van a estar de acuerdo en tener un pastel mayor, pero cada uno de ellos va a preferir que su participación sea lo mayor posible. [37548] Estas consideraciones sitúan el problema en un nivel distinto. [37549] La actividad del individuo se sigue contemplando como una conducta teleológica y la elección entre alternativas se va a realizar siempre de acuerdo con un criterio estable. [37551] constituye en efecto un elemento metodológico fundamental en la formulación de modelos explicativos. [37552] Pero existe otro elemento imprescindible que la conocida definición de Robbins no permite entrever con claridad y que se deriva del hecho clave de que existen varios agentes esencialmente distintos. [37553] Lo que hay que explicar es el comportamiento de una sociedad o conjunto de individuos y éste no se puede reducir a la racionalidad individual cuando la multiplicidad de los agentes sea esencial. [37554] La imposibilidad de esta reducción se debe a la presencia de por lo menos uno de los elementos siguientes: [37555] a) La diversidad de intereses y objetivos . [37556] No existe un solo problema de maximización sino varios. [37557] Una importante rama de la Teoría Económica, la teoría de la elección social, ha tenido como problema fundamental el estudio de cómo armonizar estos intereses diversos y establecer en qué medida puede hablarse de una función objetivo social o función de bienestar social que de algún modo refleje los intereses individuales subyacentes. [37558] En lo que sigue obviaremos los temas de agregación de preferencias y supondremos que -por imposición, acuerdo u otro procedimiento consensuado- el colectivo objeto de estudio tiene un criterio de deseabilidad social bien definido. [37559] En este caso podría argüirse que la existencia de una única función objetivo permitiría recuperar la estructura formal de lo económico como un problema de maximización. [37561] b) La diversidad de la información . [37562] Si la función objetivo y las restricciones están bien definidas, para aplicar las técnicas matemáticas de optimización basta con conocer los datos del problema. [37563] Pero en una situación con múltiples agentes la cuestión básica es saber por quién son conocidos. [37564] El conocimiento de las necesidades, la tecnología y las disponibilidades de recursos está disperso entre los agentes económicos y ninguno de ellos conoce todos los datos. [37565] Para tomar decisiones coherentes es imprescindible comunicarse. [37566] Los desarrollos actuales de la teoría económica han acabado dando la razón a Hayek que, ya en 1936, [37567] reclamaba para la división de la información un estatuto epistemológico análogo a la división del trabajo, para ubicarlo como problema central de la Economía como ciencia social. [37568] Lo económico aparece ahora definitivamente bajo una nueva luz: ya no se trata tanto de un problema de maximización como de un problema de coordinación entre individuos que poseen información parcial y persiguen objetivos distintos. [37569] La consideración explícita de las limitaciones en la capacidad de los agentes económicos para adquirir, comunicar y procesar información, y de la diversidad de intereses y objetivos, ha colocado los problemas de la organización y las instituciones para coordinar sus decisiones en el centro del quehacer teórico. [37571] Éstos no se consideran como un producto acabado de que haya que predicar la verdad o falsedad, sino punto de partida para una sucesión de modelos. [37572] De alguna forma, el modelo Arrow-Debreu es para el economista lo que la caída de los graves en la "campana del vacío" es para un físico. [37573] Se trata de estudiar la articulación de las categorías analíticas del núcleo teórico en un sencillo modelo en el que los principios actúan en condiciones ideales . [37574] El efecto de la formalización de la conjetura de la mano invisible de Smith sobre el desarrollo teórico no ha sido en absoluto la consagración definitiva del mercado perfectamente competitivo como único mecanismo posible o deseable de coordinación social. [37575] Por el contrario, ha engendrado un desplazamiento progresivo de la visión [37576] de los teóricos de la economía. [37577] De hecho, tras las aportaciones de Arrow y Hurwicz, los propios mecanismos de asignación de recursos y de decisión colectiva han pasado de ser datos a ser variables y, en tanto que tales, objeto a su vez de elección racional. [37578] Durante mucho tiempo se había supuesto implícitamente que la única alternativa al mercado es la planificación centralizada y la intervención directa del sector público. [37579] La conocida polémica sobre la posibilidad del socialismo en la década de los treinta entre Mises, Lange y Hayek es una buena muestra de ello. [37581] Esto ha cambiado de modo radical. [37582] Cuando por alguna razón el mercado deja de cumplir correctamente su función de coordinación de las acciones de los agentes surgen formas alternativas de acción colectiva. [37583] Este fenómeno no ha escapado de la atención de los teóricos que gradualmente han concentrado su atención en mecanismos de coordinación alternativos, como los mercados imperfectos o incompletos o mecanismos en los que el sector público se caracteriza por criterios de decisión propios y diferenciados. [37584] Es más, los mercados no son los únicos mecanismos de coordinación contemplados: se analizan formas de acción colectiva que no pasan por los mercados. [37585] Así, por ejemplo, la empresa ha pasado de contemplarse como una unidad simple de decisión sobre actividades productivas a visualizarse como una forma organizativa alternativa que regula y coordina las actividades de múltiples agentes con informaciones y objetivos diversos. [37586] Su funcionamiento interno se caracteriza por unas relaciones jerarquizadas que normalmente no están reguladas por precios. [37587] Pero de hecho se sigue tratando de resolver el problema económico fundamental de coordinar las acciones de agentes independientes y diversos. [37588] Y será de interés estudiar la descentralización de las decisiones, los flujos de información, el diseño de la estructura jerárquica, y la elaboración de estructuras de remuneración que generen los incentivos apropiados para hacer coincidir en la medida de lo posible los objetivos individuales con los objetivos de la organización. [37589] Mercado y empresa son formas alternativas de organización dirigidas a la solución del problema de la asignación de recursos. [37591] El conocimiento profundo del funcionamiento de los mercados perfectamente competitivos como "tipo ideal" ha abierto la vía a la exploración sistemática de mercados, mecanismos, instituciones y organizaciones alternativas. [37592] En los estudios positivos se modelarán mecanismos cuyos equilibrios den razón de los fenómenos observados. [37593] En los análisis realizados con espíritu normativo se pondrá el énfasis en el aspecto de diseño, pues se trata de construir mecanismos que permitan el logro de ciertos objetivos sociales teniendo en cuenta las limitaciones tecnológicas, informacionales y motivacionales. [37594] En este artículo haremos un recorrido con amplias y poco detalladas vistas sobre una línea específica de análisis que trata de analizar con rigor y precisión los aspectos informacionales del diseño de mecanismos desde el punto de vista normativo. [37595] Conviene destacar también los paisajes que, aunque muy relacionados con este itinerario, no vamos a poder contemplar: nos referimos a la consideración de los aspectos estratégicos de los mecanismos. [37596] Precisamente porque la información está dispersa y nadie tiene un conocimiento completo de todos los parámetros que determinan el entorno económico, los agentes siempre tendrán la posibilidad de transmitir información y comportarse de modo distinto al prescrito por un mecanismo de coordinación concreto. [37597] Como suele haber importantes limitaciones a las posibilidad de vigilancia y control, lo ideal es diseñar mecanismos tales que ningún agente pueda sacar provecho alguno de comportarse de modo distinto al postulado. [37598] En caso de que sea así dice que el mecanismo es compatible con los incentivos individuales . [37599] Evidentemente, la respuesta estratégica de los agentes es algo que siempre debe tenerse en cuenta en las cuestiones de diseño. [37601] En este trabajo, con la salvedad de algunos comentarios finales, nos limitaremos a los desarrollos de la primera línea, remitiendo al lector a otros trabajos en este mismo volumen [37602] para la otra línea. [37603] El diseño de mecanismos informacionalmente descentralizados [37604] El punto de partida es rechazar la idea de que las instituciones económicas existentes son los únicos temas de interés teórico. [37605] El marco conceptual que se propone tiene como objetivo permitir la consideración de la estructura misma de los sistemas económicos como variable fundamental del análisis para acometer con espíritu normativo el diseño de mecanismos e instituciones alternativas a los existentes. [37606] Al hacerlo no sólo tiene en cuenta la necesidad de definir con precisión los objetivos que deben perseguir los mecanismos de coordinación y las restricciones tecnológicas y de disponibilidades de recursos -cuestiones que tradicionalmente los economistas han considerado con detalle- sino también las restricciones que afectan más directamente a las estructuras organizativas de los colectivos humanos y que tienen que ver con la dispersión de la información. [37607] ENTORNO ECONÓMICO Y FUNCIÓN DE REALIZACIÓN [37608] Con el concepto de mecanismo tratamos de captar los procesos de decisión y coordinación de los agentes para resolver el problema de la asignación de recursos escasos. [37609] Naturalmente, las decisiones no sólo deben estar coordinadas entre sí, sino que también deben estar adaptadas a un entorno cambiante. [37611] Éstos son efectivamente los datos del problema económico y son por tanto independientes del mecanismo o institución que se utilice para resolverlo. [37612] De hecho, para describir una economía basta con describir la característica de cada agente, [37613] ei, símbolo mediante el que representamos las preferencias, los recursos iniciales y las posibilidades productivas. [37614] Una economía o entorno económico, que denotaremos por e, es simplemente la colección de características de cada uno de sus agentes. [37615] Uno de los aspectos fundamentales del problema de la asignación de recursos es que ningún agente posee toda la información acerca de la economía. [37616] El conocimiento preciso del entorno económico está disperso entre los distintos agentes. [37617] Sin embargo, se suele tener un cierto conocimiento a priori de cuáles son las características admisibles de los agentes. [37618] Este conocimiento a priori se especifica formalmente mediante ciertas propiedades que se sabe deben poseer las características de los agentes. [37619] Así, por ejemplo, se postula a menudo que las preferencias son continuas (es decir, no dan saltos bruscos) o que la tecnología se caracteriza por rendimientos a escala decrecientes. [37621] Por otra parte, hay un conjunto Q cuyos elementos representan las asignaciones de recursos. [37622] Presumiblemente, las decisiones que resultan del funcionamiento de un mecanismo son el resultado de una cierta adaptación al entorno económico de tal forma que las asignaciones van a depender del entorno. [37623] Esta dependencia se puede formalizar mediante una función de realización, que es una función denotada por p: E Q y que indica la asignación p(e) que se realiza en cada entorno económico e E. [37624] La función de realización es la representación más primaria de un mecanismo de asignación de recursos y de hecho corresponde a una función de elección social. [37625] En efecto, la utilización de un mecanismo específico determina las elecciones que un colectivo realiza en función del entorno en el que opera. [37626] Una descripción del mecanismo limitada exclusivamente a las observaciones que se puedan hacer sobre los resultados efectivos de su funcionamiento en situaciones diversas. [37627] CRITERIOS DE OPTIMALIDAD [37628] Un mecanismo será satisfactorio o no según cuál sea su compatibilidad con un criterio de valoración social que consideraremos como un dato exógeno representado por una correspondencia de deseabilidad social. [37629] Para cada economía e E: E supondremos que nos viene dado el conjunto de asignaciones satisfactorias J(e). [37631] La correspondencia más obvia que cabe exigirle a un mecanismo es la correspondencia de factibilidad, que asigna a cada entorno económico el conjunto de asignaciones factibles correspondientes. [37632] Éste es un criterio difícilmente discutible, pero totalmente insuficiente puesto que discrimina muy poco. [37633] Una exigencia que tradicionalmente ha obtenido el consenso de los economistas ha sido la optimalidad de Pareto, según la cual no son satisfactorias todas aquellas asignaciones que son dominadas en el sentido de que existen asignaciones factibles unánimemente preferidas. [37634] Pero también se ha afirmado que es insuficiente y que hay que complementarlo con algún criterio de equidad. [37635] Se dice que un mecanismo es decisivo en la clase de economías E si da lugar a una asignación para cualquier entorno económico. [37636] Se dice que un mecanismo es eficiente con respecto a xxx en la clase de economías E si toda realización es óptima de acuerdo con el criterio establecido por xxx. [37637] Se dice que el mecanismo realiza la correspondencia de elección social si es decisivo y eficiente con respecto a O, es decir, si en todo caso determina la asignación de recursos y ésta es óptima de acuerdo con el criterio representado por xxx. [37638] DESCENTRALIZACIÓN INFORMACIONAL [37639] Hasta ahora hemos descrito un mecanismo a través de sus realizaciones, es decir, a través de la observación de la adaptación de las asignaciones a un entorno económico cambiante. [37641] No obstante, si a tenor de lo dicho anteriormente queremos situar las consideraciones informacionales en el mismo núcleo de la problemática económica, hay que abrir la caja negra e intentar diseccionar los procesos comunicativos y decisionales que subyacen a la mera realización de un mecanismo. [37642] El supuesto inicial fundamental es reconocer la dispersión inicial de la información: no todos los datos del problema que especifican el entorno económico son conocidos por todos y por ello se hace necesario especificar quién sabe qué. [37643] La especificación más sencilla es suponer que cada agente conoce perfectamente su característica e, y que no tiene por qué conocer la de los demás. [37644] El proceso de toma de decisiones se subdivide en dos fases bien diferenciadas: el intercambio de mensajes y la elección de las acciones a llevar a cabo. [37645] Durante la primera fase, y con objeto de coordinar sus acciones, los agentes envíen y reciben mensajes: Sea Mi el lenguaje o conjunto de señales utilizado por el agente i. [37646] El conjunto M = n Mi recibe el nombre de espacio de mensajes. [37647] La comunicación entre los agentes se concibe como un proceso que tiene lugar en el tiempo. [37648] Los mensajes generados en cada periodo no son arbitrarios. [37649] Precisamente una de las cuestiones cruciales a la hora de diseñar un mecanismo de asignación de recursos consiste en prescribir de modo muy preciso qué deben decir los agentes con objeto de coordinar óptimamente sus acciones minimizando la información transmitida. [37651] De este modo, el proceso de comunicación se formaliza como un sistema de ecuaciones en diferencias finitas. [37652] Un mensaje que se repite una y otra vez (de modo que cada iteración no aporta nada nuevo) recibe el nombre de mensaje de equilibrio. [37653] A todo sistema de funciones de respuesta le podemos asociar una correspondencia que asigna a cada economía el conjunto de mensajes de equilibrio. [37654] Esta correspondencia recibe el nombre de correspondencia de mensajes y se denota por mu. [37655] El hecho de que las funciones de respuesta que generan la correspondencia de mensajes dependan del entorno económico a través de ei únicamente implica que mu es una correspondencia coordenada, es decir, que se puede expresar como xxx donde mu i( ei) = {m M: mi = f i( m, ei)) intuitivamente esto significa lo siguiente. [37656] Dado un mensaje cualquiera, cada individuo verifica si el mensaje es estacionario para él (o por el contrario, tiene algo nuevo que decir). [37657] Puede realizar de modo independiente pues dispone de toda la información para ello. [37658] La correspondencia mui(ei) indica los mensajes que son de equilibrio desde el punto de vista de la limitada información del agente i. [37659] Un mensaje es de equilibrio si todos los agentes están de acuerdo en lo que es. [37661] Durante la segunda fase se utiliza la información obtenida en la fase de comunicación para tomar decisiones. [37662] Llamaremos función de resultados a la función que especifica la asignación que corresponde a cada mensaje de equilibrio. [37663] Esta función es de la forma z = h(m). [37664] La especificación de un espacio de mensajes M, una correspondencia coordenada ,u y una función de resultados h definen un mecanismo de asignación de recursos, xxx. [37665] La función de realización del mecanismo es simplemente la composición de las dos correspondencias representativas de cada fase: xxx. [37666] Tal como puede verse en la figura 1, de la descripción del mecanismo mediante su función de realización hemos pasado a una modelización más compleja en la que para ir de entornos económicos a asignaciones se pasa por un espacio de mensajes (para ir de E a Q pasamos por M). [37667] Algunos ejemplos pueden ilustrar estos conceptos. [37668] En una clase de mecanismos de particular interés se define M, = Ei y la correspondencia de mensajes mu como la función identidad. [37669] Esto significa que cada agente comunica como mensaje su característica, mi = ei. [37671] Pero el ejemplo más apropiado es sin duda el mecanismo walrasiano de equilibrio general competitivo. [37672] Los mensajes emitidos por los agentes son propuestas de intercambio y precios. [37673] Las funciones de respuesta de los agentes expresan que se anuncian los intercambios preferidos sometidos a la restricción presupuestaria y que los precios tienden a aumentar o disminuir según la demanda sea superior o inferior a la oferta. [37674] Se demuestra que en la clase de economías que satisfacen las hipótesis clásicas el mecanismo es decisivo (existencia del equilibrio competitivo) y eficiente (teorema fundamental del bienestar que establece la optimalidad de Pareto de los equilibrios competitivos). [37675] Los procedimientos de planificación que arrancan del trabajo de Malinvaud tienen como objetivo descomponer el problema de programación matemática en una serie de operaciones separadas que configuran un proceso iterativo que eventualmente converge a la solución de equilibrio. [37676] Estos procedimientos constituyen una rica fuente de ejemplos en los que los mensajes no son necesariamente precios y que dan idea de la diversidad de mecanismos alternativos que pueden utilizarse para resolver el problema de la asignación de recursos. [37677] Una vez formalizado el concepto de mecanismo de asignación de recursos, el análisis puede situarse en un plano superior. [37678] Por un lado, el desarrollo del concepto puede permitir, como indicaremos luego, considerar problemas que van más allá de la pura descentralización informacional para ocuparse de la descentralización de las decisiones, la asignación de responsabilidades, la estructura jerárquica y otros muchos temas de interés que nos permiten analizar la estructura interna de las organizaciones. [37679] Por otro lado, disponer de un concepto formalizado nos permite constituir al propio mecanismo como la variable fundamental del análisis (y no simplemente como un dato). [37681] Una reforma fiscal, la creación de una empresa pública o un nuevo sistema económico son de hecho propuestas acerca de mecanismos alternativos de asignación de recursos. [37682] La perspectiva aquí adoptada pone énfasis en la necesidad de no limitarse a delimitar con precisión os objetivos de la reforma. [37683] Hay que añadir los objetivos concretos y las reglas de comportamiento del sector público que, teniendo en cuenta las reacciones de los demás agentes, permitan el logro de los objetivos deseados. [37684] Pero además, hay que añadir detalles acerca del tipo de información sobre el que van a basarse estas decisiones y acerca del coste de adquirirla y procesarla. [37685] Y finalmente hay que preguntarse también en qué medida el mecanismo estimula o es capaz de forzar a los agentes a proporcionar la información que se les exige. [37686] Todas estas consideraciones añaden unas restricciones muy significativas al diseño de mecanismos y a las posibilidades de las reformas económicas. [37687] Requerimientos informacionales de los mecanismos descentralizados [37688] Adquirir, transmitir y procesar información es costoso. [37689] Por ello las instituciones y mecanismos utilizados para resolver el problema económico deben economizar la información en la medida de lo posible. [37691] Un candidato obvio es la cantidad de variables sobre cuyo valor numérico hay que dar información, pues existe la presunción de que cuanto mayor sea el número de variables sobre cuyos valores haya que informar, más elevado será el coste del mecanismo. [37692] En términos más formales, si el espacio de mensajes es un espacio euclídeo tomaremos su dimensión como medida de la cantidad de información. [37693] Como en muchos casos resulta de interés considerar espacios de mensajes cuya estructura matemática no es precisamente la de un espacio euclídeo se han dado definiciones de distintas con la intención de captar del modo más general posible la cantidad de información contenida en un conjunto. [37694] Pero para los propósitos del presente ensayo basta con retener que los distintos conceptos de se reducen a la dimensión cuando el espacio de mensajes es un espacio euclídeo. [37695] Consideremos por ejemplo la clase de economías clásicas, es decir, el conjunto de todos aquellos entornos económicos que satisfacen las propiedades estándar que garantizan la existencia del equilibrio general competitivo. [37696] Esta clase de economías es un espacio funcional de dimensión infinita, lo que significa que para describir totalmente una economía hay que dar mucha información. [37697] Podemos preguntar entonces si es posible realizar la correspondencia de Pareto. [37698] La respuesta es obviamente afirmativa: cualquier correspondencia de elección es realizable mediante un mecanismo de revelación directa que tenga la clase de economías como espacio de mensajes, la función identidad como correspondencia de mensajes y una selección cualquiera de la propia correspondencia de elección como función de resultados. [37699] No obstante, los mecanismos de revelación directa tienen un interés muy limitado puesto que desde el punto de vista informacional no tienen atractivo alguno. [37701] Como veremos, es posible conseguir realizar lo mismo con mucha menos información: el mecanismo de mercados competitivos consigue realizar asignaciones óptimas de Pareto utilizando información finita (que consiste básicamente en sectores de precios y excesos de demanda). [37702] De hecho, la cuestión fundamental que vamos a plantear es la determinación de la mínima información necesaria para realizar una correspondencia de elección social. [37703] En el caso de que un mecanismo concreto realice una correspondencia con un espacio de mensajes mínimo, se dice que es informacionalmente eficiente . [37704] Es importante destacar que los requerimientos informacionales de un mecanismo dependen crucialmente de dos aspectos clave: [37705] a) La cobertura de la clase de economías considerada. [37706] Es evidente que cuanto más dispares pueden ser los entornos económicos en los que se supone debe funcionar correctamente el mecanismo, mayor va a ser la cantidad de información requerida. [37707] Recuérdese que la clase de economías es tanto más amplia cuanta menos información a priori se tenga sobre las características de los agentes. [37708] Cabe esperar, por tanto, que ampliaciones de la clase de economías conduzcan a incrementos sustantivos de las necesidades de información. [37709] b) La naturaleza de la correspondencia de elección social. [37711] Otra observación importante: para responder a la cuestión de los requerimientos informacionales mínimos imprescindibles lo que se hace es demostrar la dimensión mínima que debe tener el espacio de mensajes para poder incluir todos los mensajes de equilibrio. [37712] Para entender exactamente lo que esto significa volvamos por un momento a la versión dinámica del proceso de comunicación que describimos como la sucesión de mensajes generada por un sistema de ecuaciones en diferencias finitas. [37713] Nada de lo dicho hasta ahora nos permite asegurar que el intercambio de mensajes no sea caótico ni que pueda encontrarse lógica alguna a la entre los agentes. [37714] Lo que sí está claro es que si por algún azar se genera el mensaje que corresponde a la asignación óptima, el mecanismo lo reconocerá inmediatamente como tal y lo señalará inequívocamente generando un mensaje estacionario: tras la recepción del mensaje "óptimo" los agentes responden descentralizadamente con el mismo mensaje. [37715] Sin embargo, esta exigencia no es suficiente. [37716] Como puede verse en la literatura sobre procedimientos de planificación, [37717] además de esta capacidad de identificar el óptimo es importante garantizar que el procedimiento iterativo de comunicación sea a su vez un proceso satisfactorio de búsqueda. [37718] La convergencia de estos procesos resulta entonces una cuestión relevante que estudiaremos en la sección 6 de este trabajo. [37719] Técnicas para la determinación de los requerimientos informacionales mínimos [37721] Supongamos que tenemos dos economías xxx y xxx como las representadas en la figura 2 en las que los dos agentes tienen siempre los mismos recursos iniciales pero tienen funciones de utilidad distintas; xxx. [37722] En un cierto sentido, estas dos economías, aunque distintas, son equivalentes con respecto al criterio de Pareto. [37723] En efecto, no sólo generan el mismo óptimo de Pareto x, sino que si hacemos un cruzamiento entre ambas (es decir, tomamos una agente de tipo "barra" ú y un agente del tipo "tilde" u2), la asignación x sigue siendo un óptimo de Pareto. [37724] En términos formales esta "equivalencia" se escribiría diciendo que las dos economías originales y todos sus cruzamientos posibles comparten un mismo óptimo de Pareto. [37725] Una subclase de economías tiene la propiedad de unicidad si se han eliminado de ella todas las economías redundantes, es decir si no existen en ella dos entornos económicos equivalentes. [37726] El lema de inyectividad establece una implicación clave de las subclases de economías con la propiedad de unicidad. [37727] LEMA DE INYECTIVIDAD. [37728] Sea un mecanismo descentralizado de asignación de recursos que es eficiente con respecto a la correspondencia de optimalidad social xxx en una clase de economías E. [37729] Sea E* C E una subclase de economías con la propiedad de unicidad con respecto a O. [37731] En términos menos formales, el lema significa que cada economía de la subclase E* requiere un mensaje de equilibrio distinto (en esto consiste básicamente la inyectividad de la correspondencia de mensajes mu). [37732] Por consecuencia, el espacio de mensajes de cualquier mecanismo eficiente debe ser suficientemente rico como para poder discriminar entre todos los elementos de la subclase de economías. [37733] Si el mecanismo satisface ciertas condiciones de regularidad de dimensión de la subclase de economías es una cota inferior de la dimensión de todo mecanismo descentralizado. [37734] Requerimientos informacionales y cobertura de entornos económicos [37735] Es natural conjeturar que cuanto más amplia sea la clase de entornos económicos, mayor será la cantidad de información necesaria para coordinar las acciones de los miembros de una economía. [37736] Vamos a resumir ahora los distintos resultados que se han obtenido en este contexto. [37737] REQUERIMIENTOS INFORMACIONALES EN ECONOMÍAS "CLÁSICAS" [37738] En entornos económicos que satisfagan las hipótesis clásicas de ausencia de efectos externos y bienes públicos, convexidad y continuidad de preferencias y tecnología, e insaciabilidad local, se ha demostrado que el equilibrio competitivo existe y conduce a asignaciones de recursos Pareto-óptimas. [37739] Por tanto, en una clase de economías de intercambio puro (que se describe mediante un espacio de dimensión infinita) es posible realizar óptimos de Pareto con un espacio de mensajes de dimensión finita n(1-1), donde n es el número de consumidores y l el número de mercancías. [37741] El sistema de precios contribuye pues a simplificar enormemente la cantidad de información a transmitir y posibilita por tanto la descentralización de decisiones sin renunciar a la optimalidad de los resultados. [37742] En virtud de los teoremas a los que hemos hecho referencia en el epígrafe anterior, para probar que ésa es efectivamente la cota inferior de todo mecanismo que realice la correspondencia de Pareto, basta con construir una subclase de economías con la propiedad de unicidad cuya dimensión sea efectivamente n(1-1). [37743] Se demuestra que una subclase de economías con preferencias representables mediante funciones de utilidad del tipo Cobb- Douglas (y que por tanto se puede describir paramétricamente) tiene la propiedad de unicidad, [37744] con respecto a la correspondencia de optimalidad de Pareto y es de dimensión n(1-1). [37745] Este resultado puede parecer sorprendente pues parece que el vector de precios (de dimensión 1-1) podría ser suficiente. [37746] Un simple ejemplo bastará para convencernos de que éste no es el caso y que es imprescindible conocer también los excesos de demanda. [37747] Supongamos un mecanismo que realiza la función de elección social de Walras y que utiliza como mensajes vectores de precios exclusivamente. [37748] Tal como se aprecia en la figura 3, el vector de precios p es un mensaje de equilibrio para la economía xxx y también para la economía xxx. [37749] Por tanto, xxx. [37751] Ello significa que p pertenece a xxx, de lo que se sigue que p debe ser también un mensaje de equilibrio para la economía cruzada xxx. [37752] Sin embargo, como se comprueba fácilmente en la figura 4, esos no pueden ser los precios de equilibrio para la economía cruzada. [37753] Ello se debe fundamentalmente a la descentralización de la información. [37754] Cuando la economía es xxx ambos agentes muestran su conformidad con el mensaje p (lo que se representa diciendo que xxx. [37755] Cuando el entorno económico del segundo agente cambia de e2 a e2 el primer agente no puede apercibirse del cambio puesto que sigue recibiendo el mismo mensaje que antes. [37756] Sin embargo, en el ejemplo propuesto el cambio de entorno altera el óptimo de Pareto. [37757] Por eso, la información contenida en el vector de precios no es suficiente para garantizar el correcto funcionamiento del mecanismo: hay que poseer información sobre los excesos de demanda para verificar si los precios son correctos. [37758] REQUERIMIENTOS INFORMACIONALES PARA ECONOMÍAS CON BIENES PÚBLICOS [37759] Cuando un agente se ha comido una manzana ya no es posible que se la coma otro. [37761] Eso no ocurre con todas las mercancías. [37762] Un programa de televisión, por ejemplo, pueden disfrutarlo (o sufrirlo) tantas personas como lo deseen sin que su decisión afecte al coste o a la calidad del mismo. [37763] Los bienes caracterizados por esta ausencia de rivalidad en el consumo reciben el nombre de bienes públicos. [37764] Desde la famosa aportación de Samuelson (1954) es bien sabido que cuando hay bienes públicos en la economía el mecanismo de mercado no funciona satisfactoriamente. [37765] El gobierno suele responsabilizarse pues de la provisión de bienes públicos . [37766] La búsqueda de mecanismos que permitan la asignación óptima de los recursos en presencia de bienes públicos tiene mucho que ver con el análisis de la determinación óptima de los niveles de gasto público y de la participación de cada agente en su financiación (que tiene que ver naturalmente con el diseño de los mecanismos impositivos). [37767] Lindahl propuso un mecanismo descentralizado en el que cada bien privado tiene un precio, mientras que los bienes públicos tienen precios individualizados distintos para cada agente. [37768] Utilizando técnicas análogas a las de la sección anterior, Sato (1981) y Nayak (1982) han establecido la eficiencia informacional del mecanismo de Lindahl: todo mecanismo decisivo y eficiente con respecto a la correspondencia de Pareto utiliza un espacio de mensajes cuya dimensión es por lo menos tan grande como la del de Lindahl. [37769] ENTORNOS ECONÓMICOS CON RENDIMIENTOS CRECIENTES [37771] Dado el fallo del mecanismo competitivo, varios mecanismos descentralizados alternativos han sido propuestos en la literatura para intentar resolver el problema económico. [37772] Para hacer breve una larga lista mencionaremos cuatro tipos fundamentales: [37773] a) Mecanismos que requieren mensajes de dimensión infinita. [37774] Dentro de esta categoría se pueden incluir mecanismos de búsqueda aleatoria con mensajes que son conjuntos (y no puntos) -como Hurwicz, Radner y Reiter (1975)- y mecanismos que requieren una memoria infinita -como Crémer (1977)- y que a base de ir recabando información el centro acaba por construir una descripción completa de las características de los agentes. [37775] Estos mecanismos son poco eficaces desde el punto de vista informacional. [37776] b) Mecanismos con precios no lineales como los de Arrow y Hurwicz (1960). [37777] Los mensajes son en estos casos de dimensión finita pero no se garantiza que los equilibrios sean siempre óptimos de Pareto (globales). [37778] Un óptimo de Pareto local no es una propiedad muy deseable puesto que no garantiza ni siquiera la eficiencia productiva en el sentido de Koopmans. [37779] c) Procedimientos iterativos de planificación con o sin precios. [37781] d) Mecanismo de fijación del precio según el coste marginal. [37782] Se trata de un mecanismo que utiliza los mismos mensajes que el mecanismo competitivo, aunque exige a los productores que observen una conducta distinta. [37783] Dados los precios, para cada nivel de producción hay que escoger la combinación de inputs que minimice el coste de producción. [37784] Una vez hecho esto, se escoge el nivel de output para el cual el precio de mercado sea igual al coste marginal. [37785] En la clase de economías clásicas este mecanismo coincide con el competitivo pues la maximización del beneficio coincide con la fijación del precio según el coste marginal. [37786] Pero tiene la ventaja de que el mecanismo sigue siendo decisivo (es decir, sus equilibrios existen) para clases de economías mucho más amplias que pueden incluir rendimientos a escala crecientes y otros tipos de no convexidades. [37787] Sin embargo, sus propiedades de optimalidad dejan mucho que desear. [37788] En un conocido contraejemplo, Arrow y Hurwicz (1960) ya mostraron que la minimización de costes no es una condición necesaria de optimalidad en economías no convexas, claro indicativo de que la información proporcionada por los precios no es suficiente. [37789] Pero los resultados negativos van más allá todavía el segundo teorema de bienestar falle dramáticamente puesto que existen ejemplos en los que ninguno de los equilibrios de coste marginal es óptimo. [37791] De hecho, se ha demostrado que todo mecanismo decisivo y eficiente con respecto a la correspondencia de Pareto en una clase de economías que admita tipos muy sencillos de rendimientos crecientes necesita un espacio de mensajes de dimensión infinita. [37792] Ello significa que si queremos mecanismos con mensajes finitos habrá que renunciar a alguna de las exigencias bien postulando una menor dispersión inicial de la información, correspondencias de optimalidad menos exigentes o restringiendo la clase de economías admisibles. [37793] En definitiva, puede afirmarse que la hipótesis de convexidad (que excluye los rendimientos a escala crecientes y los costes fijos) es muy importante para permitir la viabilidad de los sistemas de precios o, en general, la posibilidad de descentralización. [37794] Desde un punto de vista teórico, el problema de determinar los criterios de comportamiento óptimos para la empresa pública (en el supuesto de que se ha sustraído a la esfera privada por los fallos de mercado provocados por la falta de convexidad de la tecnología) sigue siendo un problema abierto. [37795] REQUERIMIENTOS INFORMACIONALES EN ECONOMÍAS ESTOCÁSTICAS [37796] Consideremos ahora el caso de entornos económicos con incertidumbre. [37797] Los estados de la naturaleza son una variable aleatoria y los objetivos de los individuos dependen de él. [37798] Jordan (1977) demuestra la eficiencia informacional del mecanismo competitivo en este contexto. [37799] Llamando admisibles a todos los mecanismos para los que existe un equilibrio de expectativas, Jordan demuestra que todo mecanismo admisible que conduzca a asignaciones Pareto óptimas utiliza un espacio de mensajes cuya dimensión es localmente por lo menos tan grande como la del mecanismo competitivo. [37801] La necesidad de considerar espacios de mercancías de dimensión infinita proviene de la conveniencia de hacer distinciones muy finas entre bienes y servicios. [37802] Es bien sabido que en el modelo de Arrow-Debreu se pueden distinguir las mercancías según su localización o el momento de su disponibilidad, lo cual da lugar a un número infinito de ellas si el tiempo es continuo o el horizonte temporal no es finito. [37803] Pero aunque los modelos intertemporales han acaparado la atención de un modo preferente, existen muchas otras circunstancias en las que un modelo con infinitas mercancías es el marco apropiado de análisis. [37804] Éste es el caso, por ejemplo, de los modelos de diferenciación de producto en el que hay un continuo de calidades posibles. [37805] Nos centraremos aquí en los modelos de asignación intertemporal de recursos con horizonte infinito y tiempo discreto. [37806] El punto de partida estándar es el trabajo de Malinvaud (1953) en el que se intenta extender al modelo intertemporal la caracterización de los programas de producción eficientes en términos de precios sin demasiado éxito, pues en el caso intertemporal aparecen dificultades específicas. [37807] Además de la condición usual de maximización intertemporal del beneficio (que iguala el precio al valor del producto marginal) hace falta una condición adicional: la sucesión de precios construida igualando el precio de un input al valor de su producto marginal debe tener una propiedad que puede interpretarse como una condición acerca de la velocidad con que se deterioran los términos de intercambio entre el presente y el futuro. [37808] Para garantizar que las decisiones tomadas en función de los mensajes de la propia tecnología sean un programa eficiente es necesario que los mensajes recibidos por cada empresario sean de dimensión infinita. [37809] Requerimientos para distintas funciones de elección social [37811] El criterio de Pareto es -a pesar de sus limitaciones- el que más consenso reúne entre los economistas, probablemente porque se considera una condición necesaria (por supuesto no suficiente) de deseabilidad social. [37812] En este epígrafe estudiaremos tres investigaciones que están en la línea de analizar correspondencias de deseabilidad social distintas de las de Pareto. [37813] En la primera se explora el incremento de los requerimientos informacionales que resulta de intentar complementar el criterio de Pareto con la noción de equidad (en el sentido de ausencia de envidia). [37814] La segunda considera la correspondencia de optimalidad que resulta cuando además del criterio de Pareto se exige que el mecanismo no perjudique a ninguno de los agentes. [37815] La tercera es de carácter mucho más general y explora la construcción sistemática de mecanismos descentralizados que realicen una función de elección social establecida de antemano. [37816] REQUERIMIENTOS PARA ASIGNACIONES EQUITATIVAS [37817] En este apartado vamos a restringirnos a la clase de economías clásicas. [37818] El segundo teorema del bienestar establece que cualquier óptimo de Pareto puede ser alcanzado como un equilibrio competitivo si se redistribuyen los recursos iniciales. [37819] Alcanzar asignaciones justas implicará por lo general redistribuir los recursos iniciales. [37821] En el mecanismo competitivo los agentes comunican sus excesos de demanda o intercambios deseados, pero en ningún momento es posible averiguar a parte de los mensajes emitidos cuáles son los recursos totales en la economía. [37822] Utilizando las técnicas anteriormente descritas, se demuestra que no hace falta mucha información adicional para poder hacer de modo descentralizado las redistribuciones necesarias para alcanzar una asignación que no sólo sea Pareto óptima, sino también equitativa en el sentido de que cada agente prefiere la asignación que le corresponde a la asignación de cualquier otro. [37823] En otras palabras, ningún agente envidia la situación de otro. [37824] De hecho, la aplicación del criterio de equidad no hace aumentar mucho los requerimientos informacionales del mecanismo competitivo: cada agente debe comunicar una variable adicional que, en el mecanismo propuesto, es el nivel de renta. [37825] Con este moderado incremento de la capacidad del canal de comunicación se puede realizar una correspondencia de optimalidad mucho más ambiciosa que la de Pareto. [37826] Se construye un mecanismo que redistribuye la renta igualitariamente (sin necesidad de averiguar los recursos totales) que es equitativo y eficiente, tanto desde el punto de vista asignativo como del informacional. [37827] De hecho, se demuestra que es el único mecanismo informacionalmente eficiente. [37828] REALIZACIÓN DE ASIGNACIONES PARETO-OPTIMAS E INDIVIDUALMENTE RACIONALES [37829] En una economía con propiedad privada de los recursos, se llama individualmente racional a toda asignación que sea preferida por todos los agentes a la situación inicial. [37831] De hecho, dicho mecanismo es el único mecanismo informacionalmente eficiente de entre todos los que realizan la correspondencia de optimalidad que exige la eficiencia paretiana y la racionalidad individual. [37832] REALIZACIÓN DE FUNCIONES DE ELECCIÓN ARBITRARIA [37833] El análisis económico ha estudiado con profundidad las propiedades de ciertos mecanismos específicos, sobre todo mecanismos de mercado. [37834] Dado un mecanismo, se estudian las propiedades de su función de realización, que relaciona cada entorno económico con la asignación de recursos generada. [37835] Pero desde un punto de vista normativo, y si se quiere proponer métodos alternativos de coordinar acciones y decisiones independientes, reviste considerable interés la cuestión inversa: dada una función de elección social, diseñar un mecanismo descentralizado que la realice. [37836] Como hemos visto anteriormente, siempre es posible diseñar un mecanismo de revelación directa que lo realice. [37837] El problema es diseñar un mecanismo que lo haga con mensajes de dimensión mínima. [37838] Hurwicz, Reiter y Saari han utilizado técnicas de geometría diferencial para atacar este problema. [37839] En particular han conseguido mostrar cómo en algunos casos elementales el propio mecanismo surge como el resultado de integrar un sistema de ecuaciones diferenciales e invertir la solución. [37841] Según la formalización del mecanismo de asignación de recursos utilizada hasta ahora, el proceso de decisión está dividido en dos fases. [37842] En la primera tiene lugar un proceso de comunicación en el que los agentes participan activamente. [37843] En la segunda fase los agentes juegan un papel pasivo puesto que el mensaje de equilibrio se traduce en una asignación, xxx, según la función de resultados sin tener en cuenta las características de los agentes. [37844] Podríamos imaginar que el mensaje de equilibrio se introduce como dato a un ordenador que computa automáticamente la solución. [37845] Intuitivamente puede verse que ello significa que el mensaje de equilibrio debe ser suficientemente rico como para describir la asignación a realizar. [37846] En la mayoría de los mecanismos propuestos en la literatura éste es efectivamente el caso pues el mensaje de equilibrio especifica explícitamente la asignación más algunas señales adicionales como precios o valoraciones marginales. [37847] La cuestión es saber si permitir un papel más activo a los agentes puede propiciar una reducción de los requerimientos informacionales. [37848] En efecto, cabe esperar que si no hace falta describir la asignación, la comunicación puede reducirse a las señales de coordinación exclusivamente. [37849] En particular, podríamos pensar que cada agente decide independientemente cuál es su asignación en función del mensaje de equilibrio y de su propia característica. [37851] Los resultados obtenidos pueden resumirse en los siguientes puntos: [37852] a) En muchos casos la utilización de mecanismos paramétricos permite ahorros sustanciales en la cantidad de información que es necesario transmitir. [37853] b) Se desarrollan técnicas generales para la determinación de la cantidad de información mínima. [37854] c) Para los casos más relevantes de economías clásicas, bienes públicos y rendimientos crecientes los requerimientos informacionales no se reducen con la introducción de mecanismos paramétricos. [37855] Requerimientos informacionales para la estabilidad [37856] Desde un punto de vista metodológico el escenario de verificación considerado hasta ahora es un primer paso muy natural para el estudio de la descentralización informacional. [37857] Pero evidentemente no es satisfactorio desde muchos puntos de vista. [37858] Si además de la capacidad de reconocer el mensaje óptimo a través de un procedimiento descentralizado de verificación nos interesa conocer la eficacia del proceso de búsqueda del mensaje de equilibrio es necesario volver a la formulación inicial del proceso de comunicación como un sistema dinámico y estudiar sus propiedades de convergencia. [37859] El punto de partida es el hecho de que en general el proceso de tanteo walrasiano no converge. [37861] En los trabajos dirigidos a establecer la cantidad de información necesaria, no sólo para reconocer el equilibrio, sino para hallarlo se han alcanzado las conclusiones siguientes: [37862] a) En el contexto de economías de puro intercambio, todo mecanismo dinámico que sea localmente estable en un entorno de los equilibrios walrasianos regulares debe utilizar mensajes suficientemente grandes como para que los agentes comuniquen no sólo sus excesos de demanda sino también las derivadas de las funciones de exceso de demanda a los precios corrientes. [37863] El aumento de los requerimientos informacionales para realizar establemente la función de realización del mecanismo competitivo es pues considerable. [37864] b) Sin embargo, si en vez de realizar el mecanismo competitivo nos conformamos con alcanzar óptimos de Pareto, los requerimientos informacionales son inferiores. [37865] En efecto, Jordan construye un proceso de ajuste cuyos puntos estacionarios son óptimos de Pareto, que es localmente estable y que es informacionalmente eficiente. [37866] Cada agente comunica su precio de demanda en la asignación vigente y se realiza un ajuste Pareto superior. [37867] La función de realización de este mecanismo no coincide necesariamente con la del mecanismo de precios competitivos. [37868] c) Como consecuencia de los dos resultados anteriores, está claro que cuando introducimos consideraciones dinámicas el mecanismo de precios deja de ser informacionalmente eficiente. [37869] Consideración de espacios de mensajes y mecanismos más generales [37871] Sin embargo, el modelo puede enriquecerse considerablemente para analizar muchos aspectos relevantes. [37872] Ciertamente se ha producido un natural sesgo hacia la consideración de un esquema muy sencillo con el mecanismo walrasiano como telón de fondo. [37873] Pero, como veremos, el modelo puede enriquecerse para que aparezcan cuestiones de crucial interés para muy diversos tipos de organizaciones. [37874] ESPACIOS DISCRETOS, ERRORES DE MEDICIÓN, PRECISIÓN Y REDONDEO [37875] Se podría considerar que un importante aspecto de la realidad es que la verificación de las condiciones de equilibrio, la recepción de mensajes y la realización de cálculos nunca pueden realizarse con exactitud total y que existe un umbral definido de percepción. [37876] En la práctica, los valores de las variables y de los mensajes se redondean con un grado de precisión predeterminado. [37877] Las ventajas de una mayor precisión deben compararse entonces con los costes de la misma. [37878] Consecuentemente, todo mecanismo sólo puede aspirar a realizar los criterios de deseabilidad social con un cierto margen de error. [37879] Para estudiar estas cuestiones es apropiado estudiar el caso en que tanto el espacio de mensajes como el de acciones pueden ser espacios discretos (por ejemplo, el producto cartesiano de n copias del conjunto de los números naturales). [37881] Por otra parte, han demostrado que todo mecanismo que utilice mensajes que no sean más complicados que los del mecanismo competitivo y que tenga el mismo grado de precisión de las acciones tendrá necesariamente un mayor grado de error relativo. [37882] POSIBILIDADES PARA EL ESTUDIO DE JERARQUÍAS INFORMACIONALES Y DESCENTRALIZACIÓN DE LAS DECISIONES [37883] El modelo de mecanismo de asignación de recursos es muy sencillo y abstracto, lo cual ha permitido obtener resultados muy generales. [37884] Por otra parte, el concepto propuesto admite mecanismos de muy diversa naturaleza que van desde mecanismos de precios a procedimientos de planificación por cuotas y objetivos cuantitativos. [37885] De todas maneras, la consideración más detallada de algunos de sus aspectos permite enriquecer considerablemente el análisis de las organizaciones que pueden adoptarse para resolver el problema económico. [37886] Ya vimos, por ejemplo, que la introducción de mecanismos paramétricos permitía la consideración explícita de la toma de decisiones descentralizada. [37887] Se puede formular el modelo de modo que permita el análisis de cómo las diversas organizaciones, para coordinar las acciones de sus agentes, distribuyen las responsabilidades entre sus miembros y estructuran de acuerdo con ello los flujos de información. [37888] Es natural esperar entonces que para cada clase de entornos económicos surja una organización óptima desde el punto de vista tanto de la eficiencia de las decisiones adoptadas como de la eficacia en la transmisión y uso de la información. [37889] Descentralización e incentivos [37891] Al considerar en profundidad la diversidad de la información de los agentes hemos olvidado la diversidad de sus objetivos, que no coinciden necesariamente con los sociales. [37892] La correspondencia de optimalidad social, que hemos tomado como un dato, armoniza de alguna forma los diversos intereses y objetivos de los agentes pero no coincide con ellos. [37893] Si los agentes siguen las reglas de conducta especificadas por el mecanismo se alcanzará un óptimo social. [37894] Pero existe la posibilidad de que los agentes descubran que su actuación tiene una incidencia sobre el funcionamiento del mecanismo y que pueden sacar provecho de ello. [37895] No basta pues con que el mecanismo sea un procedimiento eficaz de procesar la información, sino que debe proporcionar incentivos suficientes a los agentes para que no tengan interés en manipularlo. [37896] El cumplimiento de las reglas del mecanismo se puede conseguir mediante procedimientos de vigilancia y control o bien mediante mecanismos autoprotegidos cuyas reglas de conducta sean compatibles con los incentivos individuales. [37897] Las posibilidades de un tipo u otro de solución dependen de la especificación de la dispersión inicial de la información, de las posibilidades y coste de adquisición de información y de la observabilidad de las acciones de los agentes. [37898] Pero en un contexto de dispersión inicial de la información y observabilidad limitada la compatibilidad con los incentivos es la vía apropiada. [37899] Enviar mensajes distintos a los especificados por las funciones de respuesta es algo que puede ser arriesgado. [37901] Pero siempre existe una manera de generar mensajes falsos que, en virtud de los postulados de dispersión inicial de la información, es imposible de detectar. [37902] Se trata simplemente de enviar mensajes de acuerdo con características distintas de las verdaderas.